603 resultados para RESTITUCIÓN – ESPAÑA
Resumo:
Este artículo es continuación de Apuntes sobre el bachillerato en España
Resumo:
En España espectacular crecimiento del número de alumnos y gran centralización de funciones. Lo que ha provocado una gran congestión de funciones en la Junta de Construcciones que no ha sido dotada de medios suficientes. Es más, es imposible controlar tantas obras solo por un organismo central desde 1971. La consecuencias más evidentes son el estrangulamiento de las construcciones escolares e indirectamente, el retraso en las obras y un encarecimiento de su coste. Por esta razón se plantea la necesidad de realizar una desconcentración y descentralización, al menos en el nivel de la Educación General Básica. En definitiva, es necesaria una reestructuración de competencias entre la administración central y la provincial. Hasta 1968 las construcciones estaban fraccionadas entre varios organismos que se correspondían con los diferentes niveles de la educación. Esta situación multiplicó innecesariamente las unidades gestoras y condujo a una falta de coordinación en las construcciones. Así, se limitó el fraccionamiento. En realidad, existen unas normas generales sobre proyectos, pero está justamente en el control pedagógico y económico de cada proyecto específico que no está atribuido a ningún organismo. Uno de los problemas más graves de la falta de puestos escolares y de la ineficacia de la programación de las construcciones es la falta de solares que requieren la necesidad de oficinas centrales y provinciales encargadas sólo de la promoción, inventario y tramitación de las incidencias de los solares. En la actualidad, esta función no está encomendada a ningún organismo, no central, ni provincial, al menos en cuanto a la promoción e inventario.
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La información científica y técnica, su existencia, su crecimiento constante y su necesidad son , en la actualidad, fenómenos existentes y universalmente reconocidos. Pero, el problema se plantea a la hora de definir algo cuando está en vías de estudio y las opiniones son variadas. Así, conociendo la información como un fenómeno, un recurso y como un servicio hemos podido conocer la esencia de la información sin tener que definirla. Desde la década de 1951, se ha producido un crecimiento de la ciencia y la acumulación creciente del volumen de información. Esta información acumulada presenta problemas de tratamiento y recuperación. Al ser un recurso, un sistema definido y creciente de fuentes, de las cuales debe nutrirse toda investigación para estar al día en la escalera científica. Pero el problema de los recursos está en su accesibilidad y para este problema técnico está la documentación: técnica encargada de organizar y analizar la información conseguida en los documentos para hacerla accesible a los investigadores. El documento sería la unidad básica de información. Su historia es larga y ha ido adoptando diferente formas que actualmente coexisten. El documento tradicional, histórico y administrativo ha sido objeto del trabajo de los archivos, pero existen otros tipos como los libros, las revistas, los periódicos, etcétera, cuyo tratamiento es misión de las bibliotecas, hemerotecas y centros de documentación. Si hablamos de los documentos en cuanto a la información que contienen, los podemos dividir en primarios y secundarios. Finalmente, tendríamos que volver a hablar de la documentación y analizarla como un arte al servicio de todas las personas que necesitan, recoger, utilizar aquellos documentos científicos necesarios para su trabajo o investigación. Un centro de documentación es donde se almacenan y escriben los documentos científicos. Por ello, existe un subsistema dedicado a organizar las colecciones documentales donde se encuentra la información. Otro subsistema es el encargado de extraer las referencias. En tercer lugar, un subsistema que pretende recuperar y diseminar selectivamente aquella información precisamente referenciada. Por último, existe un servicio que se ocupa solo de los usuarios, su psicología, educación y entrenamiento. Para terminar es importante hablar de la información como servicio operativo. Es patente la importancia de la información, tanto en el trabajo como en la transmisión de ideas. Es necesario formar a usuarios a todos los niveles y el servicio de información científica y técnica sería la última etapa de la tarea del documentalista. Una vez seleccionados, catalogados, indizados o clasificados y almacenados los documentos, con el fondo documental en forma de ficheros tradicionales de bibliotecas, índices, publicaciones de resúmenes, o ficheros magnéticos, llega el momento en que los usuarios formulan sus preguntas y el Centro de Documentación les informa. Es en el siglo XX cuando se imponen estos centros de documentación especializados en áreas concretas de la ciencia. El primer centro en España se creó en 1952 y fue el de Información Documentación del Patronato Juan de la Cierva. Últimamente han aumentado su número.
