36 resultados para Ideología -- Aspectos políticos
Resumo:
Fil: Buschini, José Daniel. Universidad Nacional de La Plata. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación. Instituto de Investigaciones en Humanidades y Ciencias Sociales (UNLP-CONICET); Argentina.
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Fil: Buschini, José Daniel. Universidad Nacional de La Plata. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación. Instituto de Investigaciones en Humanidades y Ciencias Sociales (UNLP-CONICET); Argentina.
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Fil: Buschini, José Daniel. Universidad Nacional de La Plata. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación. Instituto de Investigaciones en Humanidades y Ciencias Sociales (UNLP-CONICET); Argentina.
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Nuestra investigación se centró fundamentalmente en las distintas formas en que las derechas respondieron a los conflictos suscitados en el mundo del trabajo durante el período de entreguerras. En primer lugar, advertimos que la cuestión social fue adquiriendo un rol protagónico en la agenda nacionalista tal como puede verse, por ejemplo, a través del análisis de los periódicos. En efecto, los diarios más importantes adscriptos al nacionalismo desarrollaron un discurso radical respecto a los problemas sociales e incluyeron secciones específicas para tratar estas cuestiones y expresar una posición al respecto. Las respuestas del nacionalismo argentino frente a la cuestión obrera han sido múltiples y han abarcado distintas esferas de la vida social. Lejos de esperar que la solución a los problemas sociales proviniera exclusivamente de las medidas restrictivas y represivas hacia el movimiento obrero, los nacionalistas elaboraron programas sociales, políticos, económicos y culturales que formaron parte de su proyecto de nación autoritaria y jerárquica. Los proyectos sociales y las propuestas de organización sindical fueron en gran parte inspirados por los fascismos europeos los cuales incluyeron programas de contención social dentro de un orden político totalitario. En este sentido los nacionalistas argentinos intentaron mediante sus propuestas imponer un orden que contemplara las necesidades básicas de los sectores populares y que preservara las jerarquías sociales limitando la participación política o sindical de los trabajadores y eliminando definitivamente alas fuerzas de la izquierda revolucionaria. Las organizaciones obreras nacionalistas incluyeron todo tipo de trabajadores en sus filas y procuraron captar tanto a los afiliados de los sindicatos autónomos como a los trabajadores socialistas. Algunas de estas organizaciones fueron efímeras mientras que otras tuvieron más éxito y lograron atraer adherentes. Las mismas conformaron la corriente que hemos denominado nacionalismo sindicalista, la cual desarrolló su propia doctrina social fuertemente influenciada por las encíclicas papales. Las manifestaciones nacionalistas en el espacio público porteño han sido también analizadas in extenso. Existieron distintos tipos de manifestaciones para movilizar a los seguidores del nacionalismo y para captar nuevos adherentes, especialmente aquellos provenientes de los sectores populares. Las manifestaciones se convirtieron en el escenario de las disputas ideológicas mantenidas tanto contra la política liberal como contra la revolucionaria. La "revolución nacionalista", según la formulaban sus partidarios, implicaba trascender los aspectos políticos y económicos incorporando transformaciones en otras áreas de la vida social: las costumbres, las formas de vida, los gustos culturales, los valores. Los nacionalistas advirtieron que para lograr este tipo de "revolución" debían hacer usa de los medios de comunicación masivos y diseñar proyectos para regular las industrias culturales. El objetivo de representar a los sectores populares fracasó rotundamente. El discurso nacionalista que condenaba la diversidad étnico-religiosa, que amenazaba con eliminar las distintas voces políticas existentes, y que expresaba un odio visceral a sus enemigos (ya fueran judíos, anarquistas, comunistas, o liberales) fue extremadamente desafortunado para quienes procuraron ensanchar las bases de un movimiento antidemocrático originalmente elitista que, a la luz del contexto internacional y de las condiciones locales, devino en populista
Resumo:
Nuestra investigación se centró fundamentalmente en las distintas formas en que las derechas respondieron a los conflictos suscitados en el mundo del trabajo durante el período de entreguerras. En primer lugar, advertimos que la cuestión social fue adquiriendo un rol protagónico en la agenda nacionalista tal como puede verse, por ejemplo, a través del análisis de los periódicos. En efecto, los diarios más importantes adscriptos al nacionalismo desarrollaron un discurso radical respecto a los problemas sociales e incluyeron secciones específicas para tratar estas cuestiones y expresar una posición al respecto. Las respuestas del nacionalismo argentino frente a la cuestión obrera han sido múltiples y han abarcado distintas esferas de la vida social. Lejos de esperar que la solución a los problemas sociales proviniera exclusivamente de las medidas restrictivas y represivas hacia el movimiento obrero, los nacionalistas elaboraron programas sociales, políticos, económicos y culturales que formaron parte de su proyecto de nación autoritaria y jerárquica. Los proyectos sociales y las propuestas de organización sindical fueron en gran parte inspirados por los fascismos europeos los cuales incluyeron programas de contención social dentro de un orden político totalitario. En este sentido los nacionalistas argentinos intentaron mediante sus propuestas imponer un orden que contemplara las necesidades básicas de los sectores populares y que preservara las jerarquías sociales limitando la participación política o sindical de los trabajadores y eliminando definitivamente alas fuerzas de la izquierda revolucionaria. Las organizaciones obreras nacionalistas incluyeron todo tipo de trabajadores en sus filas y procuraron captar tanto a los afiliados de los sindicatos autónomos como a los trabajadores socialistas. Algunas de estas organizaciones fueron efímeras mientras que otras tuvieron más éxito y lograron atraer adherentes. Las mismas conformaron la corriente que hemos denominado nacionalismo sindicalista, la cual desarrolló su propia doctrina social fuertemente influenciada por las encíclicas papales. Las manifestaciones nacionalistas en el espacio público porteño han sido también analizadas in extenso. Existieron distintos tipos de manifestaciones para movilizar a los seguidores del nacionalismo y para captar nuevos adherentes, especialmente aquellos provenientes de los sectores populares. Las manifestaciones se convirtieron en el escenario de las disputas ideológicas mantenidas tanto contra la política liberal como contra la revolucionaria. La "revolución nacionalista", según la formulaban sus partidarios, implicaba trascender los aspectos políticos y económicos incorporando transformaciones en otras áreas de la vida social: las costumbres, las formas de vida, los gustos culturales, los valores. Los nacionalistas advirtieron que para lograr este tipo de "revolución" debían hacer usa de los medios de comunicación masivos y diseñar proyectos para regular las industrias culturales. El objetivo de representar a los sectores populares fracasó rotundamente. El discurso nacionalista que condenaba la diversidad étnico-religiosa, que amenazaba con eliminar las distintas voces políticas existentes, y que expresaba un odio visceral a sus enemigos (ya fueran judíos, anarquistas, comunistas, o liberales) fue extremadamente desafortunado para quienes procuraron ensanchar las bases de un movimiento antidemocrático originalmente elitista que, a la luz del contexto internacional y de las condiciones locales, devino en populista
Resumo:
Nuestra investigación se centró fundamentalmente en las distintas formas en que las derechas respondieron a los conflictos suscitados en el mundo del trabajo durante el período de entreguerras. En primer lugar, advertimos que la cuestión social fue adquiriendo un rol protagónico en la agenda nacionalista tal como puede verse, por ejemplo, a través del análisis de los periódicos. En efecto, los diarios más importantes adscriptos al nacionalismo desarrollaron un discurso radical respecto a los problemas sociales e incluyeron secciones específicas para tratar estas cuestiones y expresar una posición al respecto. Las respuestas del nacionalismo argentino frente a la cuestión obrera han sido múltiples y han abarcado distintas esferas de la vida social. Lejos de esperar que la solución a los problemas sociales proviniera exclusivamente de las medidas restrictivas y represivas hacia el movimiento obrero, los nacionalistas elaboraron programas sociales, políticos, económicos y culturales que formaron parte de su proyecto de nación autoritaria y jerárquica. Los proyectos sociales y