81 resultados para Consecuencias clínicas
em Memoria Académica - FaHCE, UNLP - Argentina
Resumo:
Este trabajo ha surgido como resultado de una clase de un Seminario dictado en el marco de la cátedra de Psicoterapia I de la Facultad de Psicología de la U.N.L.P. El mismo se tituló 'Los padecimientos actuales y sus abordajes terapéuticos', y tuvo como objetivo explicitar algunos modos de nominar y tratar a las formas en que se presentan actualmente el malestar humano en nuestra época. En lo que hace a nuestra presentación, nos referiremos específicamente al TOC y a la Neurosis Obsesiva. Nos interesa mostrar que no se trata del mismo fenómeno, como suele pensarse. El diagnóstico de TOC no autoriza a pensar que se trataría de una neurosis obsesiva tal como se plantea desde el psicoanálisis. Tampoco el diagnóstico de neurosis obsesiva supone uno de TOC. De ambas categorías se desprenden operaciones psicoterapéuticas diferentes, en la medida en que suponen distintas concepciones del sujeto a tratar, así como también posiciones diferentes en relación al diagnóstico psicopatológico (semiológico y estructural). El diagnóstico de neurosis obsesiva reviste una particularidad: la de ser realizado bajo transferencia en el marco de la oferta del dispositivo analítico, donde se pone en juego la realidad sexual del inconciente para cada sujeto, en relación a la cual tomarán lugar las intervenciones y la lógica del tratamiento. Ello a diferencia del diagnóstico de TOC, que dependería de la verificación o no de determinados signos (obsesiones, compulsiones, dudas, consideradas inútiles) a los cuales le subyacen creencias o cogniciones disfuncionales típicas a cuestionar o sustituir en el marco de la cura, valiéndose de determinados procedimientos técnicos. De aquí se desprende que otra diferencia estaría en relación a la concepción de la causa (etiología sexual y mecanismo psíquico, desde el psicoanálisis; las cogniciones desde las TCC) y las intervenciones que de ella se desprenden. La neurosis obsesiva es establecida como estructura clínica con una etiología y mecanismos particulares formalizados por Freud: la represión frente a lo sexual, mediante anulación y aislamiento. El corte en acto bajo transferencia es una maniobra propiamente analítica. La misma es vez a vez, no supone ninguna técnica o receta programada de antemano. Por su parte, el TOC es una categoría semiológica descriptiva del DSM IV (Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales) usada tanto por psiquiatras y terapeutas cognitivo comportamentales. Estos últimos le adjudican al mencionado trastorno una serie de pensamientos y creencias que se reiterarían en la mayoría de los TOC. Las 'creencias disfuncionales', o 'errores cognitivos', serían la causa del padecimiento. Su cuestionamiento, problematización, cambio, eliminación o sustitución por otras con mayor funcionalidad, mediante diversas técnicas e instrumentos preestablecidos de antemano (principalmente el cuestionamiento socrático y el empiricismo colaborativo entendido, entre otras cosas, como un tipo de alianza terapéutica y común acuerdo), traería aparejados cambios en las emociones y en las conductas. Allí radicaría su eficacia. A tales fines, se maneja en esta práctica psicoterapéutica una concepción de la realidad diferente a la establecida desde la praxis psicoanalítica. Para las terapias cognitivo comportamentales, se trataría de una realidad no afectada por lo que la creencia que el cliente le adjudica, una realidad compartida, señalada por el terapeuta para brindar evidencia objetiva que contradiga dichas creencias. Desde el psicoanálisis, se considera la realidad fantasmática (psíquica y sexual) del sujeto como algo fundamental a dar lugar en el tratamiento
Resumo:
Este trabajo ha surgido como resultado de una clase de un Seminario dictado en el marco de la cátedra de Psicoterapia I de la Facultad de Psicología de la U.N.L.P. El mismo se tituló 'Los padecimientos actuales y sus abordajes terapéuticos', y tuvo como objetivo explicitar algunos modos de nominar y tratar a las formas en que se presentan actualmente el malestar humano en nuestra época. En lo que hace a nuestra presentación, nos referiremos específicamente al TOC y a la Neurosis Obsesiva. Nos interesa mostrar que no se trata del mismo fenómeno, como suele pensarse. El diagnóstico de TOC no autoriza a pensar que se trataría de una neurosis obsesiva tal como se plantea desde el psicoanálisis. Tampoco el diagnóstico de neurosis obsesiva supone uno de TOC. De ambas categorías se desprenden operaciones psicoterapéuticas