25 resultados para Cristianismos Primitivos
em Memoria Académica - FaHCE, UNLP - Argentina
Resumo:
Dos ejes bibliográficos incardinan este artículo: Samuel P. Huntington con su Choque de civilizaciones y Max Weber con La ética protestante y el espíritu del capitalismo. Se deconstruye la posición de Huntington como ideología base de los Estados Unidos y se retoman determinadas posiciones de Weber para hallar en las formulaciones teológicas primigenias los elementos conformadores de distintas y opuestas éticas. Se define así como "cultura cristiana" toda la euroamericana, incluyendo el ateísmo y el judaísmo, y se buscan dentro de ella dos polos religiosos que sustentan morales opuestas, el calvinismo puritano de los Estados Unidos y el catolicismo de la Europa del sur y Latinoamérica. El artículo intenta demostrar las vinculaciones culturales con los presupuestos originarios religiosos y sustenta en ellos las actuales disputas euroamericanas.
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Dos ejes bibliográficos incardinan este artículo: Samuel P. Huntington con su Choque de civilizaciones y Max Weber con La ética protestante y el espíritu del capitalismo. Se deconstruye la posición de Huntington como ideología base de los Estados Unidos y se retoman determinadas posiciones de Weber para hallar en las formulaciones teológicas primigenias los elementos conformadores de distintas y opuestas éticas. Se define así como "cultura cristiana" toda la euroamericana, incluyendo el ateísmo y el judaísmo, y se buscan dentro de ella dos polos religiosos que sustentan morales opuestas, el calvinismo puritano de los Estados Unidos y el catolicismo de la Europa del sur y Latinoamérica. El artículo intenta demostrar las vinculaciones culturales con los presupuestos originarios religiosos y sustenta en ellos las actuales disputas euroamericanas.
Resumo:
Dos ejes bibliográficos incardinan este artículo: Samuel P. Huntington con su Choque de civilizaciones y Max Weber con La ética protestante y el espíritu del capitalismo. Se deconstruye la posición de Huntington como ideología base de los Estados Unidos y se retoman determinadas posiciones de Weber para hallar en las formulaciones teológicas primigenias los elementos conformadores de distintas y opuestas éticas. Se define así como "cultura cristiana" toda la euroamericana, incluyendo el ateísmo y el judaísmo, y se buscan dentro de ella dos polos religiosos que sustentan morales opuestas, el calvinismo puritano de los Estados Unidos y el catolicismo de la Europa del sur y Latinoamérica. El artículo intenta demostrar las vinculaciones culturales con los presupuestos originarios religiosos y sustenta en ellos las actuales disputas euroamericanas.
Resumo:
En el ensayo La moral du joujou Baudelaire (1854) hace una especie de taxonomía del juguete. En la división que propone se destacan los juguetes primitivos o bárbaros, los juguetes vivos, los juguetes científicos, hasta llegar a la última categoría de los "juguetes con alma". Lo interesante es que la maquinaria expuesta en la novela arltiana, El juguete rabioso (1926), está impregnada por estas tres divisiones. Los juguetes científicos, aquellos de los cuales Baudelaire decide no entrar en la discusión en términos de buenos o malos, son apreciados para el protagonista, Silvio Astier-inventor, aunque su condición social y su inventiva (parte de elementos simples y rudimentarios), lo inclinarían al grupo de los juguetes bárbaros. En última instancia, la posibilidad de pensar un juguete con alma, en Roberto Arlt, sería articular un aparejo que terminaría por inquietar un juguete rabioso. No sólo las invenciones de Silvio Astier podrían comportarse como juguetes, en el sentido que ellos abandonan los usos presumiblemente serios, en términos de conducta social aceptable, sino que es puesta "en juego" toda una economía del deseo atravesada por la dimensión lúdica, en la primera novela de Arlt. Una complejidad que funciona como un desesperado intento de legitimar la imaginación, incesantemente puesta a prueba por el mundo adulto, por las cabezas de las instituciones; En definitiva, por la esfera del poder
Resumo:
En este trabajo me propongo abordar diversos tópicos presentes en la obra Viaje al país de los Araucanos de Estanislao Zeballos, en especial, los referidos a la figura del intelectual, la construcción discursiva y fáctica del Desierto, y la figura del otro, con sus diversas connotaciones devaluadoras. El enfoque teórico utilizado, a grandes rasgos será el la teoría del discurso social de Marc Angenot y el de la perspectiva de género. A partir de lo cual intentaré vislumbrar, en uno de los ejemplos por excelencia del discurso social que circuló en la época de consolidación y expansión del Estado Nacional argentino, ciertas categorías propias del pensamiento occidental. Entre ellas, tomaremos de manera general, las dicotomías excluyentes Cultura/Naturaleza, Razón/Emoción, Civilización/Barbarie, Modernidad /Prehistoria, Progreso/Atraso, Hombre/Mujer, Hombre/Animal. Estas categorías se hacen patentes, por ejemplo, en las descripciones de los indios como salvajes y por ello, violentos, impulsivos o pasionales, incapaces de adaptarse a la vida civilizada (a su racionalidad, institucionalidad, legalidad, moralidad, en fin, a una estructuración política, cultural, social y económica ajena); más aun, por estar más cerca de la naturaleza o lo silvestre (al obtener de allí casi todo lo necesario en una economía de subsistencia), son vistos como seres primitivos, y por ello devaluados, caracterizados de manera animal y/o femenina, para posteriormente ser instrumentalizados (desde la racionalidad del varón blanco) y tratados como objetos (como soldados o baqueanos obligados, cuando no, eliminados , o como mera pieza de museo)
Resumo:
El contexto cultural atraviesa al sujeto apuntando a suturar su división en tanto su búsqueda de identidad naufraga en la universalización de los estilos de vida comandados por la época. Tal comandancia sostenida por el amo moderno, a partir de una mutación de discurso, produce la realidad de la época. La deformación del discurso amo presentada por Lacan en la Conferencia de Milán, se genera por la inversión de los lugares del sujeto y del significante amo. De tal forma que el sujeto queda en contacto directo y sin la intermediación de la doble barra que lo distanciaba respecto del objeto a. Siendo el sujeto quien ostenta ahora el lugar del agente por precipitación al fondo del significante amo que otrora ordenaba. Se pasa así del reinado del ideal del yo al del yo ideal, en tanto están en la cúspide los objetos obturadores de la falta dispuestos a taponar lo que la época les indique. En otras palabras, la identificación a partir del Ideal del yo se hace frágil por la inconsistencia del Otro, quien ya no rige y, en su lugar, numerosos objetos imponen su presencia en tanto una voz atronadora empuja a una satisfacción directa e inmediata. El sujeto arbitra procurando sus identificaciones y buscando parecerse al objeto que consume dirigiéndose, como los primitivos, a adquirir los rasgos que el mismo detenta. De ahí que las identificaciones sean lábiles como meras imitaciones sin mediar la castración. El amo antiguo de la sociedad disciplinaria dejó paso al amo moderno de la sociedad del espectáculo, siendo tanta la mostración que embota al sujeto. Lo sumerge en un profundo adormecimiento que le impide ver, viéndose sólo a sí mismo y rechazando al Otro. Este rechazo que produce la ruptura del lazo social, está presente en cada una de las llamadas nuevas patologías de la época, donde la función del Otro simbólico ya no es efectiva.La actual conmoción cultural toca todos los aspectos de la vida y tiñe con sus matices al dispositivo propio del análisis, redoblando el rechazo a la lógica del no-todo propio de la castración, para enseñorear las leyes del mercado con su movimiento pendular del todo o nada. Ante el individualismo a ultranza contemporáneo, el psicoanálisis hace su oposición trabajando con el sujeto como efecto de discurso, haciendo lazo por la transferencia a partir del deseo del analista. Contrapuesto al mandato del amo moderno que está aliado a la tiránica exigencia superyoica de goce, el psicoanálisis posibilita el surgimiento del sujeto deseante. Para el tratamiento de lo real del síntoma el psicoanálisis se dirige por la vía del semblante. El analista como semblante del objeto a toma posición en el discurso y el sujeto se dirige a él suponiéndole un saber como efecto del establecimiento de la transferencia. El