321 resultados para Sistema financiero, tasa de crecimiento, PIB, desequilibrios, políticas, gastos, restricción.


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Tras un perodo de cinco aos durante el cual Amrica Latina y el Caribe registr un desempeo econmico y social sin precedentes en las ltimas dcadas, sobrevino una crisis econmica y financiera global que no solo afect las variables macroeconmicas, sino que tambin tuvo un marcado impacto en los mercados laborales de los pases de la regin. En efecto, mientras que entre 2003 y 2008 las tasas de ocupacin en general, y especialmente los niveles de empleo formal, registraron significativos incrementos acompaados de un descenso de la tasa de desempleo regional, la crisis puso marcha atrs en estas tendencias.No obstante, la regin estaba mejor preparada que en crisis anteriores, ya que gozaba de una buena situacin en materia fiscal y de reservas internacionales y registraba un bajo nivel inflacionario. Esto signific que las autoridades pudieron disponer de espacios para aplicar polticas contracclicas, tanto fiscales como monetarias. De todas maneras, frente a la peor crisis a nivel global desde la Gran Depresin de los aos treinta, estas medidas solo pudieron atenuar el impacto en las economas de la regin, pero no evitarlo. Adems, la crisis golpe con marcadas diferencias a las subregiones y los pases, segn las caractersticas de su insercin comercial, y no todos los pases disponan del espacio fiscal necesario para instrumentar enrgicas polticas contracclicas.Como se destaca en este tercer boletn conjunto de la CEPAL y la OIT, el impacto de la crisis en los mercados laborales de la regin no fue tan fuerte como se tema a inicios del ao pasado, debido a la implementacin de polticas pblicas orientadas al mbito laboral que hemos revisado en los dos boletines previos. A ellas se agrega en este boletn un anlisis desde la perspectiva de la igualdad de gnero. Adems, algunos pases de la regin, entre los que se destaca el Brasil, lograron estabilizar y repuntar rpidamente su crecimiento econmico, con resultados positivos en las variables laborales.Aun as, no se puede ignorar que millones de latinoamericanos y caribeos perdieron su trabajo o se vieron obligados a asumir un empleo ms precario y peor remunerado.Los datos macroeconmicos indican que la recuperacin est en marcha, incluso con mayor celeridad y fuerza de lo previsto un ao atrs. De hecho, es probable que el crecimiento regional de 2010 supere la tasa del 4,1% proyectada a fines del ao pasado. Por lo tanto, si bien esperamos una moderada cada de la tasa de desempleo, esta no sera suficiente para alcanzar los niveles registrados antes de la crisis.De todas maneras, la reactivacin muestra pautas muy divergentes en los distintos pases de la regin. En algunos, sobre todo de Amrica del Sur, la recuperacin se benefici del dinamismo de las economas asiticas, cuya demanda de recursos naturales provoca importantes repuntes en las exportaciones de estos productos, tanto en volumen como en precio. Con cierto rezago y menor dinamismo, los pases cuyas economas estn ms integradas a la economa estadounidense se estn beneficiando de la reactivacin del pas del norte. Por otra parte, varios pases todava sufren importantes desequilibrios que dificultan su vuelta a un sendero de crecimiento. Finalmente, Chile y Hait han sido golpeados por devastadores terremotos al inicio del ao, por lo que enfrentan retos adicionales de reconstruccin, ms all de la reactivacin econmica.Cabe sealar que, a pesar de las perspectivas relativamente favorables para el crecimiento regional de 2010, sigue reinando una elevada incertidumbre respecto de la reactivacin de la economa global, lo que afecta las perspectivas econmicas de la regin en un plazo ms largo. La fragilidad de la reactivacin en algunas regiones y las dudas sobre su sostenibilidad en otras, as como los choques que han afectado a los mercados financieros internacionales, representan luces de alerta que deben someterse al continuo escrutinio de las autoridades de la regin, dado su grado de integracin a la economa mundial.Por otra parte, la recuperacin del crecimiento no se traduce directa ni mecnicamente en mayor empleo, y menos an en condiciones de trabajo decente. Si bien desde fines del ao pasado se observa una evolucin relativamente favorable en algunos indicadores laborales, los pases continan enfrentando importantes retos para mejorar la insercin laboral de millones de latinoamericanos y caribeos que no se estn beneficiando del repunte del crecimiento. Para ello es importante aprovechar las lecciones de las polticas aplicadas durante la crisis para contrarrestar su impacto en los mercados laborales.Con este tercer boletn conjunto, la CEPAL y la OIT continan fieles a su propsito de proveer a la regin de informacin y anlisis oportunos y tiles para enfrentar estos retos, tanto sobre la evolucin de los mercados laborales de la regin, como sobre las opciones de polticas correspondientes.

