792 resultados para Destrezas lingüísticas
Resumo:
Se trata de una unidad didáctica en la que se pretende ayudar a descubrir al niño sus habilidades motrices. Se hace necesario ayudar al alumno en sus sus capacidades para que comprenda y entienda su cuerpo, de este modo podrá conocer sus destrezas, mejorarlas y conocer los limites de su cuerpo.
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Se trata de acercar al alumno a la enseñanza de la lengua extranjera, a través del conocimiento de los animales de granja, se trata de un acercamiento del alumno a la lengua inglesa con conversaciones sencillas y términos del entorno del alumno para que vaya adquiriendo destrezas para desenvolverse en otro idioma .
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Las Unidades de Evaluación se presentan como alternativa a las pruebas de rendimiento o exámenes. Una Unidad de Evaluación tiene tres partes esenciales: el escenario, las tareas y los inventarios de corrección. El 'escenario' es el estímulo, la situación significativa del contexto que se utiliza para movilizar los conocimientos; se utiliza un formato verbal (texto escrito) y otro no verbal (imágenes, tablas, gráficos, cuadros, etc.) que se extraen de cualquier fuente documental. Las 'tareas' permiten conocer, mediante la movilización de los conocimientos, cuál es la competencia alcanzada en el uso de procesos cognitivos, afectivos, sociales y funcionales, y el nivel de logro de los aprendizajes. Para que la información contenida sea completa (saber, hacer y querer) la Unidad de Evaluación debe incluir tareas que valoren aprendizajes receptivos, productivos y valorativos. El proceso de evaluación concluye con la corrección de tareas, realizada por el propio alumno o por el profesorado. Con carácter general, las tareas utilizadas en las Unidades de Evaluación se definen con diferentes formatos de respuesta y criterios de corrección. Esta Unidad de Evaluación se presenta como un modelo de evaluación competencial, en ningún caso pretende ser algo más que una ejemplificación que estimule la creación de materiales para la evaluación de las competencias básicas de los propios docentes. Elaborada por la Oficina de Evaluación de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha para su aplicación en las pruebas de acceso a los Ciclos Formativos de Grado Medio en la convocatoria de junio de 2009
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Las Unidades de Evaluación se presentan como alternativa a las pruebas de rendimiento o exámenes. Una Unidad de Evaluación tiene tres partes esenciales: el escenario, las tareas y los inventarios de corrección. El 'escenario' es el estímulo, la situación significativa del contexto que se utiliza para movilizar los conocimientos; se utiliza un formato verbal (texto escrito) y otro no verbal (imágenes, tablas, gráficos, cuadros, etc.) que se extraen de cualquier fuente documental. Las 'tareas' permiten conocer, mediante la movilización de los conocimientos, cuál es la competencia alcanzada en el uso de procesos cognitivos, afectivos, sociales y funcionales, y el nivel de logro de los aprendizajes. Para que la información contenida sea completa (saber, hacer y querer) la Unidad de Evaluación debe incluir tareas que valoren aprendizajes receptivos, productivos y valorativos. El proceso de evaluación concluye con la corrección de tareas, realizada por el propio alumno o por el profesorado. Con carácter general, las tareas utilizadas en las Unidades de Evaluación se definen con diferentes formatos de respuesta y criterios de corrección. Esta Unidad de Evaluación se presenta como un modelo de evaluación competencial, en ningún caso pretende ser algo más que una ejemplificación que estimule la creación de materiales para la evaluación de las competencias básicas de los propios docentes. Elaborada por la Oficina de Evaluación de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha para su aplicación en la primera fase de la Evaluación de Diagnóstico de segundo curso de ESO (2009)
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Las Unidades de Evaluación se presentan como alternativa a las pruebas de rendimiento o exámenes. Una Unidad de Evaluación tiene tres partes esenciales: el escenario, las tareas y los inventarios de corrección. El 'escenario' es el estímulo, la situación significativa del contexto que se utiliza para movilizar los conocimientos; se utiliza un formato verbal (texto escrito) y otro no verbal (imágenes, tablas, gráficos, cuadros, etc.) que se extraen de cualquier fuente documental. Las 'tareas' permiten conocer, mediante la movilización de los conocimientos, cuál es la competencia alcanzada en el uso de procesos cognitivos, afectivos, sociales y funcionales, y el nivel de logro de los aprendizajes. Para que la información contenida sea completa (saber, hacer y querer) la Unidad de Evaluación debe incluir tareas que valoren aprendizajes