116 resultados para fisicalismo semântico
Resumo:
Este artículo presenta una discusión sobre algunas nociones que emplea la sintaxis actual del griego clásico. En primer lugar, expone el ámbito que ocupa la sintaxis en el marco de la lingüística y la filología. En segundo y tercer lugar, expone el concepto de enunciado y de sintagma aplicados a la sintaxis del griego clásico. En cuarto lugar, expone brevemente algunos criterios distribucionales empleados para identificar las funciones desempeñadas por los complementos en la oración. A continuación, se exponen los conceptos de papel semántico, noción relacional, función semántica, función sintáctica y función pragmática. La sección 7 resume la estructura de la oración y defiende la idea de que hay que distinguir una serie de niveles o capas en los que se alojan los complementos. El parágrafo final contiene una breve conclusión. El artículo se cierra con una lista de libros sobre sintaxis griega publicados desde 1991 hasta 2003.
Resumo:
El proyecto del presente trabajo consiste en reflexionar sobre la constitución del sujeto ético-político en los Erga de Hesíodo. Trabajaremos desde una propuesta de matriz antropológica, en torno a los consejos de administración familiar que el poeta propone, recurriendo a Jenofonte cuando la comparación sea oportuna. Siguiendo el horizonte semántico del término chresis, indagaremos dos cuestiones fundamentales, la gestión del hogar, a partir de la problematización del matrimonio como cuestión afín, y la gestión de los vínculos personales, que van más allá del oikos, para convocar a otros actores, el hermano, el huésped, el amigo. En ambos niveles, el estrictamente familiar con la presencia del marido y la esposa en el centro de la escena, y el familiar, en sentido más amplio, los tópicos devuelven ciertas preocupaciones y reflexiones en torno a cuestiones que se repiten, el trabajo, la riqueza, la productividad, la prudencia, el honor, la convivencia, la tolerancia. Se plasma un universo antropológico que nos permite relevar, desde los topoi recortados, la pequeña familia intramuros y la gran familia extramuros, la preocupación habitual de la constitución de un sujeto temperante que en Hesíodo cobra distintas aristas. El modelo discursivo obedece a las reglas de formación que reconocemos en los Erga como matriz de discurso: recomendaciones, consejos, exhortaciones, que delinean dos topoi reconocibles, dos categorías de sujetos, dos registros de conductas, dos modelos de instalación en la vida. Hesíodo nos tiene acostumbrados a esos sistemas binarios que, a nuestro juicio, se inscriben en la lógica del linaje. Hombres, valores, conductas de matriz diurna o nocturna, positiva o negativa, luminosa o tenebrosa. La vida familiar y la comunitaria no parece escapar a esta lógica binaria y el corpus de consejos no hace otra cosa que vigorizar con su logos el aspecto diurno de la tensión
Resumo:
Partiendo de los estudios de la interfaz semántico-sintáctica de Ken Hale y Jay Keyser (1993, 1998) y Jaume Mateu i Fontanals (2000, 2002), asumimos que la estructura argumental determinante de la organización de la sintaxis oracional tiene su origen en constructos semánticos sintácticamente estructurados. Estos constructos definen relaciones configuracionales entre predicados primitivos y argumentos. Existe, por lo tanto, una relación de transparencia entre la semántica y la sintaxis, la cual permite definir el significado oracional en función tanto del contenido conceptual-intencional, opaco para la sintaxis, como del constructo semántico, transparente para la sintaxis. A diferencia de otras propuestas, que postulan un máximo de cuatro constructos semánticos básicos, como es el caso de Hale y Keyser, o de tres constructos semánticos básicos, como es el caso de Mateu i Fontanals, proponemos que la Gramática Universal define un máximo de sólo dos constructos semánticos básicos, uno espacial y uno causativo, los cuales, por recursividad, darían origen a todas las configuraciones sintácticas de cualquier lengua natural. En un sistema lingüístico como el de la Morfología Distribuida, los constructos semánticos así definidos formarían parte de una lista "A" presintáctica, conformada por morfemas abstractos, vg. sin matriz fonológica asociada, los cuales codifican tanto rasgos intencionales-funcionales de índole procedimental, vg. instrucciones sobre la asignación de referencia, como raíces semántico-conceptuales de índole nominal, vg. entidades conceptuales genéricas. Estos constructos, seleccionables por el sistema computacional, definen esqueletos configuracionales básicos que organizan el ensamble de los morfemas abstractos pertinentes a cada derivación. Este modelo, por lo tanto, define la conformación composicional de los apareamientos entre significado y forma, a partir de procesos computacionales previos a la inserción de las piezas de vocabulario. Ofrecemos evidencia morfosintáctica que probaría la pertinencia y la productividad de un sistema binario de constructos semánticos
Resumo:
En el presente trabajo, rebatimos la clásica distinción entre oraciones pasivas con SE e impersonales con SE . Abordamos el análisis de ambas construcciones desde la perspectiva del Programa Minimalista (Chomsky 1995, 2001, 2005) y de la Semántica Relacional (Mateu i Fontanals 2002). Presentamos evidencia semántica y sintáctica con el fin de demostrar que las oraciones pasivas con SE comparten, con las impersonales transitivas con SE , una misma estructura semántico-relacional. Por hipótesis, las pasivas con SE son un subtipo de las impersonales con SE , ya que ambas proyectan, en su constructo semántico relacional, un sujeto indefinido y genérico, invariablemente materializado por un pronombre nulo (pro), cuyos rasgos de persona y número concuerdan con la flexión verbal. Por el contrario, las pasivas morfológicas o perifrásticas no proyectan un sujeto de estas características. Aunque estas construcciones comparten una misma estructura semántico-relacional con las pasivas con SE , las primeras, a diferencia de la segundas, contienen un argumento externo destematizado interpretable como una entidad definida y no genérica, lo cual justifica en términos morfosintácticos la concordancia que establece la flexión verbal con el argumento interno. Postulamos que, mientras las oraciones pasivas con SE deberían ?en términos estrictamente gramaticales? presentar concordancia verbal con su sujeto nulo pro, la concordancia superficial que se establece con el sintagma nominal en posición de objeto directo sería consecuencia de ciertos fenómenos sintácticos y/o pragmáticos. Observamos, además, que esta concordancia no podría darse bajo ciertas condiciones morfosintácticas
Resumo:
Partiendo de los estudios de la interfaz semántico-sintáctica de Ken Hale y Jay Keyser (1993, 1998) y Jaume Mateu i Fontanals (2000, 2002), asumimos que la estructura argumental determinante de la organización de la sintaxis oracional tiene su origen en constructos semánticos sintácticamente estructurados. Estos constructos definen relaciones configuracionales entre predicados primitivos y argumentos. Existe, por lo tanto, una relación de transparencia entre la semántica y la sintaxis, la cual permite definir el significado oracional en función tanto del contenido conceptual-intencional, opaco para la sintaxis, como del constructo semántico, transparente para la sintaxis. A diferencia de otras propuestas, que postulan un máximo de cuatro constructos semánticos básicos, como es el caso de Hale y Keyser, o de tres constructos semánticos básicos, como es el caso de Mateu i Fontanals, proponemos que la Gramática Universal define un máximo de sólo dos constructos semánticos básicos, uno espacial y uno causativo, los cuales, por recursividad, darían origen a todas las configuraciones sintácticas de cualquier lengua natural. En un sistema lingüístico como el de la Morfología Distribuida, los constructos semánticos así definidos formarían parte de una lista "A" presintáctica, conformada por morfemas abstractos, vg. sin matriz fonológica asociada, los cuales codifican tanto rasgos intencionales-funcionales de índole procedimental, vg. instrucciones sobre la asignación de referencia, como raíces semántico-conceptuales de índole nominal, vg. entidades conceptuales genéricas. Estos constructos, seleccionables por el sistema computacional, definen esqueletos configuracionales básicos que organizan el ensamble de los morfemas abstractos pertinentes a cada derivación. Este modelo, por lo tanto, define la conformación composicional de los apareamientos entre significado y forma, a partir de procesos computacionales previos a la inserción de las piezas de vocabulario. Ofrecemos evidencia morfosintáctica que probaría la pertinencia y la productividad de un sistema binario de constructos semánticos
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En el presente trabajo, rebatimos la clásica distinción entre oraciones pasivas con SE e impersonales con SE . Abordamos el análisis de ambas construcciones desde la perspectiva del Programa Minimalista (Chomsky 1995, 2001, 2005) y de la Semántica Relacional (Mateu i Fontanals 2002). Presentamos evidencia semántica y sintáctica con el fin de demostrar que las oraciones pasivas con SE comparten, con las impersonales transitivas con SE , una misma estructura semántico-relacional. Por hipótesis, las pasivas con SE son un subtipo de las impersonales con SE , ya que ambas proyectan, en su constructo semántico relacional, un sujeto indefinido y genérico, invariablemente materializado por un pronombre nulo (pro), cuyos rasgos de persona y número concuerdan con la flexión verbal. Por el contrario, las pasivas morfológicas o perifrásticas no proyectan un sujeto de estas características. Aunque estas construcciones comparten una misma estructura semántico-relacional con las pasivas con SE , las primeras, a diferencia de la segundas, contienen un argumento externo destematizado interpretable como una entidad definida y no genérica, lo cual justifica en términos morfosintácticos la concordancia que establece la flexión verbal con el argumento interno. Postulamos que, mientras las oraciones pasivas con SE deberían ?en términos estrictamente gramaticales? presentar concordancia verbal con su sujeto nulo pro, la concordancia superficial que se establece con el sintagma nominal en posición de objeto directo sería consecuencia de ciertos fenómenos sintácticos y/o pragmáticos. Observamos, además, que esta concordancia no podría darse bajo ciertas condiciones morfosintácticas
