363 resultados para Fernando del Pulgar
Resumo:
Se analizan las demandas de la evaluación que activan y dirigen el trabajo del estudiante. En el entorno universitario, el procedimiento de evaluación más utilizado son los exámenes finales que requieren una elevada capacidad de memorización asociada, en los mejores casos, a cierto grado de comprensión sobre lo que se memoriza. Las investigaciones de las Ciencias de la Educación cuestionan la utilidad de estos sistemas de evaluación y ofrecen alternativas que pueden ayudar a construir aprendizajes con mayor calidad. Entre ellas destacan la evaluación formativa, que informa detalladamente al alumno sobre los resultados obtenidos y la evaluación formadora que enseña al alumno a adquirir progresivamente la capacidad para valorar la calidad de sus propias producciones. Este trabajo parte del interés por conocer cómo abordan los alumnos los procesos de evaluación y averiguar porqué muchos de ellos tienden a repetir una y otra vez, en sus exámenes, los mismos errores. La muestra de trabajo está formada por un grupo de 74 alumnos de primero de Magisterio, que han respondido en cada trimestre a exámenes complejos; éstos incluían tres bloques de preguntas cuya resolución exigía diferentes grados de memorización, comprensión y elaboración personal. Los alumnos fueron divididos en tres grupos semejantes, en función de sus calificaciones en el primer examen. Cada alumno revisó sus exámenes siguiendo pautas de actuación diferentes según el grupo en que estuviera ubicado. En todos los casos los alumnos debían indicar cómo habían preparado el examen y aportar propuestas de mejora para exámenes posteriores. Los resultados obtenidos confirman que los alumnos que siguieron un procedimiento que les exigía categorizar cada error cometido en sus exámenes, sobre una clasificación predeterminada, explicar las causas de su aparición y elaborar propuestas de mejora para evitar esos errores en el futuro, llegaron a analizarlos con mayor profundidad y a producir propuestas más concretas que incluían elementos de control sobre su aplicación. En los otros dos grupos, las propuestas eran más genéricas e imprecisas. En el segundo y tercer examen, la media de las calificaciones del grupo que siguió el primer procedimiento fue superior a la de los otros dos grupos. Los alumnos con mejores calificaciones, de los tres grupos, no presentaron diferencias a lo largo de la intervención, al contrario de lo que sucedió con los de notas medias y bajas. Las diferencias entre alumnos procedentes de Bachillerato y de F.P. también fueron menores en el grupo que analizó sus errores con el procedimiento explicado.
Resumo:
Se analiza cómo la búsqueda de la calidad de vida ha ido cobrando una progresiva importancia, llegando a convertirse en un auténtico reto en ámbitos como el de la educación, la salud o los servicios sociales. Las personas con trastornos del espectro autista (TEA) manifiestan graves dificultades para expresar necesidades, deseos, nivel de satisfacción, estados físicos o emocionales, en definitiva, para hablar y compartir información sobre sí mismas, cuestiones básicas si pretendemos evaluar su nivel de calidad de vida. El objetivo general de la investigación es el desarrollar y validar una Guía de Indicadores de Calidad de Vida de personas con TEA, que valore aquellas condiciones que desde la organización y los programas pueden favorecerla. El instrumento se plantea a modo de una guía de referencia para la planificación y la evaluación de los programas y servicios para personas con TEA. La técnica utilizada para la validación de la Guía de Indicadores ha sido la técnica Delphi, a través de la cual se recurre a conocer la opinión de expertos, lo cual permite conocer el grado de consenso existente entre los diferentes aspectos, o jerarquizarlos en función de su importancia y de la trascendencia que esos les atribuyen. El grupo de expertos que ha participado en la validación ha estado compuesto por 12 profesionales relacionados con el ámbito del autismo, desde distintas disciplinas, con formación y visiones complementarias y un reconocido prestigio, experiencia y trayectoria en campos como la intervención educativa, planificación y organización de programas y servicios, calidad, diagnóstico, y formación. La técnica se ha desarrollado a través de cinco envíos o rondas de consulta, a través de las cuales se han ido consensuando los contenidos y metodología de aplicación del instrumento. Los resultados obtenidos forman la Guía de Indicadores de Calidad de Vida resultante del proceso de validación consta de 68 indicadores agrupados en seis ámbitos. Cada indicador consta de cuatro evidencias, es decir, cuatro pruebas que nos van a ayudar a observar y hacer cuantificable el indicador, y a poder asegurar si se cumple o no con un mismo criterio de valoración objetivo para todos los evaluadores. El instrumento se acompaña de una guía de aplicación donde además se detalla la composición del equipo evaluador, y un programa informático que facilita la recogida, tratamiento e interpretación de los datos y la información referida al servicio o la organización donde se aplica.
Resumo:
Se estudian las actitudes del terapeuta para trabajar con personas con problemas de adicción que están en tratamiento en régimen de internado, y si influyen ciertas características de los encuestados en las puntuaciones de las actitudes por las que se pregunta o en sus descriptores. Los objetivos de la investigación son: elaboración de una encuesta que pregunte a los sujetos drogodependientes del centro ADROGA por la importancia que dan las siguientes actitudes del terapeuta; conocimiento del grado de importancia que dan a cada uno de ellas; conocimiento de la incidencia de una serie de variables del encuestado en las puntuaciones sobre las actitudes; conocimiento de qué descriptores de cada actitud del terapeuta son lo más puntuados por los encuestados del centro; y conocimiento de la incidencia de las variables del encuestado en cada uno de los descriptores de las actitudes. Se elabora una encuesta denominada 'encuesta anónima sobre las actitudes del terapeuta' en la cual se pregunta a los pacientes por una serie de actitudes que interesan medir como son la empatía, aprecio congruencia, optimismo, seguridad, pragmatismo y firmeza. Los sujetos encuestados debían responder de manera voluntaria y anónima a cada ítem que compone la encuesta valorando en una escala Likert. La encuesta se pasó entres el 15 y el 20 de septiembre de 2003 a 38 voluntario varones residentes en el Centro de Rehabilitación ADROGA de Castrillo de la Vega, Burgos. Todos ellos eran consumidores de drogas en proceso de recuperación con más o menos tiempo de abstinencia. La fiabilidad de la encuesta ha sido medida mediante de coeficiente Alfa de Cronbach. Entre los resultados de la investigación destaca que la encuesta anónima sobre actitudes del terapeuta ha sido contestada por 38 personas varones con una edad media de 34, 26 años, policonsumidores de drogas, salvo en dos casos, que están en abstinencia de ella y en periodo de recuperación. En la encuesta se aprecia como los encuestados valoran como muy importantes las actitudes clásicas del terapeuta: empatía, aprecio, congruencia, seguridad, pragmatismo, optimismo y firmeza. Todos los resultados obtenidos confirman desde el punto de vista del paciente toxicómano del centro ADROGA, que tan importante es que su terapeuta sea empático y le aprecie, como que sea firme y pragmático, dos actitudes que en ocasiones se perciben con un valor negativo. La coherencia, la seguridad en la relación y el optimismo en la recuperación son igualmente interesantes.