276 resultados para filosofía traducida y censurada
Resumo:
El problema de la conexión entre la teoría y la práctica política revolucionaria ha sido constitutivo de la reflexión epistemológica inaugurada por el marxismo a mediados del siglo XIX y desarrollado por diversas corrientes teóricas contemporáneas que, referenciadas en este paradigma, se han interrogado acerca del sentido que la producción de teoría adquiere en un determinado campo disciplinar. Este problema, que sin duda se deriva de un posicionamiento crítico frente a la realidad social dada, es lo que ha llevado a asumir a la ideología como un aspecto inherente del propio quehacer científico, diferenciándose de otras perspectivas epistemológicas para las que la "neutralidad" es condición de objetividad (el positivismo es un claro ejemplo de ello). En este trabajo, nos proponemos desarrollar algunas reflexiones acerca de los sentidos políticos y culturales que atraviesan a la producción del conocimiento en el ámbito educacional y que involucran a la tarea que, como pedagogos, desarrollamos en el espacio académico. En este sentido, recuperamos algunas contribuciones teóricas procedentes de la filosofía política y del campo pedagógico, con el propósito de abrir la discusión en torno a ciertos desafíos con los que hoy se enfrenta la labor teórica en el campo de las Pedagogías Críticas. En primer lugar, nos centramos en las consideraciones epistemológicas del marxismo que permiten dimensionar el carácter intrínseco del papel que en la producción de la teoría ha desplegado el compromiso ético/práctico del investigador. Nos detenemos en las contribuciones del marxismo clásico y de dos perspectivas del siglo XX que brindan herramientas analíticas relevantes para pensar el problema de la praxis. Consideramos especialmente algunos de los aportes de Antonio Gramsci y de la Escuela de Frankfurt. Ponderamos el reconocimiento de la naturaleza pedagógica de la acción política en el legado filosófico marxista y su carácter coextensivo a la idea de praxis. En segundo lugar, retomamos algunas de las problemáticas ya formuladas por Paulo Freire y Peter McLaren, quienes a partir de la asunción de un compromiso político en favor de los oprimidos, nos invitan a reflexionar en torno a los desafíos políticos con los que hoy se enfrenta la construcción de una praxis pedagógica emancipatoria.
Resumo:
Nos proponemos en estas líneas rastrear algunas de las formas en las que se presenta el problema del conocimiento en T. W. Adorno. Más específicamente nos preguntamos si en los escritos juveniles puede encontrarse una idea de dialéctica. Esta pregunta se aborda siendo concientes de la violencia que este pensador reconoce en la consideración de un método para el conocimiento. En vistas a nuestro objetivo nos remitiremos a ciertas reflexiones de su juventud que aparecen expresadas en "La actualidad de la filosofía" (1931) y "La idea de historia natural" (1932). Esbozaremos, de este modo, las especificidades de esta primera aproximación a la dialéctica en las conferencias en cuestión. Para recorrer estos textos sugerimos una lectura que se apoya en la proximidad con algunas reflexiones que Benjamin realiza en El origen del drama barroco alemán
Resumo:
La tesis reconstruye la trayectoria político organizacional de la Concentración Nacional Universitaria desde sus orígenes hasta su reconfiguración hacia mediados de la década de 1970. La CNU fue el resultado de una amalgama singular de ideas, experiencias, prácticas y actores que, a contramano de su corta existencia, atraviesa un largo período del siglo XX argentino. Carlos Disandro fue el vehículo que posibilitó la circulación de las ideas forjadas en el seno del nacionalcatolicismo cordobés de los años '30 en otras latitudes. Su itinerario personal, intelectual y político entre Córdoba y La Plata permite visualizar el impacto de este conjunto de ideas en la dinámica del nacionalismo platense. Hacia finales de los años '50, ese conjunto de ideas del nacionalcatolicismo primario se complejizó notoriamente. Fue en La Plata donde Disandro terminó por conformar su propio "collage ideológico", sumando al pensamiento contrarrevolucionario, la filosofía tomista y las ideas de la "Nación católica", su definida adhesión al peronismo y un peculiar modo de definirse como universitario. El derrotero de la CNU puede alumbrar un camino renovado y singular en la vinculación entre el nacionalismo y el peronismo que posibilitó, a la vez, una vía de radicalización dentro del campo de la derecha. La utilización de la acción directa violenta por parte de la CNU pone de manifiesto la radicalización de las prácticas políticas empleadas por la organización. Esta, a la vez que contribuyó a recrear el clima crecientemente reinante de radicalización política propia de la época, fue en parte -junto a las raíces propias de la CNU- el resultado del contexto radicalizado de entonces. Vinculado a ello, aunque en otro orden de cuestiones, no habría que confundir el objetivo político de la organización, manifestado en forma recurrente como una intención por volver a la primera experiencia peronista, como un mero retorno a un pasado idealizado. Regenerar la experiencia peronista de mediados de siglo guarecía, en este contexto de radicalización y de la mano de ideas y prácticas igualmente radicalizadas, un horizonte político también transformador identificado con la restauración conservadora. En los primeros años de la década del '70, éste asumió como principal objetivo desarticular el proyecto político que desde el propio peronismo postulaba el socialismo nacional. Este último señalamiento comenzó a plasmarse lentamente a partir de 1971. En plena reorganización partidaria comenzaron a visualizarse las primeras disputas entre el ala izquierda y el peronismo ortodoxo y de derecha. Entre estos últimos se encontraba la CNU que, entre 1971 y 1973, articuló con la Rama sindical a la que acompañó en la puja por espacio dentro de la estructura del justicialismo. La gestación de este espacio consistió en una apuesta estratégica que se respaldaba en una larga serie de vínculos organizacionales e ideológicos. Si bien quedaron marginados en las disputas de la interna Justicialista, la trama que vinculó a la CNU con otras organizaciones políticas y sindicales configuró un cartel político-sindical que desplegó un rol notorio desde 1973. En especial tras los sucesos del 20 de junio, las organizaciones del cartel político-sindical imprimieron un dinamismo creciente a las acciones que realizaron con el propósito de socavar las bases de apoyo del peronismo revolucionario. En esta dirección, a diferencia del resultado negativo que habían obtenido en el marco de la reorganización del Justicialismo, estos sectores contaron con el apoyo explícito del propio Perón. Si desde junio de 1973 la tensión de la disputa intraperonista fue creciendo, el asesinato de Rucci, en septiembre de ese año, marcó el punto de ruptura. Las formulaciones vertidas en el "Documento Reservado" iniciaban oficialmente -y como política emanada desde el propio partido- la contienda contra la "infiltración marxista" en el peronismo. A partir de entonces la CNU desplegó dentro de la UNLP una serie de acciones que, impulsadas por el clima reinante y en línea con lo que había sostenido a lo largo de los años previos, buscaron "destruir a la Universidad Marxista". Bajo esta idea rectora, entre 1973 y 1974 realizó múltiples intervenciones en la UNLP cuyo punto culminante consistió en el secuestro y asesinato de Carlos Miguel y Rodolfo Achem en octubre de 1974
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La tesis reconstruye la trayectoria político organizacional de la Concentración Nacional Universitaria desde sus orígenes hasta su reconfiguración hacia mediados de la década de 1970. La CNU fue el resultado de una amalgama singular de ideas, experiencias, prácticas y actores que, a contramano de su corta existencia, atraviesa un largo período del siglo XX argentino. Carlos Disandro fue el vehículo que posibilitó la circulación de las ideas forjadas en el seno del nacionalcatolicismo cordobés de los años '30 en otras latitudes. Su itinerario personal, intelectual y político entre Córdoba y La Plata permite visualizar el impacto de este conjunto de ideas en la dinámica del nacionalismo platense. Hacia finales de los años '50, ese conjunto de ideas del nacionalcatolicismo primario se complejizó notoriamente. Fue