11 resultados para DSM-IV-TR

em Memoria Académica - FaHCE, UNLP - Argentina


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La forma en que los individuos se perciben y valoran a sí mismos cumple una función muy importante en su adaptación psicológica y social. Los niños con Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) enfrentan múltiples situaciones de fracaso, por lo que sería esperable que tuvieran una percepción pobre de sí mismos. Sin embargo, los hallazgos en esta área han sido inconsistentes. Por otra parte, la familia es el principal contexto implicado en la constitución del autoconcepto, pero las variables familiares prácticamente no han sido tenidas en cuenta. Objetivo general: Conocer las características del autoconcepto de niños con TDAH y su vinculación con la percepción de la relación con los padres. Método: Muestra: Niños de ambos sexos con diagnóstico de TDAH según los criterios del DSM-IV-TR (n = 35). Grupos control: Niños que concurren a psicoterapia por motivos distintos del TDAH (n = 26)(Grupo Control Clínico, GCC) y niños que no reciben asistencia psicoterapéutica o psiquiátrica (n = 44) (Grupo Control Sano, GCS) de entre 7 y 13 años. Al menos uno de sus padres y un docente de estos niños. Las tres muestras presentan características sociodemográficas equiparables. Instrumentos: Para los niños: Escala Argentina de Percepción de la relación con los padres; Perfil de autopercepción para niños. Para los padres: Cuestionario sociodemográfico; SNAP-IV; Escala de evaluación del comportamiento del niño. Versión para padres. Para los docentes: SNAP-IV; Escala de evaluación del comportamiento del niño. Versión para docentes. Procedimiento: se realizó un estudio descriptivo correlacional de tipo transversal. Se pidió consentimiento informado a los padres de los niños evaluados. La participación fue voluntaria y confidencial. Los niños con TDAH y del GCC fueron contactados en centros de salud. Los niños del GCS fueron contactados en instituciones educativas. Procesamiento de la información: Se utilizó la prueba de Kruskal Wallis y U Mann-Whitney para la comparación entre grupos. Para estudiar la asociación entre variables se utilizó el coeficiente Rho de Spearman y la prueba Ji cuadrado. Se realizaron regresiones logísticas simples para estudiar el poder predictivo de unas variables sobre las otras. Se estudió el tamaño del efecto en todos los análisis realizados. Resultados: Los niños con TDAH presentan un autoconcepto más negativo y un mayor sesgo positivo ilusorio (SPI) comparados con los niños del GCS. Sin embargo, su autoconcepto no difiere del de los niños del GCC. Estos niños tienen un autoconcepto más negativo que los niños del GCS. En cuanto al SPI, el GCC forma un grupo intermedio que no difiere de los otros dos. En cuanto a la percepción de la relación con los padres, se encontró que el TDAH afecta principalmente la relación con la madre. Estos niños perciben un mayor control patológico por parte de ella que los niños que no padecen el trastorno y una menor autonomía que los niños del GCS. Asimismo, cuanto mayor es el nivel de síntomas combinados que se expresan en la escuela, mayor es el control patológico percibido por el niño en esta relación. Si bien no se encontraron diferencias en la percepción de aceptación por parte de los padres respecto de los otros grupos estudiados, los síntomas de hiperactividad/impulsividad se asociaron positivamente con la percepción de aceptación materna. El estudio de la vinculación entre el autoconcepto y la percepción de la relación con los padres reveló que, también en este caso, la relación con la madre es la que tiene la mayor influencia. En el grupo con TDAH, la percepción de un bajo control patológico en esta relación predijo autopercepciones más negativas en el dominio de las competencias académicas y el comportamiento. Asimismo, un alto control patológico predijo un alto SPI en el dominio de las competencias académicas. En el GCC y el GCS, un bajo control patológico percibido en la relación con la madre predijo autopercepciones positivas. Se discuten las implicancias

