8 resultados para CONCEPTO MORAL
em Memoria Académica - FaHCE, UNLP - Argentina
Resumo:
La ponencia buscará mostrar cómo el concepto de mimesis fue reelaborado por W. Benjamin y Th. W. Adorno lejos de un enfoque representacional basado en modelos platónico-aristotélicos. Dicha reelaboración merece ser tenida en cuenta porque genera un potencial liberador para la teoría literaria y estética en al menos dos planos: en primer lugar, desde el nivel de la vida cotidiana, la reelaboración teórico-crítica del concepto de mimesis apunta a la actividad de los sujetos que crean y experimentan el arte y la literatura; y en segundo lugar, desde el nivel de la organización social, dicha reelaboración nos permite pensar en el vínculo del campo estético con las esferas del conocimiento científico y la coordinación social (política y moral). Como se expondrá en la ponencia, el concepto de mimesis intenta rescatar el lugar de lo corporal, lo sensorial y lo pre-racional que integra la experiencia estética. Para Adorno y Benjamin, el correcto enfoque del elemento mimético resultaba indispensable para liberar al arte de formas institucionalizadas de comprensión y percepción, en el nivel de la vida cotidiana; y en el nivel social, el concepto de mimesis era también imprescindible para reconocer en el arte una instancia de apertura continua que desafía estructuras rígidas de comportamiento. En la vida cotidiana el reconocimiento de la actividad mimética implica la reactivación enérgica de la percepción sensorial de los sujetos; y para el sistema social, dicha actividad implica el reconocimiento de los límites de los discursos y un consecuente abandono de la violencia contra lo diferente
Resumo:
El concepto de trabajo ocupa un lugar de privilegio dentro de los debates y reflexiones que performan la Sociedad Moderna. Sin embargo, muchas de estas discusiones pasan por alto la delimitación y especificación de dicho concepto, conformando una suerte de polisemia dentro de la que tiene lugar toda una serie de tensiones y aporías. Aproximarnos a este campo problemático desde una perspectiva genealógica mostrará que -lejos de postular una definición unívoca- el pensamiento de la Modernidad Europea comprende al trabajo como fuerza económica (productor de riqueza), pero además como condición de inclusión dentro de la vida cívica (ordenador social), y también como mandato deontológico (valor moral). Todos estos elementos resultan coordenadas operantes en las nuevas subjetividades que comienzan a conformarse desde el advenimiento del Capitalismo. En nuestra actualidad, estas tensiones subyacen en los debates sobre las transformaciones ocurridas en las dinámicas de la producción durante las últimas décadas ?fin del trabajo, trabajo inmaterial, capitalismo cognitivo, etc. En esta comunicación procuraremos establecer algunos interrogantes que funcionen como potencial puerta de entrada a este campo problemático, teniendo especialmente en cuenta las vinculaciones teóricas que puedan proponerse entre las dinámicas laborales y los modos de subjetivación de la producción capitalista
Resumo:
La ponencia buscará mostrar cómo el concepto de mimesis fue reelaborado por W. Benjamin y Th. W. Adorno lejos de un enfoque representacional basado en modelos platónico-aristotélicos. Dicha reelaboración merece ser tenida en cuenta porque genera un potencial liberador para la teoría literaria y estética en al menos dos planos: en primer lugar, desde el nivel de la vida cotidiana, la reelaboración teórico-crítica del concepto de mimesis apunta a la actividad de los sujetos que crean y experimentan el arte y la literatura; y en segundo lugar, desde el nivel de la organización social, dicha reelaboración nos permite pensar en el vínculo del campo estético con las esferas del conocimiento científico y la coordinación social (política y moral). Como se expondrá en la ponencia, el concepto de mimesis intenta rescatar el lugar de lo corporal, lo sensorial y lo pre-racional que integra la experiencia estética. Para Adorno y Benjamin, el correcto enfoque del elemento mimético