458 resultados para Complejo de inferioridad
Resumo:
Se considera el trabajo de los profesores como algo asimilable a otros tipos de trabajo: un medio de supervivencia (empleo remunerado) y un servicio. El valor lo genera el trabajo, pero sólo el patrono ve valor en términos exclusivamente económicos. Entre los profesores, el profesionalismo puede considerarse una expresión del servicio a la comunidad, igual que en otros tipos de trabajo: una expresión en la defensa de alguno de estos elementos o de todos ellos. También puede considerarse como una fuerza externa, que une a los profesores en una visión particular de su trabajo. El servicio de educación no ha sido contemplado simplemente como un conjunto de demandas impuestas por el patrono o por el Estado, ya sean implícitas o explícitas, aunque con frecuencia hayan prevalecido. Los profesores han considerado que es algo valioso para sus propios fines expresados en términos de dotación, calidad o acceso; fines que con frecuencia no han sido sólo suyos, sino expresión de un compromiso de servicio. El profesionalism, tema complejo y contradictorio su uso, es un intento social de construir una cualificación;. la autonomía era, la creación por parte de los profesores de crear un espacio defensivo en torno a dicha cualificación.La clase es un concepto relacional que supone factores ideológicos, históricos y sociales, y un proceso histórico. De todo ello, se deduce que la contradicción principal siempre debe ser, la que hay entre el patrono y el empleado. Pero, ningún examen histórico completo de la situación de los profesores excluir las relaciones cambiantes entre profesores masculinos y femeninos, de secundaria y de primaria, rurales y urbanos, etcétera.
Resumo:
Se ha registrado una alta tasa de crecimiento en el profesorado, especialmente hasta comienzos de los años ochenta. A partir de la Ley General de Educación de 1970, era obligatorio escolarizar a toda la población en edad de EGB y esta era numerosa por la alta tasa de natalidad que existía. En la actualidad el sistema educativo demanda menos profesores, registrándose una tendencia al estancamiento de los efectivos. La escolarización de la población es total entre los seis y los catorce años, y se están logrando altas tasas entre cuatro y seis años y catorce y dieciséis, por lo que extendiendo la escolarización obligatoria entre cuatro y dieciséis años tampoco la demanda entre profesionales va a ser significativa. Situación distinta sería si se redujere el número de alumnos por aula, se dota a los centros de profesorado de apoyo, se escolariza adecuadamente a los alumnos con deficiencias, se planta la educación de adultos. Factores importantes cara a una política de calidad de la enseñanza. Por otra parte, en España los índices de natalidad han sufrido un notable descenso. Asimismo, la edad del profesorado en ejercicio es media, por lo que la entrada en el sistema de jubilaciones y bajas biológicas es normal. En definitiva, este conjunto de variables hacer que la profesión de maestro no tenga una línea expansiva cara al futuro. Si a esto se añade el elevado número de estudiantes de magisterio, se explica la alta tasa de paro entre estos titulados. Tendencia común con los países de nuestro entorno, alta tendencia de feminización de la enseñanza básica y también en Europa: Francia, Alemania, Italia, Gran Bretaña y también, Estados Unidos y Rusia. No ocurre lo mismo en secundaria, ni en la universidad y cabe entender el hecho de la feminización de la enseñanza como indicador de la pérdida de prestigio y al consideración social de la profesión de maestro. Si se mejora el estatus y prestigio de la profesión resultará más atractiva para los hombres. Es esencial que el oficio de enseñante deje de ser un oficio blando, sin tecnología, artesanal, difuso. Mientras que cualquier persona instruida crea poder convertirse en enseñante, la profesión docente se encontrará en situación de inferioridad social respecto a otras profesiones.
Resumo:
La condición de emigrante no es algo ciertamente fácil de asumir. Su condición genera problemas psíquicos. Pero, el trabajador emigrante adulto, lleva en si mismo posibilidades de defensa contra las agresiones sicosociológicas. Estas son de tipo cultural y le protegen en una amplia medida. En efecto, lo que mejor define este fenómeno complejo de la sicopatología de la emigración, es la noción de diferencia sociocultural o etnosociocultural. La idea con que aquí se utiliza el concepto de cultura es notablemente positivo y se extiende a la totalidad de lo que existe consciente o inconscientemente en la memoria colectiva de un determinado grupo humano. Cualquiera quesea el grado de conciencia que se puede tener de las dificultades sentidas por los hijos de los trabajadores emigrantes y de las medidas adoptadas par remediar estas dificultades, sería vano engañarse en cuanto a su eficacia real: sea lo que sea lo que se haga nunca será posible impedir que este individuo se sienta mal en su piel y que no pueda encontrarse en ningún sitio como en su propia casa. Actualmente no se deben concebir ilusiones y cuando estas existan, la suerte de los medios ambientes de los emigrados se juega en tres generaciones: la primera, la de los padres, se protege a toda costa utilizando defensas culturales de que dispone, es la generación del gueto. La segunda, la de los hijos y que es la que constituye nuestro objeto, es la del bicuturalismo, es decir, la de la quiebra de las estructuras, se encuentra entre dos culturas, su ambigüedad de pertenencia la convertirá en blanco de elección de los procesos de marginación o de desocialización así como de los sicopatológicos. Sólo a partir de la tercera generación se podrá hablar de una verdadera integración y de una aculturación auténtica, e incluso, quizás del nacimiento de una verdadera tercera cultura. Esta concepción resulta muy esquemática y es aproximativo y tiene el mérito de poner de manifiesto las dificultades que esperan a los hijos de los trabajadores emigrantes en el país de recepción y de intentar que el esfuerzo más importante se realice en ellos.
