103 resultados para Lingüística computacional
Resumo:
El presente trabajo se enmarca en el proyecto de investigación 'Lógica y alcance de las operaciones del analista según Freud: colegir (erraten), interpretar, construir'. En esta oportunidad nos interesa delimitar la categoría de enunciación, en la dirección de establecer algunas de las particularidades que presenta en el campo de la lingüística y el campo del psicoanálisis. Por su parte, esto nos permitirá pensar si la articulación entre enunciación e interpretación presenta diferencias entre los dos campos mencionados Comenzamos entonces situando la categoría de enunciación en psicoanálisis a partir de la reformulación hecha por J. Lacan a la categoría de signo lingüístico presentado por Saussure, en cuanto a sus componentes y a su modo de operación. Ya que es a partir de estas reformulaciones que es posible pensar la articulación entre la significación y el sentido. Luego haremos un breve rastreo, vale decir, no exhaustivo de la noción de sentido o enunciación en Lingüística, intentando establecer sus particularidades en el terreno de este campo de la ciencia. Inevitablemente haremos una, también breve, mención a algunos de los problemas que en la lingüística surgen al intentar delimitarla dicha noción. A través de diferentes referencias bibliográficas se trabajaran las propuestas que al respecto presentan O. Ducrot, E. Benveniste, C. Kebrat Orechioni, G. Reyes y A. Bertorello. Se recortan así los problemas de 'intención enunciativa' y 'subjetividad' en la Lingüística. Estos serán contrastados y/o comparados con la noción de sujeto que se desprende de la enseñanza de Lacan, al menos en un período de la misma. Esta noción, entendida como sujeto intervalar se anuda a la re conceptualización mencionada en primer lugar del signo lingüístico y su operatoria. Nos referimos a la elaboración realizada por J. Lacan en su Seminario 11 'Los Cuatro Conceptos Fundamentales' respecto a lo que allí denomina las operaciones de 'Alienación' y 'Separación'. Es en torno a estas operaciones que puede pensarse al sujeto como el efecto del intervalo entre dos significantes. La operación de 'Separación' permitirá una dimensión de rescate de la dimensión 'no yo' de la 'Alienación' primera. Allí se juega para el sujeto la posibilidad de incluirse y hacerse representar en el lenguaje, mostrando al mismo tiempo los límites del campo de lo simbólico para otorgar identidad. Es en esta dirección que se piensa también la eficacia de la interpretación en Psicoanálisis. De este modo, llegamos al último tramo de nuestro recorrido donde intentaremos precisar a partir de estos desarrollos cuál es la articulación entre interpretación y enunciación en Psicoanálisis lo que nos llevará al problema de la convicción en un análisis o al problema de la producción de 'Efectos de verdad'. Tomando como herramienta la noción de verdad que allí se pone en juego, la diferenciaremos de otros modos de entender esta categoría. Para esto la referencia bibliográfica a la que hemos recurrido es el Seminario 17 'El revés del Psicoanálisis' de J. Lacan. Será entonces el lugar de la verdad en la articulación entre interpretación y enunciación, lo que nos permitirá delimitar la especificidad de estas categorías en el campo del Psicoanálisis. El presente trabajo se enmarca en el proyecto de investigación 'Lógica y alcance de las operaciones del analista según Freud: colegir (erraten), interpretar, construir' En esta oportunidad nos interesa delimitar la categoría de enunciación, en la dirección de establecer algunas de las particularidades que presenta en el campo de la lingüística y el campo del psicoanálisis. Por otro lado, la categoría de enunciación convoca a la de interpretación. Es por esto, que nuestra exploración sobre la primera nos ha llevado a preguntarnos por las diferencias en la articulación entre enunciación e interpretación entre los campos lingüístico y psicoanalítico. Estos entrecruzamientos delimitarán problemas para ambos campos que nos permitirán definir especificidades. Por un lado, nos saldrá al cruce desde la lingüística la noción de intención enunciativa y de subjetividad, las que diferentes autores recorren en términos de lo incognosible, o como disfuncionamiento lingüístico o como el 'aparato formal de la enunciación en el enunciado'. Por otro lado, desde el psicoanálisis, la noción de sujeto como sujeto intervalar, nos llevará a pensar la articulación clínica de la enunciación y la interpretación. Será entonces luego de pensar la noción de sujeto que cada campo articula con las categorías de enunciación e interpretación que les compete, que podremos avanzar en algunas delimitaciones especificas
Resumo:
Fil: Stamboni, Juan Luis. Universidad Nacional de La Plata. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación; Argentina.
