96 resultados para Significado das letras
Resumo:
El artículo pasa revista a la carrera literaria de uno de los más grandes escritores guayaquileños del período posterior a la Generación del Treinta: Rafael Díaz Ycaza. Extraordinario cuentista, el autor se inicia con una deuda realista muy cercana a sus predecesores, pero, poco a poco, se va dando una transición hacia lo poético y lo fantástico, sin desprenderse nunca del realismo, en sus penetrantes análisis de problemáticas cercanas a su entorno: la aventura marítima, el enfrentamiento con la muerte, la obsesión del suicidio – perceptibles en algunos de sus mejores títulos, entre ellos “Rosamel” y “Las equivocaciones”. Poeta de notables calidades, está en más de una ocasión a la misma altura de sus grandes contemporáneos: David Ledesma Vásquez, Ileana Espinel Cedeño y Fernando Cazón Vera, los nombres sobresalientes de la lírica de su ciudad (Guayaquil). Los temas son cercanos a los de su narrativa, pero predomina su canto a la ciudad, que se da en diferentes momentos creativos.
Resumo:
Presenta las reseñas de los siguientes libros: Luis Aguilar Monsalve, Mímimo mirador, Madrid, Verbum, 2010. -- Guido Tamayo, El inquilino, Bogotá, Mondadori, 2011. -- Fabiano Kueva, dir., Poesía mano a mano: memoria sonora de poesía ecuatoriana, Quito, Centro Experimental Oído Salvaje, 2011. -- Aleyda Quevedo Rojas, La otra, la misma de Dios, Quito, El Conejo, 2011, 150 pp. -- César Chávez, Herir la perfección, Quito, Ediciones Antropófago, 2012, 103 pp. -- Salvador de Madariaga, Guerra en la sangre, Madrid, Fundación José Antonio Castro, 2012. -- Raúl Serrano Sánchez, comp., Rondando a J.J. Tributo a Julio Jaramillo Laurido, Quito, Ministerio Coordinador del Patrimonio, 2012, 178 pp. -- José Joaquín Olmedo, La victoria de Junín. Canto a Bolívar (1825), Estudio introductorio: Raúl Vallejo; Prólogo: Fernando Iwasaki, Quito, Universidad Andina Simón Bolívar, Sede Ecuador/ Ediciones Doce Calles, S.L., 2012, 114 pp. -- Abdón Ubidia, Callada como la muerte, Quito, El Conejo, 2012, 109 pp. -- Sandra de la Torre Guarderas, El hueco en el zapato, Quito, El Ángel Editor, 2012, 84 pp.
Resumo:
Esta investigación pretende aportar algunas respuestas que permitan vislumbrar hasta qué punto las corrientes ideológicas dominantes en el primer tercio del siglo XX posibilitaron el aparecimiento del trabajador ecuatoriano en los hechos literarios y su organización como movimiento obrero en los hechos políticos. La obra literaria que se produjo en la década de 1930, en especial las novelas, Trabajadores de Humberto Salvador, En las calles de Jorge Icaza y El muelle de Alfredo Pareja Diezcanseco, propusieron elementos de ruptura en el lenguaje y en el discurso, y aportaron reflexiones sobre la multiplicidad y la diferencia de los trabajadores en el Ecuador en relación al obrero tipo resultante de un proceso de desarrollo industrial. Para entender el desarrollo del realismo social como fenómeno que alentó la narrativa crítica en el Ecuador en la década de 1930, planteamos por un lado, el concepto de mímesis escrituraria de Walter Benjamin porque da cuenta del proceso de asimilación que algunos escritores de izquierda asumieron en la medida en que representaron los intereses del movimiento obrero. Y por otro lado, abordamos la categoría nacional popular de Antonio Gramsci, ya que esta nos permite observar la importancia del fenómeno literario desde una perspectiva ideológico-política. En nuestro análisis proponemos que los esquemas de la III Internacional no se pusieron totalmente en marcha en nuestro país, pues la literatura ecuatoriana de la década de 1930 no trasuntó imaginarios foráneos, más bien recreó las expresiones políticas, y estéticas que emergieron tras el advenimiento del socialismo, la emergencia de la clase trabajadora y la crisis de representación de las expresiones de la burguesía. A pesar de ello el discurso de lo nacional popular, tanto en el campo literario como político encontró límites, ya que los intelectuales al poco tiempo desenfocaron su mirada de las problemáticas de la nación, particularmente del movimiento obrero, lo que provocó y continúa provocando una simplificación en la comprensión del significado proletario.