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Hasta fechas muy recientes ha estado vigente el carácter dualista del sistema educativo que se consagró de modo definitivo a lo largo del siglo XIX en nuestro país. Existían una enseñanza primaria que languidecía y una enseñanza superior universitaria a la que se accedía a través del bachillerato, impartido mayoritariamente en colegios de pago, cuya única salida era esa enseñanza superior. El fin del bachillerato era preparar para la universidad, muy minoritaria, y para unas Escuelas Técnicas que abrían el camino casi sólo a los cuerpos del estado. Sin embargo, el Libro Blanco puso de relieve como los contenidos de la enseñanza media constituyen una preparación para la enseñanza superior. Como si todos los alumnos hubieran de pasar a la universidad. Entre ambos polos se abrían con dificultad las Escuelas de Comercio, de Magisterio o de Peritos. En 1950 este sistema educativo respondía a una determinada situación económica, donde el cincuenta por cien de la población dedicada a la agricultura e industria poco desarrollada. Hacia 1951 comienza el cambio que ocho años más tarde recibirá el espaldarazo definitivo. Sus características básicas son: la racionalidad y el liberalismo económico con el incremento de las inversiones extranjeras, del turismo y de las remesas de emigrantes, que dieron lugar a un fuerte impulso de la economía (1950-1960), con un fuerte desarrollo industrial y tecnificación creciente en los tres sectores (agrícola, industrial y servicios) que genero una demanda de nuevos profesionales a todos los niveles. Otra consecuencia fue la mayor capacidad de gasto de las economías familiares y por lo tanto, una mayor demanda de la educación. El bachillerato como nivel casi exclusivamente preuniversitario a partir del sesenta creció considerablemente. En 1957 la Ley de Enseñanzas Técnicas intentó dar respuesta al incremento de demanda de mano de obra del sector secundario. A principios de los sesenta comenzarán en España los primeros trabajos para la elaboración de un Plan de Desarrollo. I Plan de Desarrollo (1964-67). En primaria faltan aulas, escolaridad obligatoria reducida, escasa retribución del magisterio, dispersión rural e insuficiencia de material pedagógico. En enseñanza media faltan plazas y licenciados hay pocos y en enseñanza superior escasez de profesorado intermedio, pocos licenciados; II Plan de Desarrollo (1968-71) continuación del primero, pero se extendió la enseñanza obligatoria; III Plan de Desarrollo con la publicación del Libro Blanco en 1969 fue la primera respuesta coherente a la situación económica anterior, de desarrollo económico de los veinte años precedentes. Pretende ampliar la matrícula en todos los niveles con la unificación de la enseñanza obligatoria y al implantación de un bachillerato polivalente. Un año más tarde se promulga la Ley General de Educación que recoge la estructura del Libro Blanco y que desde entonces se viene aplicando de acuerdo con un calendario establecido. El Tercer Plan de Desarrollo, que trata de adaptar las previsiones de la ley del periodo 71-75, tiene cuatro partes: la educación ante el tercer plan, metodología del mismo, necesidades educativas por niveles y objetivos, estrategias y prioridades. Este plan supuso un cambio cualitativo crucial con respecto a los planes anteriores y avances importantes, aunque no todos los objetivos se cumplieron, ya que el gobierno gastos en educación reducidos en comparación con otros países europeos, excepto Grecia y Portugal.
