6 resultados para Mitre, Bartolomé, 1821-1906.
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Resumo:
Fil: Pró, Diego F..
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Desde el concepto de canon como el modelo impuesto por un grupo de poder, el presente trabajo analiza la canonización de la figura sanmartiniana en el cruce de los Andes, según relatos de autores de la clase dirigente. En los cuales se compara este personaje con Napoleón, Aníbal, Alejandro Magno y otras significativas figuras de la tradición occidental. Tres narraciones edifican la imagen de un héroe romántico, luchador a favor de la libertad y protector de los pueblos que libera. San Martín como paladín democrático frente a la tiranía despótica de los españoles, aparece en el relato de Gerónimo Espejo “El paso de los Andes". Este rico trabajo de prolijo historiador pondera la hazaña por sobre las de Napoleón y Aníbal. Bartolomé Mitre en su “Historia de San Martín", enfoca al héroe como paladín de unidad americana en la causa de la independencia, con una maestría superior a los cruces clásicos de Napoleón y Aníbal, parangonándolo con el de Bolívar en los Andes ecuatorianos. Ricardo Rojas en El santo de la espada fabrica una imagen religiosa de San Martín y lo iguala a héroes cristianos como Parsifal, Lohengrin y el Cid Campeador. El parangón con Napoleón. Aníbal y Alejandro Magno, se ve apoyado por la iconografía argentina de la época. La estatua más popular de San Martín repite la pose del retrato de Napoleón por David. Este, a su vez, está inspirado en mayólicas de Alejandro que lo representan en similar postura. Así, la imagen del héroe argentino en su cruce de los Andes se inserta con éxito en la tradición occidental.
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Fil: Mitre, Bartolomé.
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Este trabajo analiza cinco creaciones literarias del escritor venezolano Arturo Uslar Pietri, el cuento “Barrabas", la novela El camino de El Dorado, el ensayo “La ciudad de nadie", la obra de teatro “Chuo Gil y las tejedoras", y el poema “Tres leones de plata" para estudiar la relación del poder con la palabra porque estos pueden crear mundos. También observamos su reflexión acerca de la culturas la cuales crean diferentes tipos de expresión que nuestro autor muestra conocer perfectamente. En “Barrabás" (1928) podemos ver que Uslar quiere diferenciarse de la forma como se ha escrito la literatura venezolana del pasado. En El camino de El Dorado (1947) quiere expresar el poder de destrucción que la palabra tiene en la figura del injusto gobernante, Lope de Aguirre. “La ciudad de nadie" (1950) nos habla de las diferentes lenguas y culturas que las personas practican en Nueva York. “Chuo Gil y las tejedoras" nos enseña el chisme como la forma de expresión de los pueblos pequeños (1959) y por último “Tres leones de plata", poema contenido en libro Manoa (1972) expresa la eternidad de las palabras contenidas en el poema. Este artículo quiere demostrar el maravilloso dominio que tenía Arturo Uslar Pietri para expresar las palabras en todos los géneros que la literatura ha tenido hasta hoy. Lo que nos permite concluir que es uno de los mejores escritores que existen en la literatura latinoamericana.
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Se analizará cómo funcionan los textos sentimentales hispanoamericanos en los lectores según dos modos de concebir la recepción de estas obras: la lectura en un “microambiente" de un lector/a sentimental-individual y la lectura en un “macroambiente" de varios lectores de novelas sentimentales. Así también, se pretende fijar las características fundamentales de la narrativa sentimental hispanoamericana en un conjunto de textos representativos de esta modalidad literaria. A su vez, este análisis intenta ser una “nueva visión" de los textos enriquecida sobre todo con la ayuda valiosa de enfoques desde lo “literario-cultural" (Lander, 2003), lo “discursivo" (Barthes, [1977] 2002) y lo “sociológico" (Giddens [1992] 2004). En esta ocasión sólo nos ocuparemos de la narrativa del siglo XIX y el corpus de obras será el siguiente: Soledad (1847) y Memorias de un botón de rosa (1847, reeditada en 1907) de Bartolomé Mitre; Esther de Miguel Cané (1851); Martín Rivas (1862) de Alberto Blest Gana; Julia (1861) de Luis Benjamín Cisneros; La peregrinación de Bayoán (1861) de José María de Hostos; María (1867) de Jorge Isaacs; Clemencia (1869) de Ignacio Manuel Altamirano y Cumandá (1879) de Juan León Mera.