diferentes, en la medida en que suponen distintas concepciones del sujeto a tratar, así como también posiciones diferentes en relación al diagnóstico psicopatológico (semiológico y estructural). El diagnóstico de neurosis obsesiva reviste una particularidad: la de ser realizado bajo transferencia en el marco de la oferta del dispositivo analítico, donde se pone en juego la realidad sexual del inconciente para cada sujeto, en relación a la cual tomarán lugar las intervenciones y la lógica del tratamiento. Ello a diferencia del diagnóstico de TOC, que dependería de la verificación o no de determinados signos (obsesiones, compulsiones, dudas, consideradas inútiles) a los cuales le subyacen creencias o cogniciones disfuncionales típicas a cuestionar o sustituir en el marco de la cura, valiéndose de determinados procedimientos técnicos. De aquí se desprende que otra diferencia estaría en relación a la concepción de la causa (etiología sexual y mecanismo psíquico, desde el psicoanálisis; las cogniciones desde las TCC) y las intervenciones que de ella se desprenden. La neurosis obsesiva es establecida como estructura clínica con una etiología y mecanismos particulares formalizados por Freud: la represión frente a lo sexual, mediante anulación y aislamiento. El corte en acto bajo transferencia es una maniobra propiamente analítica. La misma es vez a vez, no supone ninguna técnica o receta programada de antemano. Por su parte, el TOC es una categoría semiológica descriptiva del DSM IV (Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales) usada tanto por psiquiatras y terapeutas cognitivo comportamentales. Estos últimos le adjudican al mencionado trastorno una serie de pensamientos y creencias que se reiterarían en la mayoría de los TOC. Las 'creencias disfuncionales', o 'errores cognitivos', serían la causa del padecimiento. Su cuestionamiento, problematización, cambio, eliminación o sustitución por otras con mayor funcionalidad, mediante diversas técnicas e instrumentos preestablecidos de antemano (principalmente el cuestionamiento socrático y el empiricismo colaborativo entendido, entre otras cosas, como un tipo de alianza terapéutica y común acuerdo), traería aparejados cambios en las emociones y en las conductas. Allí radicaría su eficacia. A tales fines, se maneja en esta práctica psicoterapéutica una concepción de la realidad diferente a la establecida desde la praxis psicoanalítica. Para las terapias cognitivo comportamentales, se trataría de una realidad no afectada por lo que la creencia que el cliente le adjudica, una realidad compartida, señalada por el terapeuta para brindar evidencia objetiva que contradiga dichas creencias. Desde el psicoanálisis, se considera la realidad fantasmática (psíquica y sexual) del sujeto como algo fundamental a dar lugar en el tratamiento
Resumo:
Este trabajo ha surgido como resultado de una clase de un Seminario dictado en el marco de la cátedra de Psicoterapia I de la Facultad de Psicología de la U.N.L.P. El mismo se tituló 'Los padecimientos actuales y sus abordajes terapéuticos', y tuvo como objetivo explicitar algunos modos de nominar y tratar a las formas en que se presentan actualmente el malestar humano en nuestra época. En lo que hace a nuestra presentación, nos referiremos específicamente al TOC y a la Neurosis Obsesiva. Nos interesa mostrar que no se trata del mismo fenómeno, como suele pensarse. El diagnóstico de TOC no autoriza a pensar que se trataría de una neurosis obsesiva tal como se plantea desde el psicoanálisis. Tampoco el diagnóstico de neurosis obsesiva supone uno de TOC. De ambas categorías se desprenden operaciones psicoterapéuticas diferentes, en la medida en que suponen distintas concepciones del sujeto a tratar, así como también posiciones diferentes en relación al diagnóstico psicopatológico (semiológico y estructural). El diagnóstico de neurosis obsesiva reviste una particularidad: la de ser realizado bajo transferencia en el marco de la oferta del dispositivo analítico, donde se pone en juego la realidad sexual del inconciente para cada sujeto, en relación a la cual tomarán lugar las intervenciones y la lógica del tratamiento. Ello a diferencia del diagnóstico de TOC, que dependería de la verificación o no de determinados signos (obsesiones, compulsiones, dudas, consideradas inútiles) a los cuales le subyacen creencias o cogniciones disfuncionales típicas a cuestionar o sustituir en el marco de la cura, valiéndose de determinados procedimientos técnicos. De aquí se desprende que otra diferencia estaría en relación a la concepción de