14 resultados para Santiago de Cali
em Andina Digital - Repositorio UASB-Digital - Universidade Andina Simón Bolívar
Resumo:
El Distrito barrial de Agua Blanca de la ciudad de Santiago de Cali se constituye en el espacio social donde se vivencia y se localiza una diferencia socio racial, producida y reproducida por el Estado, así como por los hechos históricos de explotación y marginalización. Es en medio de los flujos migratorios de población desplazada por la violencia social y económica y los planes de desarrollo urbanísticos de la ciudad como se ha erigido el Distrito barrial de Agua Blanca, escenario de tensiones y de luchas sociales dispuestas entre la legalidad y la ilegalidad; entre barrios urbanizados y barrios de urbanización. Este distrito barrial es el epicentro donde se producen y espacializan en el tiempo subjetividades hegemónicas, al igual que otras de mediación y articulación intersubjetiva, dispuestas para dar cuenta de los sentidos de urbanidad o territorialidad del escenario urbano en el que se producen.
Resumo:
La presente tesis tiene como objetivo mostrar cual fue el papel, que a nivel simbólico, tuvo la fotografía en la consolidación de los procesos modernizadores puestos en marcha en las ciudades de Cartagena de Indias y Santiago de Guayaquil, a comienzos de siglo XX (1900-1920). De forma particular atiendo a las formas en que se representa a la ciudad como espacio moderno en las fotografías seleccionadas. Para esto, parto del estudio de tres álbumes de fotografía que se produjeron en dichas ciudades en la primera treintena del siglo XX: Cartagena Ilustrada de Carlos y Francisco Valiente, Álbum de Cartagena de Indias 1533-1933 de Pedro Donoso, y Guayaquil a la vista de Juan De Ceriola. Considero que las representaciones de ciudad que se encuentran en los álbumes fotográficos se entretejen con los procesos sociales y económicos que tienen lugar en ambas ciudades. Entonces, haciendo un seguimiento de los lugares escogidos para ser representados en las fotografías consignadas en estos álbumes, muestro la imagen de ciudad moderna que se construye visualmente desde las élites en las dos ciudades de mi interés. De este modo, en la medida en que se establece una relación entre la organización del campo de la visualidad y las estructuras sociales, económicas y políticas que caracterizan la modernidad, se puede decir que en este trabajo se evidencia la constitución de una economía visual moderna en las ciudades señaladas.
Resumo:
Una de las consecuencias de la urbanización de las principales urbes latinoamericanas ha sido la formación de zonas catalogados como periféricas y marginales, lo cual ha terminado produciendo imaginarios sociales, donde una de sus principales características ha sido la representación de estos sectores como espacios del peligro, del espectáculo folclórico, la desorganización social y otra serie de imágenes construidas sobre ellos hasta el punto de haberse constituido en territorios estigmatizados. En esa medida, pensar las zonas periféricas en el contexto de la urbanización, conlleva necesariamente a considerar los modos como son imaginadas de acuerdo a las experiencias vividas en ellas y por variables sociodemográficas, raciales, de clase, de género y culturales que indican que la ciudad es un conglomerado social dividido geográfica y simbólicamente, en razón de estas adscripciones. Una de las poblaciones que se ha visto mayormente involucrada en dinámicas de concentración de zonas periféricas son los migrantes negro(as), tanto en Colombia1 como en el Ecuador, lo cual ha demarcado al interior de las ciudades procesos de racialización del espacio, debido a los vaivenes generados por la apropiación de la vivienda urbana, que ha determinado la formación de estas zonas con una alta concentración de población migrante. Precisamente, estos territorios urbanos -los barrios- de concentración de población negra, han cargado con el peso simbólico del estigma por parte de grupos sociales, instituciones y medios de comunicación, a través de representaciones estereotipadas que reproducen imágenes históricamente asociadas a los grupos y a los espacios de gente negra, tal como han sido las imágenes del crimen y visiones folclorizadas que enfatizan en una supuesta “naturalidad ontológica” sobre los modos de ser negro(a) y vivir las experiencias de negritud en los contextos donde se asientan estas poblaciones. De ahí, que al relacionar raza, migrantes y territorio he analizado las representaciones que sobre estos barrios periféricos se construyen interna y externamente, es decir, cómo son percibidos desde afuera, concretamente por los medios de comunicación (prensa) y cómo son representados por los propios migrantes negro(as) que habitan en ellos. Esta doble representación sobre los barrios de migrantes negro(as) constituye el “objeto” de estudio del presente trabajo. No se trata de comprender la ciudad como una totalidad, sino por el contrario, entender situaciones que pasan en ella, tal como son las dinámicas socioculturales de los barrios de concentración negra, a partir del ámbito de las prácticas representacionales. Así mismo, cabe anotar que he colocado énfasis en las representaciones “homogéneas”, más que en las diferentes representaciones que los mismos pobladores negro(as) elaboran sobre sus territorios, pues se intentó analizar como desde el interior de estos espacios se contrastan las representaciones externas.
