225 resultados para Liberación de las mujeres
Resumo:
Históricamente, los juristas han tenido en cuenta la condición de fragilitas de las mujeres como una condición indispensable para adquirir derechos y contraer obligaciones. En función de ello, el derecho precodificado ha definido la condición civil de las mujeres en función de la capiti deminutio, es decir la privación de la plena capacidad civil. El derecho codificado, luego de la sanción de los Código Civil y Penal, de 1869 y 1886 respectivamente, mantuvo el uso jurídico de la capiti deminutio a través del concepto de "incapacidad relativa" de las mujeres. Se realizó así una clara distinción entre la posesión del derecho y su ejercicio: las mujeres fueron incapaces de ejercerlo. De allí la sujeción a la autoridad del marido, del padre, del hermano, de los hijos. Se las descalificó como sujetos autónomos y titulares de derechos, y fueron objeto de protección y corrección. Equiparadas a los niños, a los sordos, a los tullidos, las mujeres fueron consideradas por las distintas normativas con diferentes grados de minusvalía dentro del grupo familiar. En la sociedad decimonónica de Buenos Aires existían ámbitos reconocibles de "corrección" y punición que no incumbían al aparato estatal que reconocemos como moderno. La jurisdicción de la Iglesia, las sanciones privativas de los patrones y los amos; la capacidad para castigar de ciertas instituciones; y las decisiones sobre los bienes que recayó por siglos en los jefes de familia, representaban los mecanismo predilectos que articulaban las relaciones sociales. En este particular contexto, la Sociedad de Beneficencia fue una institución civil con carácter "público", que entre otras cuestiones, se ofrecía como medio adecuado para resolver las problemáticas del "bello sexo". A lo largo del siglo XIX, se trató de modificar un viejo orden sociopolítico, económico y cultural, para que se colocasen los fundamentos de un nuevo conjunto de relaciones sociales. El paulatino proceso de consolidación de un Estado moderno llevó detrás de sí modificaciones en instituciones tales como la familia tradicional de raigambre colonial y la Sociedad de Beneficencia. Sin embargo las normas que se refieran a las mujeres, sancionadas en el Código Civil y Penal, no introdujeron inmediatamente un quiebre en el orden institucional. Siendo así nos proponemos estudiar el carácter que tuvieron las instituciones encargadas de brindar protección y/o corrección a mujeres, en este caso el Hospital de Mujeres Dementes de la ciudad de Buenos Aires, lo cual posibilitaría una mejor comprensión de las características que definieron a las instituciones estatales modernas en torno a la problemática de las mujeres
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El presente trabajo tiene la intención de indagar en la problemática del Género en el gimnasio, particularmente en cómo se construye el cuerpo de la mujer y su representación dentro del Gimnasio Enigma de la Ciudad de La plata. Dicho gimnasio está ubicado en las calles 55 entre 7 y 8, y en el mismo se realizaron observaciones, entrevistas y encuestas. Uno de los objetivos principales del trabajo es analizar la relación que se genera entre las mujeres y sus cuerpos dentro del gimnasio, por lo tanto la información recolectada en las entrevistas resulta muy relevante para el desarrollo del tema, sin embargo se busca entrecruzar la información de las entrevistas y las observaciones con dos discursos más tradicionales y complejos sobre el tema de Género, como lo son las perspectivas del feminismo y postfeminismo y por otro lado los discursos del psicoanálisis. Para desarrollar la perspectiva del feminismo se tomo como autora central y más representativa a Simone de Beauvoir cuyos aportes teóricos fueron los más importantes para la corriente feminista del siglo XX. Gracias a su teoría se empezó a pensar en el devenir de la mujer, en una mujer que se construye, con un cuerpo que es más una situación histórica que un hecho natural. Como todo proyecto del siglo XX dice Butler, es un proyecto en crisis, incompleto y que ya no sirve para nuestro tiempo, y aunque esta autora reconoce los aportes de Beauvoir señala que para superar sus límites hay que aceptar un postfeminismo, por lo tanto elegimos a Butler como representante del discurso posfeminista, discurso que plantea la posibilidad de que ni el género, ni el sexo existen, ya que ambos son constructos sociales, creados para cumplir y organizar un modelo de reproducción y heterosexualidad. Con respecto a la perspectiva del psicoanálisis seleccionamos a las autoras Benjamin Jessica, quien critica y supera el modelo Edípico creado por Freud, y por otro lado citamos a Fernández Ana María, que hace referencia a la mujer y su cuerpo como una ilusión, con un cuerpo que sostiene un mito y crea una identidad
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Pensar el Estado sigue presentando cierta urgencia en Argentina pues no ha dejado de tener una gran centralidad como interlocutor de las demandas sociales. Específicamente, procuro recuperar los aportes sustantivos de algunas pensadoras feministas. En particular, y aún a riesgo de que mi recorte pueda encasillarse en el de la colonialidad discursiva, retomaré las contribuciones de la politóloga inglesa Carole Pateman y la jurista estadounidense Catharine MacKinnon. Luego, estableceré algunas consideraciones sobre las derivaciones de sus propuestas y la forma en que otras autoras han aportado con particular eje en la ciudadanía tanto en su faz activa como pasiva. Finalmente, volveré a pensar nuestra práctica y nuestra teoría en el proceso de devenir feminista...
