2 resultados para PS-16
em Ministerio de Cultura, Spain
Resumo:
Evaluaci??n del ??xito conseguido en la integraci??n social de los discapacitados ps??quicos con las pr??cticas educativas innovadores que con este fin les sit??an dentro de los centros educativos ordinarios. Alumnado con discapacidad ps??quica en 43 centros de A Coru??a y su entorno en donde se han llevado a cabo tareas de integraci??n e inclusi??n. El m??todo de investigaci??n utilizado se inscribe dentro de la Antropolog??a Pedag??gica. Se apoya en una base etnogr??fica con un contacto directo y cercano con las personas y su problem??tica a lo largo de una secuencia temporal prolongada. El planteamiento y an??lisis de toda la investigaci??n presenta una orientaci??n cualitativa. En la escuela infantil e inicio de primaria, suele haber una mejor relaci??n con sus compa??eros. En cambio, en los ??ltimos cursos de primaria y sobre todo en la ESO la problem??tica cobra tintes muy duros. La mayor??a de discapacitados moderados y afines se encuentran en una situaci??n de soledad y marginaci??n y un porcentaje m??s reducido de casos en situaci??n de enfrentamiento y rechazo por parte de sus compa??eros. Los d??biles mentales o lim??trofes en un peque??o porcentaje (15-20). La insistencia del profesorado para que el resto de alumnado integre a los discapacitados solo obtiene respuestas puntuales y asim??tricas. Parece que la integraci??n se produce m??s entre discapacitados del mismo nivel. Alumnos de educaci??n infantil integran mejor a sus compa??eros discapacitados porque no son tan conscientes de sus diferencias, mientras que en secundaria, la mayor consciencia de sus diferencias hace una mayor discriminaci??n. Los discapacitados leves experimentan sentimientos de frustraci??n porque son m??s conscientes de sus limitaciones y al ser m??s parecidos que el resto de compa??eros, estos les exigen m??s. Una discapacidad m??s profunda no dificulta que el sujeto sea consciente de sus dificultades.
Resumo:
Estudiar el sentimiento y aspiraciones en la edad evolutiva, de adolescente de 11 a 16 años en una zona urbana. 600 estudiantes de ambos sexos. Encuesta dividida en seis apartados: actitud fundamental frente a la vida, actitudes específicas frente a la vida, profesión deseada, padres e hijos, sensibilidad moral y problemas de religión y vida. Estadística porcentual. Entre la multiplicidad de factores que condicionan la estructura de la personalidad del adolescente es de capital importancia el influjo de los padres. En primer lugar porque los primeros años de la adolescencia están muy cercanos a los de la infancia en la que los padres son los únicos o al menos las principales personas que están en contacto con él, en los momentos en que el concepto de sí mismo emerge de un contexto interpersonal. Los padres están asociados al niño en un clima sobre todo afectivo a las satisfaciones de sus necesidades especialmente de protección y seguridad psíquica. Una vez que la personalidad del niño se ha estructurado y que los valores se han organizado, estos valores tienden a perpetuarse. La forma en que el adolescente vive las relaciones interpersonales normales y sanas con los demás depende en gran parte de sus experiencias intrafamiliares. Si es importante el clima de amor y aceptación de los padres, para el desarrollo normal de la personalidad del adolescente, que hará posible su posterior integración social y su apertura al mundo de los valores de una forma también normal, es decir personalizadora, es necesario a su vez poner de manifiesto el tipo o características de este amor ya que este concepto y la realidad a lo que se apunta no es entendido de la misma forma por todos. El clima de aceptación y adecuación, emotiva, no viene dada exclusivamente desde el recibir sino también y muy principalmente en la adolescencia desde la posibilidad de poderse identificar sin miedos ni reservas con unas personas que le merecen confianza y seguridad en todos los órdenes. Es el resultado de ser amado por lo que se es más que como proyección del amor a sí mismos de los padres. Solamente cuando el adolescente ocupa el puesto que realmente debe ocupar en la jerarquía familiar podrá llegar no sólo a una intrínseca adecuación emotiva, sino también a un nivel de aspiraciones realístico y personalizado.