la causa (etiología sexual y mecanismo psíquico, desde el psicoanálisis; las cogniciones desde las TCC) y las intervenciones que de ella se desprenden. La neurosis obsesiva es establecida como estructura clínica con una etiología y mecanismos particulares formalizados por Freud: la represión frente a lo sexual, mediante anulación y aislamiento. El corte en acto bajo transferencia es una maniobra propiamente analítica. La misma es vez a vez, no supone ninguna técnica o receta programada de antemano. Por su parte, el TOC es una categoría semiológica descriptiva del DSM IV (Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales) usada tanto por psiquiatras y terapeutas cognitivo comportamentales. Estos últimos le adjudican al mencionado trastorno una serie de pensamientos y creencias que se reiterarían en la mayoría de los TOC. Las 'creencias disfuncionales', o 'errores cognitivos', serían la causa del padecimiento. Su cuestionamiento, problematización, cambio, eliminación o sustitución por otras con mayor funcionalidad, mediante diversas técnicas e instrumentos preestablecidos de antemano (principalmente el cuestionamiento socrático y el empiricismo colaborativo entendido, entre otras cosas, como un tipo de alianza terapéutica y común acuerdo), traería aparejados cambios en las emociones y en las conductas. Allí radicaría su eficacia. A tales fines, se maneja en esta práctica psicoterapéutica una concepción de la realidad diferente a la establecida desde la praxis psicoanalítica. Para las terapias cognitivo comportamentales, se trataría de una realidad no afectada por lo que la creencia que el cliente le adjudica, una realidad compartida, señalada por el terapeuta para brindar evidencia objetiva que contradiga dichas creencias. Desde el psicoanálisis, se considera la realidad fantasmática (psíquica y sexual) del sujeto como algo fundamental a dar lugar en el tratamiento
Resumo:
El presente trabajo aborda un tema que ha sido y continúa siendo controvertido en el campo psicoanalítico: el diagnóstico. Problemática trabajada, analizada y discutida por muchos, que sin embargo conlleva cierta actualidad que parecería serle inherente. no de los objetivos del trabajo es entonces indagar acerca de la actualidad de esta discusión. Para esto, es necesario partir de la diferenciación entre el diagnóstico psicoanalítico y el diagnóstico psiquiátrico. Al respecto, se toman como base los desarrollos de Colette Soler (2003-2004), quien articula el establecimiento del diagnóstico con el tipo de síntomas considerados por la perspectiva psicoanalítica y la perspectiva médica. Se introducen además las estructuras clínicas delimitadas por Jaques Lacan a partir de la relectura de los desarrollos freudianos: neurosis, psicosis y perversión; y se definen brevemente las dos primeras. Segúneste autor, tales estructuras se establecerán a partir del mecanismo psíquico en juego. Afirma a su vez, que el mecanismo sea la represión o la forclusión, tendrá consecuencias a nivel del leguaje y de los fenómenos de retorno. En relación al diagnóstico, se toma la discusión acerca del uso que se hace de éste dentro del psicoanálisis mismo en tanto, según Adriana Rubinstein (1999) para algunos constituye un momento fundamental de la práctica, mientras que para otros carece de valor. Durante el recorrido del trabajo, se introduce y problematiza además la cuestión de la supervisión en psicoanálisis, su relación con el establecimiento de un diagnóstico, así como los posibles usos que pueden hacerse de la lectura propuesta por el supervisor. Se subraya la necesidad de escuchar los dichos del paciente, intentando soportar la tensión entre no dejar de lado los aportes del supervisor ni investir sus palabras de un valor de significante amo. El lugar otorgado a la supervisión es entonces el de un espacio donde se elabora un saber sobre el caso que, no debería obturar la escucha de lo nuevo.profundidad una viñeta clínica, y se interroga el diagnóstico en juego. Luego del recorrido, se establece el diagnóstico de psicosis, a partir de criterios situados a la luz de la definición de esta estructura referida previamente. Se destacan como determinanten a la hora de establecer un diagnóstico, los efectos de las intervenciones de la analista; intervenciones que no son sino en transferencia. Se introduce, además, la pregunta acerca de por qué sería necesario determinar un diagnóstico. A respecto, se sitúa que en la viñeta analizada, lo que se evidencia como necesario es construir una orientación en la cura. La formalización del relato permitiría trazar