Resumo:
Las identidades y políticas culturales que tienen lugar en ciudades como Esmeraldas y Cali, implican el análisis de procesos de modernidad/colonialidad a través de los cuales es posible escuchar las voces subalternizadas de los afropobladores en estas ciudades. El trabajo que se presenta a continuación es el resultado del trabajo de investigación que imbrica el trabajo de campo en las ciudades en mención, esto es, del diálogo con los actores sociales que posibilitan la renovación y (re)significación de términos como cultura, política, identidad, organizaciones, así como del diálogo con autores, conceptos y abordajes teóricos que posibilitan una inmersión en la densidad histórica, política y cultural expuesta. Recoger, de manera sistemática las posibilidades analíticas generadas en la maestría, con las experiencias colectivas de colectivos y organizaciones afro esmeraldeñas y afro caleñas, es la ruta de estudio presentada en esta tesis, para comprender la construcción identitaria y los procesos que dan lugar a la emergencia de políticas y de agencias políticas en Cali y Esmeraldas.
Resumo:
En el primer capítulo se precisa la perspectiva de acercamiento crítico a la obra del autor: mito y estructura narrativa se entrelazan y, por lo tanto, la presencia del mito no solo se reduce al contenido sino a una forma de estructurar y concebir la realidad. Planteamos que esta perspectiva es especialmente evidente en las obras catalogadas como “ficción científica”,1 de allí que hacemos una breve referencia a la presencia, en nuestro país, de obras pertenecientes a este subgénero, entendido como una derivación de la literatura fantástica desde el planteamiento de Tzvetan Todorov. En este capítulo, además, se profundizan los conceptos utilizados en el análisis, especialmente lo que entendemos por “pensamiento mítico”, que se evidencia por ejemplo en la presencia de la metamorfosis, o en la posibilidad de viajes en el tiempo. En el segundo y tercer capítulos, se realiza el análisis propiamente dicho, desde dos grandes perspectivas: en primer lugar, la del “Tiempo mítico”, que nos permite analizar la actualización del tiempo (pasado, futuro) a través del rito (presente), que de ningún modo se puede concebir si no es desde una forma mítica de percibir la realidad. El segundo aspecto, “El héroe mítico”, nos permite acercarnos a los personajes desde la presencia del arquetipo, especialmente el arquetipo del héroe, que siempre cumple una trayectoria cuyas fases se analizan: la separación, el alejamiento y el retorno. Este análisis hace posible afirmar, finalmente, que la narrativa de ficción científica de Santiago Páez está estructurada con una perspectiva mítica de la realidad, que es la que hace posibles los viajes en el espacio y en el tiempo, así como la trascendencia del héroe a través del recorrido simbólico que realiza.
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Las preguntas por los métodos en ciencias sociales parecen responderse con facilidad en los manuales, el simple ejercicio de definir el enfoque que utilizaremos (cuantitativo o cualitativo) supone la apertura a la claridad. En este sentido los cuestionamientos acerca de qué es lo que vamos a estudiar, por cuánto tiempo, quiénes conformarán nuestra muestra, cómo abordaremos a los sujetos de estudio, qué tipo de preguntas, encuestas o modalidades de conversación grupales aplicaremos, de qué modo validaremos nuestros resultados y tantas otras preguntas, aparecen como estrategias y técnicas metodológicas con simulaciones contextuales que en muchos aspectos aclaran los tecnicismos, pero que no agotan las múltiples críticas y preguntas que dichos métodos también presentan. En los métodos de manual, particularmente la etnografía, las estrategias aparecen unas seguidas de otras como una multiplicidad de opciones a la mano que podemos elegir según el imaginario que hemos proyectado inicialmente. Siguiendo las pautas tendemos a olvidar que los sujetos de estudio son personas hombres y mujeres que piensan, accionan y reaccionan de distintos modos afectando las metodologías y estrategias seleccionadas, de tal modo que el manual debe ser siempre el repertorio de opciones posibles de modificarse, nunca la guía final de nuestros estudios. Estos cuestionamientos acompañaron muchos de mis procesos y experiencias con los métodos de campo, a partir de los cuales presentaré algunos aspectos que me parece interesante exponer.
