3 resultados para Ready-to- wear clothing

em Acceda, el repositorio institucional de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. España


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[EN] First description of the complete embryo and larval development of the Canarian abalone (Haliotis tuberculata coccinea Reeve.) was conducted along 39 stages from fertilization to the appearance of the third tubule on the cephalic tentacles and illustrated in a microphotographic sequence. Eggs obtained by induced spawning with hydrogen peroxide from the GIA captive broodstock were stocked at a density of 10 eggs/mL and kept at 23 0.5 BC for 62 h until the formation of the third tubule. Live eggs and larvae were continuously observed on a 24 h basis at a 3400 magnification under transmitted light. At each stages, specific morphological features, illustrated by microscopic photographs, were described, as well as the time required for their apparition. Fertilized eggs diameter was 205 8 mm (mean SD), whereas length and width of larvae ready to undergo metamorphosis were 216.6 5.3 mmand 172 8.8 mm, respectively. Knowledge on the larval morphological development acquired through this study will contribute to the improvement of larval rearing techniques for this abalone species.

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[ES] Mediante la adopción del seudónimo masculino, algunas escritoras del siglo XIX y de la primera mitad del XX pudieron introducirse en un ámbito controlado absolutamente por hombres: el de la literatura. La sustitución de su nombre legal por otro ficticio les permitió ganarse el respeto de un elevado porcentaje de lectores que se mostraban todavía reticentes a valorar positivamente las obras escritas por una mujer, consideradas frívolas, sensibleras e intrascendentes. La necesidad de llevar puesta una máscara para alcanzar semejantes objetivos demuestra, no obstante, que las autoras de entonces en cierto modo seguían sometidas a los dictámenes de la sociedad patriarcal, cuyos prejuicios hubieron de asumir si querían que sus textos vieran la luz y fuesen tomados en serio. Con el seudónimo varonil ‒unido ocasionalmente también al travestismo físico, como ejemplifica el caso de George Sand‒, las escritoras forjaron de sí mismas unas imágenes descentradas, ambiguas, andróginas. Al mismo tiempo, la estrategia del cambio de género autoral presuponía el reconocimiento de una «condición masculina» inherente a la escritura.