41 resultados para Transición política
Resumo:
El Grupo Productivo nace en septiembre de 1999, con los primeros signos de la crisis del "modelo de la convertibilidad", como producto de la convergencia entre la Unión Industrial Argentina (UIA), la Cámara Argentina de la Construcción (CAC) y Confederaciones Rurales Argentinas (CRA). Estás entidades se separan del Grupo de los Ocho manifestando una fractura en la cúpula empresaria y se pronuncian críticamente con respecto al "proyecto financiero" y al desmantelamiento de la estructura productiva del país, como así también a favor de proteger el mercado interno, impulsar el compre nacional y retomar un "proyecto productivo". A partir de allí se inicia por parte de este actor un proceso de construcción de poder político e ideológico para poder dar las luchas por la hegemonía en Argentina, que entendemos resultaclave para entender la dinámica política y económica del período bajo estudio. La presente investigación constituye en principio una reconstrucción del recorrido de este nuevo actor hasta la asunción del Néstor Kirchner en mayo de 2003, que por su lugar determinante en los enfrentamientos hegemónicos y en la transición 2001-2002, nos permite profundizar el estudio de dicho proceso histórico-social: la crisis del proyecto financiero-neoliberal y el modelo de convertibilidad no sólo desde su aspecto económico, la constitución de fuerzas políticos sociales y de bloques de poder para determinar la "salida" a la crisis, la construcción del Movimiento Productivo Nacional, el desarrollo de las alianzas políticas y sociales, la pugna entre proyectos estratégicos, los intentos de construcción de hegemonía, la presidencia de Duhalde, la transición del 2002, la batalla electoral de abril de 2003 y alunas claves que caracterizarán el período de la posconvertibilidad
Resumo:
En la siguiente investigación analizamos uno de los aspectos menos conocidos de la historia rural bonaerense: los ejidos de los pueblos de campaña. Estos espacios se conformaron a medida que la colonización avanzaba, primero de manera espontánea y luego por iniciativa estatal, con el objetivo de asentar a los pobladores alrededor de los centros poblados y fomentar el cultivo. Así, a diferencia de otros espacios de colonización española, los ejidos constituyeron las áreas donde se establecieron los solares, las quintas y las chacras. La historiografía tradicional reparó muy poco en ellos y cuando lo hizo, fue desde una óptica que contraponía la primera parte del siglo XIX con la expansión posterior a Pavón. Dentro de esta lógica, los pueblos rurales fueron descriptos como espacios rudimentarios y sus habitantes casi no fueron tenidos en cuenta puesto que la mirada centrada en la "estancia" opacó cualquier interés sobre los labradores y pastores que habitaban en estos espacios. En contrapartida, el período posterior fue caracterizado como de despegue de la economía exportadora y desarrollo de las instituciones. Desde ese momento los poblados habrían cobrado nueva vida convirtiéndose en importantes núcleos de población incentivados por la llegada de la inmigración. Para desandar estos supuestos, estudiamos específicamente la historia del ejido de la Guardia de Luján (Mercedes) desde el momento en que se creó el fuerte hasta 1870. Cada uno de los capítulos se estructuró en torno a núcleos problemáticos generales que fueron abordados desde lo local: la propiedad, los labradores, el mercado de tierras, la estructura productiva y la construcción del estado. El estudio demuestra la imposibilidad de definir la estructura productiva de un partido completamente sin tener en cuenta a los ejidos puesto que se puede incurrir en generalizaciones erróneas. Además, el período abarcado y los temas seleccionados permitieron reconocer los cambios y continuidades que se produjeron en estos espacios durante la transición a la Argentina Moderna.
