5 resultados para Héroes
em Andina Digital - Repositorio UASB-Digital - Universidade Andina Simón Bolívar
Resumo:
El presente trabajo tiene como centro fundamental el tema de la caída y su relación con la muerte y el lenguaje. Al conjunto de estos elementos hemos dado en denominar Poética de lo Icárico tomando dicho nombre del mito griego de Ícaro. El trabajo de exposición de esta poética aparece configurado en tres capítulos. En el primero se postula un plano para la génesis y el concepto de lo icárico a partir de los tres héroes míticos de la caída: Ícaro, Lucifer y Cristo; el objetivo aquí es identificar y desarrollar los elementos que estructuran esta poética. El segundo capítulo avanza hacia la manifestación de lo icárico en la modernidad, principalmente en autores como Charles Baudelaire, Friedrich Nietzsche, pero, sobre todo, a partir de Baudelaire se analiza una cuarta encarnación del héroe mítico de lo icárico en la figura del poeta moderno; la presencia de Nietzsche está directamente relacionada con la crítica y desmonte de este héroe tal y como llega a Baudelaire, desde el espacio del mito, pero así mismo son importante autores como Lewis Carroll y Carlos Castaneda, quienes preludian ya el desarrollo de la relación de la caída con el lenguaje. La plenitud de este desarrollo se lleva a cabo en el tercer capítulo con el análisis del poema Altazor, del poeta chileno Vicente Huidobro. La tesis que sustenta este capítulo y culmina el trabajo de exposición, plantea el poema de Huidobro como la puesta en plenitud de la poética de lo icárico que se resuelve precisamente en el momento en que Huidobro logra que la caída funcione dentro del poema como su esencia misma, en la medida en que lo determina o determina de manera absoluta el lenguaje con el cual está escrito, y, de este modo, con Huidobro, la relación inicial entre la caída, la muerte y el lenguaje termina siendo la totalidad misma de un poema que, en cuanto a lo icárico, abre para la poesía hispanoamericana nuevas posibilidades de lo poético.
Resumo:
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Resumo:
La doctrina militar latinoamericana ha provisto a los institutos armados de la región de concepciones que justifican la intervención en el sistema democrático cuando la patria está en peligro. Ante las ineficiencias del sistema político y las profundas tensiones sociales bajo las que vivía Venezuela y Ecuador en 1992 y 2000, facciones de la institución armada intervinieron para imponer como solución la total reforma del sistema político. A pesar de lo fugaz de estos movimientos, sus líderes se posicionaron en el imaginario popular como una suerte de héroes de la nueva independencia. Utilizando un discurso antipolítico, Hugo Chávez alcanzó la presidencia venezolana en 1998, y retomando los mismos elementos discursivos Lucio Gutiérrez logró también la presidencia ecuatoriana en 2003. No obstante, las distancias entre los dos presidentes tienen un origen ideológico, que se vuelve más evidente en la dirección gubernamental de cada uno. Un elemento que en el fondo acerca las posiciones de los dos presidentes es la preservación de la estabilidad de su mandato, aunque la forma de lograrlo es diametralmente opuesta, pues mientras en Venezuela se intenta relegar a la vieja clase política, en Ecuador la estrategia utilizada es aliarse con esa clase. Al final, los partidos dirigidos por estos coroneles ingresaron al sistema político generando grandes expectativas cuyo cumplimiento puede señalar la fundación del nuevo Estado, mientras que su falla al hacerlo significará un paso deslucido por la presidencia.
Resumo:
La construcción del espacio en El alienista (1882) y El infarto del alma (1994) sugiere una fluidez transversal a los contrastes evidentes entre ambos libros. El cuento largo de Machado de Assis –irónico, desde su modernidad, respecto a las promesas de la Ilustración– y el testimonio/fotoensayo de Diamela Eltit y Paz Errázuriz – fragmentario e inquisidor de las homogeneizaciones reconfortantes de su fin de siglo–, narran la locura a través de una inmersión en espacios dúctiles. Tanto el orden colonial que pretende clasificarla como las exclusiones de una modernidad que convive con patrones unívocos de lo bello o deseable, adscriben un espacio a la locura. Sin embargo, surgen intersticios –desde lo arquitectónico y más allá de ello– que trastocan la noción de esta. El lector se inserta en un flujo de movimientos/interpretaciones y es incitado a participar de una actitud lúdica capaz de conjurar la locura. Las piezas de juego son innumerables –pasillos, nombres, viajes, sueños, ventanas, héroes, rincones– pero los resultados no se pueden clasificar como los objetos de estudio de la ciencia ilustrada. Tampoco medir como lo hacen las fórmulas de prestigio contemporáneas. Sólo está la libertad de jugar.