9 resultados para Baptists -- Missions
em Memoria Académica - FaHCE, UNLP - Argentina
Resumo:
En 1900 el gobierno argentino creó el Territorio de Los Andes, el último de los diez que existieron en el país, en terrenos ganados a Chile después de una década de disputas diplomáticas, como un corolario de la Guerra del Pacífico. El nuevo territorio se distribuía en su totalidad en zonas montañosas y hasta el momento de su incorporación existía en el país un casi total desconocimiento sobre sus particularidades. A través de las diferentes misiones oficiales y de investigaciones independientes, en la siguiente década y media se produjo conocimiento empírico que fue abonando a la idea de que el nuevo territorio tenía cifrado su destino en dos actividades extractivas: la minería del borato y el aprovechamiento de fibras de vicuñas y pieles de chinchillas. Pero el desarrollo de ambas actividades se enfrentaba a una serie de obstáculos, que tenían que ver con la falta de medios de transporte, la ausencia de capitales y la falta de mecanismos oficiales de estímulo, en el contexto del un país con un perfil productivo eminentemente agroexportador de vacunos y cereales. La falta de crecimiento económico y el escaso crecimiento demográfico, entre otras razones, llevaron a la disolución institucional y la fragmentación territorial de Los Andes en 1943.
Resumo:
Las misiones jesuitas en el espacio de la cuenca del Plata son bastante conocidas en la historiográfica nacional. Desde la relación geográfica de Azara hasta los últimos aportes de Di Stefano y Zanatta en su "Historia de la Iglesia Argentina ", la historia de los "30 pueblos" en la provincia argentina de Misiones ha dado mucho que hablar -y escribir- a lo largo de la historia nacional. Esto es perceptible tanto en las imágenes idílicas de comunión entre jesuitas y guaraníes hasta los trabajos que develan los complejos sistemas de alianzas que posibilitaban la aparente sumisión guaraní al dominio español. Pero todas estas imágenes deben considerarse como el estado final de un proceso que -con sus marchas y contramarchas- se inicia a principios del siglo XVII, cuando los jesuitas comienzan su tarea evangelizadora con los indígenas. Será nuestra intención trabajar las dos primeras décadas de la fundación y funcionamiento de las misiones jesuitas en el Guayrá (1609-1629), momento en el cual van tomando forma las estrategias y estructuras de dominación, cuando la metodología de la prueba y error es moneda corriente, y los enfrentamientos entre indígenas, jesuitas, españoles y portugueses tienen lugar en el marco de una frontera tan inestable como era en ese momento la región guayrense.
Resumo:
En la segunda mitad del siglo XIX se inició la conformación de un espacio historiográfico en Corrientes impulsado por diversos factores que contribuyeron a su delineación, comoel interés del Estado por reafirmar sus derechos sobre los territorios que habían pertenecido a las antiguas misiones y por reivindicar el lugar que sus elites dirigentes consideraban debía ocupar en el orden institucional creado por la Constitución de 1853. Ambos propósitos implicaban también un creciente interés por reforzar la identidad correntina frente al inicio de un proceso de construcción de una identidad nacional que comenzaba a esbozarse en los años ochenta.En este contexto surgen figuras notables como Ramón Contreras y Manuel Florencio Mantilla, quienes se volcarán a los estudios históricos para satisfacer estas demandas. A partir de sus obras seestablecieron vínculos con historiadores e instituciones de Buenos Aires y se desarrollaron debates y polémicas a través de la prensa, que permitieron ir definiendo un espacio historiográfico con sus autoridades y sus reglas de trabajo.
Resumo:
En 1900 el gobierno argentino creó el Territorio de Los Andes, el último de los diez que existieron en el país, en terrenos ganados a Chile después de una década de disputas diplomáticas, como un corolario de la Guerra del Pacífico. El nuevo territorio se distribuía en su totalidad en zonas montañosas y hasta el momento de su incorporación existía en el país un casi total desconocimiento sobre sus particularidades. A través de las diferentes misiones oficiales y de investigaciones independientes, en la siguiente década y media se produjo conocimiento empírico que fue abonando a la idea de que el nuevo territorio tenía cifrado su destino en dos actividades extractivas: la minería del borato y el aprovechamiento de fibras de vicuñas y pieles de chinchillas. Pero el desarrollo de ambas actividades se enfrentaba a una serie de obstáculos, que tenían que ver con la falta de medios de transporte, la ausencia de capitales y la falta de mecanismos oficiales de estímulo, en el contexto del un país con un perfil productivo eminentemente agroexportador de vacunos y cereales. La falta de crecimiento económico y el escaso crecimiento demográfico, entre otras razones, llevaron a la disolución institucional y la fragmentación territorial de Los Andes en 1943.