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La forma en que los individuos se perciben y valoran a sí mismos cumple una función muy importante en su adaptación psicológica y social. Los niños con Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) enfrentan múltiples situaciones de fracaso, por lo que sería esperable que tuvieran una percepción pobre de sí mismos. Sin embargo, los hallazgos en esta área han sido inconsistentes. Por otra parte, la familia es el principal contexto implicado en la constitución del autoconcepto, pero las variables familiares prácticamente no han sido tenidas en cuenta. Objetivo general: Conocer las características del autoconcepto de niños con TDAH y su vinculación con la percepción de la relación con los padres. Método: Muestra: Niños de ambos sexos con diagnóstico de TDAH según los criterios del DSM-IV-TR (n = 35). Grupos control: Niños que concurren a psicoterapia por motivos distintos del TDAH (n = 26)(Grupo Control Clínico, GCC) y niños que no reciben asistencia psicoterapéutica o psiquiátrica (n = 44) (Grupo Control Sano, GCS) de entre 7 y 13 años. Al menos uno de sus padres y un docente de estos niños. Las tres muestras presentan características sociodemográficas equiparables. Instrumentos: Para los niños: Escala Argentina de Percepción de la relación con los padres; Perfil de autopercepción para niños. Para los padres: Cuestionario sociodemográfico; SNAP-IV; Escala de evaluación del comportamiento del niño. Versión para padres. Para los docentes: SNAP-IV; Escala de evaluación del comportamiento del niño. Versión para docentes. Procedimiento: se realizó un estudio descriptivo correlacional de tipo transversal. Se pidió consentimiento informado a los padres de los niños evaluados. La participación fue voluntaria y confidencial. Los niños con TDAH y del GCC fueron contactados en centros de salud. Los niños del GCS fueron contactados en instituciones educativas. Procesamiento de la información: Se utilizó la prueba de Kruskal Wallis y U Mann-Whitney para la comparación entre grupos. Para estudiar la asociación entre variables se utilizó el coeficiente Rho de Spearman y la prueba Ji cuadrado. Se realizaron regresiones logísticas simples para estudiar el poder predictivo de unas variables sobre las otras. Se estudió el tamaño del efecto en todos los análisis realizados. Resultados: Los niños con TDAH presentan un autoconcepto más negativo y un mayor sesgo positivo ilusorio (SPI) comparados con los niños del GCS. Sin embargo, su autoconcepto no difiere del de los niños del GCC. Estos niños tienen un autoconcepto más negativo que los niños del GCS. En cuanto al SPI, el GCC forma un grupo intermedio que no difiere de los otros dos. En cuanto a la percepción de la relación con los padres, se encontró que el TDAH afecta principalmente la relación con la madre. Estos niños perciben un mayor control patológico por parte de ella que los niños que no padecen el trastorno y una menor autonomía que los niños del GCS. Asimismo, cuanto mayor es el nivel de síntomas combinados que se expresan en la escuela, mayor es el control patológico percibido por el niño en esta relación. Si bien no se encontraron diferencias en la percepción de aceptación por parte de los padres respecto de los otros grupos estudiados, los síntomas de hiperactividad/impulsividad se asociaron positivamente con la percepción de aceptación materna. El estudio de la vinculación entre el autoconcepto y la percepción de la relación con los padres reveló que, también en este caso, la relación con la madre es la que tiene la mayor influencia. En el grupo con TDAH, la percepción de un bajo control patológico en esta relación predijo autopercepciones más negativas en el dominio de las competencias académicas y el comportamiento. Asimismo, un alto control patológico predijo un alto SPI en el dominio de las competencias académicas. En el GCC y el GCS, un bajo control patológico percibido en la relación con la madre predijo autopercepciones positivas. Se discuten las implicancias