receptivos, productivos y valorativos. El proceso de evaluación concluye con la corrección de tareas, realizada por el propio alumno o por el profesorado. Con carácter general, las tareas utilizadas en las Unidades de Evaluación se definen con diferentes formatos de respuesta y criterios de corrección. Esta Unidad de Evaluación se presenta como un modelo de evaluación competencial, en ningún caso pretende ser algo más que una ejemplificación que estimule la creación de materiales para la evaluación de las competencias básicas de los propios docentes. Elaborada por la Oficina de Evaluación de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha para su aplicación en la primera fase de Evaluación de Diagnóstico de segundo curso de ESO (2009)
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Las Unidades de Evaluación se presentan como alternativa a las pruebas de rendimiento o exámenes. Una Unidad de Evaluación tiene tres partes esenciales: el escenario, las tareas y los inventarios de corrección. El 'escenario' es el estímulo, la situación significativa del contexto que se utiliza para movilizar los conocimientos; se utiliza un formato verbal (texto escrito) y otro no verbal (imágenes, tablas, gráficos, cuadros, etc.) que se extraen de cualquier fuente documental. Las 'tareas' permiten conocer, mediante la movilización de los conocimientos, cuál es la competencia alcanzada en el uso de procesos cognitivos, afectivos, sociales y funcionales, y el nivel de logro de los aprendizajes. Para que la información contenida sea completa (saber, hacer y querer) la Unidad de Evaluación debe incluir tareas que valoren aprendizajes receptivos, productivos y valorativos. El proceso de evaluación concluye con la corrección de tareas, realizada por el propio alumno o por el profesorado. Con carácter general, las tareas utilizadas en las Unidades de Evaluación se definen con diferentes formatos de respuesta y criterios de corrección. Esta Unidad de Evaluación se presenta como un modelo de evaluación competencial, en ningún caso pretende ser algo más que una ejemplificación que estimule la creación de materiales para la evaluación de las competencias básicas de los propios docentes. Elaborada por la Oficina de Evaluación de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha para su aplicación en la primera fase de la Evaluación de Diagnóstico de segundo curso de ESO (2009)
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Las Unidades de Evaluación se presentan como alternativa a las pruebas de rendimiento o exámenes. Una Unidad de Evaluación tiene tres partes esenciales: el escenario, las tareas y los inventarios de corrección. El 'escenario' es el estímulo, la situación significativa del contexto que se utiliza para movilizar los conocimientos; se utiliza un formato verbal (texto escrito) y otro no verbal (imágenes, tablas, gráficos, cuadros, etc.) que se extraen de cualquier fuente documental. Las 'tareas' permiten conocer, mediante la movilización de los conocimientos, cuál es la competencia alcanzada en el uso de procesos cognitivos, afectivos, sociales y funcionales, y el nivel de logro de los aprendizajes. Para que la información contenida sea completa (saber, hacer y querer) la Unidad de Evaluación debe incluir tareas que valoren aprendizajes receptivos, productivos y valorativos. El proceso de evaluación concluye con la corrección de tareas, realizada por el propio alumno o por el profesorado. Con carácter general, las tareas utilizadas en las Unidades de Evaluación se definen con diferentes formatos de respuesta y criterios de corrección. Esta Unidad de Evaluación se presenta como un modelo de evaluación competencial, en ningún caso pretende ser algo más que una ejemplificación que estimule la creación de materiales para la evaluación de las competencias básicas de los propios docentes. Elaborada por la Oficina de Evaluación de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha para su aplicación en la primera fase de la Evaluación de Diagnóstico de segundo curso de ESO (2009)
Resumo:
Las Unidades de Evaluación se presentan como alternativa a las pruebas de rendimiento o exámenes. Una Unidad de Evaluación tiene tres partes esenciales: el escenario, las tareas y los inventarios de corrección. El 'escenario' es el estímulo, la situación significativa del contexto que se utiliza para movilizar los conocimientos; se utiliza un formato verbal (texto escrito) y otro no verbal (imágenes, tablas, gráficos, cuadros, etc.) que se extraen de cualquier fuente documental. Las 'tareas' permiten conocer, mediante la movilización de los conocimientos, cuál es la competencia alcanzada en el uso de procesos cognitivos, afectivos, sociales y funcionales, y el nivel de logro de los aprendizajes. Para que la información contenida sea completa (saber, hacer y querer) la Unidad de Evaluación debe incluir tareas que valoren aprendizajes receptivos, productivos y valorativos. El proceso de evaluación concluye con la corrección de tareas, realizada por el propio alumno o por el profesorado. Con carácter general, las tareas utilizadas en las Unidades de Evaluación se definen con diferentes formatos de respuesta y criterios de corrección. Esta Unidad de Evaluación se presenta como un modelo de evaluación competencial, en ningún caso pretende ser algo más que una ejemplificación que estimule la creación de materiales para la evaluación de las competencias básicas de los propios docentes. Elaborada por la Oficina de Evaluación de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha para su aplicación en la primera fase de la Evaluación de Diagnóstico de segundo curso de ESO (2009)