Resumo:
Las misiones jesuitas en el espacio de la cuenca del Plata son bastante conocidas en la historiográfica nacional. Desde la relación geográfica de Azara hasta los últimos aportes de Di Stefano y Zanatta en su "Historia de la Iglesia Argentina ", la historia de los "30 pueblos" en la provincia argentina de Misiones ha dado mucho que hablar -y escribir- a lo largo de la historia nacional. Esto es perceptible tanto en las imágenes idílicas de comunión entre jesuitas y guaraníes hasta los trabajos que develan los complejos sistemas de alianzas que posibilitaban la aparente sumisión guaraní al dominio español. Pero todas estas imágenes deben considerarse como el estado final de un proceso que -con sus marchas y contramarchas- se inicia a principios del siglo XVII, cuando los jesuitas comienzan su tarea evangelizadora con los indígenas. Será nuestra intención trabajar las dos primeras décadas de la fundación y funcionamiento de las misiones jesuitas en el Guayrá (1609-1629), momento en el cual van tomando forma las estrategias y estructuras de dominación, cuando la metodología de la prueba y error es moneda corriente, y los enfrentamientos entre indígenas, jesuitas, españoles y portugueses tienen lugar en el marco de una frontera tan inestable como era en ese momento la región guayrense.
Resumo:
En la segunda mitad del siglo XIX se inició la conformación de un espacio historiográfico en Corrientes impulsado por diversos factores que contribuyeron a su delineación, comoel interés del Estado por reafirmar sus derechos sobre los territorios que habían pertenecido a las antiguas misiones y por reivindicar el lugar que sus elites dirigentes consideraban debía ocupar en el orden institucional creado por la Constitución de 1853. Ambos propósitos implicaban también un creciente interés por reforzar la identidad correntina frente al inicio de un proceso de construcción de una identidad nacional que comenzaba a esbozarse en los años ochenta.En este contexto surgen figuras notables como Ramón Contreras y Manuel Florencio Mantilla, quienes se volcarán a los estudios históricos para satisfacer estas demandas. A partir de sus obras seestablecieron vínculos con historiadores e instituciones de Buenos Aires y se desarrollaron debates y polémicas a través de la prensa, que permitieron ir definiendo un espacio historiográfico con sus autoridades y sus reglas de trabajo.
Resumo:
En 1900 el gobierno argentino creó el Territorio de Los Andes, el último de los diez que existieron en el país, en terrenos ganados a Chile después de una década de disputas diplomáticas, como un corolario de la Guerra del Pacífico. El nuevo territorio se distribuía en su totalidad en zonas montañosas y hasta el momento de su incorporación existía en el país un casi total desconocimiento sobre sus particularidades. A través de las diferentes misiones oficiales y de investigaciones independientes, en la siguiente década y media se produjo conocimiento empírico que fue abonando a la idea de que el nuevo territorio tenía cifrado su destino en dos actividades extractivas: la minería del borato y el aprovechamiento de fibras de vicuñas y pieles de chinchillas. Pero el desarrollo de ambas actividades se enfrentaba a una serie de obstáculos, que tenían que ver con la falta de medios de transporte, la ausencia de capitales y la falta de mecanismos oficiales de estímulo, en el contexto del un país con un perfil productivo eminentemente agroexportador de vacunos y cereales. La falta de crecimiento económico y el escaso crecimiento demográfico, entre otras razones, llevaron a la disolución institucional y la fragmentación territorial de Los Andes en 1943.
Resumo:
Las misiones jesuitas en el espacio de la cuenca del Plata son bastante conocidas en la historiográfica nacional. Desde la relación geográfica de Azara hasta los últimos aportes de Di Stefano y Zanatta en su "Historia de la Iglesia Argentina ", la historia de los "30 pueblos" en la provincia argentina de Misiones ha dado mucho que hablar -y escribir- a lo largo de la historia nacional. Esto es perceptible tanto en las imágenes idílicas de comunión entre jesuitas y guaraníes hasta los trabajos que develan los complejos sistemas de alianzas que posibilitaban la aparente sumisión guaraní al dominio español. Pero todas estas imágenes deben considerarse como el estado final de un proceso que -con sus marchas y contramarchas- se inicia a principios del siglo XVII, cuando los jesuitas comienzan su tarea evangelizadora con los indígenas. Será nuestra intención trabajar las dos primeras décadas de la fundación y funcionamiento de las misiones jesuitas en el Guayrá (1609-1629), momento en el cual van tomando forma las estrategias y estructuras de dominación, cuando la metodología de la prueba y error es moneda corriente, y los enfrentamientos entre indígenas, jesuitas, españoles y portugueses tienen lugar en el marco de una frontera tan inestable como era en ese momento la región guayrense.
Resumo:
En la segunda mitad del siglo XIX se inició la conformación de un espacio historiográfico en Corrientes impulsado por diversos factores que contribuyeron a su delineación, comoel interés del Estado por reafirmar sus derechos sobre los territorios que habían pertenecido a las antiguas misiones y por reivindicar el lugar que sus elites dirigentes consideraban debía ocupar en el orden institucional creado por la Constitución de 1853. Ambos propósitos implicaban también un creciente interés por reforzar la identidad correntina frente al inicio de un proceso de construcción de una identidad nacional que comenzaba a esbozarse en los años ochenta.En este contexto surgen figuras notables como Ramón Contreras y Manuel Florencio Mantilla, quienes se volcarán a los estudios históricos para satisfacer estas demandas. A partir de sus obras seestablecieron vínculos con historiadores e instituciones de Buenos Aires y se desarrollaron debates y polémicas a través de la prensa, que permitieron ir definiendo un espacio historiográfico con sus autoridades y sus reglas de trabajo.