4 resultados para P plus L
em Consorci de Serveis Universitaris de Catalunya (CSUC), Spain
Resumo:
Recent empirical evidence has found that employment services and small-business assistance programmes are often successful at getting the unemployed back to work. Â One important concern of policy makers is to decide which of these two programmes is more effective and for whom. Â Using unusually rich (for transition economies) survey data and matching methods, I evaluate the relative effectiveness of these two programmes in Romania. Â While I find that employment services (ES) are, on average, more successful than a small-business assistance programme (SBA), estimation of heterogeneity effects reveals that, compared to non-participation, ES are effective for workers with little access to informal search channels, and SBA works for less-qualified workers and those living in rural areas. Â When comparing ES to SBA, I find that ES tend to be more efficient than SBA for workers without a high-school degree, and that the opposite holds for the more educated workers.
Resumo:
Productos sin una marca comercial publicitada ni reconocida, de envase y diseño aparentemente simples, vendidos generalmente en cadenas de supermercados, de precio reducido y con el logotipo de la empresa o cadena que los suministra, son los prototipos pertenecientes a las llamadas marcas blancas o de distribuidor, expresadas en la mayorÃa de los casos con las siglas MDD.Los primeros indicios de estos productos los situamos en Alemania justo despúes de su derrota en la Segunda Guerra Mundial. En un contexto de verdadera crisis los alemanes dejaron de prestar atención al valor de la marca propulsando asà mercados dominados por precios bajos de productos sin marcas. La idea arreló con fuerza a las sociedades americanas y en 1869 en Gran Bretaña el supermercado Sainsbury lanzó al mercado su propia marca, ofreciendo una alta calidad juntamente con un excelente servicio a un precios claramente razonable. Estos productos también aparecieron en Francia en las manos de Coop. Más tarde, en la segunda parte de la década de los setenta, el fenómeno se translado a España con los productos Simago, donde empezó su denominación de marcas blancas, causa de sus sencillos envases, con frecuencia de color blanco, que indicaban sin más el producto contenido y el logotipo, en este caso de Simago. Pero si hay un hecho que marca el nacimiento de las marcas de distribuidor es cuando Carrefour lanzó en 1976 cinquenta productos libres o sin marcas del fabricante, con el fin de diferenciar el producto al incorporarle otra marca, la del distribuidor, ofreciendo precios competitivos sin disminuir la calidad. A partir de esta iniciativa las MDD adquierieron carta de naturaleza y como fénomeno consolidado fueron apareciendo en los distintos mercados de los paises más avanzados del mundo occidental.El intenso crecimiento de las marcas de distribuidor que se ha observado en estos últimos años en Europa, y consecuentemente también en España, a causa de la actual crisis económica, hizo despertar nuestro interés sobre estos nuevos y desconocidos conceptos de productos.¿Porqué la diferencia de precios es tan grande, cuando el producto es discretamente parecido?, ¿de dónde viene tanta polémica?, ¿qué hay detrás de la producción de las MDD?, ¿dónde nació éste concepto y cual puede ser su futuro?... Estas eran algunas de las preguntas cada vez que acudÃamos a algún supermercado, veÃamos algun anuncio o simplemente aparecÃan en los titulares de algún que otro periódico.Apasionadas de la actualidad y comprometidas por la economÃa, siempre nos ha gustado discutir nuestros puntos de vista distintos sobre estas cosas reales que nos distraen el dÃa a dÃa. AsÃ, compartiendo nuestra incertidumbre, en un primer lugar nos decantamos por pensar que la calidad de estos porductos deberÃa ser notablemente inferiror y que éste era el principal motivo de su precio reducido, pero hasta el momento todo se trataba de hipótesis no ontrastadas, y de pensamientos sin fundamento alguno.Nuestra duda continuaba y el hecho de pensar que eran de calidad inferior no obtuvo nuestra satisfacción. La sorpresa fue realmente grande cuando observamos que las pizzas Hacendado (productos del supermercado Mercadona) estaban producidas por la reconocida marca nacional de Casa Tarradellas, S.A. AquÃ, nuestro interés para averiguar si realmente estos productos se distinguÃan, aumentó de manera considerable, hasta el punto que no consideramos desapropiado utilizar esta motivación para emprender un trabajo de búsqueda e