deseo del analista no reviste el mismo estatuto que el deseo del inconsciente y en su encuentro con el sujeto la transferencia opera como obstáculo a la relación dual. El deseo del analista funciona como sostén del objeto a y pone en juego un vacío posibilitador para el surgimiento del deseo del sujeto. Instala una distancia entre el Ideal y el objeto a atendiendo la demanda a la que no responde sino en un más allá del amor. Para lo cual se abstiene de comprender volviendo operativo el semblante como única vía de tratar lo real. El vacío que posibilita es ofrecido para hacer surgir la singularidad del sujeto que la época busca desconocer aplastándola con el rótulo de lo patológico que hay que eliminar, desde un pseudo discurso sin fisuras y sin pérdidas que impone la homogeneización de los estilos de vida sin cupo para la diferencia constantemente expulsada. Objetivos: -Ubicar el malestar de la civilización como algo de orden estructural que cada era conoce y los rasgos coyunturales de la época como característicos de la misma. Estos rasgos son efecto de un cúmulo de factores que marcan las coordenadas del momento a nivel social, político,económico, religioso, y de otros aspectos culturales. -Plantear las salidas posibles desde la perspectiva psicoanalítica a la problemática de la aporía actual. Metodología: Análisis teórico, descriptivo, expositivo y argumental dela temática propuesta para alcanzar los objetivos planteados. Resultados: Situación de las variables en juego en contexto actual que permiten abrir nuevos interrogantes a la altura de la subjetividad moderna. Conclusiones: Ante el individualismo a ultranza contemporáneo el psicoanálisis hace su oposición, trabajando con el sujeto como efecto de discurso, haciendo lazo con la transferencia a partir del deseo del analista. Contrapuesto al mandato del amo moderno que está aliado a la tiránica exigencia superyoica de goce, el psicoanálisis posibilita el surgimiento del sujeto deseante
Resumo:
En el ensayo La moral du joujou Baudelaire (1854) hace una especie de taxonomía del juguete. En la división que propone se destacan los juguetes primitivos o bárbaros, los juguetes vivos, los juguetes científicos, hasta llegar a la última categoría de los "juguetes con alma". Lo interesante es que la maquinaria expuesta en la novela arltiana, El juguete rabioso (1926), está impregnada por estas tres divisiones. Los juguetes científicos, aquellos de los cuales Baudelaire decide no entrar en la discusión en términos de buenos o malos, son apreciados para el protagonista, Silvio Astier-inventor, aunque su condición social y su inventiva (parte de elementos simples y rudimentarios), lo inclinarían al grupo de los juguetes bárbaros. En última instancia, la posibilidad de pensar un juguete con alma, en Roberto Arlt, sería articular un aparejo que terminaría por inquietar un juguete rabioso. No sólo las invenciones de Silvio Astier podrían comportarse como juguetes, en el sentido que ellos abandonan los usos presumiblemente serios, en términos de conducta social aceptable, sino que es puesta "en juego" toda una economía del deseo atravesada por la dimensión lúdica, en la primera novela de Arlt. Una complejidad que funciona como un desesperado intento de legitimar la imaginación, incesantemente puesta a prueba por el mundo adulto, por las cabezas de las instituciones; En definitiva, por la esfera del poder
Resumo:
En este trabajo me propongo abordar diversos tópicos presentes en la obra Viaje al país de los Araucanos de Estanislao Zeballos, en especial, los referidos a la figura del intelectual, la construcción discursiva y fáctica del Desierto, y la figura del otro, con sus diversas connotaciones devaluadoras. El enfoque teórico utilizado, a grandes rasgos será el la teoría del discurso social de Marc Angenot y el de la perspectiva de género. A partir de lo cual intentaré vislumbrar, en uno de los ejemplos por excelencia del discurso social que circuló en la época de consolidación y expansión del Estado Nacional argentino, ciertas categorías propias del pensamiento occidental. Entre ellas, tomaremos de manera general, las dicotomías excluyentes Cultura/Naturaleza, Razón/Emoción, Civilización/Barbarie, Modernidad /Prehistoria, Progreso/Atraso, Hombre/Mujer, Hombre/Animal. Estas