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Durante el último régimen autoritario el género de la historieta experimentó parcialmente desde una importante industria gráfica capitalina, una transformación de de sus temáticas y modos de representación denominada por un grupo de intelectuales "cultura del camuflaje". Este fenómeno confluyó en la transición a la democracia argentina, desde una corriente artística y editorial, y desde sus lectores, en la revista de historieta Fierro a fierro. La línea editorial de esta publicación se reservó un acuerdo tácito o no entre sus participantes, para no trabajar en sus contenidos hechos coyunturales. Pero la "representación del horror" vivido en dictadura y las obras indirectamente orientadas hacia los conflictos sociales y políticos de esos años, generaron tensiones y discusiones entre los lectores del medio, no tanto por las inclinaciones políticas sistémicas como por los modos de utilización del género y su idoneidad como disparador de tensiones sociopolíticas coyunturales. En torno al material coincidió una trayectoria editorial, por un lado, y trayectorias individuales de lectores con perfiles singulares y diversos. Estas experiencias yuxtapuestas solaparon entre sí una tradición lectora apelada editorialmente desde la revista, y tradiciones lectoras apeladas desde los lectores. Desde este lugar algunos lectores de Fierro a fierro produjeron representaciones y posicionamientos políticos subjetivos apoyados al menos desde tres factores diferenciables: a) desde la puesta plástica y los estilos artísticos, apelando a contenidos éticos orientados por el consumo de elementos netamente estéticos; b) desde las representaciones crípticas (o explícitas) plasmadas en las obras, referidas a los conflictos en revisión durante la transición hacia la democracia y a un terrorismo de Estado latente; y c) desde la idoneidad del uso de historietas para propiciar las tensiones invocadas. En este último aspecto se realizó un llamado de atención sobre la ética del Arte y la cualidad de su correspondencia con la política
Resumo:
Este breve texto se propone analizar la participación de los estudiantes universitarios durante la transición democrática en la Universidad Nacional de Córdoba, en particular en la Facultad de Filosofía y Humanidades. Se postula que se constituyó una conflictiva díada sobre la tensión entre los legados de los años setenta y la construcción de una república democrática que pretendía liderar el Partido Radical, a partir de la cual una no pudo definirse sin la otra y a partir de las cuales se definieron las formas de participación estudiantil
Resumo:
En este artículo la autora revisa los diferentes modos en que se pensó la relación de educación y democracia a lo largo de los años de régimen democrático que se inician en 1984. Con este fin, Guillermina Tiramonti considera tres períodos en los que esa relación se pensó desde parámetros totalmente diferentes. El primer período se caracteriza por una hegemonía política que se resuelve en la antinomia autoritarismo-democracia, dos términos con los que se delimita un pasado que se quiere abandonar y un futuro que se considera deseable. El segundo período es el de la reforma educativa, que tiene una impronta modernizadora definida en términos de cambio de la ingeniería organizativa del sistema educativo y de las subjetividades. Hay un tercer período al que la autora denomina "Después de los noventa" en virtud de la eficacia de la reestructuración producida en esa década, lo que le permite marcar el nuevo período, en el que la relación democracia y educación se define a la luz de las exigencias de la gobernabilidad. Finalmente se proponen algunas ideas para la reconstrucción de una agenda para la discusión y procesamiento en la esfera pública.
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El Grupo Productivo nace en septiembre de 1999, con los primeros signos de la crisis del "modelo de la convertibilidad", como producto de la convergencia entre la Unión Industrial Argentina (UIA), la Cámara Argentina de la Construcción (CAC) y Confederaciones Rurales Argentinas (CRA). Estás entidades se separan del Grupo de los Ocho manifestando una fractura en la cúpula empresaria y se pronuncian críticamente con respecto al "proyecto financiero" y al desmantelamiento de la estructura productiva del país, como así también a favor de proteger el mercado interno, impulsar el compre nacional y retomar un "proyecto productivo". A partir de allí se inicia por parte de este actor un proceso de construcción de poder político e ideológico para poder dar las luchas por la hegemonía en Argentina, que entendemos resultaclave para entender la dinámica política y económica del período bajo estudio. La presente investigación constituye en principio una reconstrucción del recorrido de este nuevo actor hasta la asunción del Néstor Kirchner en mayo de 2003, que por su lugar determinante en los enfrentamientos hegemónicos y en la transición 2001-2002, nos permite profundizar el estudio de dicho proceso histórico-social: la crisis del proyecto financiero-neoliberal y el modelo de convertibilidad no sólo desde su aspecto económico, la constitución de fuerzas políticos sociales y de bloques de poder para determinar la "salida" a la crisis, la construcción del Movimiento Productivo Nacional, el desarrollo de las alianzas políticas y sociales, la pugna entre proyectos estratégicos, los intentos de construcción de hegemonía, la presidencia de Duhalde, la transición del 2002, la batalla electoral de abril de 2003 y alunas claves que caracterizarán el período de la posconvertibilidad
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Este breve texto se propone analizar la participación de los estudiantes universitarios durante la transición democrática en la Universidad Nacional de Córdoba, en particular en la Facultad de Filosofía y Humanidades. Se postula que se constituyó una conflictiva díada sobre la tensión entre los legados de los años setenta y la construcción de una república democrática que pretendía liderar el Partido Radical, a partir de la cual una no pudo definirse sin la otra y a partir de las cuales se definieron las formas de participación estudiantil
Resumo:
En este artículo la autora revisa los diferentes modos en que se pensó la relación de educación y democracia a lo largo de los años de régimen democrático que se inician en 1984. Con este fin, Guillermina Tiramonti considera tres períodos en los que esa relación se pensó desde parámetros totalmente diferentes. El primer período se caracteriza por una hegemonía política que se resuelve en la antinomia autoritarismo-democracia, dos términos con los que se delimita un pasado que se quiere abandonar y un futuro que se considera deseable. El segundo período es el de la reforma educativa, que tiene una impronta modernizadora definida en términos de cambio de la ingeniería organizativa del sistema educativo y de las subjetividades. Hay un tercer período al que la autora denomina "Después de los noventa" en virtud de la eficacia de la reestructuración producida en esa década, lo que le permite marcar el nuevo período, en el que la relación democracia y educación se define a la luz de las exigencias de la gobernabilidad. Finalmente se proponen algunas ideas para la reconstrucción de una agenda para la discusión y procesamiento en la esfera pública.