las propuestas de organización sindical fueron en gran parte inspirados por los fascismos europeos los cuales incluyeron programas de contención social dentro de un orden político totalitario. En este sentido los nacionalistas argentinos intentaron mediante sus propuestas imponer un orden que contemplara las necesidades básicas de los sectores populares y que preservara las jerarquías sociales limitando la participación política o sindical de los trabajadores y eliminando definitivamente alas fuerzas de la izquierda revolucionaria. Las organizaciones obreras nacionalistas incluyeron todo tipo de trabajadores en sus filas y procuraron captar tanto a los afiliados de los sindicatos autónomos como a los trabajadores socialistas. Algunas de estas organizaciones fueron efímeras mientras que otras tuvieron más éxito y lograron atraer adherentes. Las mismas conformaron la corriente que hemos denominado nacionalismo sindicalista, la cual desarrolló su propia doctrina social fuertemente influenciada por las encíclicas papales. Las manifestaciones nacionalistas en el espacio público porteño han sido también analizadas in extenso. Existieron distintos tipos de manifestaciones para movilizar a los seguidores del nacionalismo y para captar nuevos adherentes, especialmente aquellos provenientes de los sectores populares. Las manifestaciones se convirtieron en el escenario de las disputas ideológicas mantenidas tanto contra la política liberal como contra la revolucionaria. La "revolución nacionalista", según la formulaban sus partidarios, implicaba trascender los aspectos políticos y económicos incorporando transformaciones en otras áreas de la vida social: las costumbres, las formas de vida, los gustos culturales, los valores. Los nacionalistas advirtieron que para lograr este tipo de "revolución" debían hacer usa de los medios de comunicación masivos y diseñar proyectos para regular las industrias culturales. El objetivo de representar a los sectores populares fracasó rotundamente. El discurso nacionalista que condenaba la diversidad étnico-religiosa, que amenazaba con eliminar las distintas voces políticas existentes, y que expresaba un odio visceral a sus enemigos (ya fueran judíos, anarquistas, comunistas, o liberales) fue extremadamente desafortunado para quienes procuraron ensanchar las bases de un movimiento antidemocrático originalmente elitista que, a la luz del contexto internacional y de las condiciones locales, devino en populista
Resumo:
El contacto con la variedad del español utilizada por hablantes de la Provincia de San Juan permite observar usos alternantes de los tiempos pasados Perfecto Simple y Perfecto Compuesto con mayor frecuencia de uso de éste con respecto a la zona rioplatense. El compuesto se emplea -por los sanjuaninos- para señalar aspectos semánticos reservados para el Simple como el referir acciones acabadas lejanas al momento de la enunciación o incluso sin ninguna relación con el mismo. El hablante puede comunicar factores subjetivos con el Perfecto Compuesto usándolo como una estrategia discursiva cargada de subjetividad que le permite hacer relevantes los hechos pasados, sin importar si están más o menos alejados del momento de la enunciación, y produciendo con ello una ampliación semántica en la idea de pasado que el compuesto comunica. El presente trabajo -en el marco de los principios de la Escuela de Columbia (Diver, 1995) y la Etnopragmática (García, 1995; Martínez, 1995, 2000; Mauder, 2000)- continúa con el análisis de aspectos esbozados en otro anterior (Gentili, 2011), también sobre corpus de discurso político, considerado este como práctica social que funciona no sólo como instrumento con fines políticos particulares, sino como creador y sostén de maneras de pensar, hablar y actuar: o sea, formas de vida y visiones de mundo. Para ello, el enunciador debe poner al servicio del objetivo comunicativo el uso de una gramática compartida situándose temporalmente para ejercer el poder y lograr la adhesión mediante la persuasión. Sospechamos, entonces, que el perfecto compuesto está asociado con la idea de incluir al oyente a una forma particular de perspectiva sobre del pasado referido, y de persuadirlo no solo de esa visión de los hechos pasados sino lograr también la adhesión al compromiso veredictivo que, como enunciador político, quiere trasmitir. Los resultados contribuirán a la perspectiva teórica que contempla la motivación semántico-pragmática de la gramática y su relación con el uso de la lengua