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Partiendo de los estudios de la interfaz semántico-sintáctica de Ken Hale y Jay Keyser (1993, 1998) y Jaume Mateu i Fontanals (2000, 2002), asumimos que la estructura argumental determinante de la organización de la sintaxis oracional tiene su origen en constructos semánticos sintácticamente estructurados. Estos constructos definen relaciones configuracionales entre predicados primitivos y argumentos. Existe, por lo tanto, una relación de transparencia entre la semántica y la sintaxis, la cual permite definir el significado oracional en función tanto del contenido conceptual-intencional, opaco para la sintaxis, como del constructo semántico, transparente para la sintaxis. A diferencia de otras propuestas, que postulan un máximo de cuatro constructos semánticos básicos, como es el caso de Hale y Keyser, o de tres constructos semánticos básicos, como es el caso de Mateu i Fontanals, proponemos que la Gramática Universal define un máximo de sólo dos constructos semánticos básicos, uno espacial y uno causativo, los cuales, por recursividad, darían origen a todas las configuraciones sintácticas de cualquier lengua natural. En un sistema lingüístico como el de la Morfología Distribuida, los constructos semánticos así definidos formarían parte de una lista "A" presintáctica, conformada por morfemas abstractos, vg. sin matriz fonológica asociada, los cuales codifican tanto rasgos intencionales-funcionales de índole procedimental, vg. instrucciones sobre la asignación de referencia, como raíces semántico-conceptuales de índole nominal, vg. entidades conceptuales genéricas. Estos constructos, seleccionables por el sistema computacional, definen esqueletos configuracionales básicos que organizan el ensamble de los morfemas abstractos pertinentes a cada derivación. Este modelo, por lo tanto, define la conformación composicional de los apareamientos entre significado y forma, a partir de procesos computacionales previos a la inserción de las piezas de vocabulario. Ofrecemos evidencia morfosintáctica que probaría la pertinencia y la productividad de un sistema binario de constructos semánticos
Resumo:
En el presente trabajo, rebatimos la clásica distinción entre oraciones pasivas con SE e impersonales con SE . Abordamos el análisis de ambas construcciones desde la perspectiva del Programa Minimalista (Chomsky 1995, 2001, 2005) y de la Semántica Relacional (Mateu i Fontanals 2002). Presentamos evidencia semántica y sintáctica con el fin de demostrar que las oraciones pasivas con SE comparten, con las impersonales transitivas con SE , una misma estructura semántico-relacional. Por hipótesis, las pasivas con SE son un subtipo de las impersonales con SE , ya que ambas proyectan, en su constructo semántico relacional, un sujeto indefinido y genérico, invariablemente materializado por un pronombre nulo (pro), cuyos rasgos de persona y número concuerdan con la flexión verbal. Por el contrario, las pasivas morfológicas o perifrásticas no proyectan un sujeto de estas características. Aunque estas construcciones comparten una misma estructura semántico-relacional con las pasivas con SE , las primeras, a diferencia de la segundas, contienen un argumento externo destematizado interpretable como una entidad definida y no genérica, lo cual justifica en términos morfosintácticos la concordancia que establece la flexión verbal con el argumento interno. Postulamos que, mientras las oraciones pasivas con SE deberían ?en términos estrictamente gramaticales? presentar concordancia verbal con su sujeto nulo pro, la concordancia superficial que se establece con el sintagma nominal en posición de objeto directo sería consecuencia de ciertos fenómenos sintácticos y/o pragmáticos. Observamos, además, que esta concordancia no podría darse bajo ciertas condiciones morfosintácticas
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En estos tiempos de descoyuntamiento político e ideológico organizado, se torna un ejercicio ineludible el rastreo histórico y con ello, la vivificación de la memoria colectiva. Por ello, en este trabajo se someterán a comparación dos regímenes emergidos en épocas diferentes: el peronismo (las dos primeras presidencias) y el adolfismo en San Luis (instaurado desde 1983), considerado este último una prolongación del ideario político-partidario sustentado por el primero. El eje de la comparación se vertebrará en torno al análisis de las prácticas de adoctrinamiento en los ámbitos educativos formales y no formales, que tuvieron como finalidad la generación del pensamiento hegemónico. A partir de una lectura retrospectiva sobre el