86 resultados para Melancolia Psicanálise (Freud)
Resumo:
En la actualidad, son muchos los autores que se dedican a investigar las psicosis, tanto como la clÃnica psicoanalÃtica posible en este campo. La época de los alienistas supuestamente ya pasó. El psicoanálisis, desde Sigmund Freud, es uno de los discursos que sostiene el sujeto del sÃntoma, y, porque no decirlo, el sujeto de la locura. Tal discurso, en términos generales, da lugar al ser hablante, legitimando su palabra. La palabra del loco -subrayadas las diferencias entre locura y psicosis- se da a escuchar; y, nuevamente, interroga el lugar de aquél que en su escucha se propone a estar. Es a partir de este punto, que el presente escrito pretende avanzar. Para eso, hace falta retroceder y rescatar cierta intuición freudiana ante a las psicosis. Reconocemos que en el campo psicoanalÃtico aún persiste cierto modo de teorizar la psicosis que boicotea su propio avance: la psicosis muchas veces es leÃda desde el lugar de déficit. Pensamos que tal supuesto tiene como base la idea de que laestructura es una, y que es la de la neurosis. El contrapunto de la psicosis con la neurosis, por cierto tiempo, hizo consistir a las psicosis. Ciertamente cumplió una función, pero actualmente representa una suerte de traba al avance de la clÃnica de las psicosis. Necesitamos, cada vez más, profundizar en lo propio de la psicosis. Y, para eso, hace falta correrse del lugar de déficit. Freud, sostenido en su escucha clÃnica, interrogó los alienistas. Desde su postura investigativa y clÃnica, sostuvo el lugarde la psicosis, más allá de los lÃmites impuestos por su propio desarrollo teórico. Entonces, nos interesa seguir la intuición clÃnica de Freud, dejarnos llevar por sus inquietudes. ¿Qué función cumple el 'no analizable' de la psicosis en la obra de Freud? Entendemos que analizar el lugar que ocupa las psicosis en la obra de Freud es interrogar las posibles funciones de lo 'no analizable' en su desarrollo teórico; remarcando, a partir de ahÃ, las huellas de su intuición clÃnica en este particular campo. Si la neurosis es el objeto freudiano de estudio, ¿por qué el autor escribe tanto sobre las psicosis al desarrollar la constitución psÃquica del sujeto? ¿Qué busca Freud en las psicosis? Sostenemos que, por un lado, Freud le confiere a la psicosis el particular lugar de garante de la teorÃa psicoanalÃtica; y, por otro, denuncia, a partir de su escucha clÃnica, las huellas de cierta suposición de saber o posición subjetiva. Con relación al saber en la psicosis, a veces tal saber alcanza tamaña verdad que dialoga de igual a igual con el investigador. Buscaremos sostener tal lectura de la obra de Freud, en el campo de la psicosis, a partir del análisis de algunos textos freudianos, dedicados a la constitución psÃquica del sujeto. Entendemos que es un desafÃo avanzar en el campo de la psicosis sin remitirse al déficit. Un desafÃo que nos convoca diariamente en la clÃnica con estos sujetos; y que, por su complejidad, sostiene de modo particular el deseo del analista
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El presente trabajo se inscribe en un trabajo interno en el marco de la cátedra TeorÃa PsicoanalÃtica de la universidad Nacional de La Plata. En él nos proponemos realizar un recorrido por lo que S. Freud designó como 'ombligo del sueño' y el anudamiento de este punto de indecible, lÃmite a la interpretación, con los conceptos de deseo y pulsión, para lo cual nos vamos a servir de la respuesta que le da J. Lacan a una pregunta que le realiza Marcel Ritter. La propuesta será avanzar en primer lugar en una lectura del capÃtulo VII del texto La interpretación de los sueños que se orientará por la sugerencia freudiana de tratar a los sueños como una urdimbre, hacer entonces de este texto un tejido. 'La PsicologÃa de los procesos onÃricos' titula Freud a este capÃtulo; y en la introducción del mismo articula su 'proyecto' de trabajo: 'obtener o fundamentar, una inferencia acerca de la construcción y el modo de trabajo del instrumento anÃmico'. 'Proyecto' decimos porque al leer este capÃtulo encontramos las trazas de ese texto sofocado, con el que sin lugar a dudas conversa: El proyecto de PsicologÃa para neurólogos, al que tal vez podamos referirnos para esclarecer algunos puntos. 'Aun en los sueños mejor interpretados es preciso a menudo dejar un lugar en sombras, porque en la interpretación se observa que de ahà arranca una madeja de pensamientos onÃricos que no se dejan desenredar, pero que tampoco, han hecho otras contribuciones al contenido del sueño. Entonces ese es el ombligo del sueño, el lugar en que él se asienta en lo no conocido. Los pensamientos onÃricos con que nos topamos a raÃz de la interpretación tienen que permanecer sin clausura alguna y desbordar en todas las direcciones dentro de la enmarañada red de nuestro mundo de pensamientos. Y desde un lugar más espeso de ese tejido se eleva luego el deseo del sueño como el hongo de su micelio'. Avanzaremos tomando esta cita freudiana como punto de partida, para esclarecer este concepto oscuro y pocas veces referido por Freud, realizando un rodeo por los diferentes apartados del texto en el intento de situar el ombligo del sueño en este primer ordenamiento metapsicológico. En segundo lugar proponemos una lectura del concepto de ombligo del sueño a partir de la elaboración teórica de J. Lacan. En enero del año 1975 se lleva a cabo una jornada de trabajo en Estrasburgo, es en el marco de esa actividad que Marcel Ritter interviene realizando una aclaración sobre el término freudiano \'Das Unerkannte\', el cual es posible traducirlo como \'lo no-reconocido\', y que Freud lo articula al \'ombligo del sueño\'. Proponemos trabajar una pregunta que le hace M. Ritter a J. Lacan en el marco de esas jornadas. Proponemos descomponer esa pregunta y trabajarla en tres partes: 1 ? ¿en este no ? reconocido, podemos ver ahà lo real no simbolizado? 2 - ¿de qué real se trata, es lo real pulsional? 3- ¿qué relaciones hay entre éste real con el deseo, ya que Freud articula el ombligo del sueño con el deseo?