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En 1974-75 se ha completado la implantación generalizada del curso octavo y último de Enseñanza General Básica. Así, se ha coronado la reforma de la enseñanza. Una de las más profundas al afectar a la totalidad de la población escolar hasta los catorce años. Hasta 1978-79 no llegarán al bachillerato o a la formación profesional alumnos que hayan seguido sólo este nuevo plan en todos sus cursos. Lo que se reclama para el bachillerato es el cultivo de una gama de capacidades más amplia que las de orden exclusivamente intelectual y un enfoque didáctico de las enseñanzas que ponga de relieve ante el alumno, su posible aplicación práctica para que pueda entender la correlación ciencia-técnica que ha presidido el desarrollo de nuestra civilización. En el bachillerato nuevo, de tres años, no es menor el tiempo. Pero ahora el alumno se incorpora a él, con una instrucción más completa que antes al llegar con edad superior y en consecuencia, con mayor madurez que antes. El paso de enseñanza general básica al bachillerato plantea a los alumnos dificultades derivadas de la organización misma de las enseñanzas a las que accede. Así, el alumno que inició sus estudios en un nivel primero en que la enseñanza tenía un carácter totalmente globalizado, pasó a una etapa en que se iniciaba una leve diversificación a través de las áreas de conocimientos; después se encuentra en el bachillerato de una organización de las enseñanzas por materias. Una de las inquietudes es ante la diferencia de niveles, discontinuidad que puede producirse en el sistema de aprendizaje del alumno. Además, deben introducirse las necesarias especializaciones en el currículo que caracterizan al bachiller frente a la enseñanza básica y para ello, se debe establecer un puente entre ambos niveles para salvar la referida discontinuidad. Al terminar el bachillerato si el alumno quiere ingresar en la universidad deberá hacer el curso de orientación universitaria y se ha determinado también su estructura con el fin de lograr una coherencia con los estudios previos realizados por los alumnos. Por ello, en este curso se dará preferencia a los criterios orientadores incrementando esta selección. Con ello, pretendemos presentar los motivos básicos en que se ha apoyado el nuevo plan de estudios del nuevo bachillerato y se ha presentado el plan atendiendo a unas determinadas demandas sociales y culturales acordes con la sociedad actual. Su eficacia se basa más en una fuerte renovación de la metodología que en las propias asignaturas que lo constituyen, cuya programación ha sido objeto de una cuidadosa revisión y actualización en lo referente a objetivos, contenidos y niveles.
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La formación profesional entra a formar parte de un sistema educativo concebido para asegurar la unidad del proceso de la educación y facilitar la continuidad de éste a lo largo de la vida, a fin de satisfacer las exigencias de educación permanente que plantea la sociedad moderna. Así, los principios de desarrollo son : atención a las exigencias de una formación general sólida y a las necesidades derivadas de la estructura de empleo, unidad del conjunto educativo e interrelación de sus elementos, posibilidad de paso de uno a otro de los distintos niveles , ciclos y modalidades de la educación, así como de readaptación vocacional, con oportunidades de reincorporación a los estudios que hubieren sido interrumpidos, adecuación de los contenidos y métodos educativos a la evolución psicológica de los alumnos, revisión y actualización periódica de planes y programas de estudio, que permita el perfeccionamiento y adaptación a las nuevas necesidades y, orientación educativa y profesional como servicio continuado a lo largo de todo el sistema, servicio que atenderá a la capacidad, aptitud y vocación de los alumnos y facilitará su elección consciente y responsable. Bajo tales principios, la finalidad específica de la Formación Profesional en el nuevo sistema educativo es la capacitación de los alumnos para el ejercicio de la profesión elegida, además de continuar su formación integral, debiendo guardar en su organización y rendimiento estrecha relación con la estructura y previsiones del empleo y orientarse a la preparación del alumno en las técnicas específicas de la profesión por él elegida y en las cuestiones de orden social, económico, empresarial y sindical que comúnmente se presentan en ella. Pero no se agotan los temas que lleva consigo la implantación de la Formación Profesional en el contexto de la reforma educativa emprendida en 1970. Son de considerar los que afectan al régimen de los centros docentes, a la ordenación del profesorado, su formación y perfeccionamiento, el estatuto del estudiante y a la protección del derecho al estudio, a la posible nueva regularización del aprendizaje y del trabajo en prácticas, a la investigación y aplicación de nuevos medios y métodos educativos, al balance más adecuado de los contenidos generales y profesionales en lso programas de los distintos grados y por último, cuanto se refiere al régimen de subvenciones, y a la financiacíón presupuestaria.