peronismo se pretende hacer visibles algunas líneas de continuidad que han habido entre aquél régimen y el adolfista, no por un hecho fortuito sino por el uso estratégico que el gobierno puntano y su caudillo emprendieran sobre distintos recursos de poder, entre los que se encuentra la educación. El reciclaje de viejas artimañas de persuasión y creación de la adulonería ha sido posible gracias a la des-historización de las prácticas y discursos sociales, el vaciamiento semántico de diversos conceptos, la cooptación de otros y la dictadura de la des-memoria. Resta aclarar que lejos se está de un posicionamiento historiográfico que estriba en una visión de la Historia como una infinita repetición de los acontecimientos en la que se niega la posibilidad del conflicto y la revolución. Se adhiere a la noción de Historia reticular caracterizada por la presencia del azar, la paradoja, la complejidad dada por las múltiples relaciones entre los hechos y el dinamismo presente en el despliegue de los mismos. Desde esta vertiente adquiere relevancia echar un vistazo sobre lo simbólico y particular o lo que en términos de Philippe Ariès constituye la historia de las mentalidades
Resumo:
En estos tiempos de descoyuntamiento político e ideológico organizado, se torna un ejercicio ineludible el rastreo histórico y con ello, la vivificación de la memoria colectiva. Por ello, en este trabajo se someterán a comparación dos regímenes emergidos en épocas diferentes: el peronismo (las dos primeras presidencias) y el adolfismo en San Luis (instaurado desde 1983), considerado este último una prolongación del ideario político-partidario sustentado por el primero. El eje de la comparación se vertebrará en torno al análisis de las prácticas de adoctrinamiento en los ámbitos educativos formales y no formales, que tuvieron como finalidad la generación del pensamiento hegemónico. A partir de una lectura retrospectiva sobre el peronismo se pretende hacer visibles algunas líneas de continuidad que han habido entre aquél régimen y el adolfista, no por un hecho fortuito sino por el uso estratégico que el gobierno puntano y su caudillo emprendieran sobre distintos recursos de poder, entre los que se encuentra la educación. El reciclaje de viejas artimañas de persuasión y creación de la adulonería ha sido posible gracias a la des-historización de las prácticas y discursos sociales, el vaciamiento semántico de diversos conceptos, la cooptación de otros y la dictadura de la des-memoria. Resta aclarar que lejos se está de un posicionamiento historiográfico que estriba en una visión de la Historia como una infinita repetición de los acontecimientos en la que se niega la posibilidad del conflicto y la revolución. Se adhiere a la noción de Historia reticular caracterizada por la presencia del azar, la paradoja, la complejidad dada por las múltiples relaciones entre los hechos y el dinamismo presente en el despliegue de los mismos. Desde esta vertiente adquiere relevancia echar un vistazo sobre lo simbólico y particular o lo que en términos de Philippe Ariès constituye la historia de las mentalidades
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En estos tiempos de descoyuntamiento político e ideológico organizado, se torna un ejercicio ineludible el rastreo histórico y con ello, la vivificación de la memoria colectiva. Por ello, en este trabajo se someterán a comparación dos regímenes emergidos en épocas diferentes: el peronismo (las dos primeras presidencias) y el adolfismo en San Luis (instaurado desde 1983), considerado este último una prolongación del ideario político-partidario sustentado por el primero. El eje de la comparación se vertebrará en torno al análisis de las prácticas de adoctrinamiento en los ámbitos educativos formales y no formales, que tuvieron como finalidad la generación del pensamiento hegemónico. A partir de una lectura retrospectiva sobre el peronismo se pretende hacer visibles algunas líneas de continuidad que han habido entre aquél régimen y el adolfista, no por un hecho fortuito sino por el uso estratégico que el gobierno puntano y su caudillo emprendieran sobre distintos recursos de poder, entre los que se encuentra la educación. El reciclaje de viejas artimañas de persuasión y creación de la adulonería ha sido posible gracias a la des-historización de las prácticas y discursos sociales, el vaciamiento semántico de diversos conceptos, la cooptación de otros y la dictadura de la des-memoria. Resta aclarar que lejos se está de un posicionamiento historiográfico que estriba en una visión de la Historia como una infinita repetición de los acontecimientos en la que se niega la posibilidad del conflicto y la revolución. Se adhiere a la noción de Historia reticular caracterizada por la presencia del azar, la paradoja, la complejidad dada por las múltiples relaciones entre los hechos y el dinamismo presente en el despliegue de los mismos. Desde esta vertiente adquiere relevancia echar un vistazo sobre lo simbólico y particular o lo que en términos de Philippe Ariès constituye la historia de las mentalidades