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El texto “<<Cali, capital mundial de la salsa>>. Fundación de un mito: mapas prácticas y heroínas”, como su largo título indica, constituye el inicio de una búsqueda por interpretar la fundación del mito contemporáneo de la ciudad de Cali como “capital mundial de la salsa”. Para lograrlo, se hace una interpretación sistemática de las prácticas culturales salseras desde los relatos de varios “héroes”, “heroínas” y “mapas” que el autor organiza desde una apuesta por la diversidad de voces: los de la obra Celia Cruz: Reina Rumba de Umberto Valverde y los bailadores de los 50, en los barrios en los que empezó la “rumba” caleña de la “música antillana”; los de los cuentos de Andrés Caicedo y, en especial la heroína de la novela ¡Que viva la música!, representantes de la rumba, ya plenamente “salsera” de finales de los años 60 y los 70, y el surgimiento de la salsa ya no sectorizada, sino como una práctica asumida como parte de “la ciudad”; dos de las canciones del Grupo Niche que permiten evidenciar la problemática de una ciudad habitada por un gran número de migrantes (empezando por el autor), que se afincaron en barrios periféricos y “de invasión”. La parte final de la investigación está compuesta por el relato oral de un grupo de bailarines profesionales que dan testimonio de sus propias prácticas salseras, desde los años 40 hasta la actualidad. Sus testimonios ponen en primer plano el conflicto profundo de negociación simbólica, que significó su apuesta por las prácticas culturales que ahora son parte de una memoria colectiva de la ciudad. Como bailadores en un principio, y bailarines cuando su estatus profesional fue aceptado, ellos son los héroes y heroínas principales de esta apuesta por interpretar la compleja formación del mito de “Cali, capital mundial de la salsa”. Ellos establecieron las más importantes prácticas salseras y construyeron los mapas simbólicos de la ciudad salsera.
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La presente investigación muestra el proceso de construcción de las sociedades negras de la cuenca del río Santiago, que se inicia con la llegada de esclavizados de las minas neogranadinas, en el siglo XVIII, con el fin de abrir una nueva frontera minera y prestar su contingente en los proyectos viales ideados por las autoridades para unir la Sierra con la Costa. El contexto peculiar de la región de Esmeraldas, de carácter marginal, caracterizado por la condición libre de la población negra, junto a un tipo de esclavitud particular en la que no predominaron las formas coercitivas, permitió a los esclavos, a partir de las cuadrillas, desplegar una serie de dispositivos efectivos y tomar posesión de las minas y sus espacios aledaños, dando lugar a la conformación de sociedades domésticas fortalecidas por lazos de parentesco y de solidaridad. Con la fase independentista, las sociedades esclavizadas del distrito minero van a participar a favor de la causa insurgente, motivados por el interés de continuar con su proyecto étnico de conformación social e identidades colectivas en medio de la libertad y legitimado por el nuevo Estado republicano. Con este interés se enrolaron como soldados de las fuerzas insurgentes, actuaron como chasquis y espías en los caminos, y generaron rumores entre la población, causando estragos a las fuerzas realistas. Esta dinámica de identidad y resistencia negra continuó en la república cuando las sociedades negras, en su lucha por el territorio, autonomía y libertad, frente a la intención del Estado nacional de integrar a los sectores excluidos mediante la ley de abolición de la esclavitud, se automanumitieron. Un acto de franco rechazo a una política de los sectores dominantes que, desde la Colonia, marcaron la presencia de fronteras sociales y culturales que los marginó y negó toda posibilidad de existencia digna. Para la segunda mitad del siglo XIX, frente a un nuevo escenario caracterizado por la presencia de empresas extranjeras, que iniciaron formas laborales represivas y usurpación de las tierras, la población liberta se conformó como comunidad del río Santiago y emprendió una nueva lucha, la compra del territorio, como una forma de legitimar sus sociedades. Más tarde y frente al permanente ambiente de agresión, debieron venderlas a los extranjeros, pero antes negociaron su vinculación laboral y su permanencia y de las futuras generaciones, un recurso que les permitió continuar ejerciendo su territorialidad y defendiendo su forma de vida en libertad.
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Estudio acerca de la Calle La Ronda, y el complejo histórico-cultural de La Merced, considerados como sectores de interés patrimonial, por hacer parte del Centro Histórico de la ciudad de Quito, y de la ciudad de Cali respectivamente, en el marco de la formulación e implementación de políticas culturales. La reflexión inicia dando una mirada a la Ciudad como un sistema lleno de mutaciones, que se expresan en diversas problemáticas, y que dificultan el bienestar en las condiciones de habitabilidad de la población. En este contexto, surge la preocupación por el patrimonio hallado en los centros históricos, pues enfrenta el riesgo de olvido, por la tugurización de las edificaciones y la pérdida del tejido vecinal; ante esto, como alternativa para la revitalización urbanística y económica, se presentan el turismo cultural y el marketing urbano. Estos últimos se vinculan en la patrimonialización de los contenidos identitarios de la ciudad como parte de la oferta a comercializar, por lo que se cuestiona cuál será el impacto que tienen éstos, en la construcción de memoria colectiva y sentido de lugar, por parte de la población residente. Se expone por lo tanto, un análisis de los retos de la política cultural urbana, para atender de modo óptimo las realidades sociales, los actores y sus demandas, a su vez que enriquecen el patrimonio legado.