Resumo:
Fil: Stamboni, Juan Luis. Universidad Nacional de La Plata. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación; Argentina.
Resumo:
Esta ponencia toma como objeto uno de los tipos de cláusulas en infinitivo en español, específicamente construcciones absolutas introducidas por preposición; existen dos estructuras posibles: 1) P DET V(-finito) SDET; 2) P V(-finito) SDET. El V(-finito) puede ser transitivo o intransitivo, y la SDET es sujeto: el problema que presentan estas estructuras es la asignación de Caso (nominativo) a la SDET. Un planteo posible es considerar esta cuestión en el marco del Programa Minimalista, expuesto en Chomsky (1995 y 1998), utilizando las nociones de rasgo interpretable y rasgo no interpretable, la clasificación de Categorías Funcionales Centrales (CFC) y las operaciones del Componente Computacional (C(HL)): Fusión (Merge), Concordancia (Agree) y Movimiento (Move). Nuestra hipótesis es que el rasgo de Caso nominativo es, en español, inherente e interpretable. En van Gelderen (1997) se propone que los rasgos interpretables no causan Movimiento visible, a diferencia de los rasgos-phi, no interpretables, propios de las CFC, como persona. Esto permitirá explicar por qué las estructuras como las mencionadas convergen solamente cuando la SDET sujeto aparece en posición post-verbal
Resumo:
Esta ponencia toma como objeto uno de los tipos de cláusulas en infinitivo en español, específicamente construcciones absolutas introducidas por preposición; existen dos estructuras posibles: 1) P DET V(-finito) SDET; 2) P V(-finito) SDET. El V(-finito) puede ser transitivo o intransitivo, y la SDET es sujeto: el problema que presentan estas estructuras es la asignación de Caso (nominativo) a la SDET. Un planteo posible es considerar esta cuestión en el marco del Programa Minimalista, expuesto en Chomsky (1995 y 1998), utilizando las nociones de rasgo interpretable y rasgo no interpretable, la clasificación de Categorías Funcionales Centrales (CFC) y las operaciones del Componente Computacional (C(HL)): Fusión (Merge), Concordancia (Agree) y Movimiento (Move). Nuestra hipótesis es que el rasgo de Caso nominativo es, en español, inherente e interpretable. En van Gelderen (1997) se propone que los rasgos interpretables no causan Movimiento visible, a diferencia de los rasgos-phi, no interpretables, propios de las CFC, como persona. Esto permitirá explicar por qué las estructuras como las mencionadas convergen solamente cuando la SDET sujeto aparece en posición post-verbal
Resumo:
Partiendo de los estudios de la interfaz semántico-sintáctica de Ken Hale y Jay Keyser (1993, 1998) y Jaume Mateu i Fontanals (2000, 2002), asumimos que la estructura argumental determinante de la organización de la sintaxis oracional tiene su origen en constructos semánticos sintácticamente estructurados. Estos constructos definen relaciones configuracionales entre predicados primitivos y argumentos. Existe, por lo tanto, una relación de transparencia entre la semántica y la sintaxis, la cual permite definir el significado oracional en función tanto del contenido conceptual-intencional, opaco para la sintaxis, como del constructo semántico, transparente para la sintaxis. A diferencia de otras propuestas, que postulan un máximo de cuatro constructos semánticos básicos, como es el caso de Hale y Keyser, o de tres constructos semánticos básicos, como es el caso de Mateu i Fontanals, proponemos que la Gramática Universal define un máximo de sólo dos constructos semánticos básicos, uno espacial y uno causativo, los cuales, por recursividad, darían origen a todas las configuraciones sintácticas de cualquier lengua natural. En un sistema lingüístico como el de la Morfología Distribuida, los constructos semánticos así definidos formarían parte de una lista "A" presintáctica, conformada por morfemas abstractos, vg. sin matriz fonológica asociada, los cuales codifican tanto rasgos intencionales-funcionales de índole procedimental, vg. instrucciones sobre la asignación de referencia, como raíces semántico-conceptuales de índole nominal, vg. entidades conceptuales genéricas. Estos constructos, seleccionables por el sistema computacional, definen esqueletos configuracionales básicos que organizan el ensamble de los morfemas abstractos pertinentes a cada derivación. Este modelo, por lo tanto, define la conformación composicional de los apareamientos entre significado y forma, a partir de procesos computacionales previos a la inserción de las piezas de vocabulario. Ofrecemos evidencia morfosintáctica que probaría la pertinencia y la productividad de un sistema binario de constructos semánticos
