7 resultados para Reader. Narrative. Memory. Autofiction
em Andina Digital - Repositorio UASB-Digital - Universidade Andina Simón Bolívar
Resumo:
La autora lee la novela Hoy empiezo a acordarme, del ecuatoriano Miguel Donoso Pareja, desde la perspectiva de la ficción como un intento –vano–, por parte del narrador, de encontrarse a sí mismo, escritura-travesía hacia un yo que resulta ser siempre “otro”. El personaje pretendería transformar no exclusivamente su realidad, sino la ficción misma en un universo navegable para el lector, la escritura fragmentada en vehículo que no lo lleve a destino alguno, sino a su propio punto de partida. Más que construir una novela de perfección formal, el narrador pretendería involucrar al lector en su propio viaje-búsqueda. Donoso partiría de la escritura como presencia y ausencia, como verdad y mentira, para construir esta novela con historias fragmentadas que se alimentan tanto del recuerdo como del olvido, en un cabal ejercicio de hiperconciencia narrativa.
Resumo:
La reconstrucción de una entrevista realizada en 1988 permite al autor hacer un lúcido recorrido sobre el valor de la obra crítica, narrativa e histórico-biográfica de Alfredo Pareja Diezcanseco, y establecer un balance del aporte de la misma en varios momentos de la narrativa ecuatoriana del siglo XX: los años de las vanguardias, la década de 1950 y el período posterior al boom latinoamericano. El texto pone en relieve la talla humana de Pareja, y ofrece una muestra de esa extraña sintonía que los grandes narradores únicamente son capaces de establecer con el lector, provocando en éste la sensación de sentirse «tocado y transformado por el encanto de su palabra».
Resumo:
La autora reflexiona, a partir de esta novela de Humberto Salvador, sobre la razón de ser del texto novelesco. Resalta la intención del ecuatoriano de presentar una novela que busca integrar distintos discursos sociales, ensamblados como al azar, cuestionan diversas definiciones canónicas, tanto en lo literario como en lo social. Salvador prioriza en ellas el mostrar «cómo» se escribe una novela, y no el acabarla o dar por cerrado el producto. Concebido así, el texto novelesco se vuelve infinito, al igual que sus posibles lecturas: cada una produce una novela diferente, que jamás resulta definitiva.
Resumo:
La autora analiza el desplazamiento, en dos niveles, realizado por el protagonista de esta novela de Proaño Arandi. El primero, un recorrido en el espacio físico, consiste en el regreso al Quito colonial, el segundo, un viaje simbólico, tiene que ver con la búsqueda –y recuperación– de la propia identidad a través de la reconstrucción de la memoria, tanto en sus aspectos colectivos como en aquellos que atañen directamente al personaje. Para que este ejercicio de recuperación del pasado pueda realizarse, Quito se presenta ante el lector como una ciudad dividida entre el sector moderno y el Centro Histórico, la ciudad real se manifiesta como algo totalmente lejano de la ciudad ideal, esto es, como el testimonio vivo de su fracaso y, en consecuencia, del fracaso del proyecto modernizador. La lucha de los individuos por un espacio al cual pertenecer se convierte en un asunto vital dentro de la esfera urbana: estar en un lugar equivale a hallarse a salvo del infierno. Ahí está la motivación que anima los esfuerzos del protagonista creado por Proaño Arandi. La pérdida de la memoria desemboca, indefectiblemente, en la pérdida del espacio –real y simbólico– que los seres humanos necesitamos para construir identidad.
Resumo:
Ponce comenta y reflexiona en torno a la quinta novela del escritor Francisco Proaño Arandi, El sabor de la condena, publicada en Quito en 2009 por Editorial El Conejo. Se establecen algunas de las claves que configuran esta historia en la que Proaño vuelve a poner en escena las obsesiones que cruzan por sus otras experiencias novelescas. Los personajes, Javier y Male, se mueven en un juego de signos y símbolos que le permiten al lector acceder al misterio que constituye sus vidas, que es un tejido de interrogantes y apariencias continuas. Como en gran parte de sus ficciones, en esta el mundo está reducido a una casa y a una ciudad enigmática y hechizante como Quito, que vuelve a convertirse en referente central. Proaño, al decir de Ponce, es fiel a su estilo y a esa concepción de lo narrativo que se bate entre lo denso y lo moroso, que en él ya es clásica.
Resumo:
Este ensayo sostiene que la narrativa de José María Arguedas no puede entenderse como el intento de “mostrar” el mundo andino a un lector criollo que lo desconoce, como si tal proceso fuera directo y transparente. Una lectura atenta de sus principales novelas revela, por el contrario, que los personajes indígenas nunca son los principales y que sus descripciones están siempre marcadas por un impase donde se reconoce que hay algo intraducible e incognoscible en la cultura subalterna. Intentar responder a tal interrogante (cuál es la política de “no narrar” al subalterno o de no poder hacerlo?) es objetivo de este ensayo que concluye subrayando que antes que la pregunta por la identidad lo que se observa en los personajes de Arguedas es una demanda de reconocimiento situada más allá de cualquier poder o control social.
Resumo:
Este ensayo se refiere a varios procedimientos narrativos en la ficcionalización de la historia y lo hace a partir del análisis de la novela El entenado, del argentino Juan José Saer. Propone una reflexión acerca de tres aspectos claves en esta obra: 1. La representación del caníbal y su existencia en el tiempo mítico, 2. La memoria y la conciencia del exterminio, y 3. La figura del testigo como una voz históricamente autorizada en los relatos. La noción del tiempo, el desarrollo de la conciencia, la memoria y el lenguaje de un pueblo caníbal de la región del Río de la Plata son narrados por un joven marinero español del siglo XVI, que comparte esa vida durante diez años como prisionero. En esta novela Saer se embarca en un viaje ficcional y especulativo orientado a desentrañar la noción de la vida y la muerte en un pueblo y un tiempo míticos.