en La Plata donde Disandro terminó por conformar su propio "collage ideológico", sumando al pensamiento contrarrevolucionario, la filosofía tomista y las ideas de la "Nación católica", su definida adhesión al peronismo y un peculiar modo de definirse como universitario. El derrotero de la CNU puede alumbrar un camino renovado y singular en la vinculación entre el nacionalismo y el peronismo que posibilitó, a la vez, una vía de radicalización dentro del campo de la derecha. La utilización de la acción directa violenta por parte de la CNU pone de manifiesto la radicalización de las prácticas políticas empleadas por la organización. Esta, a la vez que contribuyó a recrear el clima crecientemente reinante de radicalización política propia de la época, fue en parte -junto a las raíces propias de la CNU- el resultado del contexto radicalizado de entonces. Vinculado a ello, aunque en otro orden de cuestiones, no habría que confundir el objetivo político de la organización, manifestado en forma recurrente como una intención por volver a la primera experiencia peronista, como un mero retorno a un pasado idealizado. Regenerar la experiencia peronista de mediados de siglo guarecía, en este contexto de radicalización y de la mano de ideas y prácticas igualmente radicalizadas, un horizonte político también transformador identificado con la restauración conservadora. En los primeros años de la década del '70, éste asumió como principal objetivo desarticular el proyecto político que desde el propio peronismo postulaba el socialismo nacional. Este último señalamiento comenzó a plasmarse lentamente a partir de 1971. En plena reorganización partidaria comenzaron a visualizarse las primeras disputas entre el ala izquierda y el peronismo ortodoxo y de derecha. Entre estos últimos se encontraba la CNU que, entre 1971 y 1973, articuló con la Rama sindical a la que acompañó en la puja por espacio dentro de la estructura del justicialismo. La gestación de este espacio consistió en una apuesta estratégica que se respaldaba en una larga serie de vínculos organizacionales e ideológicos. Si bien quedaron marginados en las disputas de la interna Justicialista, la trama que vinculó a la CNU con otras organizaciones políticas y sindicales configuró un cartel político-sindical que desplegó un rol notorio desde 1973. En especial tras los sucesos del 20 de junio, las organizaciones del cartel político-sindical imprimieron un dinamismo creciente a las acciones que realizaron con el propósito de socavar las bases de apoyo del peronismo revolucionario. En esta dirección, a diferencia del resultado negativo que habían obtenido en el marco de la reorganización del Justicialismo, estos sectores contaron con el apoyo explícito del propio Perón. Si desde junio de 1973 la tensión de la disputa intraperonista fue creciendo, el asesinato de Rucci, en septiembre de ese año, marcó el punto de ruptura. Las formulaciones vertidas en el "Documento Reservado" iniciaban oficialmente -y como política emanada desde el propio partido- la contienda contra la "infiltración marxista" en el peronismo. A partir de entonces la CNU desplegó dentro de la UNLP una serie de acciones que, impulsadas por el clima reinante y en línea con lo que había sostenido a lo largo de los años previos, buscaron "destruir a la Universidad Marxista". Bajo esta idea rectora, entre 1973 y 1974 realizó múltiples intervenciones en la UNLP cuyo punto culminante consistió en el secuestro y asesinato de Carlos Miguel y Rodolfo Achem en octubre de 1974
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La tesis reconstruye la trayectoria político organizacional de la Concentración Nacional Universitaria desde sus orígenes hasta su reconfiguración hacia mediados de la década de 1970. La CNU fue el resultado de una amalgama singular de ideas, experiencias, prácticas y actores que, a contramano de su corta existencia, atraviesa un largo período del siglo XX argentino. Carlos Disandro fue el vehículo que posibilitó la circulación de las ideas forjadas en el seno del nacionalcatolicismo cordobés de los años '30 en otras latitudes. Su itinerario personal, intelectual y político entre Córdoba y La Plata permite visualizar el impacto de este