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Este trabajo ha surgido como resultado de una clase de un Seminario dictado en el marco de la cátedra de Psicoterapia I de la Facultad de Psicología de la U.N.L.P. El mismo se tituló 'Los padecimientos actuales y sus abordajes terapéuticos', y tuvo como objetivo explicitar algunos modos de nominar y tratar a las formas en que se presentan actualmente el malestar humano en nuestra época. En lo que hace a nuestra presentación, nos referiremos específicamente al TOC y a la Neurosis Obsesiva. Nos interesa mostrar que no se trata del mismo fenómeno, como suele pensarse. El diagnóstico de TOC no autoriza a pensar que se trataría de una neurosis obsesiva tal como se plantea desde el psicoanálisis. Tampoco el diagnóstico de neurosis obsesiva supone uno de TOC. De ambas categorías se desprenden operaciones psicoterapéuticas diferentes, en la medida en que suponen distintas concepciones del sujeto a tratar, así como también posiciones diferentes en relación al diagnóstico psicopatológico (semiológico y estructural). El diagnóstico de neurosis obsesiva reviste una particularidad: la de ser realizado bajo transferencia en el marco de la oferta del dispositivo analítico, donde se pone en juego la realidad sexual del inconciente para cada sujeto, en relación a la cual tomarán lugar las intervenciones y la lógica del tratamiento. Ello a diferencia del diagnóstico de TOC, que dependería de la verificación o no de determinados signos (obsesiones, compulsiones, dudas, consideradas inútiles) a los cuales le subyacen creencias o cogniciones disfuncionales típicas a cuestionar o sustituir en el marco de la cura, valiéndose de determinados procedimientos técnicos. De aquí se desprende que otra diferencia estaría en relación a la concepción de la causa (etiología sexual y mecanismo psíquico, desde el psicoanálisis; las cogniciones desde las TCC) y las intervenciones que de ella se desprenden. La neurosis obsesiva es establecida como estructura clínica con una etiología y mecanismos particulares formalizados por Freud: la represión frente a lo sexual, mediante anulación y aislamiento. El corte en acto bajo transferencia es una maniobra propiamente analítica. La misma es vez a vez, no supone ninguna técnica o receta programada de antemano. Por su parte, el TOC es una categoría semiológica descriptiva del DSM IV (Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales) usada tanto por psiquiatras y terapeutas cognitivo comportamentales. Estos últimos le adjudican al mencionado trastorno una serie de pensamientos y creencias que se reiterarían en la mayoría de los TOC. Las 'creencias disfuncionales', o 'errores cognitivos', serían la causa del padecimiento. Su cuestionamiento, problematización, cambio, eliminación o sustitución por otras con mayor funcionalidad, mediante diversas técnicas e instrumentos preestablecidos de antemano (principalmente el cuestionamiento socrático y el empiricismo colaborativo entendido, entre otras cosas, como un tipo de alianza terapéutica y común acuerdo), traería aparejados cambios en las emociones y en las conductas. Allí radicaría su eficacia. A tales fines, se maneja en esta práctica psicoterapéutica una concepción de la realidad diferente a la establecida desde la praxis psicoanalítica. Para las terapias cognitivo comportamentales, se trataría de una realidad no afectada por lo que la creencia que el cliente le adjudica, una realidad compartida, señalada por el terapeuta para brindar evidencia objetiva que contradiga dichas creencias. Desde el psicoanálisis, se considera la realidad fantasmática (psíquica y sexual) del sujeto como algo fundamental a dar lugar en el tratamiento

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El Déficit de Atención con o sin hiperactividad (ADD ADHD por su sigla en inglés) es un cuadro que aparece descrito bajo esa denominación por primera vez en 1980 en el DSM III, teniendo luego diversas descripciones en las siguientes ediciones del Manual (DSM III-R 1987, DSM IV 1992). El DSM, a diferencia del CIE 10, se ocupa de describir un repertorio de síntomas sin que esto suponga un abordaje conceptual del cuadro. Es un cuadro que aparece descrito bajo esa denominación por primera vez en 1980 en el DSM III, teniendo luego diversas descripciones en las siguientes ediciones del Manual (DSM III-R 1987, DSM IV 1992). El DSM, a diferencia del CIE 10, se ocupa de describir un repertorio de síntomas sin que esto suponga un abordaje conceptual del cuadro. Es un cuadro que aparece descrito bajo esa denominación por primera vez en 1980 en