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En realidad la planificación económica se inición en la Unión Soviética, se desarrolló en 1928-29 con al aparición de los planes quinquenales En las economías occidentales será más tarde cuando se apropien de la noción de planificación económica tras la segunda guerra mundial surge así el concepto de planificación indicativa como un intento de racionalizar el crecimiento económico sometiéndolo a unas pautas preestablecidas y que trata de combinar las ideas de planificación rusa con el sistema productivo capitalista. Hoy nadie discute que la educación ha de formar parte integrante de la planificación del desarrollo pues es una inversión previa al ser una de las condiciones de infraestructura que posibilitará el desarrollo económico, aunque sus efectos se produzcan a largo plazo. Pero lo que si nos interesa destacar es que la formación profesional guarda unas relaciones muy estrechas con la economía y con el desarrollo. También es importante recordar que tiende su campo de acción a todos los sectores económicos. En el IV plan gran importancia a la formación profesional donde se fijarán unos objetivos y se cuantificará la inversión económica precisa para llevarlos a cabo; pero esto no pasará de ser una simple previsión y conviene detenerse a reflexionar sobre los condicionantes que habrán de influir en la mayor o menos adecuación entre lo estimado y lo factible dentro del plazo de vigencia del plan. Hay dos factores, el error y lo imprevisible, que son dos cuestiones importantes a tener en cuenta. Para el cumplimiento de las previsiones del plan se exige como condición fundamental que no haya una falta de adecuación entre las acciones que se efectúen en cumplimiento de los objetivos fijados y estos propios objetivos; o en le caso de que así sea se adopten las medidas adecuadas para corregirla. Lo que implica que todo plan lleva una serie de condicionantes externos como: capacidad de los órganos gestores del plan (Ministerio de Educación y Ciencia y demás entidades implicadas en la formación ) para ejecutar correctamente las funciones y actuaciones que se les encomienden; la previsión de los medios complementarios que hagan eficaz los gastaos en inversión y en medios personales y materiales previstos en le plan; la adopción de decisiones selectivas posteriores que acomoden las precisiones a las nuevas situaciones que se vayan produciendo. En estos tres grandes apartados hemos agrupados aspectos que el plan se limitará a señalar, pero que sólo podrán ser programados adecuadamente en momentos posteriores. Al experiencia nos demuestra que los objetivos marcados no se han materializado siempre en la medida programada y necesaria. Todo ello, atestigua que la acción planificadora debe ser ante todo realista y flexible y que éstas son dos condiciones inexcusables. Paralelamente debe existir in órgano de vigilancia del cumplimiento del plan y ha de ser capaz de poner en marcha rapidamente los mecanismos correctores que cada situación exija. La razón última del Programa Nacional se basa en la coordinación de los medios personales y materiales que intervienen en la formación profesional, así como su directa relación con el empleo y los cambios tecnológicos, condicionan de una manera muy especial el rendimiento de las inversiones que se efectúen.