una dirección posible. Es entonces de acuerdo a la posición del paciente en transferencia y de su respuesta a las intervenciones del analista, que se puede establecer un diagnóstico que permita proyectar un cálculo que a la vez deje lugar a lo incalculable. Se destaca que es la clínica la que genera las preguntas y la misma clínica la que da elementos para construir respuestas, aunque nunca acabadas. En este sentido, se propone considerar la relación teoría-práctica como dialéctica. Luego del recorrido realizado, se define al diagnóstico, como una conjetura que se construye a partir de lo que se escucha y que debe ser verificada también en lo que se escucha, vez a vez. Finalmente, este 'vez a vez', tan propio del psicoanálisis, arrima a una respuesta posible acerca de actualidad de la problemática. Introducción Este escrito aborda un tema que ha sido y continúa siendo controvertido en el campo psicoanalítico: el diagnóstico. Problemática trabajada, analizada y discutida por muchos, que sin embargo conlleva siempre cierta actualidad que parecería serle inherente. Se tratará de preguntarse entonces acerca del por qué de esta actualidad. Durante el recorrido del trabajo, se introducirá además el tema de la supervisión en psicoanálisis, su relación con el establecimiento de un diagnóstico, así como los posibles usos que pueden hacerse de la lectura propuesta por el supervisor. Se subraya la necesidad de escuchar los dichos del paciente, intentando soportar la tensión entre no dejar de lado los aportes del supervisor ni investir sus palabras de un valor de significante amo. El lugar otorgado a la supervisión es entonces el de un espacio donde se elabora un saber sobre el caso que, no debería obturar la escucha de lo nuevo.profundidad una viñeta clínica, y se interroga el diagnóstico en juego. Luego del recorrido, se establece el diagnóstico de psicosis, a partir de criterios situados a la luz de la definición de esta estructura referida previamente. Se destacan como determinanten a la hora de establecer un diagnóstico, los efectos de las intervenciones de la analista; intervenciones que no son sino en transferencia. Se introduce, además, la pregunta acerca de por qué sería necesario determinar un diagnóstico. A respecto, se sitúa que en la viñeta analizada, lo que se evidencia como necesario es construir una orientación en la cura. La formalización del relato permitiría trazar una dirección posible. Es entonces de acuerdo a la posición del paciente en transferencia y de su respuesta a las intervenciones del analista, que se puede establecer un diagnóstico que permita proyectar un cálculo que a la vez deje lugar a lo incalculable. Se destaca que es la clínica la que genera las preguntas y la misma clínica la que da elementos para construir respuestas, aunque nunca acabadas. En este sentido, se propone considerar la relación teoría-práctica como dialéctica. Luego del recorrido realizado, se define al diagnóstico, como una conjetura que se construye a partir de lo que se escucha y que debe ser verificada también en lo que se escucha, vez a vez. Finalmente, este 'vez a vez', tan propio del psicoanálisis, arrima a una respuesta posible acerca de actualidad de la problemática. Introducción: Este escrito aborda un tema que ha sido y continúa siendo controvertido en el campo psicoanalítico: el diagnóstico. Problemática trabajada, analizada y discutida por muchos, que sin embargo conlleva siempre cierta actualidad que parecería serle inherente. Se tratará de preguntarse entonces acerca del por qué de esta actualidad. Durante el recorrido del trabajo, se introducirá además el tema de la supervisión en psicoanálisis, su relación con el establecimiento de un diagnóstico, así como los posibles usos que pueden hacerse de la lectura propuesta por el supervisor. Para esto, se analizará en profundidad una viñeta clínica, interrogando el diagnóstico en juego, y problematizando la necesidad de determinarlo
Resumo:
Este trabajo aborda la lógica que subyace a la relación entre sí mismo y naturaleza (externa e interna a los seres humanos). Relación de carácter dialéctico que será percibida sobre el trasfondo de la "dialéctica de la ilustración" desarrollada por Horkheimer y Adorno. Pues allí encontramos un pensamiento capaz de dar cuenta de la aparente paradoja de un sí mismo que se separa de la naturaleza, a través de la dominación que ejerce sobre ella; a la vez que, en esa dominación, se elimina aquello que lo particulariza, haciendo de éste un ser genérico, reabsorbido por la (segunda) naturaleza de la que pretendía escapar.