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Clarice Lispector, en su relato 'Onde estivestes de noite', produce con su divinidad andrógina El-ella y con sus seguidores un movimiento que aborda la sexualidad a partir de nuevos paradigmas y configura una escritura en que el hombre es retratado como un ser irremediablemente escindido entre naturaleza y cultura, entre deseo y razón. Esa dicotomÃa se extiende a otros personajes clariceanos aquà rescatados, cuya particular caracterización psicológica posibilita un análisis basado en los postulados psicoanalÃticos, a partir del texto Cinco lecciones de psicoanálisis de Sigmund Freud.
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De lo que se trata es de reflexionar sobre zonas de la práctica corporal que no se reflexiona, correrse del centro, romper con la tendencia centrÃpeta y trasladarse al lÃmite. En lo que respecta al cuerpo, el reflexionar sobre su práctica, sobre sus formas de percibir, de hacer y de decir, no puede hacerse de otra forma que involucrando el mismo en lo concreto y reflexionando sobre lo invisible de lo visible, lo oculto, lo no dicho, sobre lo sujetado y todo aquello que fue corrido del centro y se encuentra en los lÃmites subyaciendo la práctica. Este desplazamiento al lÃmite de la práctica permite cuestionar lo central (normas, códigos, hábitos), aquellas configuraciones de movimientos establecidas, aquello de lo que no podemos dar cuenta porque no sentimos que haya algo de lo cual dar cuenta. Asà el lÃmite se constituye como el espacio donde la naturalización de ciertas formas de acción pierde su consistencia, y parece hacerse tangible la transformación. Este posible cambio, producto de la lucha en los lÃmites, lo pensamos enmarcado en una práctica corporal concreta como el contac improvisación mediante un hacer disciplinado y una práctica caracterizada por cierta ascesis
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Este trabajo aborda crÃticamente los argumentos fundamentales de un sector de teorizaciones y prácticas psicoanalÃticas que han sido agrupadas bajo la denominación de "tradición hermenéutica", basándose en dos aspectos: primero, atendiendo a la distancia que dichos argumentos mantienen respecto de la propuesta original de Freud; segundo, analizando los supuestos y valores epistémicos que han orientado (explÃcita e implÃcitamente) a tales perspectivas. Posteriormente al abordaje crÃtico, se conjeturan argumentos tendientes a trascender o reenfocar algunos problemas metodológicos de la investigación y práctica psicoanalÃtica, tales como la conceptualización y formalización de la acción causal, la validación de las conjeturas (metapsicológicas y clÃnicas) y el lugar de las formalizaciones teóricas en la clÃnica
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Este trabajo forma parte de un recorrido de investigación que el autor realiza en el marco de una Beca otorgada por la SeCyT de U.N.L.P. Se analizan ciertos aspectos de la Estética Trascendental de Kant, especialmente lo referido a tiempo y espacio como condiciones a priori del conocimiento sensible. Luego se analizan algunas hipótesis de Freud sobre el origen del tiempo y su relación con el espacio. Por último, se intenta dilucidar la oposición existente entre las tesis de ambos autores. En CrÃtica de la razón pura Kant define la noción de a priori como un saber independiente de la experiencia; no de una experiencia concreta sino de la experiencia en general. El espacio y el tiempo son consideradas categorÃas que funcionan como la condición subjetiva de toda sensibilidad. El espacio es esencialmente uno y se concibe que el sujeto cognoscente no puede representarse ningún fenómeno en la no- espacialidad. Del mismo modo el tiempo no es un concepto empÃrico que se derive de una experiencia sino que es una representación necesaria que está a la base de todas las intuiciones. Si bien es posible representar la ausencia de fenómenos en un tiempo determinado, no es posible concebir la inexistencia del tiempo mismo. Para Kant, estas condiciones a priori de toda experiencia sensible no son individuales ni empÃricas sino que son trascendentales (universales y necesarias). Es por eso que lo que no aparece en el tiempo y en el espacio no es susceptible de ser conocido y no se puede decir que exista. Nada puede predicarse de la cosa-en-sÃ. Por otro lado, es necesario recordar la ubicación que Kant le dio a la PsicologÃa, negándole el estatuto de ciencia del alma. Siguiendo el supuesto de que la ciencia sólo puede fundarse en las matemáticas, Kant afirma que la PsicologÃa no puede ser una ciencia racional porque las matemáticas no logran ser aplicadas a los fenómenos de los que aquella se ocupa. Aplicación que solo puede realizarse para los fenómenos que cuentan con las dimensiones del espacio y el tiempo; y que se ve imposibilitada a los fenómenos psÃquicos porque ellos carecen, según Kant, de localización espacial. Freud realiza en diversos pasajes una referencia (no siempre explÃcita) al filósofo alemán. Mientras que en algunas referencias (las más tempranas cronológicamente) se advierte una importación de ciertas ideas kantianas, en otras (más tardÃas en la obra freudiana) se hace explÃcita una crÃtica a sus principales consideraciones gnoseológicas. Freud parte de dos hipótesis especÃficas que lo llevan a oponerse a la universalidad de las formas kantianas: una inherente a la espacialidad (no anatómica) de los fenómenos psÃquicos y otra sobre la atemporalidad de los procesos inconcientes. La espacialidad constante de los fenómenos psÃquicos es interdependiente de la temporalidad excitatoria. La apelación al supuesto auxiliar de una energÃa psÃquica es otra premisa central del argumento freudiano sobre el origen de las representaciones de tiempo y espacio. A partir de la lectura de los textos freudianos es posible esbozar la hipótesis de una fundamentación empirista respecto del origen de las categorÃas de tiempo y espacio consideradas
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El presente trabajo se enmarca en el Proyecto de investigación 'Lógica y alcance de las operaciones del analista según Freud: colegir (erraten), interpretar, construir', acreditado pro la Universidad Nacional de La Plata en el marco del Programa de Incevntivos del Ministerio de Educación de la Nación, y dirigido por el Dr. Carlos J. Escars. Cátedra de TeorÃa PsicoanalÃtica. Facultad de PsicologÃa, UNLP. La metodologÃa del mismo presentó dos etapas que se conjugaron en un segundo momento. En una primera instancia presentó la forma de un análisis y comparación de textos basado en un método argumentativo. Abordamos los escritos freudianos y notas de Strachey. En una segunda, analizamos publicaciones e investigaciones vigentes sobre las denominadas presentaciones y patologÃas de época. Finalmente arribamos a conclusiones que en el presente esbozaremos y que nos sitúa en esta doble vertiente indisociable en psicoanálisis: la vertiente epistémica y la vertiente terapéutica. Este trabajo se propone como objetivo situar algunos aspectos que hacen al estatuto lógico de los bordes del saber psicoanalÃtico, cernidos los mismos a partir de la brecha establecida entre intento de de formalización y aquello que se resiste a hacer sistema. Con tal propósito, apelamos a los escritos técnicos de Freud y nos ocuparemos de las apuestas freudianas por formalizar la técnica psicoanalÃtica, asà como también de los obstáculos clÃnicos que le impidieron la pretendida mecanización de la técnica. Proseguiremos con un rastreo de los usos que Freud le ha dado a 'lo actual'. Es este mismo significante, 'actual' el que aparece asociado a los lÃmites de la cura por la palabra asà como también a una de sus primeras organizaciones nosográficas. De este modo nos serviremos de la categorÃa de Neurosis Actuales para realizar un recorrido sobre aquello que allá por 1895 Freud habÃa situado una de las mayores momento. En una primera instancia presentó la forma de un análisis y comparación de textos basado en un método argumentativo. Abordamos los escritos freudianos y notas de Strachey. En una segunda, analizamos publicaciones e investigaciones vigentes sobre las denominadas presentaciones y patologÃas de época. Finalmente arribamos a conclusiones que en el presente esbozaremos y que nos sitúa en esta doble vertiente indisociable en psicoanálisis: la vertiente epistémica y la vertiente terapéutica. Este trabajo se propone como objetivo situar algunos aspectos que hacen al estatuto lógico de los bordes del saber psicoanalÃtico, cernidos los mismos a partir de la brecha establecida entre intento de de formalización y aquello que se resiste a hacer sistema. Con tal propósito, apelamos a los escritos técnicos de Freud y nos ocuparemos de las apuestas freudianas por formalizar la técnica psicoanalÃtica, asà como también de los obstáculos clÃnicos que le impidieron la pretendida mecanización de la técnica. Proseguiremos con un rastreo de los usos que Freud le ha dado a 'lo actual'. Es este mismo significante, 'actual' el que aparece asociado a los lÃmites de la cura por la palabra asà como también a una de sus primeras organizaciones nosográficas. De este modo nos serviremos de la categorÃa de Neurosis Actuales para realizar un recorrido sobre aquello que allá por 1895 Freud habÃa situado una de las mayores resistencias a la técnica psicoanalÃtica: lo no analizable, aquello que no se advenÃa al trabajo asociativo en transferencia. En nuestra actualidad, cien años después del planteo freudiano, nos encontramos con una apuesta similar: bajo el epÃgrafe de presentaciones actuales o de época se intenta formalizar aquello que se resiste a hacer sistema. A partir de la pregunta sobre la época esbozada por los analistas y sus intentos de respuesta, intentamos cernir el lugar lógico que el significante época (o actual) porta para el edificio teórico en psicoanálisis asà como su posible vinculación con la ausencia de saberes que