Resumo:
Las Unidades de Evaluación se presentan como alternativa a las pruebas de rendimiento o exámenes. Una Unidad de Evaluación tiene tres partes esenciales: el escenario, las tareas y los inventarios de corrección. El 'escenario' es el estímulo, la situación significativa del contexto que se utiliza para movilizar los conocimientos; se utiliza un formato verbal (texto escrito) y otro no verbal (imágenes, tablas, gráficos, cuadros, etc.) que se extraen de cualquier fuente documental. Las 'tareas' permiten conocer, mediante la movilización de los conocimientos, cuál es la competencia alcanzada en el uso de procesos cognitivos, afectivos, sociales y funcionales, y el nivel de logro de los aprendizajes. Para que la información contenida sea completa (saber, hacer y querer) la Unidad de Evaluación debe incluir tareas que valoren aprendizajes receptivos, productivos y valorativos. El proceso de evaluación concluye con la corrección de tareas, realizada por el propio alumno o por el profesorado. Con carácter general, las tareas utilizadas en las Unidades de Evaluación se definen con diferentes formatos de respuesta y criterios de corrección. Esta Unidad de Evaluación se presenta como un modelo de evaluación competencial, en ningún caso pretende ser algo más que una ejemplificación que estimule la creación de materiales para la evaluación de las competencias básicas de los propios docentes. Elaborada por la Oficina de Evaluación de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha para su aplicación en la primera fase de la Evaluación de Diagnóstico de cuarto curso de Educación Primaria (2009)
Resumo:
Las Unidades de Evaluación se presentan como alternativa a las pruebas de rendimiento o exámenes. Una Unidad de Evaluación tiene tres partes esenciales: el escenario, las tareas y los inventarios de corrección. El 'escenario' es el estímulo, la situación significativa del contexto que se utiliza para movilizar los conocimientos; se utiliza un formato verbal (texto escrito) y otro no verbal (imágenes, tablas, gráficos, cuadros, etc.) que se extraen de cualquier fuente documental. Las 'tareas' permiten conocer, mediante la movilización de los conocimientos, cuál es la competencia alcanzada en el uso de procesos cognitivos, afectivos, sociales y funcionales, y el nivel de logro de los aprendizajes. Para que la información contenida sea completa (saber, hacer y querer) la Unidad de Evaluación debe incluir tareas que valoren aprendizajes receptivos, productivos y valorativos. El proceso de evaluación concluye con la corrección de tareas, realizada por el propio alumno o por el profesorado. Con carácter general, las tareas utilizadas en las Unidades de Evaluación se definen con diferentes formatos de respuesta y criterios de corrección. Esta Unidad de Evaluación se presenta como un modelo de evaluación competencial, en ningún caso pretende ser algo más que una ejemplificación que estimule la creación de materiales para la evaluación de las competencias básicas de los propios docentes. Elaborada por la Oficina de Evaluación de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha para su aplicación en la primera fase de la Evaluación de Diagnóstico de cuarto curso de Educación Primaria (2009)
Resumo:
Las Unidades de Evaluación se presentan como alternativa a las pruebas de rendimiento o exámenes. Una Unidad de Evaluación tiene tres partes esenciales: el escenario, las tareas y los inventarios de corrección. El 'escenario' es el estímulo, la situación significativa del contexto que se utiliza para movilizar los conocimientos; se utiliza un formato verbal (texto escrito) y otro no verbal (imágenes, tablas, gráficos, cuadros, etc.) que se extraen de cualquier fuente documental. Las 'tareas' permiten conocer, mediante la movilización de los conocimientos, cuál es la competencia alcanzada en el uso de procesos cognitivos, afectivos, sociales y funcionales, y el nivel de logro de los aprendizajes. Para que la información contenida sea completa (saber, hacer y querer) la Unidad de Evaluación debe incluir tareas que valoren aprendizajes receptivos, productivos y valorativos. El proceso de evaluación concluye con la corrección de tareas, realizada por el propio alumno o por el profesorado. Con carácter general, las tareas utilizadas en las Unidades de Evaluación se definen con diferentes formatos de respuesta y criterios de corrección. Esta Unidad de Evaluación se presenta como un modelo de evaluación competencial, en ningún caso pretende ser algo más que una ejemplificación que estimule la creación de materiales para la evaluación de las competencias básicas de los propios docentes. Elaborada por la Oficina de Evaluación de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha para su aplicación en la primera fase de la Evaluación de Diagnóstico de cuarto curso de Educación Primaria (2009)
