23 resultados para Consumo cultural
Resumo:
A partir de un discurso anclado en la necesidad de modernización cultural e institucional, el campo letrado de la primera mitad del siglo XIX establece nuevas formas de intervención pública en procura de captar (y mediar con) los diversos intereses del público lector. Las nuevas promociones letradas intentan llevar adelante esa tarea en los intersticios dejados por la prensa política y doctrinaria, reformulando su relación con el espacio público, y apelando a una serie de géneros menores (crónicas de moda, artículos satíricos, relatos de costumbres) que dialogan con las formas emergentes del mercado, la lógica del consumo, los temas "banales", etc. Ese nuevo emplazamiento permite revisar los modos en que la élite letrada diagramó sus proyectos literarios, culturales y políticos en el marco de las publicaciones periódicas de la primera mitad del siglo XIX.
Resumo:
En la actualidad, el cuerpo adquiere una especial centralidad, pues es a la vez uno de los espacios privilegiados del consumo y uno de los objetos más frecuentemente mercantilizados. Ciertas actividades que se propone de forma comercial, plantean relaciones con el cuerpo dementes, se presenta como deseable un modelo de cuerpo inalcanzable, la educación física debería ofrecer el equilibrio y encuentro con ellas, pero no lo hace, ya que quienes participan de clases expresan que la realizan con fines estéticos y de salud para con el cuerpo. Se impone un estilo de vida cuya dinámica parece consistir en una lucha permanente contra el propio cuerpo, en donde la educación física forma parte de esta regulación corporal tallando cuerpos formas, no respetando las diversidades de usos y sensibilidades corporales. Hablar de este cuerpo forma impuesto por los sectores hegemónicos es negar el multifacetismo del cuerpo de las prácticas.
Resumo:
Esta exposición está sustentada en un trabajo práctico realizado para el seminario de Educación Corporal de la maestría que lleva el mismo nombre. Su origen surge de la construcción de un nuevo análisis del cuerpo en función de un paradigma distinto. Ya no es sólo el cuerpo de las ciencias biológicas sino el cuerpo en las ciencias sociales. Un cuerpo significado y atravesado por los cambios culturales y sociales. Un cuerpo como receptor de los dispositivos de regulación y control social. Un cuerpo no apreciado únicamente como un conjunto de "carne y hueso " sino un cuerpo que siente , piensa y actúa en forma integrada .Que se emociona , imagina y crea. Una visión más amplia y humanizada del cuerpo de cada sujeto. La intención de esta presentación es poder analizar y reflexionar sobre la irrupción de las lógicas comerciales orientadas a sacar provecho del cuerpo, apelando a mensajes mediáticos que son aceptados por un sector de la sociedad. Se estudiará lo que sucede con los gimnasios y los discursos naturalizados en relación a esta actividad. Se focalizará la temática en la tensión existente entre el cuerpo y la lógica del mercado.
Resumo:
La aparición de los nuevos dispositivos de información y comunicación ha modificado por completo el consumo de mercancías en las sociedades globales. Sin embargo, la sociología contemporánea no encuentra un lenguaje adecuado para referir a esta nueva dimensión del objeto, más que reproducir los motivos tradicionales con los que piensa la apropiación.En este sentido, la obra de Wolfgang Fritz Haug constituye un aporte original para pensar el consumo de mercancías en clave cultural. El objetivo del trabajo consiste en focalizar la dimensión estética, en diálogo con la lectura benjaminiana, para indagar sobre el carácter singular del diseño de los dispositivos tecnológicos en el umbral de la reproductibilidad digital. El desarrollo de una estética mercantil más o menos uniformeilumina el proceso de intercambio desde una perspectiva cultural
Resumo:
A partir de un discurso anclado en la necesidad de modernización cultural e institucional, el campo letrado de la primera mitad del siglo XIX establece nuevas formas de intervención pública en procura de captar (y mediar con) los diversos intereses del público lector. Las nuevas promociones letradas intentan llevar adelante esa tarea en los intersticios dejados por la prensa política y doctrinaria, reformulando su relación con el espacio público, y apelando a una serie de géneros menores (crónicas de moda, artículos satíricos, relatos de costumbres) que dialogan con las formas emergentes del mercado, la lógica del consumo, los temas "banales", etc. Ese nuevo emplazamiento permite revisar los modos en que la élite letrada diagramó sus proyectos literarios, culturales y políticos en el marco de las publicaciones periódicas de la primera mitad del siglo XIX.
