214 resultados para retard mental
Resumo:
El objetivo de la investigación es demostrar que los niños ciegos son capaces de representar los objetos reales mediante el dibujo. Como hipótesis los autores plantean que los niños ciegos no requieren de una experiencia visual para la representación mental de la realidad y tratan de demostrar que las imágenes mentales de las personas ciegas no difieren significativamente de la de los videntes. La muestra se realiza sobre niños ciegos totales o que tenían una leve percepción de la luz, de edades comprendidas entre los 6 y 9 años, que no presentaron problemas físicos ni psicológicos, escolarizados en escuelas ordinarias de la provincia de Madrid y Barcelona. En la primera parte de la investigación se recogen las diferentes teorías sobre la imagen mental de los ciegos. La segunda parte, se ocupa del estudio y descripción del método de aprendizaje del dibujo en niños ciegos. La investigación termina con un breve recorrido por las experiencias más relevantes que la literatura actual ofrece sobre temas relacionados con el dibujo. Como instrumento se utiliza un método de enseñanza que consiste en el reconocimiento de volúmenes, reconocimiento de secciones e inicio en las reglas de traslación, reconocimiento de siluetas y desarrollo de las reglas de traslación; y por último la adquisición del dibujo. Se utiliza tanto objetos reales como planchas en relieve para el reconocimiento táctil de dichos objetos. Para la realización de los dibujos se emplea una plancha de caucho sobre la que se coloca una hoja de plástico, un papel de celofán o un folio. Al dibujar sobre estas hojas, bien con bolígrafo o con punzón, y mediante la presión se producen unas líneas y dibujos en relieve que se sienten al tacto con facilidad. Los resultados obtenidos son: que el niño ciego reconoce todo aquello con lo que ha tenido un contacto frecuente y usual, que además aprende con mayor rapidez a reconocer de forma general los objetos con el tacto, y que tras el aprendizaje del método utilizado los niños han sido capaces de aprender a dibujar casi la totalidad de los objetos reales. La conclusión final es que mediante el aprendizaje de cualquier objeto que represente una realidad, el niño ciego configura una imagen mental que es capaz de representar mediante el dibujo y que se puede aumentar en calidad y precisión a medida que avanza su aprendizaje.
Resumo:
Los objetivos son : 1-Estudiar las catacterísticas del deficiente mental a través de la cartografía cerebral 2- De los potenciales eléctricos resultantes, estudiar cuáles tienen relación con el rendimiento cognitivo del deficiente mental 3-Relacionar los datos obtenidos de la cartografía cerebral y datos de tipo cognitivo de los deficientes mentales 4-Comprobar si es posible encontrar diferencias entre los deficientes mentales, de manera que se puedan establecer grupos distintos de deficientes mentales con criterios neurofisiológicos y estudiar sus características cognitivas 5-Buscar datos y conclusiones útiles para la orientación terapeútica de los deficientes 6-Investigar si existen alteraciones del funcionamiento cerebral que afectan de manera distinta a grupos de deficientes. 200 individuos deficientes mentales, divididos en deficientes mentales medios, ligeros y límites, además de un grupo de sujetos de cociente intelectual normal con trastornos de aprendizaje, la gran mayoría residentes en la Comunidad Autónoma de Madrid, cuyo medio sociocultural es urbano, mayores de 10 años y todos escolarizados. Como instrumentos de recogida de datos se han empleado : 1-Batería de pruebas psicotécnicas estandarizadas 2-Escala de Inteligencia para niños de Wechsler o WISC 3-Test de Habilidades Psicolingüísticas de Illinois ITPA 4-Test de Frostig 5-Test Gestáltico Viso-motor de L. Bender 6-Test de Memoria Visual de Benton 7-Como instrumentos neurofisiológicos se ha utilizado un cartógrafo cerebral Biologic Systems, modelo Brain Atlas III, capaz tanto de recoger ondas electroencefalográficas y de analizarlas digitalmente para conformar un mapa bioeléctrico cerebral, como de realizar pruebas de 'potenciales evocados' (es decir, potenciales eléctricos cerebrales que se obtienen como respuesta a un estímulo externo). Son : 1-Los estudios de los ritmos cerebrales han encontrado diferencias entre los sujetos deficientes mentales y los normales 2-Los ritmos cerebrales de los deficientes mentales presentan signos dismadurativos y rasgos anómalos 3-La distribución del factorial de los ritmos cerebrales de los deficientes mentales no difiere significativamente de la encontrada por otros autores en sujetos normales 4-Hay correlación entre los factores obtenidos del análisis de frecuencias y el rendimiento de los deficientes en pruebas cognitivas 5-Los potenciales evocados visuales de los deficientes mentales difieren de los de los sujetos normales 6-Las ondas propias de los potenciales evocados auditivos aparecen con menor voltaje y mayor latencia en los deficientes mentales. Los factores estudiados indican que hay distintos tipos de deficiencia o fortaleza en las facultades cognitivas de los sujetos asociados a distintos fenómenos neurofisiológicos. Se han identificado en la muestra seis grupos diferentes de sujetos. Teniendo en cuenta los resultados obtenidos, los autores creen que no es posible plantear la pedagogía terapeútica con programas y metodologías iguales para todos los deficientes. Tampoco dudan de que estos deficientes mentales no son personas con una mentalidad equivalente a niños más pequeños y que, por lo tanto, bastará impartirles contenidos de cursos inferiores para adaptarlos al medio escolar. En el momento actual, no se conocen soluciones médicas para los déficits encontrados ; sin embargo cabría la posibilidad de cambiar las estrategias de enseñanza para posibilitar el desarrollo intelectual a pesar de las áreas deficitarias encontradas.