Resumo:
El buen vivir, sumak kawsay causó perplejidad en los estudiosos del derecho constitucional, de ahí que me proponga en este trabajo de investigación, aislar elementos teóricos que nos permitan encontrar el significado jurídico constitucional de las palabras que el constituyente consigna en la Ley fundamental, tanto en su sentido como en su contenido, es decir, tanto desde el punto de vista axiológico como deontológico. Para tal efecto, se sistematiza las interpretaciones escépticas como afirmativas de esta innovación constitucional desde el proceso de constitucionalización, para luego definirla desde las ciencias jurídicas como una estimativa jurídica y concepto jurídico indeterminado de carácter simbólico, retorico y persuasivo, por lo tanto puede ser analizado desde diferentes categorías jurídicas: como valor constitucional y fin meta-político (dimensión axiológica) y como principio normativo (dimensión deontológica). Estas categorías nos sirven para explicar la inclusión del buen vivir, sumak kawsay en la Constitución y su función normativa, desde la Teoría de la Constitución como ciencia de la cultura, lo que nos permite hablar de una ruptura discursiva del constitucionalismo moderno y del nacimiento de nuevo constitucionalismo intercultural de origen andino amazónico. Para sostener este argumento me permito utilizar el método de la semántica, la hermenéutica y la pragmática constitucional, considerando la relevancia que adquieren los Preámbulos constitucionales en los procesos de interpretación constitucional en el modelo de constitución axiológica como norma, cuyo núcleo axiótico constituye la dignidad humana en su doble dimensión (individual y colectiva). Los resultados de esta investigación identifican no solo su carácter funcional normativo, sino también aísla aspectos teóricos, características fundamentales y nudos problemáticos de interpretación, con el fin de evitar sus desviaciones e instrumentalización asumiendo una nueva ética pública de carácter relacional comunitaria, de sustentabilidad súper fuerte, que exige una nueva visión de la sociedad, del ciudadano y del Estado, lo cual nos plantea un tipo de interpretación constitucional abierta que permita construir un mestizaje humanizador cuya base sea una ciudadanía intercultural en un Estado plurinacional de derechos y justicia social.
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El Pase del Niño Viajero es una fiesta popular de gran importancia en la ciudad de Cuenca, su poder aglutinador la convierte en una celebración multitudinaria a la que asisten miles de cuencanos y azuayos. Esta fiesta procesional tiene lugar cada 24 de diciembre. Se remonta a 1961, cuando el vicario de la arquidiócesis de Cuenca, monseñor Miguel Cordero, llevó la imagen del niño a recorrer Roma y Tierra Santa. Mi relación con este tema tiene origen en una identificación personal con Cuenca, mi ciudad natal. El colorido y vistosidad de la fiesta del Pase del Niño Viajero y sobre todo la devoción con la que mis padres y amigos cercanos participaban aún están presentes en mi memoria. No podemos negar las transformaciones que la modernidad ha provocado sobre la fiesta. Para muchos cuencanos, el Pase del Niño Viajero ha ido perdiendo su esencia: lo ven aparecer cada Navidad con otros rostros, personajes, música, etc. Ya no son únicamente los sectores dominantes quienes participan pues esta manifestación atrajo también a los sectores campesinos, y los migrantes y sus familias empezaron a apropiarse de su significado. La cultura es un escenario de luchas de sentido y la fiesta del Pase del Niño Viajero es un espacio privilegiado donde se expresan muy bien las relaciones de poder que existen entre los participantes. En él, los grupos sociales dominantes han tratado de legitimar sus pretensiones hegemónicas. Así pues, en un primer momento de mi investigación, localizaré a la fiesta, haré un abordaje histórico y etnográfico de la manifestación y su relación con la religiosidad y cultura popular; en un segundo momento, reflexionaré sobre la participación del migrante en la fiesta a través del estudio de los antecedentes del fenómeno migratorio en Azuay. Para finalizar, haré un análisis de las disputas generadas en el campo de lo simbólico: analizaré a la fiesta no sólo como el escenario donde se tejen relaciones de reciprocidad y redistribución, sino como un escenario de conflictos con gran cantidad de actores, momentos y formas. Específicamente, estudio cómo la fiesta entendida como tiempo sagrado, es vivida por el migrante azuayo ―actor subalternado por diversos poderes constituidos por los procesos de dominación― que en este espacio alza su voz y se viste de color.