Resumo:
Las Unidades de Evaluación se presentan como alternativa a las pruebas de rendimiento o exámenes. Una Unidad de Evaluación tiene tres partes esenciales: el escenario, las tareas y los inventarios de corrección. El 'escenario' es el estímulo, la situación significativa del contexto que se utiliza para movilizar los conocimientos; se utiliza un formato verbal (texto escrito) y otro no verbal (imágenes, tablas, gráficos, cuadros, etc.) que se extraen de cualquier fuente documental. Las 'tareas' permiten conocer, mediante la movilización de los conocimientos, cuál es la competencia alcanzada en el uso de procesos cognitivos, afectivos, sociales y funcionales, y el nivel de logro de los aprendizajes. Para que la información contenida sea completa (saber, hacer y querer) la Unidad de Evaluación debe incluir tareas que valoren aprendizajes receptivos, productivos y valorativos. El proceso de evaluación concluye con la corrección de tareas, realizada por el propio alumno o por el profesorado. Con carácter general, las tareas utilizadas en las Unidades de Evaluación se definen con diferentes formatos de respuesta y criterios de corrección. Esta Unidad de Evaluación se presenta como un modelo de evaluación competencial, en ningún caso pretende ser algo más que una ejemplificación que estimule la creación de materiales para la evaluación de las competencias básicas de los propios docentes. Elaborada por la Oficina de Evaluación de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha para su aplicación en la convocatoria de septiembre de 2009 de las pruebas de graduado en educación secundaria para personas adultas
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Comprobar si la situación lingüística del alumno tiene relación, no sólo con el área de conocimientos, sino con la integración en el grupo, con la personalidad y con la actitud que puede adoptar ante el aprendizaje en general. Compuesta por 77 alumnos - 54,4 por ciento de niños y 45,45 por ciento de niñas-, de primero y segundo de EGB con edades comprendidas entre los cinco y ocho años, pertenecientes a una ikastola, situada en el barrio Amara-Berri de San Sebastian. Este barrio se eligió en función de unas características socio-lingüísticas determinadas. Se recurre al estudio de las variables y a la búsqueda de relaciones entre ellas. Aparte del sexo, se estudian como variables independientes, el nivel profesional padre-madre, el nivel de euskera padre-madre, el euskera inicial del alumno y su euskera actual. Como variables dependientes: el grado ambiente euskera, la aceptación del grupo, conceptos básicos, comprensión lectora, rendimiento escolar, actitud de aprendizaje, personalidad e inteligencia. Ficha informe de las evaluaciones y juicio del profesor; cuestionario a alumnos; prueba de lectura; sociograma; Reversal test; tests de conceptos básicos y de habilidad general; cuestionario Cattell de personalidad. Todos los tests fueron adaptados al euskera. El nivel de conocimiento del euskera del niño, y el ambiente más o menos euskaldun que le rodea, tiene íntima relación con el nivel de euskera de los padres que es más bien bajo. No existe hostilidad ni rechazo hacia el euskera, aunque sí una falta de motivación para el uso de la lengua vasca, quizás, porque sólo el 38,35 por ciento utiliza el euskera como lengua de relación familiar. Hay una mayor preferencia del euskera para la lectura -el 68 por ciento-, siendo inferior los que lo eligen para el habla -45,7 por ciento-, lo que induce a pensar que el niño asocia la lectura al marco escolar. El niño se adapta al grupo, independientemente del nivel de conocimiento que tenga del euskera. El nivel de euskera del niño tiene una influencia significativa en aspectos de la personalidad, como la dominancia o la sensibilidad, pero no en la impulsividad. No existen influencias significativas del nivel del euskera en la adquisición de conceptos básicos, aunque sí hay diferencias en la lectura y rendimiento escolar. Se concluyen una serie de necesidades: que se estudien las características de la población escolar, estableciendo tipologías según niveles lingüísticos para la implantación de diferentes modelos educativos, que se adecúe la política educativa con la política lingüística, no reduciéndose sólo al marco escolar.