Resumo:
Tras clarificar desde un punto de vista psicológico lo que entienden por estructura mental y analizar teóricamente la posible influencia de algunos factores sociales en la configuración de la misma, se pretende comprobar si la conformación de la estructura mental, en función de la clase social, va desde una forma de inteligencia concreta para las clases sociales bajas a una forma abstracta en las clases altas. Por otro lado, se pretende proyectar los resultados de la investigación al campo de la FP. 179 Sujetos de ambos sexos que cursan estudios de octavo de EGB, de edades comprendidas entre los 13 y 20 meses y los 14 años. La muestra de sujetos se extrajo de 8 escuelas elegidas según los siguientes criterios: distribución territorial en medio rural o urbano, dependencia estatal o privada y posibles diferencias en la pedagogía de enseñanza. El método utilizado para averiguar como el sujeto cubre los pasos básicos del pensamiento formal-abstracto fue el clínico experimental. Los protocolos de las entrevistas piagetianas se analizaban teniendo en cuenta tres aspectos: método, causalidad y anticipación. Para valorar el contexto socio-cultural de los sujetos se tuvieron en cuenta cuatro bloques de variables: socio-económicas, espaciales, temporales y socio-culturales. Pruebas piagetianas: combinatoria de líquidos incoloros, oscilación del péndulo y flexibilidad de las varillas. Test de matrices progresivas de Raven. Cuestionario sobre el contexto socio-cultural elaborado ad-hoc. Porcentajes. No consta la utilización de ningún tipo de análisis estadístico que no sea el índice anteriormente señalado. Sólo el 6 por ciento de los niños de la muestra realizan adecuadamente las tareas propias del pensamiento formal consolidado. De los resultados obtenidos se desprende que, a partir de la clase social, podemos predecir en un 30 por ciento la estructura mental de un sujeto. Los padres con estudios superiores situan a todos sus hijos de este periodo escolar en vías de alcanzar la estructura formal de pensamiento, de modo que poseen el 36'4 por ciento de los niños que alcanzan el máximo nivel de pensamiento abstracto, y la mayoría de los niños situados en las categorías de estructura formal inicial y paso de estructura operatoria concreta a formal. La posibilidad de que un niño se desarrolle en un medio familiar que potencie actividades que comporten un mayor dominio de aspectos espaciales, temporales y de enriquecimiento cultural (aspectos que inciden directamente en la configuración de la estructura mental), está condicionada en un grado considerable por factores como el nivel ocupacional y de estudios del padre y en algunos aspectos más concretos por el nivel de estudios de la madre, pudiendo predecirse con un alto grado de fiabilidad (si se conocen estos niveles) cuáles serán sus limitaciones.
Resumo:
Intenta evaluar la incidencia de la deficiencia mental y su grado y en qué medida interactua con otros factores que originan el fracaso escolar. Plantea que los niños límite, cuyo CI no es hecho suficiente para explicar su fracaso escolar, tendrán desajustes emocionales de tipo neurótico que son causa y-o efecto del fracaso. Partiendo de la población escolar de primero y segundo de EGB de Valladolid (n=23697) se selecciona el 20 por ciento como muestra. Se aplicaron dos encuestas recogiendo información del centro escolar, del profesor y del alumno. De los casos de fracaso escolar detectados se eligieron al azar el 50 por ciento como muestra a la que se evaluó el CI con diversas pruebas. A su vez aquellos con CI superior a 75 y con fracaso escolar formaron parte de una muestra (109) a los que se aplicó un test proyectivo. Variables muestrales: nivel escolar (primero y segundo de EGB), sexo, nivel social (alto vs. bajo) y tipo de centro (estatal vs. privado). Selección de muestra: en las entrevistas y encuestas se tomó como criterio de fracaso uno o más años de retraso. De este grupo eliminaron aquellos cuyo fracaso se debía a causas exógenas. Con los restantes se excluyen los que su fracaso pueda explicarse por su estado sanitario, deficits sensoriales u otros trastornos del lenguaje. Al grupo restante se evalúa el CI, tomando como criterio de deficiencia un CI menor de 90. De este grupo se tomaron aquellos cuyo CI fuera superior a 75 pero que no justificara por sí mismo su fracaso y se les aplicó un test proyectivo. Como criterio de desajuste neurótico se seleccionaron: choque color, choque negro y uno o más rechazos (cf. Harrower-Erickson, 1940). Selección muestral: identificación de fracaso escolar: tres encuestas ad hoc con información sobre el centro, el profesor y el alumno. Evaluación del CI con los tests de Raven, escala infantil y escala revisada PM-(&), WISC, cubos de Kosh y de la figura humana de Goodenough. Comprobación de la relación entre fracaso escolar y personalidad: test de diagnóstico de Rorschach. Se observa una mayor incidencia del fracaso escolar que de la deficiencia mental, dada la existencia de causas exógenas. La incidencia del fracaso escolar es mayor en segunda etapa de EGB. Respecto al tipo de centro no se observa diferencia entre estatal y privado pero sí entre los de nivel alto y bajo, aunque son efectos poco claros influenciados por otros factores extraños. La variable sexo tiene efecto significativo, especialmente en las niñas de la primera etapa. Por último, se observa en centros estatales una mayor cantidad de niños deficientes con fracaso escolar. De los resultados del test proyectivo concluyen que los sujetos cuyo CI no es causa suficiente de fracaso escolar padecen desajustes emocionales de tipo neurótico, lo que, a la vez, puede ser causa y efecto del fracaso. Este hecho requiere la inclusión de técnicas de psicoterapia en los planes de recuperación pedagógica. Así mismo, se remarca la necesidad de unificar criterios en la investigación, sobre todo en las definiciones y valoraciones.