111 resultados para Directores de cine - Francia
em Memoria Académica - FaHCE, UNLP - Argentina
Resumo:
La literatura y el cine son disciplinas que dialogan y se separan, que se unen y se dislocan. Cuando un realizador escoge un texto literario para transponerlo al cine y presentar su propia lectura (Jauss, 1987; Ingarden, 1989), son las resonancias (Wolf, 2005) las que indican la manera en que el director leyó el texto y lo que identificó como potencial cinematográfico. Entre 1943 y 1955, con gran apoyo de los espectadores, toma auge el cine argentino, aunque no se favorece a la producción, distribución y exhibición porque los dueños del capital están más ocupados en los réditos inmediatos del negocio que en el desarrollo y progreso de la industria cinematográfica (Getino, 2005). Sin embargo, directores como Soffici, Manzi y Papier adhieren al proceso político, desarrollan una producción valiosa y atienden a lo popular (Cabrera, 1994; Di Núbila, 1959). Con esa herencia, emerge como director la figura de Hugo del Carril, con producciones que transitan la crítica a severos conflictos sociales simbolizados a través de la representación de las vidas dramáticas de los oprimidos y olvidados, como el caso de Las tierras blancas que lleva a la pantalla en 1958, inspirada en la novela homónima de Juan José Manauta
Resumo:
El presente artículo plantea la incorporación del cine como argumento válido para la formación del profesorado. Consideramos que el cine incluye suficientes mecanismos para involucrar la educación en artes visuales, la educación en medios, y la educación musical. Entre los directores más relevantes del panorama internacional, proponemos la figura de Hayao Miyazaki. Este creador japonés ha sabido atraer a públicos de todas las edades y culturas a lo largo de su dilatada carrera profesional. La calidad técnica de los trabajos de Miyazaki va acompañada de una serie de valores que resultan muy válidos para incorporar acciones educativas de respeto al medio natural y a las tradiciones culturales. Pensamos que los maestros de educación primaria han de estar preparados para fomentar este tipo de valores entre el alumnado. Tanto la educación artística como el cine son entornos muy atractivos para lograrlo. Hemos observado y analizado a un grupo de estudiantes de grado de Maestro de primaria mientras miraban la película Ponyo en el acantilado. Planteamos un mayor uso del cine como recurso educativo (Ambrós y Breu, 2007; Fedorov, 2010). Animamos al profesorado y al alumnado a realizar nuevas lecturas críticas y personales del cine, indagando más allá del conocimiento del medio como mero entretenimiento (Clarembeaux, 2010; Hernández, 2000; Huerta, 2006)
Resumo:
Basándonos en un enfoque teórico intermedial, el presente artículo tiene como objeto estudiar las relaciones entre cine y pintura a partir de dos películas españolas: La hora de los valientes (Antonio Mercero 1998) y Te doy mis ojos (Icíar Bollaín 2003). Nos proponemos cotejar cómo los respectivos directores introducen la pintura para construir y enriquecer el relato cinematográfico y analizar qué función narrativa y estética cumplen los cuadros en el texto fílmico. El estudio de ambos filmes nos servirá para demostrar nuestra hipótesis inicial: la pintura se emplea no solo con fines estéticos y narrativos, sino también para convertir al espectador en testigo de un doble drama, el individual y el colectivo. El juego de miradas que atraviesa la diégesis sitúa a la pintura en un primer plano, a la vez que determina la lectura del texto fílmico
Resumo:
El presente artículo plantea la incorporación del cine como argumento válido para la formación del profesorado. Consideramos que el cine incluye suficientes mecanismos para involucrar la educación en artes visuales, la educación en medios, y la educación musical. Entre los directores más relevantes del panorama internacional, proponemos la figura de Hayao Miyazaki. Este creador japonés ha sabido atraer a públicos de todas las edades y culturas a lo largo de su dilatada carrera profesional. La calidad técnica de los trabajos de Miyazaki va acompañada de una serie de valores que resultan muy válidos para incorporar acciones educativas de respeto al medio natural y a las tradiciones culturales. Pensamos que los maestros de educación primaria han de estar preparados para fomentar este tipo de valores entre el alumnado. Tanto la educación artística como el cine son entornos muy atractivos para lograrlo. Hemos observado y analizado a un grupo de estudiantes de grado de Maestro de primaria mientras miraban la película Ponyo en el acantilado. Planteamos un mayor uso del cine como recurso educativo (Ambrós y Breu, 2007; Fedorov, 2010). Animamos al profesorado y al alumnado a realizar nuevas lecturas críticas y personales del cine, indagando más allá del conocimiento del medio como mero entretenimiento (Clarembeaux, 2010; Hernández, 2000; Huerta, 2006)