oficien de garantes y orienten el hacer psicoanalÃtico. Epoca que tomada como categorÃa lógica pondrá en cuestión -al igual que el caso- el edificio teórico del psicoanálisis, y que conminará al analista a enfrentarse con lo incalculable/inclasificable de las presentaciones clÃnicas. De esta manera pareciera conformarse una dimensión de la experiencia analÃtica vinculada con la construcción colectiva de saberes. Experiencia diferente, pero no independiente de la configurada por la pregunta en transferencia, cuyos saberes se proponen que el psicoanálisis opere. Saberes, mecanismos y reglas técnicas que permitirán un cálculo posible, efecto mismo del intento de formalizar aquello que del caso por caso construye regularidad. Coordenadas del cálculo que, sin embargo, deberán dar lugar a lo incalculable. La teorÃa que orienta a la clÃnica psicoanalÃtica es derivada de las categorÃas diagnósticas de la clÃnica psiquiátrica. Tanto Freud como Lacan tienen como referencia dicha nosografÃa pero arriban a una teorÃa explicativa de lo que devendrá su propia clÃnica. Ahora bien, ¿cómo surge este saber sobre la clÃnica? Es de la clÃnica misma, de sus obstáculos bajo transferencia, que se elabora este saber determinado por la estructura de la experiencia analÃtica. Se vuelve asà indisociable en el psicoanálisis, como plantea Colette Soler (2003-2004), la vertiente epistémica de la vertiente terapéutica: mediante la exploración del inconsciente, de los significantes, deseos y palabras que por él circulan, se obtienen modificaciones, se curan los sÃntomas. Intentaremos en este trabajo abordar aquello que se resiste a ser sistematizado de la técnica asà como las dificultades que las 'patologÃas actuales' representan para la misma
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Este trabajo constituye una presentación del trabajo iniciado como Becaria de Perfeccionamiento en Investigación de la Universidad Nacional de La Plata bajo la dirección del Profesor Carlos J. Escars. Objetivos: Nuestra propuesta busca analizar las formas de presentación de losfenómenos denominados 'intentos de suicidio', en tanto consideramos que constituyen una problemática compleja cuyo estudio que reviste pleno interés. EspecÃficamente, nuestro proyecto de investigación busca indagar la forma de presentación de los intentos desuicidio en sujetos adultos pertenecientes a la ciudad de La Plata a fin de conocer el modo en que dicha problemática se organiza psÃquicamente, haciendo hincapié en la dimensión psicopatológica que se visibiliza desde una mirada psicoanalÃtica. Marco teórico: Desde elpsicoanálisis, se intenta dar cuenta de la motivación inconciente de los impulsos suicidas que, retomando a Sigmund Freud, podemos pensar que se hallarÃa en el retorno de las pulsiones hostiles hacia la propia persona. El énfasis de nuestro proyecto por lo tanto no está puesto en la descripción de los métodos de autoagresión utilizados ni en la incidencia por género ni en la formulación de probables acciones preventivas. Este tipo de análisis, si bien fructÃfero y necesario, no nos permite rescatar la singularidad, aquello que no hace serie dentro de un fenómeno que no cesa de no sistematizarse bajo una uniformidad. Plan de Actividades: A fin de ajustar nuestras herramientas conceptuales a la particularidad del objeto de estudio, se efectúa una revisión bibliográfica especÃfica delimitada en función de un marco teórico referencial de perspectiva psicoanalÃtica. Luego, se establece contacto con las instituciones de salud pública de la zona de La Plata donde se llevará a cabo el trabajo de campo a fin de ajustar la modalidad de nuestra intervención en los mismos, realizando un primer acercamiento que permita observar las caracterÃsticas de la población consultante y la plausibilidad de nuestra intervención. En función de este primer análisis, se diseña una guÃa de preguntas que oriente la realización de entrevistas a los sujetos que cumplan con el criterio de inclusión que se detalla en el apartado metodológico, y posteriormente se procederá a integrar y elaborar la información recogida, en base al análisis de los elementos discursivos presentes. MetodologÃa: El presente proyecto posee un diseño de tipo cualitativo, en el cual consideramos debe haber una relación dialéctica entre aquello de lo que dispone el investigador como acervo teórico referencial y aquello que puedan aportar los sujetos a quienes pretende abordar como objeto de conocimiento. Por esta razón, el instrumento de recolección de datos que se elaborará será una GuÃa de preguntas en base a las cuales se llevarán a cabo Entrevistas en profundidad que brindarán el material a ser analizado y articulado con nuestro marco conceptual. La población entrevistada estará compuesta por sujetos de ambos sexos entre 25 y 60 años que sean hospitalizados bajo el diagnóstico de 'intento de suicidio' o 'intento de autoeliminación'. Resultados esperados: Dentro de las perspectivas que esgrimimos para el presente