2 resultados para Alegoría
em Andina Digital - Repositorio UASB-Digital - Universidade Andina Simón Bolívar
Resumo:
El autor estudia La hoguera bárbara como texto inscrito en una doble tradición de la literatura latinoamericana, vigente hasta los años 60: reconstruye la vida de un caudillo, aspirando a refundar el sentido de lo nacional, y, por otro lado, problematiza los límites entre historia y literatura, en tanto el texto es alegoría de lo nacional y narrativa biográfica. La hoguera bárbara plantea una visión histórica en la que el héroe ocupa el lugar central, tiene un claro carácter nacionalista, lo que permite comprender la recuperación de este personaje histórico después del conflicto con el Perú de 1941. Más allá de su valor literario, el autor propone que La hoguera bárbara sea leída como un texto histórico.
Resumo:
La rama proyectiva de la literatura, también llamada literatura de anticipación, elabora una crítica cultural, política, social, filosófica y económica del presente al realizar fabulaciones acerca de un futuro donde usualmente se desarrollan distopías. Estos ejercicios se han escrito empleando los códigos de género fantástico, maravilloso y la ciencia ficción para suponer cómo será el destino de las urbes modernas. Dentro de esta línea, la narrativa guayaquileña recrea en sus historias una ciudad en crisis inmanente donde sus habitantes han aprendido a convivir con la idea de la destrucción. Estableciendo un diálogo con el imaginario apocalíptico judeo-cristiano instaurado desde la conquista de América y que ha cobrado un carácter renovado en este continente debido a su contacto con fábulas locales, los textos Guayaquil, novela fantástica (1901) de Manuel Gallegos Naranjo, Río de sombras (2003) de Jorge Velasco Mackenzie y El libro flotante de Caytran Dölphin (2006) de Leonardo Valencia, abordan desde sus propuestas estéticas ligadas con el fin del mundo, el temor de los guayaquileños ante la posible destrucción de su metrópoli. En estas novelas, la principal sensación de amenaza proviene del río junto al cual se construyó y ha crecido la ciudad, por lo que el agua es transformada en una alegoría de la memoria guayaquileña y también de su necesidad de transformación permanente. El haber descubierto una línea de lectura apocalíptica desde la cual abordar estas novelas prospectivas, refresca la mirada sobre el canon ecuatoriano y también ensaya un diálogo diferente con nuestra identidad. Con este conocimiento del fin que se aproxima, los habitantes de la ciudad amenazada deambulamos por sus calles aguardando –a veces con recelo, a veces con esperanza, porque el apocalipsis es también renovación– la llegada de la inundación definitiva.