conjunto de ideas en la dinámica del nacionalismo platense. Hacia finales de los años '50, ese conjunto de ideas del nacionalcatolicismo primario se complejizó notoriamente. Fue en La Plata donde Disandro terminó por conformar su propio "collage ideológico", sumando al pensamiento contrarrevolucionario, la filosofía tomista y las ideas de la "Nación católica", su definida adhesión al peronismo y un peculiar modo de definirse como universitario. El derrotero de la CNU puede alumbrar un camino renovado y singular en la vinculación entre el nacionalismo y el peronismo que posibilitó, a la vez, una vía de radicalización dentro del campo de la derecha. La utilización de la acción directa violenta por parte de la CNU pone de manifiesto la radicalización de las prácticas políticas empleadas por la organización. Esta, a la vez que contribuyó a recrear el clima crecientemente reinante de radicalización política propia de la época, fue en parte -junto a las raíces propias de la CNU- el resultado del contexto radicalizado de entonces. Vinculado a ello, aunque en otro orden de cuestiones, no habría que confundir el objetivo político de la organización, manifestado en forma recurrente como una intención por volver a la primera experiencia peronista, como un mero retorno a un pasado idealizado. Regenerar la experiencia peronista de mediados de siglo guarecía, en este contexto de radicalización y de la mano de ideas y prácticas igualmente radicalizadas, un horizonte político también transformador identificado con la restauración conservadora. En los primeros años de la década del '70, éste asumió como principal objetivo desarticular el proyecto político que desde el propio peronismo postulaba el socialismo nacional. Este último señalamiento comenzó a plasmarse lentamente a partir de 1971. En plena reorganización partidaria comenzaron a visualizarse las primeras disputas entre el ala izquierda y el peronismo ortodoxo y de derecha. Entre estos últimos se encontraba la CNU que, entre 1971 y 1973, articuló con la Rama sindical a la que acompañó en la puja por espacio dentro de la estructura del justicialismo. La gestación de este espacio consistió en una apuesta estratégica que se respaldaba en una larga serie de vínculos organizacionales e ideológicos. Si bien quedaron marginados en las disputas de la interna Justicialista, la trama que vinculó a la CNU con otras organizaciones políticas y sindicales configuró un cartel político-sindical que desplegó un rol notorio desde 1973. En especial tras los sucesos del 20 de junio, las organizaciones del cartel político-sindical imprimieron un dinamismo creciente a las acciones que realizaron con el propósito de socavar las bases de apoyo del peronismo revolucionario. En esta dirección, a diferencia del resultado negativo que habían obtenido en el marco de la reorganización del Justicialismo, estos sectores contaron con el apoyo explícito del propio Perón. Si desde junio de 1973 la tensión de la disputa intraperonista fue creciendo, el asesinato de Rucci, en septiembre de ese año, marcó el punto de ruptura. Las formulaciones vertidas en el "Documento Reservado" iniciaban oficialmente -y como política emanada desde el propio partido- la contienda contra la "infiltración marxista" en el peronismo. A partir de entonces la CNU desplegó dentro de la UNLP una serie de acciones que, impulsadas por el clima reinante y en línea con lo que había sostenido a lo largo de los años previos, buscaron "destruir a la Universidad Marxista". Bajo esta idea rectora, entre 1973 y 1974 realizó múltiples intervenciones en la UNLP cuyo punto culminante consistió en el secuestro y asesinato de Carlos Miguel y Rodolfo Achem en octubre de 1974
Resumo:
Nos proponemos en estas líneas rastrear algunas de las formas en las que se presenta el problema del conocimiento en T. W. Adorno. Más específicamente nos preguntamos si en los escritos juveniles puede encontrarse una idea de dialéctica. Esta pregunta se aborda siendo concientes de la violencia que este pensador reconoce en la consideración de un método para el conocimiento. En vistas a nuestro objetivo nos remitiremos a ciertas reflexiones de su juventud que aparecen expresadas en "La actualidad de la filosofía" (1931) y "La idea de historia natural" (1932). Esbozaremos, de este modo, las especificidades de esta primera aproximación a la dialéctica en las conferencias en cuestión. Para recorrer estos textos sugerimos una lectura que se apoya en la proximidad con algunas reflexiones que Benjamin realiza en El origen del drama barroco alemán