proyecto, se destaca la idea de construir una vÃa para pensar estrategias que brinden la posibilidad de dar espacio a quienes atraviesan esta circunstancia particular, dando espacio a la palabra como modo de promover una toma de responsabilidad subjetiva. A su vez, en el marco de nuestras actividades se intentará elaborar una sÃntesis que permita realizar cierta contribución a las instituciones implicadas y sus miembros, a través de la realización de actividades de formación información sobre la problemática. Conclusiones: Si bien este trabajo se limita a plasmar los inicios de un trabajo de investigación, algo que se deja entrever a través de la bibliografÃa consultada, es que el denominador común de los suicidios efectivizados -sobre los que lógicamente ya no se puede intervenir- es la existencia de intentos de suicidio previos, de allà la creciente relevancia otorgada al estudio de los intentos de suicidio no sólo considerados en su negatividad (como 'suicidios no logrados'). Lo cual corrobora provisoriamente la hipótesis implÃcita en nuestro recorte del objeto de estudio, limitándonos al análisis de los intentos de suicidio en su especificidad
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Este trabajo se propone realizar un recorrido histórico sobre los inicios del Hospital San Roque, actual Hospital Ramos MejÃa. La metodologÃa consistente en el relevamiento, sistematización y contextualización de fuentes primarias nos permiten dar cuenta de la labor de los Dres. José MarÃa Ramos MejÃa y José Ingenieros en el ámbito hospitalario. En este recorrido histórico se pueden ubicar tres momentos clave en relación a la construcción edilicia del hospital. En el año 1869 comenzó a funcionar el Lazareto San Roque en los Corrales de Miserere. En 1883 tras sus reformas se nombró Hospital San Roque; finalmente en 1914 -año en que muere José MarÃa Ramos MejÃa- se denominó Hospital General de Agudos José M. Ramos MejÃa. En 1904 José Ingenieros fue nombrado médico agregado de las salas 5 y 6 correspondientes a las Enfermedades nerviosas, ambas salas inauguradas y dirigidas por el Dr. José M. Ramos MejÃa. Será a través de este último que José Ingenieros irá adquiriendo un saber tanto práctico como teórico respecto de la clÃnica con la histeria. En el marco institucional de este Hospital y ese mismo año, José Ingenieros escribe su libro Los accidentes histéricos y las sugestiones terapéuticas.Quince años después el libro cambia de nombre y aparece una generosa referencia a Freud entre las 'actuales interpretaciones' de la histeria. Se puede considerar esto último como un aporte a la introducción de la teorÃa freudiana en Argentina. A su vez, a través del análisis de las fuentes primarias nos ponemos en contacto con el modo de llevar a cabo la praxis de José Ingenieros en un ámbito institucional como es el hospital público. Gracias a la publicación de numerosos casos clÃnicos realizada por el autor, podemos dar cuenta de cómo aparece su posición teórica articulada a la práctica, como asà también lo referido a los diagnósticos y tratamientos realizados. Su praxis en el hospital lo llevó a proponer, por primera vez en nuestro paÃs, la apertura de consultorios externos en instituciones públicas para el tratamiento hospitalario de neurastenias, histerias y otras enfermedades mentales que no requerÃan internación. Cabe señalar que ya el Dr. Ramos MejÃa habÃa promovido la instalación de consultorios externos en el Hospital San Roque, sólo que destinados a otras especialidades como otorrinolaringologÃa y enfermedades de la piel, entre otros. Efectivamente, Ingenieros ya habÃa comenzado a atender a sus pacientes, cuyo padecimiento tenÃa causa psÃquica, ambulatoriamente. Esto se encuentra en sintonÃa con las polÃticas de un Hospital de Agudos. Debido a la creación de la Universidad de Buenos Aires, los hospitales comenzaron a alojar a estudiantes y jóvenes profesionales, siendo el San Roque el primer Hospital Asociado a la Facultad de Medicina. Siguiendo este lineamiento, Ingenieros fue un defensor de la idea de que el hospital público servÃa para la práctica y la enseñanza. Esta cuestión pudo estar influenciada por la experiencia que tuvo junto a Horacio Piñero quien -ya siendo titular de la cátedra de PsicologÃa Experimental- presentó ante su alumnado a una paciente que Ingenieros trataba en el Hospital San Roque