Resumo:
Los primeros diseños de trabajo de lo grupal en Argentina surgen de 'la Mítica Intervención en el Hospicio de las Mercedes', y 'la Experiencia de Rosario'. Planificada y dirigida por Enrique Pichon-Rivière, la Experiencia de Rosario fue el punto de partida de las investigaciones sobre los grupos operativos. Los grupos operativos conjuntamente con otras formas de abordajes grupales, fueron instrumentos claves para el trabajo en espacios públicos, y se constituyeron en un fuerte anclajepara aquellos jóvenes profesionales que se sostenían como agentes de cambio social desde la salud pública. Ya en la década del 40, Pichon-Rivière, tuvo la iniciativa de organizar cursos para enfermeros por medio de los cuales se proponía superar el déficit de conocimiento en el tratamiento de pacientes. Esta experiencia no se limitaba a proporcionar información sobre el hacer de su práctica, sino que se incluían en ese espacio, problemáticas de otra índole con pacientes y familiares de los mismos. Un paro de enfermeros acaecido en aquel momento suscitó una segunda experiencia que ponía en movimiento un curso de enfermería destinado ahora a los pacientes menos graves. Esta experiencia permitió no solo el sostenimiento del servicio sino que tuvo importantes consecuencias prácticas, estos internos mejoraban ostensiblemente su salud mental, tenían una nueva adaptación dinámica a la sociedad, especialmente porque se sentían útiles. Posteriormente comenzó a esbozar el dispositivo de los grupos operativos. En 1958 comienza a gestarse la denominada 'Experiencia de Rosario'. Su principal objetivo era trabajar con la comunidad empleando técnicas distintas y una didáctica interdisciplinaria. David Liberman, Fernando Ulloa, José Bleger, Edgardo Rolla fueron los integrantes del equipo de profesionales especializados en el manejo de técnicas grupales que coordinaron esa experiencia de laboratorio social La metodología operativa comenzó a influir en las prácticas de la época. Los docentes que no recibían entrenamiento en pedagogía, empezaron a tener entrenamiento en manejo de grupos. De este modo, la modalidad operativa se incluyó en la enseñanza de Medicina, Psicología y otras carreras La aplicación de los grupos operativos llegó también a la enseñanza en las clases dictadas en la Escuela Privada de Psiquiatría. Pichon-Rivière y sus discípulos señalaban que tras la exposición magistral surgía la necesidad de reformular los temas expuestos dadas las profundasdistorsiones qué, sobre esos saberes, aparecían en los alumnos. La clase magistral configuraba un procedimiento anacrónico e inconducente si la exposición de conceptos teóricos, descripciones clínicas, técnicas terapéuticas, etc. no era seguida por un momento de replanteo y discusión en un grupo operativo La impronta de Rivière y el atravesamiento por diferentes experiencias operativas dejaron una marca en sus discípulos que llevó a su aplicación en diferentes espacios: la industria, la familia y la enseñanza universitaria. Uno de ellos, Edgardo Rolla, referente de los primeros psicólogos platenses, implementó en 1964 los grupos operativos en la enseñanza en la UNLP Para Rolla la implementación de los grupos operativos en la formación de los psicólogos era central. Enseñar no era solo transmitir conocimiento sino propiciar en quien aprende un posicionamiento autónomo que promueva el arte de comprender, 'Arte de comprender que en el psicólogo es la clave de toda su tarea'. De modo que,ya en el proceso formativo, los alumnos transitaban por esa modalidad. La aplicación de este sistema permitió comprobar que las dificultades en la comprensión de lo aprendido disminuían significativamente favoreciendo de este modo no solo el cumplimiento de los objetivos trazados para la enseñanza sino el alejamiento de prácticas de enseñanza anacrónicas como la clase magistral, el aprendizaje memorístico y la no utilización del pensamiento reflexivo por parte de los alumnos. La trasmisión de la modalidad operativa no quedó circunscripta al relevamiento de su aplicación en la enseñanza en la UNLP. en su libro 'Psicoterapia Individual y Grupal' da cuenta de la aplicación de esta modalidad en la fábrica, la pareja y los que denominó grupos preformados. Lo grupal no solo arribaba a través de la implementación de los grupos operativos en la enseñanza de Psicología Profunda en 1964 sino que se hacía presente en la Revista de Psicología. Allí se hacían recomendaciones sobre bibliografía específica: 'Un análisis de la psicoterapia grupal' de Taylor y 'Dinamics of groups at work' de Thelen además de publicitar el dictado de conferencias sobre Técnicas Psicodramáticas a cargo de E. Pavlovsky y Rojas Bermudez. Becarios de esa Universidad viajaban al exterior para especializarse en grupos operativos y dinámica de grupos en la Tavistock Clinic de Londres. De este modo, el psicoanálisis grupal también comenzaba a dejar sus huellas en la ciudad de las Diagonales
Resumo:
Fil: Gambarotta, Emiliano Matías. Universidad Nacional de La Plata. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación; Argentina.
