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em Andina Digital - Repositorio UASB-Digital - Universidade Andina Simón Bolívar
Resumo:
En esta tesis se investiga cómo son posibles las estéticas decoloniales en el contexto colombiano. El argumento central sustenta que estas estéticas parten de una doble operación en que se revela la acción de la colonialidad estética, en el mismo momento en que prácticas decoloniales irrumpen desde la aiesthesis colonizada, esto es, desde la frontera ontológica construida por la colonialidad del poder. En este propósito se hizo necesario indagar cómo surge la estética moderna/colonial como una dimensión constitutiva de la modernidad/colonialidad, primero como teo-estética en los siglos XVI-XVII y luego como egoestética secular en la segunda modernidad (a partir del siglo XVIII); la segunda se denomina simplemente ‘estética’ y su particular objeto de estudio será el arte. Nuestro objetivo, sin embargo, no es hacer una historia de las ideas estéticas, sino visibilizar un conjunto de prácticas artísticas en su contexto, dentro y fuera del denominado campo del arte en Colombia: tres obras del artista José Alejandro Restrepo, la práctica de las estatuas vivas urbanas o estatuismo, y el cine documental de Marta Rodríguez. A partir de ese conjunto de prácticas y en diálogo colaborativo con sus agentes, se visibilizan las estéticas decoloniales, adquiriendo distintas formas, de acuerdo con las circunstancias particulares de originación y aparición. Esas estéticas, con sus maneras de sentir, pensar y hacer el mundo de otro modo, convergen con su heterogeneidad en el horizonte amplio de la decolonialidad transmoderna e intercultural, en sus dimensiones epistémica, política, ética, estética, del cuerpo y de la naturaleza. Las estéticas decoloniales son parte de una opción que reconoce la validez de otras opciones como la re-occidentalización, la des-occidentalización o la reconfiguración de la izquierda. Con esta tesis, estructurada en cuatro capítulos, pretendemos realizar un aporte, en la reflexión filosófica y teórica, al fortalecimiento del campo epistémico, ético y político de la decolonialidad. Lo hacemos con el intento de desjerarquizar la teoría estética hegemónica, buscando poner en diálogo horizontal, y en un mismo plano de validez, una diversidad de prácticas creativas en que se puede ver tanto la marca de la colonialidad como la tensión propia de un desprendimiento de la misma, si bien es cierto con intensidades diferentes y desde lugares distintos.