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El sistema económico agrario tradicional predomina en España y sigue intacto hasta principios del siglo XX, conviviendo con una producción industrial poco desarrollada y de lenta evolución técnica, que se nutre de una abundante mano de obra poco o nada cualificada. Pero la formalización de un sistema educativo no tendrá lugar hasta la ley de Moyano, si bien es un elemento modernizador, en cuanto a la extensión, de la enseñanza como derecho colectivo, establece un régimen de enseñanzas en la práctica elitista, junto a la masa de población de nivel formativo escaso o nulo. Serán las congregaciones religiosas, en concreto, la Salesiana, la que se ocupará del establecimiento de una serie de escuelas de capacitación y formación de artesanos, las llamadas Escuelas Profesionales de Artes y Oficios, la primera establecida en Sarriá (Barcelona) en 1886, en la que viviera el fundador de la Congregación y actual patrono de la formación profesional industrial, San Juan Bosco. Los programas de estudios de estas escuelas eran propios y tenían una duración máxima de cinco años. Los primeros intentos de establecer un sistema normalizado de enseñanzas profesionales, serán los Estatutos de 1924 y 1928. El primero no tiene importancia operativa, es del segundo de donde arranca el establecimiento de un sistema reglado de enseñanzas profesionales y una red de centros para tal fin. Este estatuto surge por la corriente de preocupación sobre la formación de los trabajadores, acelerada en Europa a partir de la primera guerra mundial, tanto para atender las necesidades industriales creadas por el conflicto, como por la reconstrucción socio-económica posterior. El estatuto del formación de 1928 está a caballo entre las tendencias industrializadoras y la pervivencia de las formas artesanales anteriores, como refleja el hecho de que se ocupe tanto de la formación profesional del obrero como del artesano, estableciendo dos tipos de centros: las escuelas elementales y superiores de trabajo y las escuelas profesionales para oficiales y maestros artesanos, o simplemente escuelas de artesanos. Se inicia así, lentamente, el desarrollo de lo que hoy entendemos por formación profesional; creándose las primeras bases en cuanto a planes de estudio, centros, profesorado idóneo, etcétera, de este tipo de enseñanzas. Tras la guerra civil, España entra en un periodo de aislamiento donde se produce una fuerte protección de la industria nacional. Esta fase se caracteriza por el auge del sector industrial en detrimento del agrícola, lo que a nivel de formación profesional supondrá una concentración del esfuerzo en la capacitación par las tareas industriales, aún no muy complejas, a un amplio sector de la población. La formación de adultos será el sector de las enseñanzas profesionales que verá multiplicada su actividad, aunque no con la intensidad y planificación necesarias. Para tratar de cubrir las necesidades de formación en un nivel medio se crea por ley de 1949, una red de Institutos Laborales, donde se impartirá el llamado Bachillerato, un conjunto de enseñanzas técnico-profesionales de acuerdo con tres modalidades: bachiller laboral industrial, bachiller laboral marítimo-pesquero y bachiller laboral agrícola, según el tipo de producción dominante en las distintas zonas de ubicación de los centros. Después, pasarán a ser conocidos como Institutos Técnicos. En la actualidad, estos institutos se integran en el régimen general de enseñanza media, si bien en muchos de ellos se incluyen secciones de formación profesional. El restablecimiento de las redes internacionales, unido a una política económica más ágil, marcarán a comienzos de los años cincuenta el inicio de una fase de desarrollo con cierta recuperación económica de la renta nacional. Con algo de retraso en este ambiente se pondrá en vigor la ley de formación de 1955, que se propone actualizar el estatuto del 28 introduciendo profundas modificaciones completando la formación estatal con claras deficiencias se desarrolla una formación para trabajadores adultos, a cargo de entidades como el Ministerio de Trabajo, el de Agricultura y otras entidades privadas, En 1957 se crea una oficina sindical de formación profesional acelerada, con centros donde se trata de capacitar en cursos breves al mayor número de individuos procedentes de sectores de bajo desarrollo económico. En 1964 se pone en marcha el Plan Nacional de Promoción Profesional Obrera, que completa la formación en aquellos sectores de baja productividad. Por último, la Ley General de Educación de 1970 con una reforma educativa que intenta no sólo coordinar sino prever las necesidades formativas que le acelerado proceso de transformación del país requiere. Se ah creado un sistema integrado donde las enseñanzas técnicas y profesionales dejan de ser una vía paralela del a educación y se convierte en el elemento fundamental del sistema educativo y se extiende la formación a todos los sectores, destacando el terciario, que actualmente tiene mayor demanda y se articula en tres niveles: la de primero grado obligatoria y gratuita para todos aquellos que no sigan el bachillerato.