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Pensar el Estado sigue presentando cierta urgencia en Argentina pues no ha dejado de tener una gran centralidad como interlocutor de las demandas sociales. Específicamente, procuro recuperar los aportes sustantivos de algunas pensadoras feministas. En particular, y aún a riesgo de que mi recorte pueda encasillarse en el de la colonialidad discursiva, retomaré las contribuciones de la politóloga inglesa Carole Pateman y la jurista estadounidense Catharine MacKinnon. Luego, estableceré algunas consideraciones sobre las derivaciones de sus propuestas y la forma en que otras autoras han aportado con particular eje en la ciudadanía tanto en su faz activa como pasiva. Finalmente, volveré a pensar nuestra práctica y nuestra teoría en el proceso de devenir feminista...
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Pensar el Estado sigue presentando cierta urgencia en Argentina pues no ha dejado de tener una gran centralidad como interlocutor de las demandas sociales. Específicamente, procuro recuperar los aportes sustantivos de algunas pensadoras feministas. En particular, y aún a riesgo de que mi recorte pueda encasillarse en el de la colonialidad discursiva, retomaré las contribuciones de la politóloga inglesa Carole Pateman y la jurista estadounidense Catharine MacKinnon. Luego, estableceré algunas consideraciones sobre las derivaciones de sus propuestas y la forma en que otras autoras han aportado con particular eje en la ciudadanía tanto en su faz activa como pasiva. Finalmente, volveré a pensar nuestra práctica y nuestra teoría en el proceso de devenir feminista...
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El dilema de la política acerca del sujeto universal de la revolución y del cambio social se mantiene en la forma de una pregunta nunca resuelta satisfactoriamente por las diversas organizaciones y expresiones de la izquierda vernácula: ¿liberación de las mujeres y los hombres o liberación de la "humanidad"? Este interrogante no es nuevo ni responde solamente a la complejización de la categoría "sujeto" propia de las filosofías más actuales; fue planteado por algunas mujeres al interior del anarquismo local de fines del siglo XIX. Respondiendo a la convocatoria masculina comprometida con la emancipación de la mujer, las anarquistas sostienen un diálogo en el que se evidencia la construcción de un sujeto de la política ineludiblemente generizado. Los términos de ese debate continúan siendo inquietantemente actuales. A partir de las más recientes críticas al pensamiento de la filosofía política clásica se vuelve difícil pensar un sujeto esencial de la historia, anterior a su entrada a la cultura, y ni siquiera un cuerpo biológico en espera de su significación social. En este sentido, la identidad es una práctica significante en un campo cultural determinado a partir de ciertas reglas, en parte derivadas de una matriz jerárquica que asocia diferenciaciones de género y heterosexualidad obligatoria. Esta asociación explicaría la centralidad de las discusiones acerca de la procreación, las relaciones afectivas o el ejercicio de la sexualidad tanto en el viejo anarquismo como en las más recientes expresiones anticapitalistas. Sin sujeto anterior al campo de disputa que lo constituye, la política se expande por sobre la representación o la búsqueda de reconocimiento y de derechos. En este sentido, una actividad política posible sería identificar las estrategias de repetición subversiva válidas para un campo determinado que provoquen desestabilización y desplazamientos.A fines del siglo XIX el anarquismo se supone una expresión de cambio radical. Sin reformas ni atenuantes propone la destrucción general del capitalismo y todas sus expresiones, desde la economía a las formas de relación afectiva. Los teóricos y propagandistas piensan en las mujeres y su necesaria emancipación de los roles a los que la crueldad del sistema las ha condenado. A esos modelos le oponen la mujer anarquista y para eso la llaman a la lucha. Sostenemos que la escritura por parte de las mujeres anarquistas en la Argentina del siglo XIX XX constituye una estrategia política, un ejercicio propiciado por un campo cultural específico en el cual la prensa anarquista es el medio de difusión, concientización y llamado a la acción por excelencia. En ese contexto, el lenguaje escrito no es un instrumento más de la práctica constitutiva, sino el espacio privilegiado en el cual el ejercicio de la escritura por parte de las mujeres se revela como una práctica subversiva potenciada por el estilo revulsivo del discurso. Sin esa práctica, el debate sobre la construcción de un sujeto político ineludiblemente generizado se hubiera perdido, otra vez, en la falsa estabilidad de un sujeto universal
