2 resultados para Método dos mínimos quadrados

em Universitat de Girona, Spain


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La implantación del Sistema Europeo de Transferencia de Créditos (ECTS) no se reduce a un mero cambio en la forma de computar la dedicación del estudiante a cada asignatura, sino que debe llevar aparejada una renovación de la metodología docente. Los métodos más tradicionales deben sustituirse por otros que conviertan al alumno en el verdadero protagonista del proceso de enseñanza-aprendizaje y cuyos sistemas de evaluación tengan en cuenta no sólo la adquisición de conocimientos, sino también la de destrezas genéricas así como de otras específicas de la titulación cursada e incluso de la asignatura. En ese sentido, la aplicación de las nuevas tecnologías a los procesos de enseñanza-aprendizaje puede ser un método docente innovador que resulte de gran utilidad para conseguir algunos de los objetivos que se plantean en la adaptación al ECTS; en concreto, facilitar al estudiante la adquisición de unos conocimientos mínimos y de habilidades, capacidades, aptitudes y destrezas para que sea capaz de enfrentarse a nuevos problemas y adquirir nuevos conocimientos. En la asignatura Matemáticas, que se imparte en primer curso de la Licenciatura en Administración y Dirección de Empresas y también en primer curso de las Licenciaturas conjuntas en Derecho y en Administración y Dirección de Empresas de la Universidad Pablo de Olavide, se han combinado, durante el curso 2007/2008, las clases presenciales con la docencia virtual. Se ha intentado con ello que el estudiante adquiera una mayor motivación e interés por la asignatura, así como que asimile con mayor facilidad los conceptos básicos. En este trabajo, exponemos las principales características de nuestra experiencia, mostrando el diseño del curso y analizando la aceptación que ha tenido entre nuestros estudiantes

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La capacidad de adaptación ha de ser una constante en nuestras profesiones. Las empresas solicitan competencias a nuestros ingenieros que van mas allá de los meros conocimientos teóricos y prácticos, otorgando gran importancia a la capacidad de trabajar en equipo, de adquirir compromisos y asumir responsabilidades, de idear y emprender, así como a la sensibilización social y ecológica, a la capacidad de autoaprendizaje, todo ello sin olvidarnos del conocimiento y manejo de las nuevas tendencias tecnológicas. Los responsables académicos de la universidad han de dar respuesta a las exigencias específicas de la sociedad mediante principios de actuación innovadores. La universidad debe formar titulados que se incorporen en condiciones adecuadas al mundo del trabajo, es decir, la formación ha de ser realista vinculada con el entorno social y laboral. Simultáneamente pensamos que no se puede formar titulados únicamente con criterios de simple adecuación a la vida laboral; se ha de cuidar al mismo tiempo la formación básica e instrumental. Por todo ello, los profesores de la asignatura ‘Tecnología de Materiales’, perteneciente al 4° curso de Ingeniería Industrial, de la Univers idad de Oviedo (España) hemos llevado a cabo durante el curso 2007-2008 una adaptación del proceso enseñanza-aprendizaje. Para ello hemos incorporado en la asignatura la realización de un proyecto en grupos que posteriormente habría de ser defendido ante los profesores y el resto de compañeros. Esta adaptación permite la adquisición de conocimientos específicos de la asignatura, y posibilita la adquisición de habilidades generales que mejoran la actividad profesional (trabajo en equipo, exposición oral y escrita, argumentación, de capacidad de análisis y síntesis etc.). Pensamos que estas ideas han de primar en su actuación, y estar presentes en todos sus programas y planes futuros. Finalizado el proyecto los alumnos cumplimentaron una encuesta de satisfacción así como otra de autoevaluación del trabajo realizado, pues creemos que la reflexión sobre un trabajo hecho ayuda a tomar conciencia sobre su realidad. Posteriormente estas encuestas fueron contrastadas con la valoración otorgada por los profesores, pretendiendo observar con ello hasta que punto los estudiantes reconocen sus destrezas o limitaciones y permitiéndoles al mismo tiempo utilizar las opiniones externas como contraste de las percepciones subjetivas. Ninguna usada en exclusividad de las otras es autosuficiente, sino que deben ser complementarias. Con todo esto, intentamos formar al alumno no sólo en competencias específicas (conocimientos técnico-profesionales), sino en competencias instrumentales (destrezas lingüísticas, capacidades metodológicas…) y competencias interpersonales (capacidad de crítica, trabajo en equipo…), altamente demandadas en el mercado laboral