Resumo:
En los últimos tiempos el sujeto ha venido padeciendo transformaciones en su misma constitución social, en particular en lo que hace a la dimensión temporal, conjuntamente con el desarrollo progresivo de nuevas tecnologías en lo laboral y cultural. El horizonte temporal, anteriormente dominio del sujeto, parece ser invadido por el mundo objetual, el tiempo de lo real posmoderno está ahora contenido en los objetos, las mercancías, las "nuevas tecnologías". Por eso es posible otra vinculación del sujeto con la historia, mediada ahora por el mercado. El consumo de "mercancías tecnológicas" como modo de participación en las nuevas realidades ha llevado a la consagración de su valor simbólico, por ser capaces de transportar las nuevas coordenadas tempoespaciales sobre las que se asientan las nuevas realidades. El mundo mediático se ha hecho eco de esas transformaciones y por eso nos encontramos en él con una nueva construcción de la verdad. Siendo la TV el medio más popular de comunicación, el funcionamiento de la ideología dominante posmoderna se deja ver en la generación de verdades aparentemente objetivas en torno a este salto que parece dar la temporalidad desde el sujeto a los objetos. De modo tal que el consumo de TV significará una opción real de vinculación con las realidades simbólicas de la posmodernidad para los sectores cuyo ingreso no les permite acceder al mercado de consumo e incorporarse de modo orgánico a la dinámica de constitución subjetiva contemporánea desde el mercado de consumo. Esto genera interrogantes también hacia lo político, pues los espacios para generar política como cambio, por fuera de lo administrativo, requieren un contacto diferente con la tecnología y los objetos en lo cual el arte parece cargar un significativo potencial
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En los últimos tiempos el sujeto ha venido padeciendo transformaciones en su misma constitución social, en particular en lo que hace a la dimensión temporal, conjuntamente con el desarrollo progresivo de nuevas tecnologías en lo laboral y cultural. El horizonte temporal, anteriormente dominio del sujeto, parece ser invadido por el mundo objetual, el tiempo de lo real posmoderno está ahora contenido en los objetos, las mercancías, las "nuevas tecnologías". Por eso es posible otra vinculación del sujeto con la historia, mediada ahora por el mercado. El consumo de "mercancías tecnológicas" como modo de participación en las nuevas realidades ha llevado a la consagración de su valor simbólico, por ser capaces de transportar las nuevas coordenadas tempoespaciales sobre las que se asientan las nuevas realidades. El mundo mediático se ha hecho eco de esas transformaciones y por eso nos encontramos en él con una nueva construcción de la verdad. Siendo la TV el medio más popular de comunicación, el funcionamiento de la ideología dominante posmoderna se deja ver en la generación de verdades aparentemente objetivas en torno a este salto que parece dar la temporalidad desde el sujeto a los objetos. De modo tal que el consumo de TV significará una opción real de vinculación con las realidades simbólicas de la posmodernidad para los sectores cuyo ingreso no les permite acceder al mercado de consumo e incorporarse de modo orgánico a la dinámica de constitución subjetiva contemporánea desde el mercado de consumo. Esto genera interrogantes también hacia lo político, pues los espacios para generar política como cambio, por fuera de lo administrativo, requieren un contacto diferente con la tecnología y los objetos en lo cual el arte parece cargar un significativo potencial
Resumo:
En los últimos tiempos el sujeto ha venido padeciendo transformaciones en su misma constitución social, en particular en lo que hace a la dimensión temporal, conjuntamente con el desarrollo progresivo de nuevas tecnologías en lo laboral y cultural. El horizonte temporal, anteriormente dominio del sujeto, parece ser invadido por el mundo objetual, el tiempo de lo real posmoderno está ahora contenido en los objetos, las mercancías, las "nuevas tecnologías". Por eso es posible otra vinculación del sujeto con la historia, mediada ahora por el mercado. El consumo de "mercancías tecnológicas" como modo de participación en las nuevas realidades ha llevado a la consagración de su valor simbólico, por ser capaces de transportar las nuevas coordenadas tempoespaciales sobre las que se asientan las nuevas realidades. El mundo mediático se ha hecho eco de esas transformaciones y por eso nos encontramos en él con una nueva construcción de la verdad. Siendo la TV el medio más popular de comunicación, el funcionamiento de la ideología dominante posmoderna se deja ver en la generación de verdades aparentemente objetivas en torno a este salto que parece dar la temporalidad desde el sujeto a los objetos. De modo tal que el consumo de TV significará una opción real de vinculación con las realidades simbólicas de la posmodernidad para los sectores cuyo ingreso no les permite acceder al mercado de consumo e incorporarse de modo orgánico a la dinámica de constitución subjetiva contemporánea desde el mercado de consumo. Esto genera interrogantes también hacia lo político, pues los espacios para generar política como cambio, por fuera de lo administrativo, requieren un contacto diferente con la tecnología y los objetos en lo cual el arte parece cargar un significativo potencial