Resumo:
El análisis del discurso en la enseñanza ha venido siendo una preocupación constante de los investigadores didácticos. Se ha tratado de aplicar el análisis del discurso de profesores en contextos muy diferentes a los de la enseñanza interactiva: seminarios de información y debate, discusión, reflexión y aprendizaje entre iguales. Este discurso se desarrolla en un contexto diferente al que habitualmente se desarrolla la actividad docente: fuera del horario escolar, en ambientes no problemáticos, sin evaluación, con un contenido negociado por los profesores, y con la intención y motivación por el aprendizaje y desarrollo personal. En este contexto, el discurso alcanza unas dimensiones diferentes a las que habitualmente ha indagado la investigación , lo que ha supuesto para el equipo de investigación una exigencia, pero a la vez un reto de cara a analizar una situación novedosa. Es necesario ahondar en el conocimiento y experiencias de evaluación de la formación de profesores. Se constata la necesidad de ampliar los horizontes y las perspectivas, de manera que ofrezcamos más información que el simple nivel de satisfacción medido a través de cuestionarios al finalizar la actividad formativa. La investigación realizada consiste en el desarrollo de un programa de formación para profesores principiantes. Este programa se ha aplicado a dos grupos de profesores correspondientes a los niveles de educación infantil y secundaria. El caso que describimos no es el de profesores principiantes tomados como individuos, sino el análisis de las interacciones que se producen en el grupo a lo largo de las sesiones del programa formativo. En definitiva, la principal diferencia entre el estudio de caso y otros modelos de investigación consiste en que el énfasis es el caso, no la totalidad de individuos que componen el caso. Lo que se estudia es el caso, que posee carácter, totalidad, tiene sus fronteras. Es un sistema complejo y dinámico. Por último, después de analizar el contenido del discurso de los profesores y coordinadores éste, se ha centrado en el nivel de aula o didáctico y llama la atención que otros temas no aparezcan. Por ejemplo: la repercusión personal que tenía en los profesores algunos de los problemas que percibían como problemas de angustia, inquietud, agresividad con los alumnos o simplemente insatisfacciones y desencantos con la enseñanza. Puede argumentarse que no han llegado a desarrollar en el grupo tal grado de confianza como para que este tipo de problemas afloren y otros.
Resumo:
Reconociendo que el doble proceso de democratización y de descentralización del poder político ha sido uno de los logros del siglo XX, debemos analizar las carencias y deficiencias que subsisten en la actualidad y que, si no se subsanan adecuadamente, pueden malograr el proceso autonómico de descentralización educativa. La organización del Ministerio de Educación y Ciencia no ha dado signos de estar preparando un nuevo modelo de organización administrativa, inevitable tras los traspasos de 1997. No es sólo un problema de tamaño, de volumen orgánico, sino de funciones. El futuro modelo de organización tendrá que ser, por exigencia del estado autonómico, un Ministerio pequeño altamente cualificado, con escasas o nulas competencias de gestión y con funciones legisladoras, de programación general de la enseñanza, de coordinación y de control, de cooperación y de evaluación general del sistema educativo. Un Ministerio con estas características lleva consigo una reducción drástica de las unidades de gestión y una reconversión del personal a su servicio. Pero la función más importante debería ser la programación general de la enseñanza y es una competencia compartida entre el Estado y las Comunidades Autónomas. Es cierto, que estas últimas han tratado de robustecer su organización en los primeros momentos, pero no se ha producido una renovación en el esquema. Finalmente, la descentralización debe llegar también a las aulas, es decir, al centro docente. Se trata de una autonomía que pueda afectar a la determinación del número de alumnos por clase, al número de unidades y profesores; a su selección y retribución; a los métodos y procedimientos de enseñanza. Pero cuando pensamos en un centro docente lo que tenemos en mente son espacios para la realización de objetivos y determinaciones adoptadas en lugares administrativos y territorialmente superiores. Sin embargo, queda mucho camino para la descentralización. El camino hacia una nueva fase del proceso autonómico conduce a la cooperación. Las técnicas de cooperación deben ser objeto de un mayor desarrollo y de una mayor riqueza. Después habría que reforzar la aplicación a la educación de los principios constitucionales básicos, los principios de unidad y autonomía que son inseparables. Justo en el equilibrio de los dos está el sostén más firme de un Estado integrador de regiones y nacionalidades. Ese principio reposa sobre un tercer principio constitucional, el de la solidaridad, entendido como lealtad al Estado y lealtad de las Comunidades Autónomas al Estado, pero también de este a las Comunidades. La solidaridad puede ser la clave del arco de un Estado complejo, compuesto de diecisiete comunidades. La construcción de este Estado autonómico exige el esfuerzo de todas las partes implicadas, pero en ese Estado todos los ciudadanos, municipios, provincias y Comunidades Autónomas deben encontrar su lugar, su papel y su participación.
