197 resultados para Aristóteles comentarios
Resumo:
Fil: Garbarino, Maximiliano Alberto. Universidad Nacional de La Plata. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación; Argentina.
Resumo:
Este trabajo intenta poner de manifiesto cómo Aristóteles en el De Motu Animalium configura las funciones de los principios del movimiento voluntario de los animales a través de la presentación de varias analogías geométricas a lo largo del tratado. El modelo geométrico de los movimientos locativos de los animales es introducido ya en el primer capítulo para indicar que los animales, en tanto se mueven por sí mismos, cuentan con un centro en el cual se sostienen al moverse. Mientras que el modelo muestra allí cómo se mueven las extremidades articuladas, éste es retomado en los capítulos 8, 9, 10 y 11 para dar cuenta de las funciones de los principios establecidos en el capítulo 6 como explicativos del movimiento de los animales por sí mismos. De este modo los términos geométricos se aplican a través de la analogía con la articulación en una nueva analogía de la parte con el animal entero, indicándonos qué función cumplen y cómo se relacionan el alma, el corazón, el pneûma y las partes orgánicas. Mi análisis revela que las representaciones geométricas siempre indican un movimiento circular que es origen de los demás movimientos y que ese primer movimiento es el único que puede ser llamado estrictamente movimiento causado por sí mismo. La razón de esto es que las cosas que se mueven circularmente cuentan con un centro que funciona como un principio de movimiento interno inmóvil. El alma, en tanto principio inmóvil del movimiento y a través de ciertas sucesiones, es capaz de originar movimientos locativos voluntarios, quedando saldada para el autor la cuestión de cómo pueden los animales ser causantes de sus propios movimientos
Resumo:
Este trabajo intenta poner de manifiesto cómo Aristóteles en el De Motu Animalium configura las funciones de los principios del movimiento voluntario de los animales a través de la presentación de varias analogías geométricas a lo largo del tratado. El modelo geométrico de los movimientos locativos de los animales es introducido ya en el primer capítulo para indicar que los animales, en tanto se mueven por sí mismos, cuentan con un centro en el cual se sostienen al moverse. Mientras que el modelo muestra allí cómo se mueven las extremidades articuladas, éste es retomado en los capítulos 8, 9, 10 y 11 para dar cuenta de las funciones de los principios establecidos en el capítulo 6 como explicativos del movimiento de los animales por sí mismos. De este modo los términos geométricos se aplican a través de la analogía con la articulación en una nueva analogía de la parte con el animal entero, indicándonos qué función cumplen y cómo se relacionan el alma, el corazón, el pneûma y las partes orgánicas. Mi análisis revela que las representaciones geométricas siempre indican un movimiento circular que es origen de los demás movimientos y que ese primer movimiento es el único que puede ser llamado estrictamente movimiento causado por sí mismo. La razón de esto es que las cosas que se mueven circularmente cuentan con un centro que funciona como un principio de movimiento interno inmóvil. El alma, en tanto principio inmóvil del movimiento y a través de ciertas sucesiones, es capaz de originar movimientos locativos voluntarios, quedando saldada para el autor la cuestión de cómo pueden los animales ser causantes de sus propios movimientos
Resumo:
Fil: Camou, Antonio. Universidad Nacional de La Plata. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación. Instituto de Investigaciones en Humanidades y Ciencias Sociales (UNLP-CONICET); Argentina.
Resumo:
Fil: Banzato, Guillermo. Universidad Nacional de La Plata. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación. Instituto de Investigaciones en Humanidades y Ciencias Sociales (UNLP-CONICET); Argentina.
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Este trabajo intenta poner de manifiesto cómo Aristóteles en el De Motu Animalium configura las funciones de los principios del movimiento voluntario de los animales a través de la presentación de varias analogías geométricas a lo largo del tratado. El modelo geométrico de los movimientos locativos de los animales es introducido ya en el primer capítulo para indicar que los animales, en tanto se mueven por sí mismos, cuentan con un centro en el cual se sostienen al moverse. Mientras que el modelo muestra allí cómo se mueven las extremidades articuladas, éste es retomado en los capítulos 8, 9, 10 y 11 para dar cuenta de las funciones de los principios establecidos en el capítulo 6 como explicativos del movimiento de los animales por sí mismos. De este modo los términos geométricos se aplican a través de la analogía con la articulación en una nueva analogía de la parte con el animal entero, indicándonos qué función cumplen y cómo se relacionan el alma, el corazón, el pneûma y las partes orgánicas. Mi análisis revela que las representaciones geométricas siempre indican un movimiento circular que es origen de los demás movimientos y que ese primer movimiento es el único que puede ser llamado estrictamente movimiento causado por sí mismo. La razón de esto es que las cosas que se mueven circularmente cuentan con un centro que funciona como un principio de movimiento interno inmóvil. El alma, en tanto principio inmóvil del movimiento y a través de ciertas sucesiones, es capaz de originar movimientos locativos voluntarios, quedando saldada para el autor la cuestión de cómo pueden los animales ser causantes de sus propios movimientos