el DSM III, teniendo luego diversas descripciones en las siguientes ediciones del Manual (DSM III-R 1987, DSM IV 1992). El DSM, a diferencia del CIE 10, se ocupa de describir un repertorio de síntomas sin que esto suponga un abordaje conceptual del cuadro. Metodología: Se realiza un muestreo no probabilístico de niños que cursan 1o año escolar, y que concurren a escuelas pertenecientes a una de las tres categorías establecidas por la ANEP1. Este criterio contempla la incidencia de la variable contexto sociocultural en el problema a estudiar. Se estudian una serie de indicadores vinculados a la función atencional, fundamentalmente la atención selectiva, a través de una estrategia cuanti-cualitativa. Objetivo general: Investigar la función atencional desde el punto de vista cognitivo y afectivo, para contribuir al diagnóstico y tratamiento de las dificultades en la atención. Objetivos específicos: 1) Determinar las características afectivas que presentan los niños con dificultades en la atención 2) Caracterizar la modalidad atencional de los niños con dificultades en la atención 3) Analizar si existen diferencias significativas en el modo de atender (desde el punto de vista cognitivo y afectivo) entre los niños que presentan desatención y los que no la presentan. Los resultados que presentamos corresponden a los datos de la primera escuela: urbana de contexto medio. Conclusiones: Al organizar las conclusiones en función de los objetivos que nos proponemos en la investigación decimos 1) Los niños que presentaron dificultades en la atención (manifiestas o no en el aula) no muestran en sus producciones características afectivas que nos permitan considerarlo un grupo diferenciado. 2) La modalidad atencional (al considerar resultados del Denckla y los subtests estudiados del WISC III) no tiene un patrón común entre los niños que podríamos llamar desatentos (por su comportamiento en clase o por su bajo rendimiento en las pruebas) ya que no siempre tienen bajo rendimiento en ambas pruebas. 3) No existen diferencias significativas en los modos de atender entre los niños que presentaron problemas de atención y los que no lo presentaron. Por todo lo anterior podemos concluir que en la muestra estudiada: Los niños que presentan dificultades en la atención son una población muy heterogénea en los diferentes aspectos estudiados. Podemos pensar que no existe una entidad específica, más bien la desatención parece presentarse como un síntoma. Por otra parte resulta significativo desde el punto de vista de los aspectos afectivos puestos en juego en la función, esto es, una función que se desarrolla en la interacción con otros, la alta frecuencia de dibujos en los que el único personaje es el niño

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Este trabajo ha surgido como resultado de una clase de un Seminario dictado en el marco de la cátedra de Psicoterapia I de la Facultad de Psicología de la U.N.L.P. El mismo se tituló 'Los padecimientos actuales y sus abordajes terapéuticos', y tuvo como objetivo explicitar algunos modos de nominar y tratar a las formas en que se presentan actualmente el malestar humano en nuestra época. En lo que hace a nuestra presentación, nos referiremos específicamente al TOC y a la Neurosis Obsesiva. Nos interesa mostrar que no se trata del mismo fenómeno, como suele pensarse. El diagnóstico de TOC no autoriza a pensar que se trataría de una neurosis obsesiva tal como se plantea desde el psicoanálisis. Tampoco el diagnóstico de neurosis obsesiva supone uno de TOC. De ambas categorías se desprenden operaciones psicoterapéuticas diferentes, en la medida en que suponen distintas concepciones del sujeto a tratar, así como también posiciones diferentes en relación al diagnóstico psicopatológico (semiológico y estructural). El diagnóstico de neurosis obsesiva reviste una particularidad: la de ser realizado bajo transferencia en el marco de la oferta del dispositivo analítico, donde se pone en juego la realidad sexual del inconciente para cada sujeto, en relación a la cual tomarán lugar las intervenciones y la lógica del tratamiento. Ello a diferencia del diagnóstico de TOC, que dependería de la verificación o no de determinados signos (obsesiones, compulsiones, dudas, consideradas