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Los efectos negativos de la crisis econmica y financiera global, la peor desde los aos treinta, sobre Amrica Latina y el Caribe han sido bastante menores a los que inicialmente se haban temido. Si bien en 2009 se interrumpi un perodo de expansin y el producto regional se contrajo un 1,9%, el impacto de la crisis fue acotado debido a la aplicacin de polticas fiscales y monetarias contracclicas por parte de muchos gobiernos de la regin. La recuperacin de nuestras economas, sobre todo en Amrica del Sur, va de la mano de la rpida reactivacin de las economas emergentes de Asia con sus consecuencias favorables para el comercio mundial. Algo similar se puede constatar respecto del impacto de la crisis en los mercados laborales de Amrica Latina y el Caribe. Si bien millones de personas sufrieron la prdida de empleo o tuvieron que asumir un puesto de trabajo de menor calidad, la cada de los niveles de empleo -incluido el empleo formal-- fue menor que la prevista inicialmente. Por otra parte, los salarios reales subieron levemente en el contexto de una inflacin decreciente. De esta manera, el mercado laboral estabiliz la demanda interna, lo que favoreci la reactivacin iniciada en muchos pases hacia fines de 2009.La mejora de las condiciones comerciales y financieras internacionales, as como el repunte de la demanda interna impulsada por las polticas macroeconmicas, hacen posible que las estimaciones de crecimiento de la economa de la regin para 2010 se siten -segn diversas fuentes- en torno al 6%.Como se detalla en la primera parte de este Boletn, a nivel regional esta reactivacin se ha expresado en la generacin de empleo formal, el aumento de la tasa de ocupacin, el descenso del desempleo y la subida moderada de los salarios reales. Especficamente, se estima que la tasa de desempleo regional bajar 0,6 puntos porcentuales, del 8,1% en 2009 al 7,5% en 2010.Cabe sealar, sin embargo, que el desempeo de los pases y subregiones ha sido muy desigual. Por un lado, destaca el Brasil, donde el elevado crecimiento econmico se acompa de una dinmica generacin de empleo formal y la tasa de desempleo descendi a niveles no registrados desde haca mucho tiempo. Otros pases de Amrica del Sur se han beneficiado de la fuerte demanda de recursos naturales por parte de los pases asiticos. Ello, sumado al aumento de la demanda interna, elev su crecimiento econmico y tuvo un impacto positivo en los indicadores laborales. Por otro lado, en algunos pases y subregiones, sobre todo en el Caribe, la reactivacin todava es muy dbil y los indicadores laborales continan deteriorndose.De esta manera, la reactivacin de la economa regional en 2010 puede caracterizarse como dinmica pero desigual. Para 2011 las estimaciones de crecimiento son menos favorables. Los riesgos relacionados con los desequilibrios de la economa mundial y el trmino de los paquetes fiscales contracclicos incidiran en un crecimiento econmico regional ms acotado en 2011. En consecuencia, para 2011 se espera una leve reduccin adicional de la tasa de desempleo, de entre 0,2 y 0,4 puntos porcentuales.Sin embargo, estos indicadores de recuperacin no garantizan un crecimiento con trabajo decente a largo plazo. Para reforzar la mejora de los indicadores laborales y generar ms empleo productivo y trabajo decente, los pases de la regin deben fortalecer sus polticas macroeconmicas, mejorar la coordinacin de polticas a nivel regional y global, identificar y eliminar cuellos de botella en el mismo mercado laboral y reforzar los instrumentos que promuevan una mayor igualdad.Adicionalmente, la regin -al igual que el resto del mundo- enfrenta el reto de transformar su manera de producir para desarrollar economas sustentables