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En el terreno de la innovación educativa los éxitos fueron escasos, costaron demasiados esfuerzos y en muy pocas ocasiones cuajaron con carácter definitivo. Mientras que el pensamiento progresista educativo tuvo sólo en las dos repúblicas su chance histórica para realzar algunas ideas y reformas, el resto de los años los pasó en el exilio o en los frágiles muros de algunos centros, como fue el caso de la Institución Libre de Enseñanza: Pasos: 1. Camino hacia la secularización de la enseñanza. Hasta la revolucion liberal burguesa nadie disputó a la iglesia este monopolio con posibilidades de triunfo, sigue los pasos de la centralización liberal, que favorece el control de la enseñanza y su estatalización, como ocurre con la enseñanza universitaria. Desde ley de presupuestos de 1835, Plan Pidal de 1845 se consolidaron estos deseos; 2.Política e instrucción: la libertad de enseñanza. La Constitución de 1869 consagra ideológicamente el liberalismo democrático, al reconocer el sufragio universal y la democracia es un problema de instrucción. El movimiento político de 1868-1875 modificó muy poco la enseñanza primaria y la inestabilidad política impidió sin duda unos resultados efectivos. Pero existió libertad de enseñanza; 3.Lucha contra la libertad de la ciencia. La iglesia, apoyándose en los gobiernos conservadores, iba a reorganizar sus filas y plantear una dura batalla contra la libertad científica con la Restauración, ya que antes había carecido de unidad institucional Con la nueva constitución de 1875 estado confesional. Finalmente la libertad científica una quimera contra la que luchó la Institución Libre...pero inyectó una nueva savia en la vida educativa española cuando la Universidad mantenía al país en el más miserable de los ostracismos; 4. Analfabetismo y proletariado. El problema de la autonomía universitaria; a las puertas del siglo XX ningún gobierno había afrontado seriamente el problema de la enseñanza. El setenta por ciento de la población era analfabeta. Pero la Institución se preocupó y cumplió esta misión, aunque quedó restringida a las capas media y alta. Junto a iniciativas de la iglesia se fueron fundando escuelas; 6. Laicización de la enseñanza. Con la segunda republica se produjo este hecho y el desarrollo importante de la educación. Su programa consistió en la implantación de la escuela única, poniendo remedio a la lamentable situación de la enseñanza primaria porque en este momento el analfabetismo en España era del 32,4 por ciento de la población. Con la caída de la Segunda República se vuelve a la enseñanza confesional, siendo esta aún la única permitida en nuestro país.
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Los análisis sobre la génesis y el desarrollo de nuestro sistema educativo han explicado con suficiente claridad su escasa relación en el entorno social y con las necesidades de nuestra sociedad, en vías de modernización e industrialización. Desde que en España, a mediados del siglo XIX, empezaron a funcionar las Escuelas Normales en las capitales de provincia, según la división administrativa establecida en 1833, estas instituciones se han convertido en trincheras de primera línea para preservar la escuela del progreso científico y de la innovación pedagógica. Estos centros se estructuran según los modelos rígidos y cerrados de los establecimientos militares y eclesiásticos. El régimen de internado y la disciplina son introducidos por las clases dirigentes para lograr un mayor control ideológico sobre el alumnado. Por ello, la dinámica de la formación del maestro se ha visto privada de una conexión con la sociedad, con la vida real. Habrá que esperar a la Segunda República con el Plan Profesional de 1931, donde el maestro es considerado como el primer ciudadano de la república y en el plan se antepone la formación pedagógica a la instrucción, los estudios de magisterio adquieren rango universitario, etcétera. El objetivo pedagógico no es tanto la transmisión de conocimientos sino enseñar a los maestros a hacer pensar a los alumnos. Esta nueva forma es posible por el número reducido de niños. Tras la guerra civil y con Franco todo se basa en patria, familia y religión y así la formación del maestro es de control político-doctrinal. Hubo que esperar a la creación del estado de las autonomías para que se vencieran algunas lacras centralistas, dirigistas y burocráticas. Esta nueva división administrativa ha permitido crear un nuevo mapa escolar; la institución formadora de maestros-educadores se ha convertido en un modelo institucional único que integra la formación inicial y permanente del profesorado de los diversos niveles educativos. Existe la desmasificación y apertura de nuevos centros acordes con la división territorial y necesidades crecientes de formación.