inútiles) a los cuales le subyacen creencias o cogniciones disfuncionales típicas a cuestionar o sustituir en el marco de la cura, valiéndose de determinados procedimientos técnicos. De aquí se desprende que otra diferencia estaría en relación a la concepción de la causa (etiología sexual y mecanismo psíquico, desde el psicoanálisis; las cogniciones desde las TCC) y las intervenciones que de ella se desprenden. La neurosis obsesiva es establecida como estructura clínica con una etiología y mecanismos particulares formalizados por Freud: la represión frente a lo sexual, mediante anulación y aislamiento. El corte en acto bajo transferencia es una maniobra propiamente analítica. La misma es vez a vez, no supone ninguna técnica o receta programada de antemano. Por su parte, el TOC es una categoría semiológica descriptiva del DSM IV (Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales) usada tanto por psiquiatras y terapeutas cognitivo comportamentales. Estos últimos le adjudican al mencionado trastorno una serie de pensamientos y creencias que se reiterarían en la mayoría de los TOC. Las 'creencias disfuncionales', o 'errores cognitivos', serían la causa del padecimiento. Su cuestionamiento, problematización, cambio, eliminación o sustitución por otras con mayor funcionalidad, mediante diversas técnicas e instrumentos preestablecidos de antemano (principalmente el cuestionamiento socrático y el empiricismo colaborativo entendido, entre otras cosas, como un tipo de alianza terapéutica y común acuerdo), traería aparejados cambios en las emociones y en las conductas. Allí radicaría su eficacia. A tales fines, se maneja en esta práctica psicoterapéutica una concepción de la realidad diferente a la establecida desde la praxis psicoanalítica. Para las terapias cognitivo comportamentales, se trataría de una realidad no afectada por lo que la creencia que el cliente le adjudica, una realidad compartida, señalada por el terapeuta para brindar evidencia objetiva que contradiga dichas creencias. Desde el psicoanálisis, se considera la realidad fantasmática (psíquica y sexual) del sujeto como algo fundamental a dar lugar en el tratamiento

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El Déficit de Atención con o sin hiperactividad (ADD ADHD por su sigla en inglés) es un cuadro que aparece descrito bajo esa denominación por primera vez en 1980 en el DSM III, teniendo luego diversas descripciones en las siguientes ediciones del Manual (DSM III-R 1987, DSM IV 1992). El DSM, a diferencia del CIE 10, se ocupa de describir un repertorio de síntomas sin que esto suponga un abordaje conceptual del cuadro. Es un cuadro que aparece descrito bajo esa denominación por primera vez en 1980 en el DSM III, teniendo luego diversas descripciones en las siguientes ediciones del Manual (DSM III-R 1987, DSM IV 1992). El DSM, a diferencia del CIE 10, se ocupa de describir un repertorio de síntomas sin que esto suponga un abordaje conceptual del cuadro. Es un cuadro que aparece descrito bajo esa denominación por primera vez en 1980 en el DSM III, teniendo luego diversas descripciones en las siguientes ediciones del Manual (DSM III-R 1987, DSM IV 1992). El DSM, a diferencia del CIE 10, se ocupa de describir un repertorio de síntomas sin que esto suponga un abordaje conceptual del cuadro. Metodología: Se realiza un muestreo no probabilístico de niños que cursan 1o año escolar, y que concurren a escuelas pertenecientes a una de las tres categorías establecidas por la ANEP1. Este criterio contempla la incidencia de la variable contexto sociocultural en el problema a estudiar. Se estudian una serie de indicadores vinculados a la función atencional, fundamentalmente la atención selectiva, a través de una estrategia cuanti-cualitativa. Objetivo general: Investigar la función atencional desde el punto de vista cognitivo y afectivo, para contribuir al diagnóstico y tratamiento de las dificultades en la atención. Objetivos específicos: 1) Determinar las características afectivas que presentan los niños con dificultades en la atención 2) Caracterizar la modalidad atencional de los niños con dificultades en la atención 3) Analizar si existen diferencias significativas en el modo de atender (desde el punto de vista cognitivo y afectivo) entre los niños que presentan desatención y los que no la presentan. Los resultados que presentamos corresponden a los datos de la primera escuela: urbana de contexto medio. Conclusiones: Al organizar las conclusiones en función de los objetivos que nos proponemos en la investigación decimos 1) Los niños que presentaron dificultades en la atención (manifiestas o no en el aula) no muestran en sus producciones características afectivas que nos permitan considerarlo un grupo diferenciado. 