32 resultados para EVASIÓN
Resumo:
Estudiar el ocio en la lectura de las adolescentes. 1266 adolescentes femeninas de edad comprendida entre 14 a 18 años. encuesta. estadística porcentual y gráficos. Se ha hablado bastante de que actualmente se lee poco, que hay crisis de lectura. Es posible que en algún sector ocurra, pero en el de las adolescentes, no. Leen mucho y desean leer más de lo que en realidad leen. Leen apasionadamente, casi podriamos decir que sin darse cuenta. Se identifican con los personajes del libro y viven una auténtica aventura. Para la adolescente la lectura es una información a dos niveles: el escolar, estableciendo un diálogo entre su personalidad y la de los personajes que encuentra en el libro y el de evasión en el que se enlaza la psicología de la adolescente con el tema que desarrolla la lectura. Es una huída de circunstancias adversas, propias de la debilidad de adolescente. Con esta lectura se siente creadora en un mundo de fantasía. Las evasiones de la imaginación pueden enriquecer pero hay que graduarlas para que no se conviertan en una fuga constante. Hay que estudiar atentamente los motivos por los que lee los intereses que les mueven, los más propios de su edad. No se rechazan los casos que ofrecen variantes, no podemos dejar de atender a la psicología particular de cada una. A los educadores toca la misión y no pueden evadir la responsabilidad de preparar a estas personalidades nacientes, para la vida real y no imaginaria. Sería conveniente tratar de estudiar el modo como se podría favorecer ese deseo unánime de estas chicas, por satisfacer su necesidad de lectura dentro del colegio mismo. Quizá sería una labor que llevaría tiempo, pero que daría grandes frutos, el que las educadoras, conscientes de su responsabilidad, intentansen una selección entre libros de adultos, que agrada a los pocos propios de adolescentes podría cubrir las necesidades de estas jóvenes lectoras. Por otra parte, si se crease en los colegios unos círculos de lectoras, organizados y dirigidos por religiosas capacitadas, podría formar en este aspecto a las adolescentes, de forma que cuando tropezasen con libros no apropiados supiesen dilucidar lo bueno de lo que no lo es y encontrar siempre lo positivo, que de hecho hay en las lecturas, aunque en ocasiones oculto y soterrado. Lo más esencial es que cobremos conciencia de la responsabilidad que representa para un colegio el que las alumnas que lo frecuentan diariamente leen y no saben el modo, la cantidad y cualidad que les conviene.
Resumo:
Participar en las tareas de orientación en un orfelinato a través del test afectivo de García Hoz. 100 sujetos divididos en 5 grupos de 20 alumnos cada grupo de edades comprendidas entre 10 y 12 años. test de vocabulario afectivo de V. García Hoz. Medias y estadística porcentual y gráficos. En cuanto a la emotividad: compensada, por tanto, más bien baja teniendo en cuenta que es un factor esencial y que aún no se han formado los mecanismos de inhibición. La causa hay que buscarla en posibles conflictos de su personalidad, conflictos sin duda, derivados del ambiente socio-afectivo en que están inmersos. Reciben un trato uniforme, no tienen los medios de expansión necesarios, carecen de los medios que estimulen su creatividad y por los que desarrollen su capacidad de iniciativa, de autonomía. No se sienten rodeados de un clima de afecto, de cariño, de unos cuidados individuales. La educación de estos niños esta en manos de religiosos que fácilmente inducen a una valoración acentuada de lo religioso, valoración más de tipo racional inducido que indicadora de una vivencia personal religiosa profunda, y lo mismo de las actitudes sociales en un clima de religiosidad para el que el máximo valor es la entrega. Por otra parte puede tratarse de un mecanismo de compensación, de una evasión, de una situación humana no deseable, de un desplazamiento racional de su necesidad de amor no satisfecho: de la ausencia de estimulaciones 'laicas'. Como reacciones dominantes hemos de señalar las de optimismo y de inestabilidad, cosa lógica en un ambiente donde falta el máximo agente estabilizador: el amor, el calor del hogar, los cuidados y el cariño materno-individuales.