en el largo plazo. El cambio climtico y el reto correspondiente de desarrollar y fortalecer patrones de produccin y consumo bajos en emisin de carbono tambin afectarn la manera de trabajar. Hay un gran desafo en la generacin de empleos verdes que combinen trabajo decente con su insercin en pautas productivas ambientalmente sostenibles. Con esta perspectiva, en la segunda parte de este boletn se discute el enfoque de los empleos verdes, aportando algunos antecedentes acerca de los retos y oportunidades que permitiran transitar hacia una economa sostenible en la regin y se presentan, adems, un conjunto de opciones para abordar los temas ambientales y las repercusiones del cambio climtico en el mundo del trabajo.Aunque el debate en torno al concepto de empleos verdes es relativamente reciente en la regin, ya existen ejemplos concretos y varios pases han avanzado en la aplicacin de polticas y programas en ese mbito. Por ejemplo, Costa Rica ha formulado una Estrategia Nacional de Cambio Climtico y entre sus mayores logros se encuentra la formacin profesional en el mbito de la gestin de recursos naturales. En el Brasil, se ha incrementado la produccin de combustibles a partir de la biomasa y se estn construyendo viviendas sociales con paneles solares. Varios otros pases de la regin estn avanzando en reas como el ecoturismo, la agricultura sostenible, la infraestructura para la adaptacin al cambio climtico y la formalizacin de las personas que trabajan en el reciclaje de residuos domsticos.La transformacin hacia una economa medioambientalmente ms sostenible puede llevar a la destruccin de empleos en algunos sectores econmicos y a la creacin en otros. Inevitablemente, el mundo del trabajo experimentar cambios importantes. Enfocando el tema a travs del dilogo social y de polticas pblicas apropiadas existe la oportunidad de crear ms empleos decentes a travs de esta transformacin, contribuyendo as al crecimiento de la economa, la construccin de mayores niveles de igualdad y la proteccin del medio ambiente.

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Si bien las economas de Amrica Latina y el Caribe crecieron menos en 2011 que en 2010, se lograron algunos avances en el mbito laboral y los trabajadores se beneficiaron de un desempeo econmico satisfactorio, en un contexto externo cada vez ms complejo.La tasa de desempleo descendi de un 7,3% en 2010 a un 6,7% en 2011, debido a un aumento de medio punto porcentual de la tasa de ocupacin urbana. Ambas tasas estn en niveles inditos desde hace mucho tiempo. Tambin aument la proporcin de los puestos de trabajo formales que cuentan con proteccin social y baj el subempleo. Los salarios, tanto medios como mnimos, aumentaron en trminos reales, aunque moderadamente.El desempeo econmico y los resultados laborales fueron muy diferentes entre las subregiones. En Amrica del Sur la tasa de desempleo cay 0,6 puntos porcentuales, mientras en los pases del norte de Amrica Latina cedi 0,4 puntos porcentuales y en los pases del Caribe subi 0,2 puntos porcentuales.Por otra parte, los datos muestran que en los mercados laborales persisten importantes brechas y graves problemas de insercin laboral, sobre todo para las mujeres y los jvenes, que continan padeciendo niveles desfavorables en cuanto a la tasa de desempleo y a otros indicadores laborales.En la segunda parte de este informe se revisa si los frutos del crecimiento econmico y de los aumentos de productividad han sido distribuidos en forma equitativa entre trabajadores y empresas.Entre 2002 y 2008, el perodo del ciclo econmico expansivo ms reciente, de los 21 pases de la regin cuyos datos estn disponibles, disminuy la participacin de las remuneraciones en el PIB en 13 de ellos, mientras que solo aument en 8. Esto