Resumo:
Basándonos en un enfoque teórico intermedial, el presente artículo tiene como objeto estudiar las relaciones entre cine y pintura a partir de dos películas españolas: La hora de los valientes (Antonio Mercero 1998) y Te doy mis ojos (Icíar Bollaín 2003). Nos proponemos cotejar cómo los respectivos directores introducen la pintura para construir y enriquecer el relato cinematográfico y analizar qué función narrativa y estética cumplen los cuadros en el texto fílmico. El estudio de ambos filmes nos servirá para demostrar nuestra hipótesis inicial: la pintura se emplea no solo con fines estéticos y narrativos, sino también para convertir al espectador en testigo de un doble drama, el individual y el colectivo. El juego de miradas que atraviesa la diégesis sitúa a la pintura en un primer plano, a la vez que determina la lectura del texto fílmico
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La literatura y el cine son disciplinas que dialogan y se separan, que se unen y se dislocan. Cuando un realizador escoge un texto literario para transponerlo al cine y presentar su propia lectura (Jauss, 1987; Ingarden, 1989), son las resonancias (Wolf, 2005) las que indican la manera en que el director leyó el texto y lo que identificó como potencial cinematográfico. Entre 1943 y 1955, con gran apoyo de los espectadores, toma auge el cine argentino, aunque no se favorece a la producción, distribución y exhibición porque los dueños del capital están más ocupados en los réditos inmediatos del negocio que en el desarrollo y progreso de la industria cinematográfica (Getino, 2005). Sin embargo, directores como Soffici, Manzi y Papier adhieren al proceso político, desarrollan una producción valiosa y atienden a lo popular (Cabrera, 1994; Di Núbila, 1959). Con esa herencia, emerge como director la figura de Hugo del Carril, con producciones que transitan la crítica a severos conflictos sociales simbolizados a través de la representación de las vidas dramáticas de los oprimidos y olvidados, como el caso de Las tierras blancas que lleva a la pantalla en 1958, inspirada en la novela homónima de Juan José Manauta
Resumo:
La literatura y el cine son disciplinas que dialogan y se separan, que se unen y se dislocan. Cuando un realizador escoge un texto literario para transponerlo al cine y presentar su propia lectura (Jauss, 1987; Ingarden, 1989), son las resonancias (Wolf, 2005) las que indican la manera en que el director leyó el texto y lo que identificó como potencial cinematográfico. Entre 1943 y 1955, con gran apoyo de los espectadores, toma auge el cine argentino, aunque no se favorece a la producción, distribución y exhibición porque los dueños del capital están más ocupados en los réditos inmediatos del negocio que en el desarrollo y progreso de la industria cinematográfica (Getino, 2005). Sin embargo, directores como Soffici, Manzi y Papier adhieren al proceso político, desarrollan una producción valiosa y atienden a lo popular (Cabrera, 1994; Di Núbila, 1959). Con esa herencia, emerge como director la figura de Hugo del Carril, con producciones que transitan la crítica a severos conflictos sociales simbolizados a través de la representación de las vidas dramáticas de los oprimidos y olvidados, como el caso de Las tierras blancas que lleva a la pantalla en 1958, inspirada en la novela homónima de Juan José Manauta
Resumo:
El presente artículo plantea la incorporación del cine como argumento válido para la formación del profesorado. Consideramos que el cine incluye suficientes mecanismos para involucrar la educación en artes visuales, la educación en medios, y la educación musical. Entre los directores más relevantes del panorama internacional, proponemos la figura de Hayao Miyazaki. Este creador japonés ha sabido atraer a públicos de todas las edades y culturas a lo largo de su dilatada carrera profesional. La calidad técnica de los trabajos de Miyazaki va acompañada de una serie de valores que resultan muy válidos para incorporar acciones educativas de respeto al medio natural y a las tradiciones culturales. Pensamos que los maestros de educación primaria han de estar preparados para fomentar este tipo de valores entre el alumnado. Tanto la educación artística como el cine son entornos muy atractivos para lograrlo. Hemos observado y analizado a un grupo de estudiantes de grado de Maestro de primaria mientras miraban la película Ponyo en el acantilado. Planteamos un mayor uso del cine como recurso educativo (Ambrós y Breu, 2007; Fedorov, 2010). Animamos al profesorado y al alumnado a realizar nuevas lecturas críticas y personales del cine, indagando más allá del conocimiento del medio como mero entretenimiento (Clarembeaux, 2010; Hernández, 2000; Huerta, 2006)
Resumo:
Basándonos en un enfoque teórico intermedial, el presente artículo tiene como objeto estudiar las relaciones entre cine y pintura a partir de dos películas españolas: La hora de los valientes (Antonio Mercero 1998) y Te doy mis ojos (Icíar Bollaín 2003). Nos proponemos cotejar cómo los respectivos directores introducen la pintura para construir y enriquecer el relato cinematográfico y analizar qué función narrativa y estética cumplen los cuadros en el texto fílmico. El estudio de ambos filmes nos servirá para demostrar nuestra hipótesis inicial: la pintura se emplea no solo con fines estéticos y narrativos, sino también para convertir al espectador en testigo de un doble drama, el individual y el colectivo. El juego de miradas que atraviesa la diégesis sitúa a la pintura en un primer plano, a la vez que determina la lectura del texto fílmico
Resumo:
La literatura y la cultura españolas de los últimos setenta años no pueden comprenderse de manera completa si no se consideran las consecuencias derivadas de la Guerra Civil de 1936, entre las cuales el exilio de miles de republicanos opuestos al régimen franquista ocupa un espacio de gran relevancia. Pero ese exilio presenta una geografía disímil y heterogénea en todos los niveles, por lo que todavía queda mucho por profundizar. Esta propuesta penetra en uno de sus capítulos más angustiantes: la experiencia de los campos de concentración habilitados en el sur de Francia a principios de 1939 para la reclusión de los españoles, del cual ha surgido desde entonces y hasta la actualidad una densa cantidad de textos testimoniales que la relatan. Uno de ellos es Alambradas. Mis nueve meses por los campos de concentración de Francia, publicado en 1941 por Manuel García Gerpe, quien se estableció en Buenos Aires luego de pasar por los campos. En esta oportunidad, la comunicación se hace eco de uno de los objetivos pendientes: recuperar para el análisis interpretativo los discursos de aquellos sujetos que se han mantenido en la periferia del canon y de los criterios específicos con que se ha abordado el corpus de la literatura exiliada
Resumo:
Las relaciones escritura/discurso cinematográfico fueron intensas y adoptaron formas variadas durante las primeras décadas del siglo XX. "Importación" y "trasposición" de procedimientos, búsqueda de efectos semejantes o producción de géneros análogos, puesta en evidencia de la materialidad y los recursos de una práctica por la otra, son algunas manifestaciones de esa relación de doble mano. Pathé Baby, del brasileño Antonio de Alcântara Machado y Cagliostro, del chileno Vicente Huidobro se examinan a la luz de dicha problemática
Resumo:
El trabajo propone un análisis de las marcas del cine en la obra Bernardo Kordon. Específicamente, aborda las referencias de este intelectual de izquierdas a la industria cinematográfica y a los efectos del cine entre los sectores populares urbanos, para detenerse en el contraste entre la fuerte crítica al cine registrada en su obra temprana La Vuelta de Rocha (1936) y la revisión que implica la trasposición cinematográfica de su cuento "Toribio Torres, alias 'Gardelito'" (1956), llevada a la pantalla grande en 1961 bajo la dirección de Lautaro Murúa y la adaptación de Augusto Roa Bastos