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Raúl Sciarretta formó, en sus grupos de estudio, a distintas generaciones de intelectuales del paÃs. El testimonio de muchos psicólogos y psicoanalistas que asistieron a sus cursos -fundamentalmente a partir de la década del '70- impulsó el interroganteacerca de la participación e incidencia de este intelectual en la historia del 'campo psi' argentino. El presente trabajo pretende ser una contribución en ese sentido. Tendrá por objetivo analizar y contextualizar sus enseñanzas durante la década del '70, momento en el cual sus cursos estarán orientados al estudio del psicoanálisis a través de una aproximación epistemológica. De la sistematización de los datos recopilados en artÃculos y entrevistas pudo establecerse que la actividad de enseñanza de Sciarretta se desarrolló fundamentalmente en grupos de estudio privados a partir la década del '60 y hasta su muerte, en 1999. La temática especifica de sus cursos ira modificándose a lo largo de estos años, desde el abordaje de contenidos filosóficos en la década del '60- en el cual, entre otras cuestiones, se destacarán sobre todo sus cursos sobre 'El Capital' de Marx- hasta sus enseñanzas sobre psicoanálisis lacaniano que comienzan a fines de los '70 y continuarán durante la década del '80 y '90, dictando además, conferencias y seminarios sobre el tema, en Francia, España y Brasil. Entre estos dos momentos se sitúa el perÃodo de estudio abordado en el presente trabajo, sus cursos sobre 'epistemologÃa del psicoanálisis' caracterizarán esta época. Su lectura epistemológica de la obra freudiana llegará a distintas partes del paÃs influyendo, de este modo, en la formación de una gran cantidad de psicólogos y psicoanalistas. Tal es asà que, para principios de la década del '70, esta lectura de Freud, no solo será trabajada al interior de sus grupos de estudio en Buenos Aires, sino que además será abordada en cursos especÃficos que dictará en diferentes lugares, como Rosario, Córdoba y Tucumán. Esta extensión de sus enseñanzas estará Ãntimamente vinculada al momento que atravesaba el psicoanálisis a nivel local, particularmente a la crisis de las categorÃas teóricas, institucionales y polÃticas que habÃan sostenido las condiciones de difusión y desarrollo del psicoanálisis hasta el momento. De hecho Sciarretta participó del movimiento que llevarÃa a la ruptura de la APA, y sus enseñanzas no serán ajenas a ese cuestionamiento. Es asà que, a partir de la recopilación y análisis de datos relativos a este momento de su enseñanza y del estudio de las desgrabaciones mecanografiadas de sus clases dictadas en Buenos Aires entre 1970 y 1971, se pudieron reconstruir los objetivos, la significación y los efectos que producirá su 'epistemologÃa del psicoanálisis' y que serán desarrollados en el presente trabajo. Se verá que este contexto Sciarretta realizaba una lectura epistemológica de la obra freudiana desde Bachelard, Althusser y Marx, que ponÃa en cuestión el psicoanálisis de la época y, fiel a su estilo, abrÃa la posibilidad de una lectura constructiva, que permitiera producir a partir de lo leÃdo. Asà mismo ya en estos cursos comenzaba a trabajar las enseñanzas de Lacan vÃa Althusser, anticipando, por un lado, el rumbo que tomarán sus cursos en los años siguientes, pero fundamentalmente introduciendo, ya para esta época, a muchos psicoanalistas en la teorÃa lacaniana que algunos años después será preponderante en nuestro paÃs
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Enmarcado en el proyecto de investigación, acreditado por la Universidad Nacional de La Plata, 'Lógica y alcance de las operaciones del analista según Freud: Colegir (erraten), interpretar, construir', el presente trabajo tiene por objeto contribuir a la delimitación conceptual del colegir freudiano. A estos fines, se procederá a indagar el campo de las inferencias, sosteniendo la perspectiva de que aquello que Freud designa bajo la forma verbal alemana 'zu erraten' consiste en un tal proceso inferencial, si bien en uno de particular operatoria. Intentar pensar en esta modalidad de accionar desde la lógica silogÃstica clásica deriva necesariamente en un callejón sin salida, en tanto el psicoanálisis en su dimensión epistémica nos enfrenta con aquello que escapa a toda posibilidad de ser aprehendido de modo directo a partir de la experiencia, y hace necesario un salto hacia lo únicamente conjeturable (ni pasible de ser deducido a partir de premisas preexistentes, ni generalizable desde casos particulares por vÃa inductiva). Esta dificultad nos encaminará a explorar especialmente el aporte de Peirce con su inferencia abductiva, por cuanto permitirÃa despejar el camino emprendido por Freud en su modo de hipotetizar. La virtud de la abducción como modalidad de razonamiento reside, a nuestro entender, en su dimensión innovadora, que brinda la posibilidad de recortar una parcela de la experiencia que adquiere a partir de ese movimiento inaugural el estatuto de indicio. En este mismo movimiento, la abducción permite apreciar aquella dimensión susceptible de designarse como singular, que resulta intransferible de una experiencia a otra. La novedad peirceana abona, en este sentido, el camino de la legitimidad de lo singular, inexorable al psicoanálisis. Consideramos que no es sino hacia allà que se dirige Freud en su intento por circunscribir y hacer inteligibles aquellos retoños de lo psÃquico inconciente, que le permitan colegir (conjeturar) la lógica que se encuentra determinándolos. Posteriormente, y a partir del diálogo emprendido entre el colegir freudiano y