17 resultados para Vida espiritual-Iglesia Católica


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La ponencia comparará la construcción de lo trascendente en el sujeto religioso a partir del catolicismo integral y militante del Vicario General de la Armada Argentina (desde 1926 hasta 1940) Monseñor Dionisio Napal y el catolicismo penetrado por el justicialismo cristiano del Padre Hernán Benítez, jesuita y confesor de Eva Duarte de Perón. Ya no será la Iglesia la mediadora en la construcción de lo trascendente, como predica Dionisio Napal en su vasta producción literaria sino que la tercera posición del justicialismo cristiano, desarrollada por Hernán Benítez, y "el pueblo" serán los elementos constitutivos de esta construcción de lo trascendente. Es por ello que para Hernán Benítez la verdadera Iglesia es aquella que se "obreriza", se hace "pueblo", compartiendo "con" y no tan solo "junto a" las limitaciones materiales y las virtudes antes citadas. Hay una crítica profunda en Benítez a la Iglesia de Napal, jerárquica, preocupada caritativamente por los pobres, organizadora de los Círculos Obreros pero sin tomar acciones de fondo para revertir las razones socioestructurales de las desigualdades. Lo trascendente en Napal es espiritual, separando la Iglesia terrenal y militante, de la Iglesia victoriosa espiritual, reivindicada en un futuro escatológico por Dios, mientras que en Benítez, la trascendencia es histórica, política y no hay una construcción dicotómica, la Iglesia espiritual e histórica es una sola. En Napal, el católico es el depositario de lo eterno y la Iglesia Católica proporciona el fundamento dogmático de la construcción de lo trascendente, en cambio en Benítez, el pueblo es el depositario de lo eterno y el justicialismo cristiano es el heredero e intérprete histórico de la prédica en los evangelios

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La ponencia comparará la construcción de lo trascendente en el sujeto religioso a partir del catolicismo integral y militante del Vicario General de la Armada Argentina (desde 1926 hasta 1940) Monseñor Dionisio Napal y el catolicismo penetrado por el justicialismo cristiano del Padre Hernán Benítez, jesuita y confesor de Eva Duarte de Perón. Ya no será la Iglesia la mediadora en la construcción de lo trascendente, como predica Dionisio Napal en su vasta producción literaria sino que la tercera posición del justicialismo cristiano, desarrollada por Hernán Benítez, y "el pueblo" serán los elementos constitutivos de esta construcción de lo trascendente. Es por ello que para Hernán Benítez la verdadera Iglesia es aquella que se "obreriza", se hace "pueblo", compartiendo "con" y no tan solo "junto a" las limitaciones materiales y las virtudes antes citadas. Hay una crítica profunda en Benítez a la Iglesia de Napal, jerárquica, preocupada caritativamente por los pobres, organizadora de los Círculos Obreros pero sin tomar acciones de fondo para revertir las razones socioestructurales de las desigualdades. Lo trascendente en Napal es espiritual, separando la Iglesia terrenal y militante, de la Iglesia victoriosa espiritual, reivindicada en un futuro escatológico por Dios, mientras que en Benítez, la trascendencia es histórica, política y no hay una construcción dicotómica, la Iglesia espiritual e histórica es una sola. En Napal, el católico es el depositario de lo eterno y la Iglesia Católica proporciona el fundamento dogmático de la construcción de lo trascendente, en cambio en Benítez, el pueblo es el depositario de lo eterno y el justicialismo cristiano es el heredero e intérprete histórico de la prédica en los evangelios