3 resultados para Gerbaudo, Analía
Resumo:
El presente proyecto pretende continuar con la línea de investigación que se iniciara con el proyecto “La formación en Educación Especial en la UNAM, conceptualizaciones y paradigmas” (16H-157). Posteriormente, “La Formación de Docentes Reflexivos en el Profesorado de Educación Especial: análisis crítico desde la mirada de egresados y estudiantes” (16H-188) y “La Formación de Docentes Críticos y Reflexivos en el Profesorado de Educación Especial: Representaciones Sociales de los Docentes” (16 H 235). Ambos, referidos a la docencia universitaria en ámbitos de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales, nos posibilitaron conocer aspectos relevantes de la formación profesional docente que se desarrolla a través de la propuesta curricular del Profesorado en Educación Especial. En la presente oportunidad, nuestro eje de indagación se amplía a otra Carrera de la misma Unidad Académica con la intención de abordar las representaciones sociales que construyen los docentes de la Licenciatura en Trabajo Social con relación a las nociones de Enseñanza y Aprendizaje en la Universidad. En tal sentido, por un lado se construirá conocimiento desde una particular mirada hacia las formas que adquiere la vinculación entre enseñanza y aprendizaje, adentrándonos en los posibles modelos construidos sobre la identidad profesional, y por otro, identificar y analizar fundadamente los saberes que circulan en dicho espacio de formación profesional para poder ponerlos en tensión. El interés en el tema se vincula con el anclaje y la trayectoria que posee la citada carrera, habiendo sido una de las fundantes de la Universidad Nacional de Misiones en la Década de 1970. Además, el interés está dado en que desde el año 2010 se encuentra en un proceso de inauguración de un nuevo plan de estudios (Resolución N°002/10), precedido por uno vigente desde 1999 al cual, a su vez, lo precedió la propuesta curricular implementada desde 1982. Los argumentos que dieron lugar al último cambio de Plan de Estudios provinieron de sucesivas evaluaciones, principalmente del claustro docente, al no encontrarse cumplidos los objetivos planteados. A su vez, los resultados alcanzados hasta el momento con la nueva propuesta ya expresan nuevas preocupaciones en el mismo claustro en relación a los resultados que se observan en la formación, tanto en términos cualitativos como en términos cuantitativos, destacándose en el ciclo 2011, por ejemplo, la deserción de alrededor del 50% de los estudiantes inscriptos en cada una de las Asignaturas, según los registros proporcionados por la Dirección Alumnado de la Facultad. Estas cuestiones ya han ido emergiendo desde momentos anteriores y recibieron diferentes tratamientos como ser proyectos de investigación y de extensión, dirigidos tanto hacia los estudiantes, a través de cuestiones vinculadas con la situación de ingreso a la universidad, como hacia los docentes, apuntando a los paradigmas de la profesión y sus relevancias según momentos históricos de la misma. Pero, desde la perspectiva que proponemos en el presente proyecto, es decir, abordando cuestiones propias de la práctica docente y de formación profesional en contextos universitarios, no hallamos en la Carrera antecedentes que lo hayan abordado. Es por ello que, partimos de la necesidad de poner en cuestión las condiciones de producción de las prácticas docentes en la formación de profesionales Licenciados en Trabajo Social en la UNaM. Nuestra propuesta de indagación se fundamenta en cuestiones propias del campo de la docencia universitaria desde donde es posible afirmar que la construcción de lo disciplinar en la formación de profesionales opera en base a modelos, creencias y valores que sustentan los sujetos que participan de la acción de enseñanza, los cuales, por lo general, circulan de modo inconsciente o implícito. De allí que, nos planteamos como principal interrogante: ¿Cuál es el estado de las RS y otros saberes construidos por los sujetos docentes pertenecientes al escenario seleccionado, y cuáles son sus trayectorias profesionales docentes que los habilitan y sostienen, es decir, que los producen y reproducen? Las investigaciones previas desarrolladas por este equipo de trabajo y los hallazgos producidos a través de cada una de ellas, nos indica