2) La modalidad atencional (al considerar resultados del Denckla y los subtests estudiados del WISC III) no tiene un patrón común entre los niños que podríamos llamar desatentos (por su comportamiento en clase o por su bajo rendimiento en las pruebas) ya que no siempre tienen bajo rendimiento en ambas pruebas. 3) No existen diferencias significativas en los modos de atender entre los niños que presentaron problemas de atención y los que no lo presentaron. Por todo lo anterior podemos concluir que en la muestra estudiada: Los niños que presentan dificultades en la atención son una población muy heterogénea en los diferentes aspectos estudiados. Podemos pensar que no existe una entidad específica, más bien la desatención parece presentarse como un síntoma. Por otra parte resulta significativo desde el punto de vista de los aspectos afectivos puestos en juego en la función, esto es, una función que se desarrolla en la interacción con otros, la alta frecuencia de dibujos en los que el único personaje es el niño

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El Déficit de Atención con o sin hiperactividad (ADD ADHD por su sigla en inglés) es un cuadro que aparece descrito bajo esa denominación por primera vez en 1980 en el DSM III, teniendo luego diversas descripciones en las siguientes ediciones del Manual (DSM III-R 1987, DSM IV 1992). El DSM, a diferencia del CIE 10, se ocupa de describir un repertorio de síntomas sin que esto suponga un abordaje conceptual del cuadro. Es un cuadro que aparece descrito bajo esa denominación por primera vez en 1980 en el DSM III, teniendo luego diversas descripciones en las siguientes ediciones del Manual (DSM III-R 1987, DSM IV 1992). El DSM, a diferencia del CIE 10, se ocupa de describir un repertorio de síntomas sin que esto suponga un abordaje conceptual del cuadro. Es un cuadro que aparece descrito bajo esa denominación por primera vez en 1980 en el DSM III, teniendo luego diversas descripciones en las siguientes ediciones del Manual (DSM III-R 1987, DSM IV 1992). El DSM, a diferencia del CIE 10, se ocupa de describir un repertorio de síntomas sin que esto suponga un abordaje conceptual del cuadro. Metodología: Se realiza un muestreo no probabilístico de niños que cursan 1o año escolar, y que concurren a escuelas pertenecientes a una de las tres categorías establecidas por la ANEP1. Este criterio contempla la incidencia de la variable contexto sociocultural en el problema a estudiar. Se estudian una serie de indicadores vinculados a la función atencional, fundamentalmente la atención selectiva, a través de una estrategia cuanti-cualitativa. Objetivo general: Investigar la función atencional desde el punto de vista cognitivo y afectivo, para contribuir al diagnóstico y tratamiento de las dificultades en la atención. Objetivos específicos: 1) Determinar las características afectivas que presentan los niños con dificultades en la atención 2) Caracterizar la modalidad atencional de los niños con dificultades en la atención 3) Analizar si existen diferencias significativas en el modo de atender (desde el punto de vista cognitivo y afectivo) entre los niños que presentan desatención y los que no la presentan. Los resultados que presentamos corresponden a los datos de la primera escuela: urbana de contexto medio. Conclusiones: Al organizar las conclusiones en función de los objetivos que nos proponemos en la investigación decimos 1) Los niños que presentaron dificultades en la atención (manifiestas o no en el aula) no muestran en sus producciones características afectivas que nos permitan considerarlo un grupo diferenciado. 