Resumo:
Partiendo de los estudios de la interfaz semántico-sintáctica de Ken Hale y Jay Keyser (1993, 1998) y Jaume Mateu i Fontanals (2000, 2002), asumimos que la estructura argumental determinante de la organización de la sintaxis oracional tiene su origen en constructos semánticos sintácticamente estructurados. Estos constructos definen relaciones configuracionales entre predicados primitivos y argumentos. Existe, por lo tanto, una relación de transparencia entre la semántica y la sintaxis, la cual permite definir el significado oracional en función tanto del contenido conceptual-intencional, opaco para la sintaxis, como del constructo semántico, transparente para la sintaxis. A diferencia de otras propuestas, que postulan un máximo de cuatro constructos semánticos básicos, como es el caso de Hale y Keyser, o de tres constructos semánticos básicos, como es el caso de Mateu i Fontanals, proponemos que la Gramática Universal define un máximo de sólo dos constructos semánticos básicos, uno espacial y uno causativo, los cuales, por recursividad, darían origen a todas las configuraciones sintácticas de cualquier lengua natural. En un sistema lingüístico como el de la Morfología Distribuida, los constructos semánticos así definidos formarían parte de una lista "A" presintáctica, conformada por morfemas abstractos, vg. sin matriz fonológica asociada, los cuales codifican tanto rasgos intencionales-funcionales de índole procedimental, vg. instrucciones sobre la asignación de referencia, como raíces semántico-conceptuales de índole nominal, vg. entidades conceptuales genéricas. Estos constructos, seleccionables por el sistema computacional, definen esqueletos configuracionales básicos que organizan el ensamble de los morfemas abstractos pertinentes a cada derivación. Este modelo, por lo tanto, define la conformación composicional de los apareamientos entre significado y forma, a partir de procesos computacionales previos a la inserción de las piezas de vocabulario. Ofrecemos evidencia morfosintáctica que probaría la pertinencia y la productividad de un sistema binario de constructos semánticos
Resumo:
Fil: Stamboni, Juan Luis. Universidad Nacional de La Plata. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación; Argentina.
Resumo:
Esta ponencia toma como objeto uno de los tipos de cláusulas en infinitivo en español, específicamente construcciones absolutas introducidas por preposición; existen dos estructuras posibles: 1) P DET V(-finito) SDET; 2) P V(-finito) SDET. El V(-finito) puede ser transitivo o intransitivo, y la SDET es sujeto: el problema que presentan estas estructuras es la asignación de Caso (nominativo) a la SDET. Un planteo posible es considerar esta cuestión en el marco del Programa Minimalista, expuesto en Chomsky (1995 y 1998), utilizando las nociones de rasgo interpretable y rasgo no interpretable, la clasificación de Categorías Funcionales Centrales (CFC) y las operaciones del Componente Computacional (C(HL)): Fusión (Merge), Concordancia (Agree) y Movimiento (Move). Nuestra hipótesis es que el rasgo de Caso nominativo es, en español, inherente e interpretable. En van Gelderen (1997) se propone que los rasgos interpretables no causan Movimiento visible, a diferencia de los rasgos-phi, no interpretables, propios de las CFC, como persona. Esto permitirá explicar por qué las estructuras como las mencionadas convergen solamente cuando la SDET sujeto aparece en posición post-verbal
Resumo:
En trabajos anteriores (Romero, 2008a y b, Alabart Lago, L., P. Díaz y G. Herrera, 2012, Alabart Lago, L. y Herrera, G., 2013) se intentó mostrar que el mecanismo interpretativo que propone la TR podría resultar adecuado como uno de los sistemas externos (también interpretativos) postulados por la GG, más precisamente, el sistema llamado CI. La relación que intentamos establecer tendrá en cuenta lo siguiente como marco teórico: a) En TR se afirma que la interpretación de un enunciado se deriva de las estructuras sintácticas, y esta derivación se realiza "en paralelo" con la derivación de estructuras llevada a cabo por las operaciones del componente sintáctico. b) En las últimas propuestas de la GG, extensiones y revisiones del PM propuesto en Chomsky (1995) no solo se dejan de lado los niveles de representación internos SP y ES sino también se considera prescindible la interfaz FL (Chomsky, 2005). Las estructuras generadas se transfieren a los sistemas externos en cuanto rasgos formales de las Categorías Funcionales son valorados. Mantendremos la noción de que el sistema computacional es relativamente irrestricto y que sus operaciones son condicionadas solo por Atracción y las llamadas "condiciones de legibilidad" impuestas por los sistemas externos, fundamentalmente el Principio de Interpretación Completa (PIC). c) Tendremos en cuenta la propuesta de Leonetti y Escandell Vidal (2004), que sostiene que las CCFF de la GG pueden considerarse equivalentes a las Categoría Procedimentales propuestas por la TR. En este sentido consideraremos válida la afirmación de Chomsky (1998) acerca de que las CCFF centrales (C, T, v y D) tienen propiedades semánticas. d) Otro factor que tendremos en cuenta es la noción de fase en la derivación, considerándola correcta en los términos expuestos en Chomsky (2001 y 2005) y Gallego (2007 y 2009), con ciertas modificaciones. Nuestra hipótesis puede resumirse en lo siguiente: Las operaciones de extracción de inferencias propuestas por TR se aplican durante la derivación sintáctica independientemente de que se haya transferido o no una fase. Es más, esperamos poder demostrar que algunos mecanismos inferenciales imponen ciertas condiciones que afectan a la valoración de los rasgos de las CCFF. Pretendemos también intentar mostrar que además de los núcleos de fase reconocidos, C y v, debe considerarse fase a SD, porque contiene rasgos específicos de cuyo cotejo y valoración se desprende el valor que recibirán otros rasgos en el curso de la derivación. Con estos fundamentos esperamos poder elaborar una descripción de cómo interactúan ambos sistemas en la derivación de una oración y la asignación (casi simultánea) de significado
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Partiendo de los estudios de la interfaz semántico-sintáctica de Ken Hale y Jay Keyser (1993, 1998) y Jaume Mateu i Fontanals (2000, 2002), asumimos que la estructura argumental determinante de la organización de la sintaxis oracional tiene su origen en constructos semánticos sintácticamente estructurados. Estos constructos definen relaciones configuracionales entre predicados primitivos y argumentos. Existe, por lo tanto, una relación de transparencia entre la semántica y la sintaxis, la cual permite definir el significado oracional en función tanto del contenido conceptual-intencional, opaco para la sintaxis, como del constructo semántico, transparente para la sintaxis. A diferencia de otras propuestas, que postulan un máximo de cuatro constructos semánticos básicos, como es el caso de Hale y Keyser, o de tres constructos semánticos básicos, como es el caso de Mateu i Fontanals, proponemos que la Gramática Universal define un máximo de sólo dos constructos semánticos básicos, uno espacial y uno causativo, los cuales, por recursividad, darían origen a todas las configuraciones sintácticas de cualquier lengua natural. En un sistema lingüístico como el de la Morfología Distribuida, los constructos semánticos así definidos formarían parte de una lista "A" presintáctica, conformada por morfemas abstractos, vg. sin matriz fonológica asociada, los cuales codifican tanto rasgos intencionales-funcionales de índole procedimental, vg. instrucciones sobre la asignación de referencia, como raíces semántico-conceptuales de índole nominal, vg. entidades conceptuales genéricas. Estos constructos, seleccionables por el sistema computacional, definen esqueletos configuracionales básicos que organizan el ensamble de los morfemas abstractos pertinentes a cada derivación. Este modelo, por lo tanto, define la conformación composicional de los apareamientos entre significado y forma, a partir de procesos computacionales previos a la inserción de las piezas de vocabulario. Ofrecemos evidencia morfosintáctica que probaría la pertinencia y la productividad de un sistema binario de constructos semánticos