como apropiado sustentar teórica y metodológicamente esta investigación en los marcos conceptuales desarrollados por Serge Moscovicci y sus seguidores, dado que la Teoría de las Representaciones Sociales constituye un referencial apropiado para la indagación, en tanto permite identificar y analizar a través de los discursos de lo sujetos, los conocimientos, saberes, valores, habilidades, destrezas y actitudes que se ponen en juego en el escenario profesional docente cotidiano. Otros aportes teóricos provienen de las producciones de Alfred Schütz (1993), referidos a la comprensión de la vida de sentido común; de Schön (1992), Carr y Kemmis (1988) referidas a la Articulación Teoría-Práctica; y consideraciones en torno a las nociones de enseñanza y aprendizaje en la Enseñanza Superior de Autores tales como, Brockbank y McGill (2002) y Berstein (1990). Pretendemos con nuestra indagación, en una primera aproximación, reflejar aspectos de la formación profesional en Trabajo Social en el campo de la docencia universitaria, las posibles vinculaciones entre formación docente y sus prácticas, capturando los discursos que circulan en las producciones científicas y académicas actuales. Y, en un segundo momento, formular interrogantes que nos habiliten continuar posteriormente en otro proyecto ahondando las posibles relaciones entre las prácticas de enseñanza y los procesos de aprendizaje que pudieran expresar los estudiantes.
Resumo:
Más allá de las modas intelectuales, la antropología requiere como toda disciplina enmarcada en el campo de las ciencias sociales, cumplir con determinados parámetros teórico-metodológicos que le sirvan de fundamento. Sobre todo, como es el caso del autor que nos convoca en este Librar el Camino, estos parámetros se fundamentan en el compromiso intelectual que establecemos con los sujetos que son materia del quehacer etnográfico. Sin embargo, la particularidad de nuestra experiencia en el trabajo de campo la reconocemos como única e irrepetible, no sólo porque en el transcurso de la historia los grupos sociales se modifican, sino también porque nuestra propia experiencia en el campo se funda en nuestra vivencia personal.
Resumo:
El problema a estudiar desde este proyecto de investigación tuvo que ver con la existencia de Políticas Sociales dirigidas a la familia puestas o no en marcha en la provincia de Misiones en las últimas dos décadas, lo que incluyó considerar por un lado los organismos responsables de las mismas y por el otro a quienes iban dirigidas. El interrogante sobre el cual se instaló el planteo era: ¿existieron en o para Misiones políticas sociales que contemplaran a la familia como objeto de su accionar? Para ello fue necesario efectuar un encuadre teórico al respecto, el que se relacionó con los procesos históricos, sociales y políticos atravesados por la región. Se tuvo en cuenta que la conformación de los núcleos familiares en la provincia de Misiones tiene que ver con un proceso de ocupación territorial que incluyó corrientes migratorias extranjeras que darían a la provincia un panorama especial, reconociéndose en ella lo que dio en llamarse la formación de un “verdadero crisol de razas”3. Este proceso se inicia en la existencia de los grupos guaraníes4, ocupantes legítimos de la tierra hasta que dicho sistema cultural se vio interrumpido en el siglo XVI con la penetración colonial europea. Se produce la primera modificación en las formas de vida social con la instauración de las Misiones Jesuíticas, las que conformaban un sistema social, económico y político en sí mismas. Tomando los datos editados por el SIEMPRO en 1998 5 se pueden distinguir tres momentos o etapas en la sucesión de corrientes migratorias en Misiones: una primera llamada de Colonización 6, donde la responsabilidad estaba centrada en la esfera oficial. En la misma la finalidad política era proteger las fronteras a través del aumento de población por lo cual se estimuló la inmigración de colonos a quienes se les adjudicaba tierras mensuradas. Estos colonos extranjeros iniciaron una economía de subsistencia basada en el uso de mano de obra familiar. Durante este período se asentaron una gran cantidad de productores – pequeños y medianos – que dieron origen a una figura característica en la estructura agraria misionera: la pequeña explotación familiar.