78 resultados para Iglesia Católica en Michoacán-Historia
Resumo:
El estudio de los procesos de alfabetización en estos tres países abre vías para investigar, desde otras perspectivas, sus culturas populares, en particular, sus especificidades urbanas y rurales, y sus conflictos con el Estado, la Iglesia católica y las Jerarquías sociales e intelectuales. La defensa de su identidad étnica por parte de lo indígenas nicaragüenses y salvadoreños, tiene un cierto paralelo en la oposición de los artesanos y campesinos costarricenses a que sus hijos fueran alfabetizados con base a un programa liberal que no compartían por estar diseñado para transformar su cultura. Los sectores populares en los tres países valoraban, sin dudas las ventajas de la alfabetización, pero de una que fuera respetuosa de su identidad y de su cultura; de lo contrario, la rechazarían. La resistencia, sin embargo, podía tener una explicación distinta: descontento de los padres con una educación que aparte de limitar el aporte de hijos a la economía doméstica, los exponía a cambios culturales que podían transformar comunidades y familias, al alterar las relaciones de poder y la vida cotidiana. Así, el proyecto de los políticos e intelectuales liberales de alfabetizar a los sectores populares con el fin de civilizarlos propicio resultados muy diversos.
Resumo:
El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (C.S.I.C.) (Consejo), se crea por Ley de 24 de noviembre de 1939 para fomentar, orientar y coordinar la investigación científica nacional. Se ofrece aquí un análisis del Patronato que se encargaba de las llamadas 'ciencias del espíritu' y de los Institutos que adscritos a él se crearon y que eran gestionados íntegramente por la Iglesia Católica para satisfacer sus propios intereses. El Patronato que, por excelencia, respondía al estudio e investigación de las 'ciencias del espíritu' era el Patronato Raimundo Lulio, ocupado en la Filosofía, que además dotó al Consejo de su emblema, el árbol de la ciencia. Dependiendo de este Patronato estaba el 'Instituto Francisco Suárez', dedicado a la Teología y que manejaba íntegramente los prelados de la Iglesia española. Este Instituto publicó la 'Revista Española de Teología' y 'Estudios Bíblicos'. El Instituto 'Padre Enríquez Flórez' se dedicaba a la historia eclesiástica y se encargaba de la investigación de fondos documentales relativos a la historia eclesiástica, sistematización de los mismos, y elaboración de inventarios, catálogos, monografías y episcopologios, para publicar después publicaciones de divulgación científica. El Instituto de 'San Raimundo de Peñafort', se dedicaba al Derecho canónico, cuya misión era el fomentar a través de la investigación científica el conocimiento adecuado del Derecho canónico.
Resumo:
Aportar una visión histórica de los centros de formación eclesiástica burgaleses desde las perspectivas actuales. Analizar la ideología y modelos a que han querido responder. Valorar la incidencia que han tenido en la sociedad y la historia. Cualificar las aportaciones de las personas que han sido el objetivo final de su funcionamiento. Visión panorámica de aspectos territoriales, jurisdiccionales y organizativos de la Diócesis. Historia de las instituciones docentes de la Iglesia. Exploración archivística. La ciudad y Diócesis de Burgos recibieron el mensaje de Trento, y desde el año 1565 el Seminario Conciliar de San Jerónimo fue el semillero de ciencia y adiestramiento con el que soñaron los padres del concilio tridentino que pretendía responder a la nueva situación provocada por la Reforma Protestante al enfrentarse a la Iglesia Romana. La Iglesia Católica decidió la creación del seminario como institución educativa propia para garantizar una formación teológica y espiritual de sus ministros en ese contexto. La formación del alma fue parte esencial de la tarea de gobierno de todos y cada uno de los veintiún pontificados que se produjeron en la centuria de la que se ocupa el estudio. Las preceptorías y colegios posibilitaron los primeros estudios de casi diez mil jóvenes, abriéndoles las puertas de la promoción cultural y ascenso en la pirámide social, también se evitó la pérdida de muchas vocaciones acercando las instituciones a los puntos mejor situados. Los rasgos esenciales de su funcionamiento quedan asegurados a través de las constituciones, estatutos y reglamentos que sirvieron para trazar el estilo de vida y la idiosincrasia formadora de las instituciones docentes eclesiásticas de Burgos. Durante el XIX, resultado del influjo de los distintos talantes episcopales se forma un nuevo tipo de clero para hacer frente a la nueva situación en que la iglesia se estaba desarrollando. Para contrarrestar las ideologías se desarrolló un sistema coherente de tipo moral, disciplinar y teológico que logró un tipo de sacerdocio más dócil. Con el transcurso de los años se continúa en este mismo reglamentarismo para formar un clero de extracción social desfavorecida, mayoritariamente rural. Se continúa manteniendo el terror contra lo que reafirme la iniciativa personal, tal vez porque el temor al hombre, a la propia persona, hundia profundas sus raices en la pedagogía eclesiástica. Se le cierra al estudiante cualquier atisbo por donde pudiera adivinar otro horizonte -prensa, vacaciones, diálogos...- Así la pasividad que degeneraba de ordinario en hipocresía o el camino de la rebeldía que le cerraba el futuro, son dos opciones, con frecuencia las únicas de la formación finisecular. Después de la etapa decimonónica, debido a las continuas intervenciones de los organismos romanos, se logró una formación más completa aunque bastante acéptica en los campos socio políticos. Aunque se advierte un deseo de apertura a los conocimientos intelectuales y culturales del momento y un esfuerzo para ajustarse al ritmo de vida laical.