9 resultados para Ácaro fitoseídeo
em Memoria Académica - FaHCE, UNLP - Argentina
Resumo:
Este trabajo se propone a analizar la crítica del filósofo alemán Albrecht Wellmer direccionada sobretodo a Habermas. Alumno de éste y de Adorno en la así llamada Escuela de Frankfurt, Wellmer, en su Etica del discurso (1986), se propone a neutralizar los problemas de la ética kantiana, pero sin abandonar el normativismo moral de pretensión universalista. Para Wellmer, "un principio como el imperativo categórico (kantiano) no puede nunca operar en un espacio vacío". Su foco es el a priori de la aplicación prácticas de las normas, ya que estas dependen de nuestra capacidad de captarlas en determinada situación concreta, una vez que su aplicación puede implicar una flagrante inmoralidad. Las críticas de Wellmer se dirigen al consenso normativo tan caro a Habermas: la generalización universalista oculta el olvido de contextos históricos. Así como la racionalidad de los consensos no puede ser caracterizada formalmente, tampoco la racionalidad y la verdad de los consensos tienen que necesariamente coincidir: "así como no podemos inferir de la falsedad de un consenso la falta de racionalidad del mismo, tampoco podemos inferir la verdad de los consensos de su racionalidad". Racionalidad y verdad sólo coinciden desde la perspectiva interna de los implicados
Resumo:
En 1991 Gerhard Köpf publica la novela corta Borges no existe. A través de la tesis de que el hombre real designado con el nombre de Jorge Luis Borges no ha existido y sólo es una invención de Adolfo Bioy Casares, se plantea la relación entre la realidad extratextual y la ficción literaria. De este modo Köpf desarrolla un tema caro a Borges: la tensión entre la realidad de la vida y la realidad de la literatura. El trabajo se centrará en el estudio de cómo se presenta el cuestionamiento del límite entre realidad y ficción, personaje y persona real, en esta obra
Resumo:
En las últimas décadas la reflexión filosófica sobre el conocimiento y la ciencia ha dejado un lugar cada vez mayor al análisis de las prácticas cognitivas y no sólo a su producto final, sin por ello minimizar la rigurosidad del estudio metodológico de las teorías. De acuerdo con Pérez Ransánz y Velasco Gómez (2012: 14-22) dicha redirección en las discusiones está en clara sintonía con el planteo de los pragmatistas clásicos, en especial con la filosofía de John Dewey y sus análisis sobre el conocimiento y la teoría de la investigación. Sin lugar a dudas, las observaciones de Pérez Ransánz y Velasco Gómez marcan en buena medida el espíritu de este trabajo, cuyo tema central es la relación entre conocimiento y valoración, prestando especial atención al caso de la ciencia, y todo ello desde el marco teórico del ya mencionado Dewey. La tesina se concentra en dos temas principales, estrechamente vinculados a la teoría del conocimiento deweyana. El primero es el concepto de experiencia, caro a toda la tradición pragmatista; el segundo es la concepción deweyana de investigación, presentada fundamentalmente como determinación progresiva de situaciones inicialmente indeterminadas y problemáticas para ese sujeto y su transacción con el medio. Presentados los puntos anteriores, se hará hincapié en un punto clave: la caracterización del investigador como práctico y la ineludible presencia de la deliberación y la valoración en su actividad. El objetivo será pues el de reconstruir los argumentos que sostienen una tesis fundamental de Dewey: que a todo juicio de hecho le corresponde un juicio de valor o que en todo ítem de conocimiento se contiene una pauta de acción respecto de la situación que provoca el juicio, tesis que en gran medida evidencia el espíritu pragmatista de Dewey. Luego de analizar el marco teórico deweyano se retomarán las mencionadas consideraciones respecto de la apertura del análisis filosófico con relación al conocimiento y la ciencia, enfatizando nuestro interés por la práctica científica. Así, abordaremos el concepto de racionalidad axiológica presentado por Javier Echeverría en Filosofía de la ciencia (1995) y Ciencia y valores (2002). En estos textos Echeverría expone los fundamentos filosóficos de una nueva concepción de la racionalidad, distinguida por la consideración de sus aspectos axiológicos / valorativos. El objetivo central de la tesina es ensayar una interpretación por la cual la estructura teórica de Dewey, apoyada en su concepción de la experiencia como transacción y de la investigación con su intrínseca dimensión práctica es un marco promisorio y fructífero para repensar el modelo de racionalidad, un modelo que incluya aspectos valorativos y que permita la pregunta por la consideración de los valores en ciencia. Esta perspectiva, de aceptarse, reivindica el lugar del pragmatismo de Dewey en el debate contemporáneo, en tanto y en cuanto su filosofía permite fundamentar la relación entre investigación, conocimiento y valoración mediante un tratamiento conceptualmente riguroso e innovador que se retrotrae hasta el núcleo mismo de su teoría de la experiencia