Resumo:
En el siguiente trabajo se analizan las dinámicas de la representación y creación de estereotipos como dispositivos de racialización y subalternización de la mujer afrodescendiente. El interés principal es aportar al fortalecimiento de las voces de las mujeres de organizaciones afrocolombianas y afroecuatorianas quienes desde sus análisis y acciones buscan deconstruir las etiquetas sociales, raciales, sexuales y culturales, creadas en el marco de la representación sobre “la mujer negra”. Con esta finalidad se retoman los testimonios de mujeres pertenecientes a colectivos y organizaciones de Colombia en la ciudad de Cali y de Ecuador en la ciudad de Quito, quienes revelan sus perspectivas frente a las formas en las que han sido estereotipadas y representadas históricamente. Para el análisis se hace referencia a debates contemporáneos respecto a categorías como género, colonialidad de género, representación, estereotipo e interseccionalidad. La propuesta teórica–metodológica se desarrolla en un marco donde la construcción de la idea de raza y género fue fundamental para la clasificación y jerarquización de unos seres sobre otros, comenzando desde la colonia y manteniéndose en la actualidad. Esta investigación es un aporte construido desde las organizaciones de las mujeres afrodescendientes, frente a las estructuras de representación que determinan las relaciones de poder a partir de variables como género, raza, clase, sexualidad, entre otras. De ahí, la necesidad de construir redes que articulen las estrategias contra-discursivas de autorepresentación propuestas desde las organizaciones de las mujeres afrocolombianas y afroecuatorianas.
Resumo:
El aumento de la presencia de pobladores afrodescendientes en las principales ciudades de Colombia y demás países latinoamericanos, fenómeno que presenta una tendencia a generalizarse, resultado de las desventajas estructurales vividas en sus zonas de poblamiento histórico, producto de los cambios en los ritmos económicos, la entrada en desuso de formas económicas autónomas y la proliferación de focos de violencia en sus territorios, motivan a prestar atención a estas situaciones que se extienden por tierras de nuestro continente, abarcando gran parte del siglo inmediatamente anterior y lo que va recorrido de este. Observar este fenómeno con la intención de comprender dichos movimientos poblacionales, de los que subyacen diversas dinámicas, entre las que podemos destacar las de tipo cultural e identitario, atravesadas por el componente racial, se convierten en una invitación constante para preguntarnos acerca de los procesos mediante los cuales las ciudades importantes de nuestros países reciben cada vez mayor cantidad de pobladores afrodescendientes, quienes en condición de “migrantes”, desterrados, desarraigados o desplazados, realizan intentos por reconstruir sus trayectorias de vida. Prestar atención a los ritmos adaptativos, la conformación de circuitos socio-laborales, la espacialización de sus existencias y la puesta en marcha de sus re-existencias cotidianas, en contextos en que la fuerza de la discriminación, el racismo y los intentos por confinación socio-espacial no se hacen esperar, enmarcan el clima de estas realidades sociales, que encuentran en los espacios habitables del suelo urbano su expresión más vívida.
Resumo:
La presente tesis, es un estudio sobre las políticas de representación y poder en el arte relacional de la obra del artista español Santiago Sierra, en la cual se realizó un análisis en torno al papel protagónico del uso de la representaciones en el arte contemporáneo como una construcción discursiva que parte de una base más amplia, como es la cultura y la sociedad del sistema mundo-capitalista colonial. En esta investigación se problematizan las política de representación del sujeto marginal, y se reconoce en la forma de hacer arte relacional del artista regímenes de poder, por cuanto el Otro representado es el cuerpo en donde confluyen repositorio de desigualdades y superioridades fundadas a partir de la cultura. Así, en el primer capítulo, se plantea un recorrido por el arte relacional y antagónico con la cultura, y como la primera se nutre de la segunda, desde el manejo de la violencia del Arte Contemporáneo, pasando por los regímenes escópicos y, hasta la operación de la representación. Posteriormente, en el segundo capítulo, se analiza las políticas de representación de las que se nutre Sierra para realizar su obra, tales como: la otredad, la diferencia, el estereotipo, la cosificación y el espectáculo. Siendo estas una forma de representar, lo que denominaremos pornomiseria en arte. Partiendo también, desde las perspectivas visuales sobre el cuerpo del sujeto marginal, tales como, la racialización, la sexualización y el canibalismo a partir de dos obras: los penetrados y Persona remunerada por una jornada de 360 horas continuas.