9 resultados para Alfabetización mediática
em Andina Digital - Repositorio UASB-Digital - Universidade Andina Simón Bolívar
Resumo:
En el ambiente económico, político y social en el que se desenvuelven la sociedades contemporáneas, la reactivación de los flujos migratorios masivos ha desembocado en una cadena de actitudes y prácticas discursivas orientadas a instalar en el opinión pública un imaginario de violencia y de grupos agresores, facilitando la formación de sociedades discriminatorias que ven a los migrantes como sus propios enemigos. El aspecto discursivo favorece las actitudes discriminatorias hacia aquellos que no pertenecen a nuestra comunidad, fortalecido por un contexto mundial que califica a los otros como la mayor amenaza a su seguridad; estas actitudes, a la vez que construyen la realidad, inundan los medios y discursos de los actores visibles dentro de la agenda mediática. Es, por tanto, necesario examinar desde dónde se construye ese discurso en nuestro país y cuáles son las estrategias, estructuras y nociones predominantes en él, teniendo en cuenta el constante flujo migratorio que soporta el Ecuador y que tiene su origen en los países de la región andina, cuando la misma categoría de migrantes lleva asociada un conjunto de estereotipos desfavorables para la construcción de la identidad.
Resumo:
Hablar de los medios de comunicación y cómo visibilizan y retratan a los ídolos populares, en el sentido en el que lo hará la presente investigación, implica entre otras cosas acercarse al proceso de construcción de la noticia. Se trata precisamente la conformación de un ídolo popular a partir de una construcción mediática. En el presente caso, los medios de comunicación y sus efectos en el espacio cotidiano tienen gran incidencia en cuanto al “fenómeno” de Otilino Tenorio, pues han cubierto sus momentos de gloria en el fútbol, su vida personal y principalmente su repentina muerte. El problema central que constituye el objeto de esta investigación se refiere a las representaciones mediáticas de Otilino Tenorio, para lo cual se contrastarán los planteamientos teóricos con las pruebas empíricas, compuestas básicamente por un corpus de noticias aparecidas en los medios masivos. De esta forma, los objetivos de este trabajo son los siguientes: determinar las nuevas formas de la configuración de la identidad, e indagar sobre el proceso de la construcción de un ídolo popular surgido del campo deportivo, como lo Otilino Tenorio. Finalmente, este estudio muestra los usos y prácticas de las cuales ha sido objeto Otilino Tenorio hasta conformarse como ídolo popular y evidencia como ésta ha sido una construcción mediática.
Resumo:
A lo largo de esta investigación de maestría, que se presenta como un aporte académico para el análisis de los nuevos fenómenos de la comunicación, se realiza una aproximación a las prácticas ejecutadas en el ciberespacio por parte de un segmento específico de usuarios. Trabajamos con los fanáticos al fútbol, pero delimitamos su extensión a los fans de un jugador en específico, el ecuatoriano Jaime Iván Kaviedes, quien se erige, hasta el momento de esta publicación, como el único deportista nacional que mantiene una página web donde se exhibe la relación mediática entre ídolo y fanáticos. Para la consecución de este propósito, el estudio se divide en dos aspectos ordenadamente visibles, el primero se ocupa de la “estrella”, ese personaje idolátrico que en nuestra coyuntura se construye siguiendo principios similares al del mercadeo político, que presenta al mercado un candidato destinado a cautivar al mayor número cuantificable de electores, todo esto con un manejo deliberado de imagen y la edificación de un protagonista que goce de los “dones” que prefiere la masa de electores para inclinar su voto. Con la misma lógica, descomponemos la estructura de formación de ídolos, reconociendo que su presentación dentro del campo sistemático de ofertas y demandas, se sujeta a parámetros idénticos a los del mercadeo de personas, en intento de adquirir un elevado margen de seguidores. El segundo aspecto, orientado a involucrar al fanático en esta mutua dependencia que consolida la existencia de ambos (sin ídolo no hay fanático y viceversa), realizamos la evaluación de su comportamiento en la red, mediante un meticuloso examen de todas las prácticas que ellos cumplen en ese “lugar”, convencionalmente llamado “sitio web”, y los objetivos que persiguen. Con este mecanismo traducimos algunas de las actitudes que aparentemente se presentan como “naturales”, pero que están enmarcadas en un escenario de agresivas imposiciones globales, que estereotipan un “arquetipo dominante”, a quien le son atribuidas dotes tales como carismas, esfuerzos de superación en la omnipresente adversidad, altruismos y demás valores que habitualmente son comunes en la generalidad de los ídolos-tipo. Como todo estudio ideológico, este no puede ser ajeno a los rituales y trascribimos algunos aspectos recreativos, aquí llamados “miméticos”, que sustentan las hipótesis preliminares acerca de que al ídolo se le atribuyen características tan sobresalientes que se vuelven dignas y necesarias de imitar por parte de sus feligreses, en un campo de representaciones simbólicas que se renuevan repetidamente para conservarse vigentes.