Resumo:
En las últimas décadas la reflexión filosófica sobre el conocimiento y la ciencia ha dejado un lugar cada vez mayor al análisis de las prácticas cognitivas y no sólo a su producto final, sin por ello minimizar la rigurosidad del estudio metodológico de las teorías. De acuerdo con Pérez Ransánz y Velasco Gómez (2012: 14-22) dicha redirección en las discusiones está en clara sintonía con el planteo de los pragmatistas clásicos, en especial con la filosofía de John Dewey y sus análisis sobre el conocimiento y la teoría de la investigación. Sin lugar a dudas, las observaciones de Pérez Ransánz y Velasco Gómez marcan en buena medida el espíritu de este trabajo, cuyo tema central es la relación entre conocimiento y valoración, prestando especial atención al caso de la ciencia, y todo ello desde el marco teórico del ya mencionado Dewey. La tesina se concentra en dos temas principales, estrechamente vinculados a la teoría del conocimiento deweyana. El primero es el concepto de experiencia, caro a toda la tradición pragmatista; el segundo es la concepción deweyana de investigación, presentada fundamentalmente como determinación progresiva de situaciones inicialmente indeterminadas y problemáticas para ese sujeto y su transacción con el medio. Presentados los puntos anteriores, se hará hincapié en un punto clave: la caracterización del investigador como práctico y la ineludible presencia de la deliberación y la valoración en su actividad. El objetivo será pues el de reconstruir los argumentos que sostienen una tesis fundamental de Dewey: que a todo juicio de hecho le corresponde un juicio de valor o que en todo ítem de conocimiento se contiene una pauta de acción respecto de la situación que provoca el juicio, tesis que en gran medida evidencia el espíritu pragmatista de Dewey. Luego de analizar el marco teórico deweyano se retomarán las mencionadas consideraciones respecto de la apertura del análisis filosófico con relación al conocimiento y la ciencia, enfatizando nuestro interés por la práctica científica. Así, abordaremos el concepto de racionalidad axiológica presentado por Javier Echeverría en Filosofía de la ciencia (1995) y Ciencia y valores (2002). En estos textos Echeverría expone los fundamentos filosóficos de una nueva concepción de la racionalidad, distinguida por la consideración de sus aspectos axiológicos / valorativos. El objetivo central de la tesina es ensayar una interpretación por la cual la estructura teórica de Dewey, apoyada en su concepción de la experiencia como transacción y de la investigación con su intrínseca dimensión práctica es un marco promisorio y fructífero para repensar el modelo de racionalidad, un modelo que incluya aspectos valorativos y que permita la pregunta por la consideración de los valores en ciencia. Esta perspectiva, de aceptarse, reivindica el lugar del pragmatismo de Dewey en el debate contemporáneo, en tanto y en cuanto su filosofía permite fundamentar la relación entre investigación, conocimiento y valoración mediante un tratamiento conceptualmente riguroso e innovador que se retrotrae hasta el núcleo mismo de su teoría de la experiencia
Resumo:
Este trabajo se propone a analizar la crítica del filósofo alemán Albrecht Wellmer direccionada sobretodo a Habermas. Alumno de éste y de Adorno en la así llamada Escuela de Frankfurt, Wellmer, en su Etica del discurso (1986), se propone a neutralizar los problemas de la ética kantiana, pero sin abandonar el normativismo moral de pretensión universalista. Para Wellmer, "un principio como el imperativo categórico (kantiano) no puede nunca operar en un espacio vacío". Su foco es el a priori de la aplicación prácticas de las normas, ya que estas dependen de nuestra capacidad de captarlas en determinada situación concreta, una vez que su aplicación puede implicar una flagrante inmoralidad. Las críticas de Wellmer se dirigen al consenso normativo tan caro a Habermas: la generalización universalista oculta el olvido de contextos históricos. Así como la racionalidad de los consensos no puede ser caracterizada formalmente, tampoco la racionalidad y la verdad de los consensos tienen que necesariamente coincidir: "así como no podemos inferir de la falsedad de un consenso la falta de racionalidad del mismo, tampoco podemos inferir la verdad de los consensos de su racionalidad". Racionalidad y verdad sólo coinciden desde la perspectiva interna de los implicados
Resumo:
En 1991 Gerhard Köpf publica la novela corta Borges no existe. A través de la tesis de que el hombre real designado con el nombre de Jorge Luis Borges no ha existido y sólo es una invención de Adolfo Bioy Casares, se plantea la relación entre la realidad extratextual y la ficción literaria. De este modo Köpf desarrolla un tema caro a Borges: la tensión entre la realidad de la vida y la realidad de la literatura. El trabajo se centrará en el estudio de cómo se presenta el cuestionamiento del límite entre realidad y ficción, personaje y persona real, en esta obra