categorías se hacen patentes, por ejemplo, en las descripciones de los indios como salvajes y por ello, violentos, impulsivos o pasionales, incapaces de adaptarse a la vida civilizada (a su racionalidad, institucionalidad, legalidad, moralidad, en fin, a una estructuración política, cultural, social y económica ajena); más aun, por estar más cerca de la naturaleza o lo silvestre (al obtener de allí casi todo lo necesario en una economía de subsistencia), son vistos como seres primitivos, y por ello devaluados, caracterizados de manera animal y/o femenina, para posteriormente ser instrumentalizados (desde la racionalidad del varón blanco) y tratados como objetos (como soldados o baqueanos obligados, cuando no, eliminados , o como mera pieza de museo)
Resumo:
El contexto cultural atraviesa al sujeto apuntando a suturar su división en tanto su búsqueda de identidad naufraga en la universalización de los estilos de vida comandados por la época. Tal comandancia sostenida por el amo moderno, a partir de una mutación de discurso, produce la realidad de la época. La deformación del discurso amo presentada por Lacan en la Conferencia de Milán, se genera por la inversión de los lugares del sujeto y del significante amo. De tal forma que el sujeto queda en contacto directo y sin la intermediación de la doble barra que lo distanciaba respecto del objeto a. Siendo el sujeto quien ostenta ahora el lugar del agente por precipitación al fondo del significante amo que otrora ordenaba. Se pasa así del reinado del ideal del yo al del yo ideal, en tanto están en la cúspide los objetos obturadores de la falta dispuestos a taponar lo que la época les indique. En otras palabras, la identificación a partir del Ideal del yo se hace frágil por la inconsistencia del Otro, quien ya no rige y, en su lugar, numerosos objetos imponen su presencia en tanto una voz atronadora empuja a una satisfacción directa e inmediata. El sujeto arbitra procurando sus identificaciones y buscando parecerse al objeto que consume dirigiéndose, como los primitivos, a adquirir los rasgos que el mismo detenta. De ahí que las identificaciones sean lábiles como meras imitaciones sin mediar la castración. El amo antiguo de la sociedad disciplinaria dejó paso al amo moderno de la sociedad del espectáculo, siendo tanta la mostración que embota al sujeto. Lo sumerge en un profundo adormecimiento que le impide ver, viéndose sólo a sí mismo y rechazando al Otro. Este rechazo que produce la ruptura del lazo social, está presente en cada una de las llamadas nuevas patologías de la época, donde la función del Otro simbólico ya no es efectiva.La actual conmoción cultural toca todos los aspectos de la vida y tiñe con sus matices al dispositivo propio del análisis, redoblando el rechazo a la lógica del no-todo propio de la castración, para enseñorear las leyes del mercado con su movimiento pendular del todo o nada. Ante el individualismo a ultranza contemporáneo, el psicoanálisis hace su oposición trabajando con el sujeto como efecto de discurso, haciendo lazo por la transferencia a partir del deseo del analista. Contrapuesto al mandato del amo moderno que está aliado a la tiránica exigencia superyoica de goce, el psicoanálisis posibilita el surgimiento del sujeto deseante. Para el tratamiento de lo real del síntoma el psicoanálisis se dirige por la vía del semblante. El analista como semblante del objeto a toma posición en el discurso y el sujeto se dirige a él suponiéndole un saber como efecto del establecimiento de la transferencia. El deseo del analista no reviste el mismo estatuto que el deseo del inconsciente y en su encuentro con el sujeto la transferencia opera como obstáculo a la relación dual. El deseo del analista funciona como sostén del objeto a y pone en juego un vacío posibilitador para el surgimiento del deseo del sujeto. Instala una distancia entre el Ideal y el objeto a atendiendo la demanda a la que no responde sino en un más allá del amor. Para lo cual se abstiene de comprender volviendo operativo el semblante como única vía de tratar lo real. El vacío que posibilita es ofrecido para hacer surgir la singularidad del sujeto que la época busca desconocer aplastándola con el rótulo de lo patológico que hay que eliminar, desde un pseudo discurso sin fisuras y sin