resultaba indispensable para liberar al arte de formas institucionalizadas de comprensión y percepción, en el nivel de la vida cotidiana; y en el nivel social, el concepto de mimesis era también imprescindible para reconocer en el arte una instancia de apertura continua que desafía estructuras rígidas de comportamiento. En la vida cotidiana el reconocimiento de la actividad mimética implica la reactivación enérgica de la percepción sensorial de los sujetos; y para el sistema social, dicha actividad implica el reconocimiento de los límites de los discursos y un consecuente abandono de la violencia contra lo diferente
Resumo:
El concepto de trabajo ocupa un lugar de privilegio dentro de los debates y reflexiones que performan la Sociedad Moderna. Sin embargo, muchas de estas discusiones pasan por alto la delimitación y especificación de dicho concepto, conformando una suerte de polisemia dentro de la que tiene lugar toda una serie de tensiones y aporías. Aproximarnos a este campo problemático desde una perspectiva genealógica mostrará que -lejos de postular una definición unívoca- el pensamiento de la Modernidad Europea comprende al trabajo como fuerza económica (productor de riqueza), pero además como condición de inclusión dentro de la vida cívica (ordenador social), y también como mandato deontológico (valor moral). Todos estos elementos resultan coordenadas operantes en las nuevas subjetividades que comienzan a conformarse desde el advenimiento del Capitalismo. En nuestra actualidad, estas tensiones subyacen en los debates sobre las transformaciones ocurridas en las dinámicas de la producción durante las últimas décadas ?fin del trabajo, trabajo inmaterial, capitalismo cognitivo, etc. En esta comunicación procuraremos establecer algunos interrogantes que funcionen como potencial puerta de entrada a este campo problemático, teniendo especialmente en cuenta las vinculaciones teóricas que puedan proponerse entre las dinámicas laborales y los modos de subjetivación de la producción capitalista
Resumo:
Para conseguir la cohesión social y la reproducción de una sociedad concebida en marcha hacia el progreso, la racionalidad moderna sostuvo la ecuación educaciónciudadanía y democracia. Durkheim justificaba la necesidad de una educación moral en función de la división del trabajo y de la cohesión social. Surgen sociedades de hombres libres y solidarios que requieren de un aparato institucional, instalado en el propio Estado, destinado a formar ciudadanos capaces de adaptarse a la sociedad como ciudadanos pasivos (Rigal, 2008). La configuración estatal neoliberal quiebra los preceptos de la racionalidad moderna y conforma una nueva sociedad: dualismo estructural, polaridad social y heterogeneización de las clases subalternas, que en Latinoamérica, encuentra respuesta en la intensificación de un ciclo ascendente de acción colectiva, protestas y manifestaciones de los movimientos sociales (Gómez, M., 2006). Este trabajo pretende realizar aportes para avanzar en el conocimiento de los procesos habituales de formación docente relacionados con la construcción ciudadana en contexto de crisis de las instituciones de la modernidad (Dubet, 2004). Para Laclau y Mouffe (1987) la identidad social y la constitución de la hegemonía política transitan un camino común. Durante el siglo XX estos procesos de identidad social tiene lugar en la educación básica y durante el siglo XXI involucra, también, a la escuela media, de aquí el interés de otorgarle relevancia al trabajo con la formación docente de ambos niveles educativos (Friedt, Ramos, Sablich, 2010; Hillert, 2010). Se realizarán aportes que posibiliten instalar debates acerca de las resistencias y condicionamientos presentes en el profesorado para abordar a la ciudadanía como un proceso de adquisición de facultades críticas y formas de lucha social para la práctica (Giroux, 2006; Hillert, 2008; Jaramillo, 2008) y para explicar su configuración histórica desde América, asumiendo un perspectiva descolonial (Quijano, A., 2000) es decir, redefiniéndola como ciudadanía emancipadora.