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El dilema de la política acerca del sujeto universal de la revolución y del cambio social se mantiene en la forma de una pregunta nunca resuelta satisfactoriamente por las diversas organizaciones y expresiones de la izquierda vernácula: ¿liberación de las mujeres y los hombres o liberación de la "humanidad"? Este interrogante no es nuevo ni responde solamente a la complejización de la categoría "sujeto" propia de las filosofías más actuales; fue planteado por algunas mujeres al interior del anarquismo local de fines del siglo XIX. Respondiendo a la convocatoria masculina comprometida con la emancipación de la mujer, las anarquistas sostienen un diálogo en el que se evidencia la construcción de un sujeto de la política ineludiblemente generizado. Los términos de ese debate continúan siendo inquietantemente actuales. A partir de las más recientes críticas al pensamiento de la filosofía política clásica se vuelve difícil pensar un sujeto esencial de la historia, anterior a su entrada a la cultura, y ni siquiera un cuerpo biológico en espera de su significación social. En este sentido, la identidad es una práctica significante en un campo cultural determinado a partir de ciertas reglas, en parte derivadas de una matriz jerárquica que asocia diferenciaciones de género y heterosexualidad obligatoria. Esta asociación explicaría la centralidad de las discusiones acerca de la procreación, las relaciones afectivas o el ejercicio de la sexualidad tanto en el viejo anarquismo como en las más recientes expresiones anticapitalistas. Sin sujeto anterior al campo de disputa que lo constituye, la política se expande por sobre la representación o la búsqueda de reconocimiento y de derechos. En este sentido, una actividad política posible sería identificar las estrategias de repetición subversiva válidas para un campo determinado que provoquen desestabilización y desplazamientos.A fines del siglo XIX el anarquismo se supone una expresión de cambio radical. Sin reformas ni atenuantes propone la destrucción general del capitalismo y todas sus expresiones, desde la economía a las formas de relación afectiva. Los teóricos y propagandistas piensan en las mujeres y su necesaria emancipación de los roles a los que la crueldad del sistema las ha condenado. A esos modelos le oponen la mujer anarquista y para eso la llaman a la lucha. Sostenemos que la escritura por parte de las mujeres anarquistas en la Argentina del siglo XIX XX constituye una estrategia política, un ejercicio propiciado por un campo cultural específico en el cual la prensa anarquista es el medio de difusión, concientización y llamado a la acción por excelencia. En ese contexto, el lenguaje escrito no es un instrumento más de la práctica constitutiva, sino el espacio privilegiado en el cual el ejercicio de la escritura por parte de las mujeres se revela como una práctica subversiva potenciada por el estilo revulsivo del discurso. Sin esa práctica, el debate sobre la construcción de un sujeto político ineludiblemente generizado se hubiera perdido, otra vez, en la falsa estabilidad de un sujeto universal
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El dilema de la política acerca del sujeto universal de la revolución y del cambio social se mantiene en la forma de una pregunta nunca resuelta satisfactoriamente por las diversas organizaciones y expresiones de la izquierda vernácula: ¿liberación de las mujeres y los hombres o liberación de la "humanidad"? Este interrogante no es nuevo ni responde solamente a la complejización de la categoría "sujeto" propia de las filosofías más actuales; fue planteado por algunas mujeres al interior del anarquismo local de fines del siglo XIX. Respondiendo a la convocatoria masculina comprometida con la emancipación de la mujer, las anarquistas sostienen un diálogo en el que se evidencia la construcción de un sujeto de la política ineludiblemente generizado. Los términos de ese debate continúan siendo inquietantemente actuales. A partir de las más recientes críticas al pensamiento de la filosofía política clásica se vuelve difícil pensar un sujeto esencial de la historia, anterior a su entrada a la cultura, y ni siquiera un cuerpo biológico en espera de su significación social. En este sentido, la identidad es una práctica significante en un campo cultural determinado a partir de ciertas reglas, en parte derivadas de una matriz jerárquica que asocia diferenciaciones de género y heterosexualidad obligatoria. Esta asociación explicaría la centralidad de las discusiones acerca de la procreación, las relaciones afectivas o el ejercicio de la sexualidad tanto en el viejo anarquismo como en las más recientes expresiones anticapitalistas. Sin sujeto anterior al campo de disputa que lo constituye, la política se expande por sobre la representación o la búsqueda de reconocimiento y de derechos. En este sentido, una actividad política posible sería identificar las estrategias de repetición subversiva válidas para un campo determinado que provoquen desestabilización y desplazamientos.A fines del siglo XIX el anarquismo se supone una expresión de cambio radical. Sin reformas ni atenuantes propone la destrucción general del capitalismo y todas sus expresiones, desde la economía a las formas de relación afectiva. Los teóricos y propagandistas piensan en las mujeres y su necesaria emancipación de los roles a los que la crueldad del sistema las ha condenado. A esos modelos le oponen la mujer anarquista y para eso la llaman a la lucha. Sostenemos que la escritura por parte de las mujeres anarquistas en la Argentina del siglo XIX XX constituye una estrategia política, un ejercicio propiciado por un campo cultural específico en el cual la prensa anarquista es el medio de difusión, concientización y llamado a la acción por excelencia. En ese contexto, el lenguaje escrito no es un instrumento más de la práctica constitutiva, sino el espacio privilegiado en el cual el ejercicio de la escritura por parte de las mujeres se revela como una práctica subversiva potenciada por el estilo revulsivo del discurso. Sin esa práctica, el debate sobre la construcción de un sujeto político ineludiblemente generizado se hubiera perdido, otra vez, en la falsa estabilidad de un sujeto universal