indicara una redistribucin desfavorable a los trabajadores, que resulta preocupante en una regin que se caracteriza por tener la distribucin de ingreso ms desigual del mundo.Esta evolucin se explica porque a nivel mundial los salarios han crecido menos que la productividad. Ms all de la dimensin tica del tema, esto pone en peligro la sostenibilidad social y econmica del crecimiento. Por ejemplo, una de las races de la reciente crisis financiera fue que, ante las prdidas de ingresos de los asalariados estadounidenses, los hogares financiaron su consumo y su vivienda con un mayor endeudamiento, lo cual demostr no ser sostenible en el largo plazo. La persistencia de este fenmeno debilita tanto la contribucin del mercado laboral a la asignacin eficiente de los recursos como su funcin distributiva, con consecuencias negativas para la gobernabilidad democrtica.En el debate a nivel global, entre las causas atribuibles a dicho empeoramiento distributivo se destacan la desregulacin de los mercados y su impacto en la globalizacin financiera, un cambio tecnolgico que favorece el capital frente al trabajo, as como el debilitamiento de las instituciones laborales. Se requiere, en consecuencia, un esfuerzo de polticas pblicas que contribuyan a que los aumentos salariales no queden rezagados frente a los aumentos de productividad. En algunos pases de la regin, especialmente en Amrica del Sur, se observan progresos interesantes durante la segunda mitad de la dcada pasada, reflejados en un positivo cambio de tendencia en la participacin de las remuneraciones en el producto. Por ejemplo, en el Brasil se aprecia una recuperacin de la participacin de las remuneraciones en el PIB y se estima que la poltica de salarios mnimos orientada a la dinmica del mercado interno es una de las razones de este aumento.La regin necesita crecer ms y mejor. Se requiere incrementar continuamente su productividad como base de mejoras sostenidas del bienestar de la poblacin y para reducir la brecha externa que separa a las economas de Amrica Latina y el Caribe de las ms avanzadas. Tambin es imperativo reducir la desigualdad, lo que podra lograrse mediante una reduccin de la brecha de productividad entre las empresas ms modernas y la gran cantidad de empresas de baja productividad.Como se expone en este informe, durante el perodo entre 2002 y 2010 la regin logr algunos avances, con un incremento anual de la productividad laboral del 1,5%. Estos progresos, sin embargo, estn por debajo de los logros de otras regiones, como frica subsahariana (2,1%); y, sobre todo, Asia oriental (8,3%, excluidos el Japn y la Repblica de Corea);. Adems, en muchos pases de la regin estas ganancias no se han distribuido de manera equitativa. De ah la relevancia de asumir este doble reto: avanzar en los incrementos de la productividad y fortalecer los mecanismos para una distribucin de las ganancias correspondientes que estimule la inversin y fortalezca los ingresos de los trabajadores y sus hogares.En 2012, la Comisin Econmica para Amrica Latina y el Caribe (CEPAL); y la Organizacin Internacional del Trabajo (OIT); estiman que habr un crecimiento econmico regional levemente ms bajo que en 2011, en el contexto de una economa mundial caracterizada por el enfriamiento de varios de sus principales motores econmicos y una elevada incertidumbre relacionada, sobre todo, con las perspectivas de la zona del euro. Se prev que la regin contine resistiendo bien en este contexto ms adverso, gracias a las polticas que aprovecharon los perodos de un entorno ms favorable. Esto se expresara tambin en los mercados laborales, por lo que proyectamos un leve descenso de la tasa de desempleo, en un rango de hasta dos dcimas de un punto porcentual, hasta alcanzar un 6,5%.