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El contacto con la variedad del español utilizada por hablantes de la Provincia de San Juan permite observar usos alternantes de los tiempos pasados Perfecto Simple y Perfecto Compuesto con mayor frecuencia de uso de éste con respecto a la zona rioplatense. El compuesto se emplea -por los sanjuaninos- para señalar aspectos semánticos reservados para el Simple como el referir acciones acabadas lejanas al momento de la enunciación o incluso sin ninguna relación con el mismo. El hablante puede comunicar factores subjetivos con el Perfecto Compuesto usándolo como una estrategia discursiva cargada de subjetividad que le permite hacer relevantes los hechos pasados, sin importar si están más o menos alejados del momento de la enunciación, y produciendo con ello una ampliación semántica en la idea de pasado que el compuesto comunica. El presente trabajo -en el marco de los principios de la Escuela de Columbia (Diver, 1995) y la Etnopragmática (García, 1995; Martínez, 1995, 2000; Mauder, 2000)- continúa con el análisis de aspectos esbozados en otro anterior (Gentili, 2011), también sobre corpus de discurso político, considerado este como práctica social que funciona no sólo como instrumento con fines políticos particulares, sino como creador y sostén de maneras de pensar, hablar y actuar: o sea, formas de vida y visiones de mundo. Para ello, el enunciador debe poner al servicio del objetivo comunicativo el uso de una gramática compartida situándose temporalmente para ejercer el poder y lograr la adhesión mediante la persuasión. Sospechamos, entonces, que el perfecto compuesto está asociado con la idea de incluir al oyente a una forma particular de perspectiva sobre del pasado referido, y de persuadirlo no solo de esa visión de los hechos pasados sino lograr también la adhesión al compromiso veredictivo que, como enunciador político, quiere trasmitir. Los resultados contribuirán a la perspectiva teórica que contempla la motivación semántico-pragmática de la gramática y su relación con el uso de la lengua
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El contacto con la variedad del español utilizada por hablantes de la Provincia de San Juan permite observar usos alternantes de los tiempos pasados Perfecto Simple y Perfecto Compuesto con mayor frecuencia de uso de éste con respecto a la zona rioplatense. El compuesto se emplea -por los sanjuaninos- para señalar aspectos semánticos reservados para el Simple como el referir acciones acabadas lejanas al momento de la enunciación o incluso sin ninguna relación con el mismo. El hablante puede comunicar factores subjetivos con el Perfecto Compuesto usándolo como una estrategia discursiva cargada de subjetividad que le permite hacer relevantes los hechos pasados, sin importar si están más o menos alejados del momento de la enunciación, y produciendo con ello una ampliación semántica en la idea de pasado que el compuesto comunica. El presente trabajo -en el marco de los principios de la Escuela de Columbia (Diver, 1995) y la Etnopragmática (García, 1995; Martínez, 1995, 2000; Mauder, 2000)- continúa con el análisis de aspectos esbozados en otro anterior (Gentili, 2011), también sobre corpus de discurso político, considerado este como práctica social que funciona no sólo como instrumento con fines políticos particulares, sino como creador y sostén de maneras de pensar, hablar y actuar: o sea, formas de vida y visiones de mundo. Para ello, el enunciador debe poner al servicio del objetivo comunicativo el uso de una gramática compartida situándose temporalmente para ejercer el poder y lograr la adhesión mediante la persuasión. Sospechamos, entonces, que el perfecto compuesto está asociado con la idea de incluir al oyente a una forma particular de perspectiva sobre del pasado referido, y de persuadirlo no solo de esa visión de los hechos pasados sino lograr también la adhesión al compromiso veredictivo que, como enunciador político, quiere trasmitir. Los resultados contribuirán a la perspectiva teórica que contempla la motivación semántico-pragmática de la gramática y su relación con el uso de la lengua
Resumo:
La siguiente ponencia tiene como tema a los clubes de barrio en Argentina a mediados de siglo XX, mas específicamente a mediados del década de 1930 y década de 1940. La problemática del trabajo rondara en los aspectos culturales, políticos y económicos que posibilitaron en Argentina la consolidación de estas organizaciones sociales que son originales del país. Trabajaremos con los conceptos de cultura, cultura popular, ideología y hegemonía desde la perspectiva de los estudios culturales