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Se creó por Real Decreto el 18/04/1900 el Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes. Se le encomiendan las cuestiones relativas a la enseñanza pública y privada en todos sus grados, el fomento de las ciencias, artes y letras, los archivos, museos y bibliotecas y el Instituto Geográfico y Estadístico. Nace así, un departamento ministerial específicamente dedicado al sector educativo y cultural, que ya se mantendrá hasta nuestros días (salvedad breve paréntesis de 1923-1925). En este tiempo, setenta y cinco años, han sucedido profundos cambios en la sociedad en la educación e incluso en el concepto mismo de la propia administración. En este sentido pueden señalarse cuatro etapas que presentan grandes diferencias importantes para una necesaria y adecuada comprensión de la evolución de la administración educativa. Son: 1. Etapa de consolidación de la autonomía administrativa (1900-1936); 2. Etapa de transición desde fines de la Guerra Civil hasta la promulgación de la Ley en 1955 de Reforma Orgánica del Ministerio; 3. Etapa de fortalecimiento y progresivo deterioro desde 1955-1968; 4. Años transcurridos desde la aprobación de la Ley General de Educación, con los intentos de poner en marcha una nueva administración que responda a las exigencias del nuevos sistema educativo.
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Partiendo de que existe un crónico déficit de escuelas ¿Quién las construye en España? Puede afirmarse que la escuela pública o nacional nace en nuestro país con las Cortes de Cádiz, y vinculada al municipio como una institución local, por lo tanto. Es obligatoria una escuela de primeras letras en cuantos pueblos puedan sostenerla, debiendo, cuando no pudieran, agruparse y acudiendo en última instancia a la ayuda de la Diputación. Así, con su desvinculación inicial del estado y su correlativo prohijamiento municipal, el destino de la escuela va a ser, ante todo desigual, al quedar ligado al destino de cada municipio, no identificable con las posibilidades del mismo, ya que en muchos casos, los ayuntamientos gestores, representantes de en cada caso de la comunidad local, no sabrán o querrán hacer causa común con dichas posibilidades. 1920 marca el fin del monopolio municipal y de la paralela abstención estatal en la construcción de escuelas. El primer plan de construcción se debe al quinquenio republicano. La República propuso la construcción de 27.000 escuelas, pero realizó, dadas las dificultades, bastantes 15.000. Con el nuevo régimen (1939-1951) no se construyen no sólo por falta de medios sino también por razones doctrinales o ideológicas. La primera y única norma sobre construcciones con rango de ley es de 1953, vigente hasta hoy. El rasgo más acusado es su carácter descentralizador, pero no totalmente. En 1965 se habilitan 25 millones de pesetas para construcciones escolares. Este respaldo económico fue el que faltó a la ley del 53 que llegó con esta ley y la creación de la Junta Central de Construcciones Escolares. Tras la ley del 56, los planes se sucederán y empalman con el primer Plan de desarrollo (1964-67) y a partir de este, los planes se sucederán sin solución de continuidad, hasta hoy, enmarcados nominalmente en los planes de desarrollo y confiada su ejecución al mismo organismo autónomo: la Junta de Construcciones. La situación actual arranca de 1974, cuyos propósitos son: erradicar definitivamente el crónico déficit de construcciones escolares, amplia descentralización y por primera vez en el curso 1974-75 toda la demanda de puestos escolares ha podido ser atendida y si el problema de puestos suficientes está saldado, subsiste el de que muchos puestos no son idóneos y no aseguran una correcta impartición de la enseñanza primaria.
Resumo:
Denuncia realizada contra la universidad por los abusos existentes. El denunciante para acabar con ellos propone el establecimiento de dos exámenes en cada asignatura por curso y así, si no acude al segundo examen sería expulsado de la universidad; para evitar la poca dedicación de los catedráticos a su oficio proponía que tuvieran las mismas vacaciones que los consejeros, magistrados, etcétera. Sólo de esta forma se limpiaría la universidad de todos aquellos que vegetaban en ella sin hacer nada útil, y se evitaría que gente sin suficiente talento acudiera a ella, pudiéndose dedicar a otros oficios como la industria, las manufacturas. Pero la denuncia cayó en saco roto.