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La tasa de desempleo de Amrica Latina y el Caribe en 2012 fue la ms baja de las ltimas dcadas, tras descender al 6,4%, del 6,7% que registr el ao anterior. Esta cifra es especialmente relevante a la luz de la difcil situacin que impera en los mercados de trabajo de otras regiones del mundo. Los indicadores laborales mejoraron pese al modesto crecimiento de la economa regional, de apenas un 3,0%. A pesar de un marcado aumento de la participacin laboral, el nmero de desempleados urbanos baj aproximadamente 400.000 personas, gracias a una generacin de empleo relativamente fuerte. Sin embargo, an quedan alrededor de 15 millones de personas desocupadas que buscan trabajo. Otros hechos destacados de 2012 fueron la reduccin, aunque moderada, de las brechas de participacin, ocupacin y desempleo entre hombres y mujeres, as como el incremento del empleo formal, la reduccin del subempleo por insuficiencia de horas y el incremento de los salarios medios. Obviamente, el desempeo fue heterogneo entre los pases. En el Caribe, por ejemplo, nuevamente se registr un deterioro de los indicadores laborales, lo que evidenci la falta de dinamismo de las economas. Por otra parte, preocupa la sostenibilidad de los avances laborales recientes. La mayor parte de los nuevos empleos surgieron en la regin como resultado de un crculo retroalimentado donde la generacin de nuevos empleos y salarios reales crecientes (y con mayor acceso al crdito) ha aumentado el poder de compra de los hogares y ha fortalecido la demanda interna. Una gran parte de esta demanda se dirigi a bienes y servicios no transables (y a las importaciones), lo que estimul la expansin del sector terciario y su demanda de mano de obra, con lo cual muchos de los nuevos trabajos surgieron en estas ramas de actividad. Si bien esta situacin tiene varios efectos laborales y distributivos positivos, su sostenibilidad es motivo de preocupacin en un contexto en que la inversin aun con algunos avances recientes se mantiene a niveles relativamente bajos y con una composicin que no favorece la diversificacin productiva. Hay dudas sobre el futuro dinamismo de la capacidad productiva, ya que la regin enfrenta enormes retos en trminos de innovacin, calidad de la educacin, infraestructura y productividad. Los avances en la reduccin del desempleo abierto mediante una dinmica generacin de empleo han renovado el inters en las caractersticas que tiene este empleo. En la regin ya hay conciencia de que el crecimiento econmico es esencial pero no es suficiente para crear ms y mejores empleos. La OIT ha venido insistiendo desde hace tiempo en que no basta con la generacin de empleo de cualquier tipo y por ello ha propuesto el concepto del trabajo decente, para subrayar que se requieren empleos de calidad donde se respeten los derechos fundamentales en el trabajo. La Asamblea General de las Naciones Unidas hizo suyo este concepto y lo incorpor como parte de las metas a alcanzar en el marco de los Objetivos de Desarrollo del Milenio. En este octavo nmero de la publicacin de la CEPAL y la OIT, Coyuntura Laboral en Amrica Latina y el Caribe, revisamos la evolucin del concepto de trabajo decente en la regin, los progresos en la medicin y los retos para la construccin de un Sistema de informacin de trabajo decente, a 14 aos de su primera formulacin. Si bien desde sus inicios el concepto de trabajo decente estuvo acompaado por el desafo de la medicin, no hay que perder de vista que su primer objetivo fue estimular un debate sobre las mejoras laborales posibles en cada pas. En este contexto, ms que definir un umbral universal para lo que sera un trabajo decente, lo que podra llevar al resultado de que algunos pases muy desarrollados casi hubieran alcanzado la meta mientras que en otros pases pobres habra una situacin casi sin esperanza, la OIT ha llamado a los pases a definir sus propios criterios y mediciones como instrumento para fomentar las polticas en favor del trabajo decente. Por lo tanto, no se establece un juego comn de variables de medicin del trabajo decente vigente para todos los pases, sino que se sugiere que los pases avancen en su medicin, segn las prioridades que determinen sobre la base de la informacin disponible y la que se pueda recabar en el futuro. Por otra parte, esta estrategia de avanzar segn la disponibilidad de datos de cada uno de los pases tiende a dificultar la comparacin de sus estadsticas. Por ello, una vez que los pases desarrollen sus respectivos sistemas de informacin de trabajo decente, tambin es importante apuntar a una armonizacin entre ellos, tarea para la cual cuentan con el apoyo tcnico de la CEPAL y la OIT. Con respecto a lo que suceder en 2013, reina un optimismo cauteloso respecto de la evolucin de los mercados laborales de la regin. De cumplirse la proyeccin de leve aceleracin del crecimiento econmico de un 3,5%, los indicadores laborales continuaran mejorando gradualmente, con nuevos incrementos de los salarios reales y una leve cada de la tasa de desempleo regional de hasta 0,2 puntos porcentuales, sobre la base de un nuevo aumento de la tasa de ocupacin y un menor incremento de la tasa de participacin.

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