Resumo:
Indagar por el significado de izquierda y derecha es interrogar por cuales son las creencias, valores y actitudes que se asocian a estas alternativas; es indagar por los programas políticos con los que los sujetos pueden identificarse y probablemente implicarse en participar (San Martín, 2006). La vinculación entre el binomio izquierda derecha y la identificación política, puede observarse como un conjunto más o menos coherente de creencias, valores y actitudes sobre el sistema social y político, y el rol que la persona desarrolla en cuanto ciudadano; en este sentido el sentido de este binomio compone la matriz para la identificación política de las personas, a partir de la relevancia que tiene para los sujetos pertenecer a un grupo cuya identificación con el mismo interviene en su comportamiento político. El aspecto ideológico de la cultura política conlleva la diferenciación de creencias y valores dentro de la sociedad; entonces, la configuración ideológica de un endogrupo serían las creencias y valores compartidos de actitudes políticas que muestran los miembros ese grupo; una ideología seria el modelo de actitudes comunes a un endogrupo desde la perspectiva de su disidencia políticamente destacable con otros patrones grupales. En un nivel específico diferenciaremos orientación política de configuración ideológica. Conceptualizamos la orientación política como la actitud de una persona hacia los aspectos de oposiciones (izquierda/derecha, progresista/conservador, democracia/autoritarismo, entre otros ejemplos) y polaridades generalizadas. En este trabajo operacionalizaremos la orientación política de los sujetos como su autoposicionamiento en una dimensión izquierda-derecha, siendo la más ampliamente usada en la investigación (Jost, 2005). Es decir, la orientación política se configuraría como una síntesis de la configuración ideológica, al organizar, de modo particular, las diversas actitudes políticas que comporten una multiplicidad ycomplejidad de dimensiones que no posee la orientación política (Jost, Christopher & Jaime, 2009). La muestra quedó conformada por 366 participantes, 274 mujeres y 62 varones, con edades comprendidas entre los 18 y los 54 años (M = 24,8; DT = 8); todos ellos estudiantes de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Lomas de Zamora. Se aplico la Escala Conservador-Progresista (En asuntos de política la gente habla de conservadores y progresistas, ¿Dónde se situaría Ud. en esa escala?) y la Escala de orientación política (En asuntos de política la gente habla de izquierda y derecha, acorde con la siguiente escala de 1 a 5, siendo 1 de extrema derecha y 5 de extrema izquierda: ¿Dónde se situaría Ud.? ¿Dónde situaría a su padre? ¿Dónde situaría a su madre? ¿Dónde situaría a la mayoría de sus amigos?), adaptada y modificación a partir de Rodríguez, Sabucedo y Costa, 1993. Este estudio tenía como objetivo describir en los estudiantes de la Facultas de Ciencias Sociales de la Universidad de Lomas de Zamora, primero, el posicionamiento ideológico Conservador-Progresista, y la Orientación Política (Derecha Izquierda); y segundo, las asociaciones existentes entre la escala Conservador Progresista, y la escala Orientación Política. Los valores hallados muestran que prevalece un posicionamiento ideológico de centro- progresista y una orientación política de centro, coincidente con la percepción de orientación política de su endogrupo. Entre la escala Conservador-Progresista, y la escala Orientación Política hubo correlación moderada y positiva; pero en el estudio segmentado por sexo solo en las mujeres se asocian positiva y moderadamente la autoorientación política con la orientación política de su padre, madre y amigos
Resumo:
El trabajo versa sobre la empresa Aerolíneas Argentinas y Austral, proponiéndome analizar su devenir histórico y su presente según la teoría de la gestión de políticas públicas. Detrás del manejo de esta empresa estatal no se esconden exclusivamente aspectos técnicos sino también una compleja red de intereses y actores en pugna, a la vez que dicha compañía se encuentra afectada por la situación socio económica y política del país y el mundo en el cual se inserta. A través del presente trabajo intentaré develar este complejo entramado, relacionando permanentemente la gestión de Aerolíneas Argentinas y Austral con el papel que juegan los distintos actores, factores y cuestiones sobre la Línea de Bandera nacional