la abducción peirceana, procederemos a situar en Freud tres momentos de la postulación de la hipótesis del inconciente, a partir de la lectura de algunas indicaciones presentes en los artÃculos 'El método psicoanalÃtico de Freud' de 1904, 'Nota sobre el concepto de inconciente en psicoanálisis' de 1912 y 'Lo inconciente' de 1915. Observaremos allà el movimiento que el autor hace en su postulación de la existencia de actos que burlan la lógica del pensamiento conciente, no obstante prescindiendo de los cuales se produce una indudable pérdida de coherencia y sentido en la comprensión de la vida psÃquica de los seres humanos. Es decir, exploraremos en tres momentos de la obra freudiana, la justificación y formalización progresiva de esta hipótesis medular. Para concluir, presentaremos algunos interrogantes que, a partir de lo trabajado, nos permiten comenzar a delinear una interesante articulación con la cuestión de la temporalidad en psicoanálisis. Creemos discernir allÃ, a partir de algunas apreciaciones de Lacan, una preocupación permanente respecto del tratamiento del tiempo del inconciente, cuestión que se liga directamente a la pautación de los tiempos de la intervención del analista y a la cuestión del actoanalÃtico
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Según Carlo Ginzburg la Recherche de Proust se rige por el mismo paradigma indiciario que encuentra en las prácticas detectivescas de Sherlock Holmes, en los análisis de pinturas de Morelli, en la interpretación de los sueños de Freud. En todos ellos se da particular relevancia a las huellas, fragmentos, sÃntomas, Ãndices, pues el descubrimiento de la verdad consiste en su lectura e interpretación. Pero en la novela proustiana los indicios se multiplican y contradicen, las lecturas son variables, las interpretaciones difieren entre sà y se superponen unas a otras. Asà el significado de la luz en la ventana de Odette, del gesto de Gilberta, del movimiento de la mano de duquesa de Guermantes, de la expresión de Albertina, del ademán de Charlus serán motivo de innumerables reflexiones e intentos de develamiento. De ahà que el estudio casi obsesivo de detalles y huellas no conduce a la verdad sino al equÃvoco, al mayor desconcierto, a la incertidumbre. De esta manera dentro de las polémicas ficcionales que Proust desarrolla en la Recherche, se encuentra esta que concierne especÃficamente a la interpretación y la crÃtica: la impugnación ficcional del paradigma indiciario.
Resumo:
El presente trabajo se abocara a estudiar la trasnferencia como fenómeno y la operación del analista en esta, ya que la dirección de la cura se hace en transferencia. Freud se fue encontrando en su experiencia clÃnica con la transferencia como una herramienta de la cura para determinar desde donde es demandado y escuchado el analista, desde donde es incluido en el conflicto neurótico. Al principio, se le atribuye a Freud operar desde un lugar de amo que paulatinamente revela el surgimiento del deseo del analista, noción que tendra que esperar a Lacan para su conceptualización. AsÃ, Freud concibo a la transferencia como repetición, resistencia y motor de la cura, ontraindicando se intervenga por la vertiente sugestiva que también esta presente en la transferencia.Posteriormente, se necesitara del retorno de Lacan a la obra freudiana para que esta orientación sea nuevamente interrogada y el concepto de transferencia recupere su estatuto original. Lacan sitúa la transferencia al nivel de la estrategia ya que todo acto del analista tiene efecto por la posición que éste ocupa como lugar simbólico, es decir, en dependencia con el fantasma del analizante. Entonces, el analista dirige la cura, operando desde el lugar que ocupa, pero no al paciente. Dirigir la cura supone aplicar la regla fundamental de libre asociación, aunque ésta no lo es tanto ya que esta sujeta al deseo del analista. AsÃ, el lugar que ocupe el analista como soporte de la transferencia esta fundado en el deseo del analista, es decir, en su ética. Es objetivo de esta propuesta determinar cual es la ética y, por ende, el deseo desde el cual opera el analista en la cura, en tanto nos permitira delimitar la dirección que tomara ésta y los posibles destinos de un sujeto intervenido, en un dispositivo donde la transferencia y el uso que de ella se hace, constituye una pieza clave. Para esto se establecera una distinción entre dos tipos de respuesta posibles a la demanda de análisis de un sujeto: - Algunos posfreudianos que afirmaron que el yo se encuentra debilitado por el conflicto y el analista debe acudir en auxilio de este yo, por lo tanto la acción debe orientarse hacia la realización de una reeducación emocional, lo que implicarÃa atribuirse, el propio terapeuta, un saber sobre lo que es mejor para el otro. El terapeuta resultarÃa funcional con la ética que rige el malestar en la cultura, conduciendo al malestar del deseo a través de su renuncia. - Por otro lado, Lacan que articulando la vertiente simbólica