Resumo:
Trabajando y desarrollando la reflexividad, como estilo cognitivo, se consiguie también incrementar el desarrollo moral. Sigue siendo muy escasa la investigación original o que aporte algún dato nuevo que nos permite encontrar mejores recursos para diseñar programas que fomenten el desarrollo moral en los sujetos y que vayan más allá de la mera aplicación de dilemas morales. La intervención pedagógica ha sido eficaz en el doble sentido en que se planteó: por un lado, ha servido para revalidar la eficacia del programa de intervención aplicado en cuanto al incremento de reflexividad. Por otro, ha sido útil para propiciar el desarrollo del juicio moral de los alumnos y esa es la mayor singularidad de esta investigación; nosotros utilizamos sólo para intervenir un programa de incremento de reflexividad, en lugar de las técnicas específicas para promover el desarrollo moral; clasificación de valores, técnicas de cooperación, dilemas morales, etcétera. Esta investigación abre nuevas vías de intervención para propiciar el desarrollo del juicio moral; parece que además de emplear técnicas específicas de desarrollo moral, también haciendo crecer la reflexividad en los alumnos se puede, indirectamente, fomentar el desarrollo moral. En definitiva, el crecimiento de reflexividad conduce al crecimiento en el juicio moral. No podemos afirmar que ese crecimiento conduzca también a una actuación más moral del sujeto. Tema demasiado complejo para tratarlo ahora. Pero seguimos pensando que el desarrollo cognitivo del sujeto es condición necesaria, aunque no suficiente, para el desarrollo y acción moral del mismo, sin el que es imposible llegar a un juicio moral maduro.
Resumo:
El estudio internacional consistió en veintitrés estudios de casos de trece países. Cada país cuenta con un estudio, a excepción de Noruega y Canadá (con dos cada uno) y Estados Unidos (con ocho). En conjunto los veintitrés cubrían innovaciones en la enseñanza de las asignaturas de matemáticas, ciencias y tecnología. Algunos se centraron en el aula, otros a nivel estatal. En algunos casos se aspiraba a un cambio sistémico en otros, en asuntos específicos. Pero es un proyecto muy complejo. La primera fase fue obtener informes de los países miembros sobre las innovaciones fundamentales en estas asignaturas. La segunda fase, estudio de casos en profundidad, sobre las innovaciones o reformas curriculares más importantes en este campo en sus países.
Resumo:
Existe un vínculo entre la cultura profesional y el currículo (oculto). Nos encontramos ante un desarrollo curricular que delega funciones y poderes entre el profesor, al que permite y obliga a participar en la planificación de las distintas materias y, por otro lado, los docentes tienden a orientar y justificar su práctica, según el conjunto de saberes que dominan en el campo y que, de alguna forma, nos han constituido como profesionales capaces de movernos dentro de el con cierta soltura. El cambio es complejo, no es personal, ni unidimensional y desde esta óptica la concepción dominante se olvida, una vez más, de la dimensión social e histórica de las prácticas educativas, del currículo y de la propia institución escolar. El cambio más profundo es el que afecta y remueve las creencias y saber del profesor entorno a la educación física; al conllevar una reestructuración no sólo del pensamiento, sino también de los valores globales de la persona. En definitiva, la reflexión en torno a las (im)posibilidades de cambio en esta asignatura sobrepasa los límites del aula, la sesión o el gimnasio y se sitúa en un espacio más amplio y complejo que desborda planteamientos al uso, excesivamente tecnicistas y racionales. Concebida la educación física como una materia escolar, socialmente construida, se desvanece el carácter inapelable de muchas de las nociones y contenicos hegemónicos (como el modelo del hombre-máquina, el ideal del deporte educativo, etcétera) cuyos significados y valores solo pueden entenderse si se ensancha el ángulo de visión y se tienen en cuneta el contexto en que se produce. Algunas novedades presentadas como cambios significativos en nuestra materia, amor, cuerpo-hedonismo, no son más que una mera recolección de valores, objetos y actividades glorificados por los poderes mediáticos ¿Dónde está la reflexión que nos permita detectar las conexiones entre el arte del cuerpo que enseñamos como legítimo en las clases de educación física, y el contexto social más amplio, con sus relaciones de poder y dominación?.