Resumo:
Aunque es evidente que la ciudad letrada aún se mantiene como fuente de nuestros imaginarios, las transformaciones derivadas de las nuevas prácticas discursivas que las mediaciones fueron produciendo, han hecho posible el traslado del discurso de la identidad desde la institución del Estado nacional hacia el espacio público de las mediaciones donde circulan los relatos -y sentidos- que conforman una nueva institución: la ciudadanía mediática donde se configuran hoy nuestras identidades heterogéneas, pluriculturales, transgenéricas. En este espacio se instala, de manera fundamental, la crónica como relato anfibio capaz de aprehender la nueva realidad desafiando, por tanto, las categorías tradicionales de (re)presentación. Porque la crónica troca la representación por la presentación de la vida cotidiana en su vitalidad caótica. Esta cualidad define la capacidad de (re)presentación de la crónica que señala, al mismo tiempo, su lugar de enunciación al asumir la vida como relato. Así, la crónica es capaz de articular tres discursos: el concierto polifónico de las voces de la alteridad que no caben sino en la crónica; la centralidad de los márgenes que -paradójicamente- la crónica hace posible; y la mitificación de la vida cotidiana. Esta repolitización lograda por la crónica se extiende hacia el rol social de los relatos cuyo énfasis recae en una dimensión pragmática fundamental, es decir, en la relación activa entre relato/texto y sujeto/lector que incluso modifica la concepción del género mismo. Esto significa que atenderemos a los modos en que opera el reconocimiento a partir de la apropiación del relato por parte de los sujetos. Porque la apuesta de nuestra investigación radica precisamente en afirmar que la crónica configura nuestras identidades en tanto hace posible el reconocimiento social porque es capaz de diluir la frontera entre autor, texto y lector hasta fundir el relato con la propia realidad logrando así el reconocimiento de los sujetos que identificados en/con el texto/relato pueden, por tanto, actualizar sus identidades. Se trata entonces de responder por la manera en que las crónicas del boliviano Jaime Saenz, el mexicano Carlos Monsiváis y el chileno Pedro Lemebel, han ido y van construyendo el imaginario de las identidades de sus entornos particulares, desde un terreno muy propiamente literario, pasando por el dominio de su práctica en el espacio periodístico y literario, hasta instalarse hoy como la narrativa posmoderna por excelencia.
Resumo:
Esta investigación pretende examinar cómo se construye mediaticamente al colombiano a partir del discurso que maneja la prensa y a través de ella, algunos grupos visibles dentro de la agenda mediática, en una época marcada por los flujos migratorios a nivel latinoamericano, por una creciente percepción de violencia e inseguridad urbana e indudablemente por aquello que algunos han dado en llamar la estética del terror. Es así que este trabajo se interesa por identificar las nociones predominantes en el discurso periodístico con relación a esta minoría, nociones que son determinadas desde la visibilidad mediática, ejercen un tipo de influencia sobre los grupos y crean predisposiciones que llevan a legitimar el comportamiento de las personas.
Resumo:
La discusión respecto a la influencia de los medios de comunicación sobre nuestras conductas generalmente ha estado centrada en ciertas preguntas: ¿nos hacen más tolerantes a la violencia? ¿Nos alejan del mundo real? ¿Influyen en nuestros hábitos de consumo? Sin embargo, un aspecto del que no se discute mucho y sobre el cual existe poca evidencia, es el rol que cumplen los medios de comunicación en las agendas legislativas. Sin duda, los medios de comunicación utilizan su poder para generar estereotipos sobre el delito y el delincuente, convirtiéndolos en los antagonistas de la “convivencia social”. Pero, ¿se transmiten esos estereotipos a la legislación penal? ¿Legitiman los medios el castigo que se impone a los delincuentes? ¿Se reconocen los mismos derechos a las personas etiquetadas como delincuentes? Para responder a todas estas preguntas es necesario revisar el papel que los medios ejercen en medio del desarrollo del ser humano, determinar qué tipo de sentimientos se generan a partir del tratamiento que se da al tema de la inseguridad y cómo ellos influyen en la angustia social que despiertan el delito y el delincuente. Con ejemplos se demostrará cómo esos sentimientos y estereotipos son utilizados por los medios para presionar a los legisladores en la creación y modificación de tipos penales. Este trabajo busca atender todos estos cuestionamientos y probar que las leyes llevan una carga de discriminación y desigualdad construida a través del lenguaje y los mensajes que usan los medios de comunicación.
