32 resultados para Ordenes religiosas femeninas
Resumo:
El Pase del Niño Viajero es una fiesta popular de gran importancia en la ciudad de Cuenca, su poder aglutinador la convierte en una celebración multitudinaria a la que asisten miles de cuencanos y azuayos. Esta fiesta procesional tiene lugar cada 24 de diciembre. Se remonta a 1961, cuando el vicario de la arquidiócesis de Cuenca, monseñor Miguel Cordero, llevó la imagen del niño a recorrer Roma y Tierra Santa. Mi relación con este tema tiene origen en una identificación personal con Cuenca, mi ciudad natal. El colorido y vistosidad de la fiesta del Pase del Niño Viajero y sobre todo la devoción con la que mis padres y amigos cercanos participaban aún están presentes en mi memoria. No podemos negar las transformaciones que la modernidad ha provocado sobre la fiesta. Para muchos cuencanos, el Pase del Niño Viajero ha ido perdiendo su esencia: lo ven aparecer cada Navidad con otros rostros, personajes, música, etc. Ya no son únicamente los sectores dominantes quienes participan pues esta manifestación atrajo también a los sectores campesinos, y los migrantes y sus familias empezaron a apropiarse de su significado. La cultura es un escenario de luchas de sentido y la fiesta del Pase del Niño Viajero es un espacio privilegiado donde se expresan muy bien las relaciones de poder que existen entre los participantes. En él, los grupos sociales dominantes han tratado de legitimar sus pretensiones hegemónicas. Así pues, en un primer momento de mi investigación, localizaré a la fiesta, haré un abordaje histórico y etnográfico de la manifestación y su relación con la religiosidad y cultura popular; en un segundo momento, reflexionaré sobre la participación del migrante en la fiesta a través del estudio de los antecedentes del fenómeno migratorio en Azuay. Para finalizar, haré un análisis de las disputas generadas en el campo de lo simbólico: analizaré a la fiesta no sólo como el escenario donde se tejen relaciones de reciprocidad y redistribución, sino como un escenario de conflictos con gran cantidad de actores, momentos y formas. Específicamente, estudio cómo la fiesta entendida como tiempo sagrado, es vivida por el migrante azuayo ―actor subalternado por diversos poderes constituidos por los procesos de dominación― que en este espacio alza su voz y se viste de color.
Resumo:
Esta investigación analiza los acontecimientos generados en 1994 por la aprobación de la ley de dos horas de religión en el sistema educativo ecuatoriano a la luz del accionar político social de los evangélicos kichwas y urbano-mestizo. Se lo hace considerando el desarrollo general de los movimientos sociales de Sidney Tarrow en la conformación de estructuras de movilización y la conceptualización de los ciclos de protesta y de modularidad. A su vez, se coteja el impacto de la comunicación y las redes sociales (no digitales) en la dinámica de la contienda política y sus implicaciones en América Latina. De una manera cronológica se describe la impugnación a la ley de 2 horas de religión en el proceso dado en los ámbitos legislativo y el Tribunal de Garantías Constitucionales de 1994. Sucesivamente se hace una exposición de actores, acciones y recursos usados en la acción colectiva contenciosa de los evangélicos kichwas y urbanomestizo. A su vez se indaga en la participación electoral o el intento de ello por parte de los protestantes evangélicos urbanos. Finalmente se hace una comparación sistemática de la acción colectiva de ambos grupos usando la deducción teórica de la acción colectiva contenciosa y su revisión crítica contextualizada para Latinoamérica. Concluiremos diciendo que la acción colectiva contenciosa culmino en la formación de un partido político evangélico en el Ecuador del periodo posterior a la vuelta a la democracia se cristalizó en los evangélicos kichwas más no en los evangélicos de contexto urbano y/o mestizo. Esto sucedió a través de la FEINE cuando se organizaron a nivel nacional y pasaron de ser actores secundarios en la movilización indígena a conformar un cuadro político y electoral siendo actores autónomos en la política nacional. Finalmente diremos que minorías religiosas fruto del trasplante foráneo proselitista religioso, poseen modos y formas de organización inmediatista que les permite inferir en asuntos de orden público al corto plazo, pero al final fracasan porque carecen de discursos o respaldo en temas y competencias de índole social y/o política en sus esquemas doctrinales o dogmáticos.