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Partiendo de la hipótesis de que existe una ordenación secuencial de los procesos de conducta a traves del tiempo, el objetivo es analizar la edad de ocho años bajo tres prismas: descripción del perfil psicológico, interpretación del funcionamiento y variaciones del desarrollo con la edad y elaboración de una nueva pauta observacional del desarrollo de los ocho años. Se compone de 602 sujetos, mitad niños, mitad niñas, de ocho años, procedentes de las provincias de Valencia, Barcelona, Tarragona, Alicante, Castellón. Aplicación de la pauta observacional a la muestra. Elaboración de una matriz de afinidades entre las 164 conductas de la pauta observacional, realizada por once jueces expertos en la materia. Elaboración estadística de los datos a través del ordenador. Confección de una nueva escala observacional del desarrollo de los ocho años a partir de un cuestionario experimental. Pauta observacional de desarrollo. Cuestionario. Matriz de afinidades a partir de una matriz de correlaciones. Media entre afinidades, resultando una matriz de 164 x 164 afinidades, realizándose sobre ella un análisis dimensional de tres grados, teorema de Bayes. Análisis factorial de factores principales, rotación Varimax. Para la elaboración de la nueva pauta: recuento de frecuencias, niveles de significación. Representaciones gráficas. Desde un principio y como condición de evolución de los ocho años, el niño debe interiorizar la motricidad si quiere salirse de la actitud negativa y pasar a las formas más avanzadas de su edad. Los rasgos psicológicos definidos para la edad son: sensitividad somática (7), participación hogareña (9), egocentrismo residual (11), inteligencia combinatoria (2), pensamiento serial (6), destrezas instrumentales (10), inhibición adaptativa (3), socialización coherente (1), superficialidad (12), control cinestésico (4), inteligencia mecánica (5), y acción argumental (8). Este trabajo forma parte de otro más amplio que pretende analizar cada edad, de los 0 a 17 años, para elaborar escalas observacionales a partir de muestras españolas.
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Elaborar una ecuación de predicción de legibilidad válida para la estimación de dificultad de los textos escritos en Lengua castellana, aplicando el procedimiento Cloze de Taylor como medida de comprensión lectora. Selección de 150 textos siguiendo una serie de criterios en cuanto a estructura narrativa, unidad de contenido, extensión entre 250 y 550 palabras. Se incluyen textos escolares, obras literarias, lecturas infantiles, antologías, prensa y reader's digest. La submuestra se compone de 1500 alumnos de octavo y séptimo de EGB de la Universidad Laboral de Cheste, Valencia, del curso 1978-1979. A cada uno de los textos seleccionados se le aplicó el test Cloze en la modalidad de supresión de la quinta palabra. Cada texto, al que se adjuntaba también el original, fue aplicado a diez sujetos distintos, después de leer el original. Para cada texto se estudian 26 variables lingüísticas que son agrupadas en los siguientes bloques: variables formales (signos de puntuación, longino de palabra y frase, etc.); variable de redundancia; variables léxicas (presencia o ausencia de las palabras del texto respecto a una lista de palabras familiares); y variables categoriales (nombres propios, numerales, etc.). Test Cloze de Taylor en la modalidad de supresión de cada cinco palabras como criterio de comprensión lectora. Vocabulario común de García Hoz; vocabulario común fundido de García Hoz; lista de densidad de palabras de Spaulding. Análisis de varianza para la homogeneidad o no de la población. Correlación entre las variables. Análisis factorial. Análisis de regresión stepwise, dos pases. Histogramas. Validez y fiabilidad del test Cloze. A partir de las 26 variables lingüísticas y empleando como criterio el test Cloze se han construido diez fórmulas de legibilidad. Las variables determinantes del nivel de dificultad han sido: en cuanto a las variables formales, el porcentaje de comas, puntos y aparte, signos de interrogación, guiones de diálogo, palabras superiores a tres sílabas, frases largas. En las variables de redundancia, los textos con gran número de palabras diferentes. En las variables léxicas, el vocabulario común de García Hoz, seguido de la lista de Spaulding, fueron los más interesantes, en las variables categoriales, los nombres propios y numerales correlacionan positivamente con la facilidad de comprensión. Los coeficientes de correlación múltiple obtenidos por cada una de las fórmulas garantiza la validez de las mismas como instrumentos para la estimación de la dificultad lectora. El test Cloze, con lectura previa del texto completo y en la modalidad de supresión de la quinta palabra, es un instrumento válido para la medida de la comprensión lectora de textos escritos en Lengua castellana, y un criterio válido para la elaboración de fórmulas de legibilidad en nuestra lengua.