33 resultados para Obra cinematográfica
Resumo:
La Constitución del Ecuador (2008) otorga al Estado la potestad de planificar el desarrollo del país y ejercer un rol protagónico como agente dinamizador de la economía. Uno de los instrumentos con los que cuenta el Estado para intervenir en la economía es la creación de empresas públicas como instrumentos de política.1 Para lograr estos cometidos, el Estado tiene en sus manos –a través de estas personas jurídicas- la responsabilidad de ejercer como prestador de servicios públicos y ejecutor de obra pública. También está habilitado para intervenir en el desarrollo de otras actividades económicas, generalmente de tipo comercial, sobre las cuales la doctrina y academia ecuatoriana muy poco se han referido. La Ley Orgánica de Empresas Públicas prescribe cuál es la naturaleza jurídica de las empresas públicas, pero deja de ser tan explícita cuando se refiere a la determinación de los actos, hechos y contratos que aquellas expiden, ejecutan o celebran, cuando no estén relacionados con la construcción de obra pública e infraestructura. Estimamos que esta indeterminación, efectivamente, puede producir inseguridad jurídica o violaciones al derecho a la tutela judicial efectiva de los administrados. El análisis al giro específico del negocio de las empresas públicas nos permite entender el régimen particular de los actos, hechos y contratos que se deriva de la actividad que realiza el Estado cuando asume el rol de proveedor de bienes y servicios de carácter comercial. Este análisis admite que existe una cierta oscuridad en la actual legislación sobre estos regímenes de contratación. El estudio abordará una breve reseña histórica que distingue los diferentes tipos jurídicos que precedieron a las hoy denominadas empresas públicas (EP) en el Ecuador, procurando identificar los momentos político-económicos que dieron origen a dichas figuras jurídicas. Finalmente, examinaremos el régimen de solución de controversias aplicable, en el giro ordinario y específico del negocio de las EP, en consideración a que el administrado debe contar con las herramientas jurídicas que posibiliten hacer efectiva la garantía de sus derechos constitucionales, especialmente, los derechos a la seguridad jurídica, de impugnación y de la tutela judicial efectiva.
Resumo:
El presente trabajo teórico pretende rescatar las aportaciones realizadas por el filósofo marxista, militante comunista y luchador antifascista hispano-mexicano Adolfo Sánchez Vázquez (1915-2011) en torno a las categorías de “praxis humana” como fundamento de la historia como acontecer y de la “praxis revolucionaria” como fundamento del marxismo. Conceptualizaciones que parten de una vindicación de la posición del individuo como sujeto de la historia a través de la acción reflexiva y vinculan a la actividad creadora con el proyecto político de emancipación marxiano, para superarla concepción desalienadora del ser humano en un sentido abstracto y establecer el lugar de la praxis en el proceso de transformación de lo real. Fundamento del que parte Sánchez Vázquez para afirmar que el marxismo constituye la “filosofía de la praxis” por antonomasia, es decir, “una filosofía de la transformación del mundo” que es al mismo tiempo conocimiento y crítica de lo existente, así como proyecto de transformación de lo real en vinculación permanente con la práctica. El análisis parte del concepto de praxis sanchezvazquiano, que surge de la investigación crítica realizada por el filósofo hispano-mexicano de las obras que contienen el fundamento filosófico del pensamiento de Marx (los Manuscritos económico-filosóficos de 1844, los Cuadernos de París y las Tesis sobre Feuerbach), rescatando el concepto marxiano del ser humano como ser práctico y creador, y devolviéndole a la praxis su sitial como núcleo vital y epistémico del marxismo. Finalmente, la investigación se centra en una reflexión sobre la praxis política (en tanto “praxis revolucionaria”) y su relación conflictiva con los fundamentos teóricos y valores ético-morales de los que parte dicha acción; entendiendo cómo la práctica tiene la capacidad de ampliar los horizontes teóricos, no solamente aportando criterios de validez, sino también principios y posibles soluciones para el quehacer político. Reservando además una consideración específica a la temática de la “violencia revolucionaria”.
Resumo:
La clasificación de Carl Linnaeus en el siglo XVIII y la creación de los polos fuertes y débiles de las oposiciones binarias han logrado etiquetar al mundo entero. Bajo el pretexto de salvar al mundo de la barbarie, el proyecto hegemónico europeo ha podido dibujar la línea divisoria entre la oposición binaria centro y periferia. El civilizado del centro o el sujeto de conocimiento se ha dedicado a la labor de remediar todas las enfermedades causadas por el objeto de conocimiento o los bárbaros de la periferia. Al establecer el conocimiento científico como el único saber, el discurso hegemónico ha ganado el derecho de prescribir el recetario para eliminar la alteridad del bárbaro. Sin embargo, la presencia del bárbaro es necesaria para definir quién es el civilizado, motivo por el cual no sería factible que desaparezca por completo el otro. La literatura de viaje es uno de los portavoces más importantes para el plan hegemónico porque la alteridad de la periferia puede ser visiblemientras el civilizado del centro sirve como su ventrílocuo. Un ejemplo de este género: Cuatro años entre los ecuatorianos, escrito por Friedrich Hassaurek en el siglo XIX sobre sus experiencias durante el período que sirvió como embajador en Ecuador, manifiesta un dilema entre la protección de los intereses de su gobierno y su propia curiosidad acerca de los aspectos etnográficos e históricos ecuatorianos. Por lo tanto, el propósito de este trabajo es identificar y analizar las razones por las cuales Hassaurek cambió de una retórica de la vanguardia capitalista y la misión civilizadora (el sujeto de conocimiento) a una de la anticonquista: la mística de la reciprocidad (el objeto de conocimiento). Se propone vincular el proyecto hegemónico occidental con el género de la literatura de viaje cuya labor ha sido el vehículo de la imposición de la epistemología europea. La representación indígena en el libro de Hassaurek es una pieza del rompecabezas del proyecto hegemónico occidental que busca nombrar al otro (la periferia) para definir quién es el yo (el centro).