2 resultados para Reality
em Andina Digital - Repositorio UASB-Digital - Universidade Andina Simón Bolívar
Resumo:
Los reality shows o programas de telerrealidad han logrado captar la atención de la audiencia. En Ecuador, cada vez se producen con más frecuencia este tipo de programas, que brindan entretenimiento y son totalmente rentables para los canales de televisión. En este marco, Teleamazonas presenta la franquicia del reality show musical Yo me llamo, el cual tiene como objetivo encontrar al mejor imitador de un cantante famoso. En el presente trabajo, el estudio se centra en analizar la recepción de Yo me llamo, a través de una investigación de campo con los televidentes seguidores del reality, a quienes se los dividió en tres niveles, para determinar qué los motiva a mirar y seguir este tipo de programas. El primer nivel está conformado por las personas que miran el programa, saben de lo que se trata pero se abstienen de participar con sus votos. El segundo nivel se trabajó con las personas que siguen diariamente el programa y participan a través de sus votos y de sus comentarios en redes sociales. Y, el tercer nivel corresponde al público televidente que asiste al programa, que se convierten en seguidores y, en muchos casos, en fanáticos de los participantes. El fenómeno social que este tipo de programas de entretenimiento causa es relevante ya que durante el tiempo que son transmitidos, parte del tiempo de la vida de los televidentes se ve invertido en mirar el programa, en conversar con otras personas y en formular opiniones sobre él, en investigar más sobre los participantes y en invertir recursos para que su favorito cuente con más votos, pero ¿qué los motiva a hacer todo esto? La campaña televisiva y mediática que se generó en torno al reality logró que Yo me llamo se convierta en uno de los programas más vistos de la televisión nacional.
Resumo:
Los reality shows están de moda en la televisión ecuatoriana, la que puede ser explicada desde la repetición de estos programas. Este “boom” mediático evidencia que es los reality shows son una industria saludable, donde las estéticas del espectáculo, el entretenimiento y la repetición se han instaurado como los discursos a seguir, los que reflejan varias aristas sociales, así desde la economía se han constituido en pilares donde se asienta el negocio televisivo, la antropología y la sociología permite delinear miradas para ubicarnos en una esfera del vacío social, es decir, denuncian lo que hoy es la época del no pensar, del no reflexionar, y desde la comunicación sirven para pensar a la sociedad como un entrenado de sensibilidades, una marca distintiva de los tiempos contemporáneos. Pero más allá de esto, los reality reflejan un tiempo social de pérdida del sentido de la crítica, los concursos de “talentos” han remplazado a los programas educativos, a la comedia basada en la denuncia social, o al periodismo de investigación. Se premia al melodrama que se ha convertido en el centro de la producción mediática, la telenovela dejó el primer lugar en la producción de nuevos imaginarios sociales, hoy los reality han ocupado su puesto. “Ecuador Tiene Talento”, ha conjugado las categorías citadas, la utilización de la dramaturgia y el melodrama como un discurso “oficial” se han conjugado para la construcción del mejor espectáculo destinado a construir una fama efímera de los participante y de un “gancho” televisivo para los espectadores, que tienden a recrear las historias de los participantes como propias. La ecuación del triunfador constituye en la narración más dramática, que se enmarca en una idea de superación personal y familiar. Todo este entramado discursivo y estético funciona como un espejo desde donde la sociedad se refleja, y donde una abundancia informativa llena de simulación y simulacro se ha instaurado en la televisión ecuatoriana. El juego mediático en “Ecuador Tiene Talento” es la tragicomedia de la producción televisiva nacional, donde el cruce de palabras entre el jurado y los concursantes es lo llamativo a ver.