Resumo:
Traducción de la Introducción de los editores a la 3° edición de Lire Le Capital, Paris, 1997. "La obra colectiva Leer El capital", de la que presentamos aquí una nueva edición, se encontraba hacía muchos años agotada e inhallable. No por ello ella había dejado de funcionar como un hito y de servir de referencia en los debates e investigaciones suscitadas por el pensamiento de Marx (más allá de las diferentes corrientes del "marxismo"), o sobre el objeto y el estatus de la epistemología (capturada entre los modelos "internalistas" y "externalistas"), o sobre los problemas de filosofía política y filosofía de la historia que suscita la crítica de la categoría de "sujeto", de la cual, la noción de estructuralismo sirvió durante un tiempo de señal, más allá de las inexactitudes que serán evocadas más abajo
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Traducción de la Introducción de los editores a la 3° edición de Lire Le Capital, Paris, 1997. "La obra colectiva Leer El capital", de la que presentamos aquí una nueva edición, se encontraba hacía muchos años agotada e inhallable. No por ello ella había dejado de funcionar como un hito y de servir de referencia en los debates e investigaciones suscitadas por el pensamiento de Marx (más allá de las diferentes corrientes del "marxismo"), o sobre el objeto y el estatus de la epistemología (capturada entre los modelos "internalistas" y "externalistas"), o sobre los problemas de filosofía política y filosofía de la historia que suscita la crítica de la categoría de "sujeto", de la cual, la noción de estructuralismo sirvió durante un tiempo de señal, más allá de las inexactitudes que serán evocadas más abajo
Resumo:
En este trabajo analizaremos, en primer lugar, la postura de Paul Feyerabend en torno a la problemática ecológica y su vinculación con la ecología política y la ciencia, tomando principalmente los artículos Cuan equivocada es la ecología de los filósofos y Cómo defender a la sociedad de la ciencia, entre otros textos. En segundo lugar, realizaremos una proyección más amplia de la propuesta a fin de: (1) conectar ecología científica y ecología política, (2) ver el papel que la ciencia y la sociedad tienen respecto a esta problemática, y (3) cuál es la dificultad específica que podemos señalar, desde la misma postura del autor, en sus derivaciones academicistas del debate sobre ecología y sociedad, en la línea de que no son sólo son debates estériles -como el mismo Feyerabend sostiene- sino que, muchas veces, se transforman en intervenciones perniciosas. A modo de breve conclusión, señalaremos el modo en que, por un lado, la filosofía produce debates meramente abstractos y cómo la filosofía y la ciencia - mediante sus expertos- legitiman y enmascaran los modos de producción y explotación propios del sistema capitalista en el caso particular del campo de la ecología política
Resumo:
El siguiente trabajo tiene como propósito establecer un dialogo con algunos críticos de Dewey. Russell y Durkheim realizan una serie de críticas en relación a la noción de verdad de Dewey. El problema central del pragmatismo es el de la verdad. Para el pragmatismo la verdad es humana, diversa y variable y no puede ser una copia de una realidad dada. En el siguiente trabajo nos proponemos analizar las siguientes críticas realizadas por los autores antes citados desde la perspectiva de la filosofía de la experiencia de Dewey. Consideramos que para Dewey el conocimiento es instrumentalidad, expresividad y realidad. A través de una reconstrucción lógica, imaginativa y real de la experiencia pretendemos alcanzar una noción clara y completa de conocimiento e igualmente de conciencia por parte de Dewey y de esta manera dar una breve respuesta al argumento de que el pragmatismo de Dewey negó el carácter específico del conocimiento, consecuentemente del pensamiento y con ello de la conciencia