2) La modalidad atencional (al considerar resultados del Denckla y los subtests estudiados del WISC III) no tiene un patrón común entre los niños que podríamos llamar desatentos (por su comportamiento en clase o por su bajo rendimiento en las pruebas) ya que no siempre tienen bajo rendimiento en ambas pruebas. 3) No existen diferencias significativas en los modos de atender entre los niños que presentaron problemas de atención y los que no lo presentaron. Por todo lo anterior podemos concluir que en la muestra estudiada: Los niños que presentan dificultades en la atención son una población muy heterogénea en los diferentes aspectos estudiados. Podemos pensar que no existe una entidad específica, más bien la desatención parece presentarse como un síntoma. Por otra parte resulta significativo desde el punto de vista de los aspectos afectivos puestos en juego en la función, esto es, una función que se desarrolla en la interacción con otros, la alta frecuencia de dibujos en los que el único personaje es el niño

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Fedro realiza a lo largo de su obra un esfuerzo consciente y prolongado por obtener un lugar, que cree merecido, como recreador latino del género fabulístico. A partir del epílogo del L. II de sus Fábulas, el poeta da cuenta de un cambio en su posición como escritor y un incremento de la recepción de su obra en los círculos letrados. En el prólogo del L. IV declara que su esfuerzo se ha visto recompensado, porque ya sus obras eran copiadas y leídas. Por su parte Ovidio en Tr. 4, 10 declara que, gracias a la Musa, tiene un lugar destacado en el Helicón e, inmune a la Envidia, ha conseguido en vida un renombre por su obra. En esta ponencia, mediante la identificación de recurrencias léxicas y analogías estructurales, se explora la posible incidencia de Ov. Tr. 4, 10 en algunos prólogos y epílogos fedrianos, tomando como centro los del L. III, donde se encuentran condensadas las reflexiones del poeta acerca de supropia escritura, de su imagen como escritor y la preocupación por los ataques de la Envidia, representada por sus críticos y detractores.

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Fedro realiza a lo largo de su obra un esfuerzo consciente y prolongado por obtener un lugar, que cree merecido, como recreador latino del género fabulístico. A partir del epílogo del L. II de sus Fábulas, el poeta da cuenta de un cambio en su posición como escritor y un incremento de la recepción de su obra en los círculos letrados. En el prólogo del L. IV declara que su esfuerzo se ha visto recompensado, porque ya sus obras eran copiadas y leídas. Por su parte Ovidio en Tr. 4, 10 declara que, gracias a la Musa, tiene un lugar destacado en el Helicón e, inmune a la Envidia, ha conseguido en vida un renombre por su obra. En esta ponencia, mediante la identificación de recurrencias léxicas y analogías estructurales, se explora la posible incidencia de Ov. Tr. 4, 10 en algunos prólogos y epílogos fedrianos, tomando como centro los del L. III, donde se encuentran condensadas las reflexiones del poeta acerca de supropia escritura, de su imagen como escritor y la preocupación por los ataques de la Envidia, representada por sus críticos y detractores.

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Fedro realiza a lo largo de su obra un esfuerzo consciente y prolongado por obtener un lugar, que cree merecido, como recreador latino del género fabulístico. A partir del epílogo del L. II de sus Fábulas, el poeta da cuenta de un cambio en su posición como escritor y un incremento de la recepción de su obra en los círculos letrados. En el prólogo del L. IV declara que su esfuerzo se ha visto recompensado, porque ya sus obras eran copiadas y leídas. Por su parte Ovidio en Tr. 4, 10 declara que, gracias a la Musa, tiene un lugar destacado en el Helicón e, inmune a la Envidia, ha conseguido en vida un renombre por su obra. En esta ponencia, mediante la identificación de recurrencias léxicas y analogías estructurales, se explora la posible incidencia de Ov. Tr. 4, 10 en algunos prólogos y epílogos fedrianos, tomando como centro los del L. III, donde se encuentran condensadas las reflexiones del poeta acerca de supropia escritura, de su imagen como escritor y la preocupación por los ataques de la Envidia, representada por sus críticos y detractores.