5 resultados para Feuerbach, Anselm Friedrich, 1829-1880.
em Andina Digital - Repositorio UASB-Digital - Universidade Andina Simón Bolívar
Resumo:
Trata acerca del análisis de los periódicos El Iris de La Paz, La Época y El Comercio, los tres de la ciudad de La Paz, Bolivia, en el siglo XIX entre 1829 y 1899. El propósito fue conocer cómo se representó a la Nación boliviana en la prensa de La Paz. Los tres periódicos analizados tuvieron similares objetivos propagandísticos en favor de los respectivos gobiernos de turno. Las diferencias fueron cualitativas en lo referido a la argumentación de esa propaganda. El Iris de La Paz (1829-1839) se ubicó ideológicamente en el liberalismo británico de Jeremías Bentham. Fue el periódico mejor argumentado de los tres. Mediante el discurso del Iris se intentaba establecer puentes que alcanzaban diversos aspectos: entre Iglesia y Estado liberal; entre el liberalismo y la religión; entre Bolivia y el Perú; entre el nuevo régimen y el antiguo. Pese a la aceptable argumentación ideológica, su representación de Nación quedó ambigua debido sobre todo a que el caudillo resultó más importante que la Nación. El periódico La Época (1845-1857 y 1866-1867), en sus cinco etapas se ligó al liberalismo francés y al romanticismo, pero a partir de diversos enfoques que fueron desde un liberalismo conservador (p. ej. en las épocas de los Presidentes Ballivián y Melgarejo) a otro más arrimado a la izquierda e incluso con influencia del socialismo utópico (p. ej. en la época del Presidente Belzu). Junto a ese liberalismo, se divulgó también una mentalidad del Antiguo Régimen, fundamentalmente de índole religiosa. Haciendo una revisión global de sus cinco etapas, se concluyó que en el periódico hubo una mezcolanza de ideas denominada como “colecticismo”. El periódico El Comercio (1878-1899) en sus tres escenarios fue el más banal de los tres. Su discurso estaba enfocado únicamente a la propaganda política, con una pobre argumentación ideológica. Los términos del liberalismo moderado se mezclaron con los del catolicismo con el fin de hacer propaganda para los gobiernos del partido político Conservador. El uso de los términos quedó desprovisto de su significado, y sólo sirvieron para otorgarle sentido al accionar de uno u otro gobierno; así, los mismos términos se usaron ya sea para justificar una actitud o para rechazarla, en un entorno político muy reñido. Al final del proceso, en vísperas de la Guerra Federal, el periódico que apoyaba al Partido Conservador pasó a apoyar al Partido Liberal; los liberales ganaron la Guerra Federal. En lo referido al regionalismo, en el Iris no hubo explícita mención al regionalismo entre La Paz y Chuquisaca, sí hubo algunos indicios. Tal regionalismo se fue haciendo más notorio en La Época, con diferentes matices. La confrontación regional fue más radical en El Comercio a finales del siglo XIX, con la misma tipificación étnica que ya se había vislumbrado en La Época: los indios y cholos en el Norte versus la gente civilizada en el Sur. El caso indígena fue también tratado con diversos matices. En el Iris no se expusieron textos peyorativos acerca del indígena. En La Época se defendió al indígena desde una perspectiva humanista proveniente del romanticismo, pero el discurso adquirió contrasentido, pues el indio fue tipificado a la vez como un pobre “paria” sin civilización. En el Comercio se divulgaron dos visiones acerca del indígena: el del feroz indomable y del “paria” sumiso. Paradójicamente, los tres periódicos defendieron al indígena por lo menos desde un punto de vista humanista, pero a su vez los tres propugnaban que, para mejorar su suerte de opresión, el indio debería asumir los modos de relación social del liberalismo o civilizarse. La representación de una Nación ambigua se dio ya sea porque el caudillo adquirió mayor importancia que la Nación misma, por el uso “interesado” de la ley y la Constitución para legitimar gobiernos de facto, para justificar actitudes gubernamentales arbitrarias, por las riñas regionales con connotaciones étnicas entre el Norte y el Sur, o por porque los indígenas implícitamente no formaban parte de la Nación moderna por ser incivilizados.
Resumo:
Partiendo de una mirada retrospectiva del período colonial, el artículo ofrece una visión general sobre el sistema de abastecimiento de agua en la ciudad de Quito, a fines del siglo XIX e inicios del XX. Con este propósito, se estudian las políticas municipales de higienización y salud pública y cómo incidieron en los hábitos domésticos de los habitantes. Además, se aborda el crecimiento urbano en relación a la provisión de agua potable y al crecimiento poblacional.
Resumo:
La clasificación de Carl Linnaeus en el siglo XVIII y la creación de los polos fuertes y débiles de las oposiciones binarias han logrado etiquetar al mundo entero. Bajo el pretexto de salvar al mundo de la barbarie, el proyecto hegemónico europeo ha podido dibujar la línea divisoria entre la oposición binaria centro y periferia. El civilizado del centro o el sujeto de conocimiento se ha dedicado a la labor de remediar todas las enfermedades causadas por el objeto de conocimiento o los bárbaros de la periferia. Al establecer el conocimiento científico como el único saber, el discurso hegemónico ha ganado el derecho de prescribir el recetario para eliminar la alteridad del bárbaro. Sin embargo, la presencia del bárbaro es necesaria para definir quién es el civilizado, motivo por el cual no sería factible que desaparezca por completo el otro. La literatura de viaje es uno de los portavoces más importantes para el plan hegemónico porque la alteridad de la periferia puede ser visiblemientras el civilizado del centro sirve como su ventrílocuo. Un ejemplo de este género: Cuatro años entre los ecuatorianos, escrito por Friedrich Hassaurek en el siglo XIX sobre sus experiencias durante el período que sirvió como embajador en Ecuador, manifiesta un dilema entre la protección de los intereses de su gobierno y su propia curiosidad acerca de los aspectos etnográficos e históricos ecuatorianos. Por lo tanto, el propósito de este trabajo es identificar y analizar las razones por las cuales Hassaurek cambió de una retórica de la vanguardia capitalista y la misión civilizadora (el sujeto de conocimiento) a una de la anticonquista: la mística de la reciprocidad (el objeto de conocimiento). Se propone vincular el proyecto hegemónico occidental con el género de la literatura de viaje cuya labor ha sido el vehículo de la imposición de la epistemología europea. La representación indígena en el libro de Hassaurek es una pieza del rompecabezas del proyecto hegemónico occidental que busca nombrar al otro (la periferia) para definir quién es el yo (el centro).