Resumo:
Cuando a mediados del siglo XIX el mundo empezó a hablar de la institucionalización de la educación de párvulos por la expansión industrial y el trabajo de la madre fuera del hogar en fábricas y talleres, España se definía como adelantada en la educación preescolar gracias a un político tremendamente consciente de los problemas del país que fundó, Pablo Montesinos; en 1839 la Primera Escuela Normal para la formación de los párvulos. Así, esta educación se fue extendiendo en nuestro país en a segunda mitad del siglo XIX, análogamente a como se extenderá en otros países: Alemania, Francia, Inglaterra e Italia. La educación preescolar a partir de esta época sigue una línea ascendente, aunque discreta. Las antiguas escuelas normales tomaron a su cargo el tema con mayor altura pedagógica y realizaron una importante labor. En 1879 se inaugura en Madrid la Escuela Práctica del sistema froebeliano con el nombre de Jardines de Infancia. Esta escuela influyó para la implantación del sistema de Froebel en otros centros, porque en sus inicios eran de gran calidad. En 1882 Decreto por el que se crea el Patronato de las Escuelas de Párvulos que vino a llenar el vacío que en 1857 había dejado Moyano en este tema. La introducción en España de las corrientes pedagógicas preescolares se produjo ya en el siglo XX. Todo este movimiento llega a España, sobre todo a Madrid y Barcelona. Las instituciones que destacan son: Los Jardines de Infancia de la calle Daoiz y Velarde con el sistema íntegro de Froebel y la Escuela de Párvulos de Montesinos de la calle Granada, que fue un verdadero centro de experimental de métodos y sistemas. Finalmente, esta línea ascendente se rompe en 1970.
Resumo:
Las políticas de población y planificación familiares de Europa occidental han llegado a un consenso para introducir la educación sexual en los planes de enseñanza y en el ámbito de la socialización familiar la Conferencia de el Cairo (1994) ha permitido ampliar este consenso a los países del tercer mundo mediante orientaciones para que incluyan la educación sexual en sus políticas demográficas. En España desde la transición democrática aparece expresamente recomendad su inclusión en los programas oficiales del Ministerio de Educación, al igual que la prevención del SIDA y otras enfermedades de transmisión sexual y sobre todo la preocupación por los embarazos no deseados entre adolescentes, etcétera. Estas campañas dirigidas por ejemplo a la utilización de preservativos entre los adolescentes han generado sonadas polémicas en los últimos años. Pero nadie pone en duda la necesidad de educar a los jóvenes en el conocimiento de su sexualidad. A partir del periodo simbolizado por el Plan Beveridge (1942) que significó también el comienzo del estado del bienestar, cambia el modo de entender el ejercicio del poder en relación con la salud de los ciudadanos y el propio concepto de salud. Desde este momento el Estado se preocupa por el bienestar y la calidad de vida individuales no con el objeto de aumentar el vigor de la nación y fortalecer al Estado, sino al servicio de los individuos, a los que se reconoce el derecho de mantener el cuerpo y la existencia propios, en buena salud y permanente bienestar. En este marco de gestión de la salud, que en España, por la dictadura, se desvincula tardíamente del Estado interventor, no se trata de convertir a la familia en un medio de tutela estatal, sino en una esfera que por si misma, demanda ayuda par resolver sus conflictos: problemas de comunicación de la pareja, consejos sobre planificación familiar, etcétera. Así, la educación sexual está regida por el imperativo orgásmico (deber del orgasmo) en el interior de la democracia sexual (respeto al goce recíproco). Estas garantías en la vida sexual de las parejas ayudarán a promover una correcta comunicación intrafamiliar, una afectividad idónea para la vida en sociedad. Pero en todos estos frentes de herencias y transformaciones se hace una crítica a la educación sexual formal por que no es sólo un conjunto de técnicas, de saberes, de valores; implica la producción de un modelo antropológico, un modelo de sujeto que impide la posibilidad de invertarnos, de experimentarnos a nosotros mismos y a los demás como sujetos de deseo. Si los defensores del sexo por el sexo no llegaron al delirio de un cuerpo, los amantes del sexo nos ofertan el suelo de un individuo feliz, anonadado en un climax sin fin.