Resumo:
Este trabajo se propone a analizar la crítica del filósofo alemán Albrecht Wellmer direccionada sobretodo a Habermas. Alumno de éste y de Adorno en la así llamada Escuela de Frankfurt, Wellmer, en su Etica del discurso (1986), se propone a neutralizar los problemas de la ética kantiana, pero sin abandonar el normativismo moral de pretensión universalista. Para Wellmer, "un principio como el imperativo categórico (kantiano) no puede nunca operar en un espacio vacío". Su foco es el a priori de la aplicación prácticas de las normas, ya que estas dependen de nuestra capacidad de captarlas en determinada situación concreta, una vez que su aplicación puede implicar una flagrante inmoralidad. Las críticas de Wellmer se dirigen al consenso normativo tan caro a Habermas: la generalización universalista oculta el olvido de contextos históricos. Así como la racionalidad de los consensos no puede ser caracterizada formalmente, tampoco la racionalidad y la verdad de los consensos tienen que necesariamente coincidir: "así como no podemos inferir de la falsedad de un consenso la falta de racionalidad del mismo, tampoco podemos inferir la verdad de los consensos de su racionalidad". Racionalidad y verdad sólo coinciden desde la perspectiva interna de los implicados
Resumo:
En las últimas décadas la reflexión filosófica sobre el conocimiento y la ciencia ha dejado un lugar cada vez mayor al análisis de las prácticas cognitivas y no sólo a su producto final, sin por ello minimizar la rigurosidad del estudio metodológico de las teorías. De acuerdo con Pérez Ransánz y Velasco Gómez (2012: 14-22) dicha redirección en las discusiones está en clara sintonía con el planteo de los pragmatistas clásicos, en especial con la filosofía de John Dewey y sus análisis sobre el conocimiento y la teoría de la investigación. Sin lugar a dudas, las observaciones de Pérez Ransánz y Velasco Gómez marcan en buena medida el espíritu de este trabajo, cuyo tema central es la relación entre conocimiento y valoración, prestando especial atención al caso de la ciencia, y todo ello desde el marco teórico del ya mencionado Dewey. La tesina se concentra en dos temas principales, estrechamente vinculados a la teoría del conocimiento deweyana. El primero es el concepto de experiencia, caro a toda la tradición pragmatista; el segundo es la concepción deweyana de investigación, presentada fundamentalmente como determinación progresiva de situaciones inicialmente indeterminadas y problemáticas para ese sujeto y su transacción con el medio. Presentados los puntos anteriores, se hará hincapié en un punto clave: la caracterización del investigador como práctico y la ineludible presencia de la deliberación y la valoración en su actividad. El objetivo será pues el de reconstruir los argumentos que sostienen una tesis fundamental de Dewey: que a todo juicio de hecho le corresponde un juicio de valor o que en todo ítem de conocimiento se contiene una pauta de acción respecto de la situación que provoca el juicio, tesis que en gran medida evidencia el espíritu pragmatista de Dewey. Luego de analizar el marco teórico deweyano se retomarán las mencionadas consideraciones respecto de la apertura del análisis filosófico con relación al conocimiento y la ciencia, enfatizando nuestro interés por la práctica científica. Así, abordaremos el concepto de racionalidad axiológica presentado por Javier Echeverría en Filosofía de la ciencia (1995) y Ciencia y valores (2002). En estos textos Echeverría expone los fundamentos filosóficos de una nueva concepción de la racionalidad, distinguida por la consideración de sus aspectos axiológicos / valorativos. El objetivo central de la tesina es ensayar una interpretación por la cual la estructura teórica de Dewey, apoyada en su concepción de la experiencia como transacción y de la investigación con su intrínseca dimensión práctica es un marco promisorio y fructífero para repensar el modelo de racionalidad, un modelo que incluya aspectos valorativos y que permita la pregunta por la consideración de los valores en ciencia. Esta perspectiva, de aceptarse, reivindica el lugar del pragmatismo de Dewey en el debate contemporáneo, en tanto y en cuanto su filosofía permite fundamentar la relación entre investigación, conocimiento y valoración mediante un tratamiento conceptualmente riguroso e innovador que se retrotrae hasta el núcleo mismo de su teoría de la experiencia
Resumo:
En 1991 Gerhard Köpf publica la novela corta Borges no existe. A través de la tesis de que el hombre real designado con el nombre de Jorge Luis Borges no ha existido y sólo es una invención de Adolfo Bioy Casares, se plantea la relación entre la realidad extratextual y la ficción literaria. De este modo Köpf desarrolla un tema caro a Borges: la tensión entre la realidad de la vida y la realidad de la literatura. El trabajo se centrará en el estudio de cómo se presenta el cuestionamiento del límite entre realidad y ficción, personaje y persona real, en esta obra