Resumo:
Las autobiografías de la gente de pantalla, famosos o celebridades tienen una gran proliferación, son una tendencia de actualidad y responden a una realidad comunicacional. Este trabajo tiene interés por los factores que hacen que las autobiografías sigan siendo tan producidas y consumidas. La investigación se centra en lo que cuentan las autobiografías, pero sobre todo en el cómo lo cuentan, para llamar la atención y lograr el interés del público. Se plantea responder a la pregunta ¿cómo se construyen discursivamente las personas de la farándula en los relatos autobiográficos para interpelar al público?, partiendo de la hipótesis que este tipo de autobiografías utilizan en sus narrativas estrategias provenientes de la comunicación mediática para interpelar y entretener; y, estrategias del discurso de virtudes, para promover a los protagonistas como ejemplos de vida, de ahí el calificativo de los nuevos santos de la farándula como una categoría narrativa de vidas que asemejan el llamado de las vidas en santidad. Para cumplir con este propósito, el trabajo se divide en tres capítulos. En el primer capítulo se realiza una propuesta teórica que permite un acercamiento con los principales descriptores: la autobiografía, la farándula y lo ejemplar. En el segundo, se analiza una muestra de cuatro autobiografías, a partir de las estrategias discursivas que utiliza la comunicación mediática. En el tercer capítulo se identifica la relación de las autobiografías con el discurso de virtudes. Para culminar se presenta un acápite de resultados que sintetizan el aprendizaje obtenido y que demuestra a las autobiografías como géneros discursivos que permiten la hibridación de distintos modelos narrativos, en una constante relación de las vidas contadas entre la realidad y la ficcionalización propia de la comunicación de masas y de la industria del entretenimiento, que ahora además incorpora el modelo de la ejemplaridad.
Resumo:
Fue en junio de 2007 cuando varios medios de comunicación, entre prensa escrita y televisión, representaron un fenómeno religioso sorprendente: una joven de dieciséis años envuelta en un discurso hagiográfico de virtud, martirio y ejemplaridad, atrajo a miles de creyentes que viajaron desde distintos rincones del Ecuador, a un San Miguel de los Tres Charcos, un recinto pobre de Manabí. El rol de los medios fue determinante para que el mito, sobre una joven capaz de sanar cualquier enfermedad sin que ninguna evidencia médica comprobara los prodigios, se propagara por el país. La historia de Gema no superó los límites geográficos de la provincia hasta que formó parte de los discursos impresos y televisivos, seis meses después de que la historia de una joven enferma, sanada en un sueño fuera parte del relato oral de Manabí. Es así como nació el fenómeno religioso llamado “Santa Gema”. Los resultados de esta investigación, permitieron determinar que la religiosidad, parte esencial del ser humano y por ende, de la cultura, no puede estar ausente de los medios de comunicación; sin embargo, su lectura sobre las praxis religiosas, sobre todo en los sectores popular, es fragmentada y en ocasiones, prejuiciada.
Resumo:
Los reality shows están de moda en la televisión ecuatoriana, la que puede ser explicada desde la repetición de estos programas. Este “boom” mediático evidencia que es los reality shows son una industria saludable, donde las estéticas del espectáculo, el entretenimiento y la repetición se han instaurado como los discursos a seguir, los que reflejan varias aristas sociales, así desde la economía se han constituido en pilares donde se asienta el negocio televisivo, la antropología y la sociología permite delinear miradas para ubicarnos en una esfera del vacío social, es decir, denuncian lo que hoy es la época del no pensar, del no reflexionar, y desde la comunicación sirven para pensar a la sociedad como un entrenado de sensibilidades, una marca distintiva de los tiempos contemporáneos. Pero más allá de esto, los reality reflejan un tiempo social de pérdida del sentido de la crítica, los concursos de “talentos” han remplazado a los programas educativos, a la comedia basada en la denuncia social, o al periodismo de investigación. Se premia al melodrama que se ha convertido en el centro de la producción mediática, la telenovela dejó el primer lugar en la producción de nuevos imaginarios sociales, hoy los reality han ocupado su puesto. “Ecuador Tiene Talento”, ha conjugado las categorías citadas, la utilización de la dramaturgia y el melodrama como un discurso “oficial” se han conjugado para la construcción del mejor espectáculo destinado a construir una fama efímera de los participante y de un “gancho” televisivo para los espectadores, que tienden a recrear las historias de los participantes como propias. La ecuación del triunfador constituye en la narración más dramática, que se enmarca en una idea de superación personal y familiar. Todo este entramado discursivo y estético funciona como un espejo desde donde la sociedad se refleja, y donde una abundancia informativa llena de simulación y simulacro se ha instaurado en la televisión ecuatoriana. El juego mediático en “Ecuador Tiene Talento” es la tragicomedia de la producción televisiva nacional, donde el cruce de palabras entre el jurado y los concursantes es lo llamativo a ver.