3 resultados para Abuso
em Acceda, el repositorio institucional de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. España
Resumo:
[ES]El consumo masivo por jóvenes y deportistas de esteroides anabolizantes androgénicos ha hecho que este grupo de hormonas derivadas de la testosterona sean consideradas en EE.UU. como ?drogas de abuso?. El consumo con fines no terapéuticos de estas sustancias y, por tanto, a elevadas dosis y sin ningún tipo de control médico, lleva a la aparición de efectos tóxicos en los consumidores habituales de los mismos (deportistas, culturistas o jóvenes que simplemente persiguen una mejora de su aspecto físico). Muchos son los efectos perjudiciales que pueden producir destacando las alteraciones hepáticas, reproductivas, metabólicas, músculo-esqueléticas y psicológicas. Existen más de 120 de estas sustancias en el mercado de los que sólo unas 12 son utilizadas en terapéutica humana, mientras que las demás son empleadas principalmente como agentes anabolizantes por jóvenes y deportistas. Normalmente, los usuarios consumen varias simultáneamente y a altas dosis. Aunque en nuestro país no hay cifras oficiales sobre el consumo de éstos, es de suponer que, como ocurre con otros países europeos, su utilización esté muy extendida. La existencia de consumidores ?ilegales? de estas sustancias supone un riesgo para la salud y establece la necesidad de controlar sus efectos tóxicos.
Resumo:
[ES]El modelo de producción de alimentos desarrollado en la segunda mitad del siglo XX en Canarias (y el resto del mundo) y mantenido en la actualidad ha ido encaminado a incrementar la producción y reducir las pérdidas de producción mediante el uso de plaguicidas. Sin embargo, este tipo de producción intensiva no ha tenido en cuenta el impacto de estas prácticas agrícolas sobre el medio ambiente y la población. El uso y abuso de los plaguicidasha tenido como consecuencia frecuente la contaminación de suelos y acuíferos, y más tarde, la introducción de estos contaminantes en la cadena alimentaria, incorporándose a todos los seres vivos (incluida la especie humana) a través de los alimentos. Estudios de nuestro Grupo de Investigación han confirmado la presencia de residuos de plaguicidas en suelos, aguas, alimentos de nuestras Islas y, lo que es más grave, en sangre y tejidos de la población canaria. Así, se ha demostrado que el 99% de la población delarchipiélago canario presenta residuos de plaguicidas en sangre y, lo que es más llamativo, que las mujeres embarazadas de estas islas presenta residuos de plaguicidas en el líquido amniótico. Por tanto, nuestra exposición a estos contaminantes tóxicos comienza antesdel nacimiento y es continuada a lo largo de toda nuestra vida. Esta situación es extensiva al resto de la población del mundo occidental (incluyendo la española). A día de hoy sabemos que esta exposición continua e ininterrumpida a plaguicidas da lugar a efectos tóxicos a largo plazo (crónicos) pudiendo afectar la salud de la población y sus descendientes. Los mecanismos por lo que pueden afectar a la salud son múltiples, bien sea porque alteran, a) el sistema hormonal (se relacionan con alteraciones reproductivas en el hombre y la mujer, con el incremento de incidencia de diabetes, tumores hormonodependientes como mama o testículo, y con alteraciones en la función tiroidea); b) el sistema cardiovascular (alterando la tensión arterial y el funcionalismo cardiaco); c) el metabolismo (algunos favorecen el desarrollo obesidad, esto es, son obesogénicos), o d) el sistema Nervioso Central (relacionándose la exposición crónica a plaguicidas con alteraciones neurocognitivas o retraso en el desarrollo en niños, o con enfermedades neurodegenerativas como Parkinson y Alzheimer en el adulto). En resumen, la contaminación de nuestro medio ambiente, y, por tanto de nuestra población, por plaguicidas no nos sale gratis y nos pasa o pasará factura en salud.