5 resultados para Silence
em Andina Digital - Repositorio UASB-Digital - Universidade Andina Simón Bolívar
Resumo:
El escritor Miguel Donoso Pareja confiesa que en su vida existieron dos modelos: el de su padre -hasta reconocer que no era capaz de emular al navegante y matemático-, y el de su tío Alfredo Pareja. Admira al escritor tanto como al ser humano: por su deseo permanente de aprender y la exigencia implacable consigo mismo, cuanto por su vitalidad. Recuerda las visitas familiares, cada semana, de su tío a la Península de Santa Elena, aprobaba en silencio las lecturas juveniles de Donoso, e impuso un quiebre de calidad con Las mil noches y una noche. Como estudiante en casa de su abuela materna en Guayaquil, el autor conoció a otro Alfredo Pareja: el de su agitada rutina diaria de escritor y hombre de negocios, visitaba su casa, fascinado por su inmensa biblioteca, a la que tenía libre acceso, poco después, su tío Alfredo iniciaría sus largos años de viajero, y se reencontrarían pocas veces, en Quito, en la década de 1980. El autor concluye la emotiva reseña con una breve síntesis valorativa de la producción de Pareja Diezcanseco.
Resumo:
La autora analiza tres textos latinoamericanos que muestran construcciones del imaginario andino, extendidas a ciertos estereotipos sobre la corporalidad andina: frágil, dolorida, para la cual la esperanza de liberación radica en un azar. En «Boletín y Elegía de las Mitas», César Dávila presenta una versión del cuerpo indio «exclusivamente centrada en la vejación de lo anatómico» (de su cabeza y genitales, de órganos tan profundos como el corazón y el esqueleto), con lo que el cuerpo desnudo y forzado se convierte en ajeno. En «El sueño del Pongo», de José María Arguedas, el cuerpo del indio oprimido es diminuto, y porta una «gestualidad comprimida que se pone en juego a partir de posturas humilladas». Pese al final aparentemente optimista de ambos textos, se trata de productos culturales que cumplen un rol en el ejercicio de control social. En «Barraquera», de José de la Cuadra, el cuerpo de esta mujer es fundado a partir de violaciones, muertes y migraciones forzadas: habituado a sufrir y callar, para este cuerpo el dolor se convierte en la única vía posible de acceso al placer. Se remarca que el tiempo cronológico de los tres relatos es el de la espera, el tiempo del destino. Para estos cuerpos-lugares siempre vulnerables y violentados, burlados o invisibilizados, lo fatal fundamentaría un cierre de lo histórico.
Resumo:
La autora lee la novela de Sergio Pollastri desde la perspectiva crítica de las posibilidades e imposibilidades de la reconstrucción de una historia, a partir de este relato testimonial que se mueve en el territorio de la violencia y las armas (la militancia política) y en el de la subjetividad (la poesía, la ficción). Resalta los vínculos entre vida y literatura, que cruzan toda la novela, así, apela a la metáfora para referirse a dos tipos de silencios en las ficciones sobre la violencia revolucionaria: la opción por las armas y la delación bajo tortura. Resalta el rol de la metáfora en este texto que tensa hasta sus límites el género testimonial, y que cobra su mayor fuerza hacia el final: «La revolución es frágil y superficial como una violeta, aquello que la comparación desarrolla es al mismo tiempo lo que amortigua la caída del salto brutal al vacío con el que la novela cierra su enunciación».
Resumo:
A pesar de que la poesía, en tanto texto literario, es escritura, no deja de conservar vínculos profundos con la palabra oral. Gonzalo Rojas, íntimo conocedor de las leyes de la poesía, maneja con especial destreza esa relación. De hecho su escritura es especialmente sensible a las evocaciones orales que los versos, las palabras, las sílabas y hasta los sonidos suscitan en el lector de poesía. De ahí la importancia del silencio en su escritura, no solo como tema o como procedimiento retórico, ni siquiera como el silencio que significa toda expresión interiorizada, como la poesía, sino, por sobre todo, el silencio como lo otro de la palabra, como aquello que está siempre presente sin decirse y que apunta a los niveles más profundos de lo innombrable.
Resumo:
Reseña dos novelas publicadas en la década de 1980, que se ambientan en los años en que la dictadura uruguaya invade Minas, una pequeña ciudad de provincias. La balada de Johnny Sosa es la historia de la pérdida de la inocencia del negro Johnny, es también una “parábola sobre la dignidad humana, dando voz a quienes no la tienen, a los desheredados. A quienes, con militares o sin ellos siempre han estado en el fondo de la bolsa”. La misma ciudad de Minas es también el escenario de Las ventanas del silencio, novela en la que hablan diferentes voces, se narra cómo los soldados realizan allanamientos, encarcelan, torturan y matan, imponen el reparto de castigos y de favores. Aquí, en esta ciudad pequeña, en la que la frase “En Uruguay todos se conocen” resulta más evidente, el efecto de la dictadura y de las delaciones que ella propiciaba fue devastador. Ambas novelas narran, en definitiva, lo que ha ocurrido en este país “cuando los militares profanaron la ciudad”.