Resumo:
Fil: Anzoátegui, Micaela. Universidad Nacional de La Plata. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación; Argentina.
Resumo:
En este trabajo me propongo comunicar resultados de una investigación que estoy realizando sobre los escritos personales, notas o borradores que realizan terapeutas en el ámbito de la salud mental. Los borradores son escrituras precarias que el profesional utiliza para diversos fines posteriores. Es frecuente que los terapeutas tomen notas, ya sea durante la entrevista con el paciente o después de concluida esta. Estas escrituras suelen ser privadas, es decir, el profesional no las da a conocer. Una de sus finalidades es la confección de la historia clínica. Específicamente me voy a referir a las diferencias entre los géneros "historia clínica" y "escrito personal" del terapeuta. El corpus está compuesto por los borradores que he tomado en el año 1992 y la historia clínica correspondiente al paciente, que se realizaron para el Hospital de Quemados de la Ciudad de Buenos Aires. La escritura de la historia clínica es requerida por el funcionamiento de la institución hospitalaria. El objetivo es caracterizar los dos géneros y a partir de ello reflexionar sobre sus funciones en las prácticas profesionales. Este tipo de estudios puede resultar de interés para la formación de psicólogos, ya que se trata de escritos cuya presencia es muy amplia en la vida profesional de este ámbito
Resumo:
Fil: Santa Maria, Juliana Inés. Universidad Nacional de La Plata. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación; Argentina.
Resumo:
El presente trabajo se propone reconstruir y analizar cual fue la índole y la naturaleza del proceso sociopolítico, identificado como crisis de la seguridad pública, que derivó en la reforma del Código Penal y la reforma de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, ocurridas ambas en 2004. A tal fin se realizará un análisis de medios tomando al diario Clarín como principal objeto de estudio. El análisis comparativo acerca del tratamiento allí dedicado al caso Peralta y al caso Blumberg, servirán a nuestro objetivo. Finalmente, el análisis de discurso sobre éste último caso, ayudará a identificar cual fue la relación de sentido establecida entre las demandas por él enunciadas y el papel jugado por la dirigencia política en los procesos de reforma aquí analizado
Resumo:
El fenómeno de la desestatización ferroviaria, ocurrida con notoriedad en el marco de las reformas estructurales encaradas en los noventa, dictaminó un nuevo mapa de ganadores y perdedores entre los actores participantes de los mecanismos de gobernanza. Los ganadores (principalmente constituidos por los grandes grupos económicos nacionales) participaron activamente en las redes decisionales de políticas gubernamentales, teniendo esto como consecuencia la adjudicación de las concesiones a operadores privados, el despido de personal y la desarticulación de la red. Esa desestatización inicial fue profundizando su relevancia negativa a medida que la actividad económica se consolidara en la recuperación iniciada en 2002. El gobierno, que comenzó a llevar adelante un nuevo modelo de desarrollo a partir de la salida de la crisis de 2001, se mostró interesado en mejorar los servicios para descongestionar el cuello de botella en el que se encontraba el transporte de cargas y mejorar los precios y tiempos de la mercadería en tránsito. A pesar que los gobiernos kirchneristas comenzaron a mostrar públicamente su intención de mejorar los servicios de cargas, en su condición de actores fundamentales en la red decisional ferroviaria, no encararon reformas estructurales definitivas para lograr tal finalidad