de la cadena significante con el goce del objeto a través del amor de transferencia posibilitara al analista operar sobre lo real a través de lo simbólico.De este modo, el analista opera desde el lugar que le da la transferencia del analizante, estando sostenida su presencia por el Otro simbólico del paciente. Como agalma puede captar el deseo del sujeto prestándose para cumplir esta función, sabiendo que enmascara el objeto que esta en causa para el analizante. Si esta operando el deseo del analista, el analizante podra localizar su deseo a partir de la falta de su signo en el Otro. En este caso, la ética en juego es una ética del deseo: el psicoanálisis se orienta del malestar al saber hacer con el sÃntoma, pasando por el deseo. Concluyendo, estas dos respuestas conducen hacia destinos con efectoscontrapuestos en la vida de un sujeto. Ambas derivaron de la lectura de la obra freudiana: una que perdió el sentido de su descubrimiento, otra que lo retomo. Entonces, la distinción radical que realiza el psicoanálisis entre el Otro del significante y el objeto a, obstaculiza toda posibilidad de asentar el dispositivo analÃtico en unacomunicación interpersonal. La identificación que favorece toda comunicación interpersonal es desalentada por el deseo del analista como función que empuja a la posición deseante, al más allá del amor de transferencia, donde el analista ofrece su presencia para que el objeto a adquiera su posición de semblante y reconduzca a la pulsión, posibilitando que el analizante pueda encontrarse con sus puntos de goce y hacer de ellos otra cosa que le implique menos sufrimiento. Que el analizante pueda encontrarse con que la falta es estructural e inherente a todo sujeto del lenguaje
Resumo:
El presente trabajo es producto de una serie de entrevistas y estudio bibliográfico realizado en el marco del Proyecto de Investigación Historias de la PsicologÃa y el Psicoanálisis en La Plata (1946 - 1990), de la Cátedra Corrientes Actuales en PsicologÃa. El objetivo es indagar el modo en que la teorÃa psicoanalÃtica de Jacques Lacan se implanta y comienza a desarrollarse en nuestra ciudad. La metodologÃa utilizada ha sido la realización de entrevistas, estudio de textos y relevamiento de archivos. En este trabajo se sostiene como hipótesis el establecimiento de dos niveles de análisis para una historia de la implantación del psicoanálisis francés en la ciudad de La Plata. El primer nivel es teórico - clÃnico y el otro nivel, institucional, refiere a la creación de Instituciones PsicoanalÃticas y su incidencia en el movimiento psicoanalÃtico local. En términos teórico - clÃnicos las primeras lecturas de Lacan se ubican en una dimensión que es necesariamente dialógica con otras disciplinas, como la antropologÃa estructural (Lèvi - Strauss, C.1958), los desarrollos en lingüÃstica (Saussure, F. 1916; Jakobson, R. 1963) y la epistemologÃa francesa (Bachelard, G., 1938) pero no sólo hay un nivel teórico, sino que éste está necesariamente articulado con la clÃnica. En este nivel, hay un pasaje del kleinismo al lacanismo, pasaje que se opera a partir de los obstáculos que la clÃnica kleiniana ofrecÃa, el problema en los marcos teórico - clÃnicos de ese momento era el de la traslación de la clÃnica kleiniana a la clÃnica de adultos y de la relación imaginaria del analista con el analizante, uno de los problemas de esta clÃnica es el desplazamiento del concepto de castración al de frustración. En 1979, en el marco de las insuficiencias de la clÃnica kleiniana, el impacto del estructuralismo y del movimiento antipsiquiátrico se crea la primer institución psicoanalÃtica lacaniana de La Plata: La Escuela Sigmund Freud. Entre sus fundadores e integrantes estaban: Alberto Franco, July Meroff, José Matusevich, Gustavo Carranza. Las conferencias que se dictaron ese año fueron: El deseo inconciente, cuestión esencial del psicoanálisis a cargo de Raúl Sciarretta; Por qué Lacan? de Juan Carlos Indart; Retorno a Freud Rolando Karothy; La reconstrucción y el chamán Roberto Harari. A lo largo de 1979 se desarrollaron las conferencias, en 1980 comenzaron los cursos. Esta Escuela estaba estructurada en un plan de estudio de tres años, asistÃa un invitado por mes: Franco, A.; Sciarretta, R.; Indart, J. C. estaba en el eje de la Escuela Freudiana de Buenos Aires. Es de destacar que la lectura tanto de Freud, como de Lacan nunca es pura, sino tamizada en función de otros autores y referencias. El Psicoanálisis francés en La Plata es interpretado desde diferentes vÃas de recepción. El Psicoanálisis francés comienza a leerse en un ámbito no académico y esto está enmarcado por coordenadas históricas, hay lecturas alternativas, comienza la época de los grupos de estudio, la creación de instituciones, nuevos autores y editoriales. Comienza un Psicoanálisis no ortodoxo, no inglés sino francés: el Psicoanálisis de Jacques Lacan, lecturas de gran repercusión tanto en la Historia del Psicoanálisis local como en sus aplicaciones clÃnicas