17 resultados para Cristo del Salvador-Grabado
Resumo:
Doña Ana Zurita Ochoa es una mujer española que hace su vida en Cuenca de las Indias en la primera mitad del siglo XVII. Pertenece a la élite étnica, social y económica, y ocupa un lugar superior con relación a los indígenas, negros y mestizos que también forman parte de la urbe. Sus cartas, dirigidas a su esposo, don Salvador de Poveda, son el testimonio de su existencia. En estas, por medio de la escritura, doña Ana construye y proyecta imágenes de sí misma como madre, esposa amante, y vecina de Cuenca dentro del contexto de la Audiencia quiteña. De este modo manifiesta su voz y se hace presente en la historia de las mujeres.
Resumo:
Esta investigación pretende aportar algunas respuestas que permitan vislumbrar hasta qué punto las corrientes ideológicas dominantes en el primer tercio del siglo XX posibilitaron el aparecimiento del trabajador ecuatoriano en los hechos literarios y su organización como movimiento obrero en los hechos políticos. La obra literaria que se produjo en la década de 1930, en especial las novelas, Trabajadores de Humberto Salvador, En las calles de Jorge Icaza y El muelle de Alfredo Pareja Diezcanseco, propusieron elementos de ruptura en el lenguaje y en el discurso, y aportaron reflexiones sobre la multiplicidad y la diferencia de los trabajadores en el Ecuador en relación al obrero tipo resultante de un proceso de desarrollo industrial. Para entender el desarrollo del realismo social como fenómeno que alentó la narrativa crítica en el Ecuador en la década de 1930, planteamos por un lado, el concepto de mímesis escrituraria de Walter Benjamin porque da cuenta del proceso de asimilación que algunos escritores de izquierda asumieron en la medida en que representaron los intereses del movimiento obrero. Y por otro lado, abordamos la categoría nacional popular de Antonio Gramsci, ya que esta nos permite observar la importancia del fenómeno literario desde una perspectiva ideológico-política. En nuestro análisis proponemos que los esquemas de la III Internacional no se pusieron totalmente en marcha en nuestro país, pues la literatura ecuatoriana de la década de 1930 no trasuntó imaginarios foráneos, más bien recreó las expresiones políticas, y estéticas que emergieron tras el advenimiento del socialismo, la emergencia de la clase trabajadora y la crisis de representación de las expresiones de la burguesía. A pesar de ello el discurso de lo nacional popular, tanto en el campo literario como político encontró límites, ya que los intelectuales al poco tiempo desenfocaron su mirada de las problemáticas de la nación, particularmente del movimiento obrero, lo que provocó y continúa provocando una simplificación en la comprensión del significado proletario.