Resumo:
Para conseguir la cohesión social y la reproducción de una sociedad concebida en marcha hacia el progreso, la racionalidad moderna sostuvo la ecuación educaciónciudadanía y democracia. Durkheim justificaba la necesidad de una educación moral en función de la división del trabajo y de la cohesión social. Surgen sociedades de hombres libres y solidarios que requieren de un aparato institucional, instalado en el propio Estado, destinado a formar ciudadanos capaces de adaptarse a la sociedad como ciudadanos pasivos (Rigal, 2008). La configuración estatal neoliberal quiebra los preceptos de la racionalidad moderna y conforma una nueva sociedad: dualismo estructural, polaridad social y heterogeneización de las clases subalternas, que en Latinoamérica, encuentra respuesta en la intensificación de un ciclo ascendente de acción colectiva, protestas y manifestaciones de los movimientos sociales (Gómez, M., 2006). Este trabajo pretende realizar aportes para avanzar en el conocimiento de los procesos habituales de formación docente relacionados con la construcción ciudadana en contexto de crisis de las instituciones de la modernidad (Dubet, 2004). Para Laclau y Mouffe (1987) la identidad social y la constitución de la hegemonía política transitan un camino común. Durante el siglo XX estos procesos de identidad social tiene lugar en la educación básica y durante el siglo XXI involucra, también, a la escuela media, de aquí el interés de otorgarle relevancia al trabajo con la formación docente de ambos niveles educativos (Friedt, Ramos, Sablich, 2010; Hillert, 2010). Se realizarán aportes que posibiliten instalar debates acerca de las resistencias y condicionamientos presentes en el profesorado para abordar a la ciudadanía como un proceso de adquisición de facultades críticas y formas de lucha social para la práctica (Giroux, 2006; Hillert, 2008; Jaramillo, 2008) y para explicar su configuración histórica desde América, asumiendo un perspectiva descolonial (Quijano, A., 2000) es decir, redefiniéndola como ciudadanía emancipadora.
Resumo:
La ponencia buscará mostrar cómo el concepto de mimesis fue reelaborado por W. Benjamin y Th. W. Adorno lejos de un enfoque representacional basado en modelos platónico-aristotélicos. Dicha reelaboración merece ser tenida en cuenta porque genera un potencial liberador para la teoría literaria y estética en al menos dos planos: en primer lugar, desde el nivel de la vida cotidiana, la reelaboración teórico-crítica del concepto de mimesis apunta a la actividad de los sujetos que crean y experimentan el arte y la literatura; y en segundo lugar, desde el nivel de la organización social, dicha reelaboración nos permite pensar en el vínculo del campo estético con las esferas del conocimiento científico y la coordinación social (política y moral). Como se expondrá en la ponencia, el concepto de mimesis intenta rescatar el lugar de lo corporal, lo sensorial y lo pre-racional que integra la experiencia estética. Para Adorno y Benjamin, el correcto enfoque del elemento mimético resultaba indispensable para liberar al arte de formas institucionalizadas de comprensión y percepción, en el nivel de la vida cotidiana; y en el nivel social, el concepto de mimesis era también imprescindible para reconocer en el arte una instancia de apertura continua que desafía estructuras rígidas de comportamiento. En la vida cotidiana el reconocimiento de la actividad mimética implica la reactivación enérgica de la percepción sensorial de los sujetos; y para el sistema social, dicha actividad implica el reconocimiento de los límites de los discursos y un consecuente abandono de la violencia contra lo diferente
Resumo:
El concepto de trabajo ocupa un lugar de privilegio dentro de los debates y reflexiones que performan la Sociedad Moderna. Sin embargo, muchas de estas discusiones pasan por alto la delimitación y especificación de dicho concepto, conformando una suerte de polisemia dentro de la que tiene lugar toda una serie de tensiones y aporías. Aproximarnos a este campo problemático desde una perspectiva genealógica mostrará que -lejos de postular una definición unívoca- el pensamiento de la Modernidad Europea comprende al trabajo como fuerza económica (productor de riqueza), pero además como condición de inclusión dentro de la vida cívica (ordenador social), y también como mandato deontológico (valor moral). Todos estos elementos resultan coordenadas operantes en las nuevas subjetividades que comienzan a conformarse desde el advenimiento del Capitalismo. En nuestra actualidad, estas tensiones subyacen en los debates sobre las transformaciones ocurridas en las dinámicas de la producción durante las últimas décadas ?fin del trabajo, trabajo inmaterial, capitalismo cognitivo, etc. En esta comunicación procuraremos establecer algunos interrogantes que funcionen como potencial puerta de entrada a este campo problemático, teniendo especialmente en cuenta las vinculaciones teóricas que puedan proponerse entre las dinámicas laborales y los modos de subjetivación de la producción capitalista