pérdidas que impone la homogeneización de los estilos de vida sin cupo para la diferencia constantemente expulsada. Objetivos: -Ubicar el malestar de la civilización como algo de orden estructural que cada era conoce y los rasgos coyunturales de la época como característicos de la misma. Estos rasgos son efecto de un cúmulo de factores que marcan las coordenadas del momento a nivel social, político,económico, religioso, y de otros aspectos culturales. -Plantear las salidas posibles desde la perspectiva psicoanalítica a la problemática de la aporía actual. Metodología: Análisis teórico, descriptivo, expositivo y argumental dela temática propuesta para alcanzar los objetivos planteados. Resultados: Situación de las variables en juego en contexto actual que permiten abrir nuevos interrogantes a la altura de la subjetividad moderna. Conclusiones: Ante el individualismo a ultranza contemporáneo el psicoanálisis hace su oposición, trabajando con el sujeto como efecto de discurso, haciendo lazo con la transferencia a partir del deseo del analista. Contrapuesto al mandato del amo moderno que está aliado a la tiránica exigencia superyoica de goce, el psicoanálisis posibilita el surgimiento del sujeto deseante
Resumo:
En el ensayo La moral du joujou Baudelaire (1854) hace una especie de taxonomía del juguete. En la división que propone se destacan los juguetes primitivos o bárbaros, los juguetes vivos, los juguetes científicos, hasta llegar a la última categoría de los "juguetes con alma". Lo interesante es que la maquinaria expuesta en la novela arltiana, El juguete rabioso (1926), está impregnada por estas tres divisiones. Los juguetes científicos, aquellos de los cuales Baudelaire decide no entrar en la discusión en términos de buenos o malos, son apreciados para el protagonista, Silvio Astier-inventor, aunque su condición social y su inventiva (parte de elementos simples y rudimentarios), lo inclinarían al grupo de los juguetes bárbaros. En última instancia, la posibilidad de pensar un juguete con alma, en Roberto Arlt, sería articular un aparejo que terminaría por inquietar un juguete rabioso. No sólo las invenciones de Silvio Astier podrían comportarse como juguetes, en el sentido que ellos abandonan los usos presumiblemente serios, en términos de conducta social aceptable, sino que es puesta "en juego" toda una economía del deseo atravesada por la dimensión lúdica, en la primera novela de Arlt. Una complejidad que funciona como un desesperado intento de legitimar la imaginación, incesantemente puesta a prueba por el mundo adulto, por las cabezas de las instituciones; En definitiva, por la esfera del poder
Resumo:
En este trabajo me propongo abordar diversos tópicos presentes en la obra Viaje al país de los Araucanos de Estanislao Zeballos, en especial, los referidos a la figura del intelectual, la construcción discursiva y fáctica del Desierto, y la figura del otro, con sus diversas connotaciones devaluadoras. El enfoque teórico utilizado, a grandes rasgos será el la teoría del discurso social de Marc Angenot y el de la perspectiva de género. A partir de lo cual intentaré vislumbrar, en uno de los ejemplos por excelencia del discurso social que circuló en la época de consolidación y expansión del Estado Nacional argentino, ciertas categorías propias del pensamiento occidental. Entre ellas, tomaremos de manera general, las dicotomías excluyentes Cultura/Naturaleza, Razón/Emoción, Civilización/Barbarie, Modernidad /Prehistoria, Progreso/Atraso, Hombre/Mujer, Hombre/Animal. Estas categorías se hacen patentes, por ejemplo, en las descripciones de los indios como salvajes y por ello, violentos, impulsivos o pasionales, incapaces de adaptarse a la vida civilizada (a su racionalidad, institucionalidad, legalidad, moralidad, en fin, a una estructuración política, cultural, social y económica ajena); más aun, por estar más cerca de la naturaleza o lo silvestre (al obtener de allí casi todo lo necesario en una economía de subsistencia), son vistos como seres primitivos, y por ello devaluados, caracterizados de manera animal y/o femenina, para posteriormente ser instrumentalizados (desde la racionalidad del varón blanco) y tratados como objetos (como soldados o baqueanos obligados, cuando no, eliminados , o como mera pieza de museo)