investigación como éste. Además deseábamos un tema de actualidad e innovador, donde una investigación nos aportara más información que un libro de texto y que nos permitiese un trabajo diferente y a la vez motivador.Definitivamente ya lo tenÃamos: las marcas blancas o de distribuidor cumplÃan todos estos requisitos.Nuestra pasión por entender porqués nos llevó a concretar métodos de quizás demasiada envergadura. Una de las primeras alternativas que brilló fue centrarnos en una única comparativa llevada a cabo de manera exhaustiva entre dos productos de igual tipologÃa, uno blanco y el otro nacional. Pero después de valorar listas de propuestas observarvamos que este método no nos darÃa unos resultados suficientemente fiables para poder cumplir con nuestros objetivos y sumándole la negativa de las empresas a dar la sufiente información para realizar el requerido análisis, decidimos en un primer lugar centrarnos en una parte puramente teórica, que consideramos que nos aportarÃa una buena base para empezar de manera estructural y no hacerlo desde cero.Esta primera parte del trabajo está encabezada por un estudio a nivel teórico del concepto general de marca y las estratégias de ésta que nos conduciran a profundizar en el concepto de marca blanca. à stas seran fuente de otro importante apartado teórico, las marcas de distribuidor, tema que lidera nuestro proyecto y que hemos considerado importante dar a conocer primero a nivel teórico el concepto de marca blanca asà como los motivos de su nacimiento.Una vez realizada la parte teórica y lejos de anteriores proyectos infinitos, nuestros conocimientos sobre el tema estudiado se habÃan ampliado de manera considerable, las lecturas de diversas opiniones de consumidores en páginas de Internet o Blogs de aficionados a la economÃa, estudios muchos de ellos facilitados por la Agència Catalana de Consum (ACC), numerosos libros de marqueting y diferentes tesis y finalmente notÃcias de prensa nos dieron cuenta que a nivel teórico habÃamos llegado a una comprensión completa de los conceptos que estábamos estudiando.SabÃamos quienes producian las marcas blancas, sabÃamos quien las consumÃa con más frecuencia, teniamos listas infinitas de noticias de periódicos para hablar de actualidad, sabÃamos los supermercados que habÃan decidico ofrecer estos productos, y quien producÃa todos estos productos. En fin, de saber, lo sabÃamos. Pero nos encontramos que a pesar de saberlo casi todo sobre las ya familiares marcas blancas, no sabÃamos como ordenar estas montañas de conocimientos que en pocas semanas habÃamos adquirido.Fue este el momento crÃtico del trabajo, pero duró poco, no podÃa ser saber tanto y saber tan poco. Asà que pensamos que la información que tanto habÃamos leÃdo y reeleÃdo se podÃa clasificar en tres grandes grupos, o puntos de vista.El primero de ellos serÃa el punto de vista del fabricante, al fin y al cabo alguien debe producir, asà que empezamos por donde se suele empezar, el principio.El segundo punto de vista serÃa el cliente de este fabricante, asà que tendrÃamos a los distribuidores, que no son mas que grandes cadenas de supermercados o de grandes superfÃcies.Y finalmente, quien compraba a los grandes almacenes era ni más ni menos que el consumidor, asà que el último punto de vista se trataba de estudiar el consumidor.Una vez comprendida y realizada la parte más práctica de las marcas de distribuidor, hemos incluido en el trabajo un apartado donde comentamos la actualidad y nos arriesgamos a hacer una pequeña hipótesis sobre cual puede ser el futuro de estas estratégias de marketing.Cabe mencionar que dada la gran envergadura actual de las MDD, preferimos centrarnos en la parte más primitiva de los productos blancos: los productos alimentarios de ámbito español. Esto permitió segmentar el complexo temario y no entrar en sectores téxtiles, de electrónica o en muchos otros ámbitos,donde hoy por hoy la marca blanca ha dejado también su huella, a la vez que concentrarnos en nuestro paÃs, dado que las estratégias seguidas tienen distintos matices según cada paÃs.Una vez estructurado y definido el trabajo, sólo nos faltaba ponernos manos a la obra y empezar a no parar, ahora sà todas nuestras dudas tendrÃan ya su respuesta.
Resumo:
This paper discusses the role of deterministic components in the DGP and in the auxiliary regression model which underlies the implementation of the Fractional Dickey-Fuller (FDF) test for I(1) against I(d) processes with d ∈ [0, 1). This is an important test in many economic applications because I(d) processess with d & 1 are mean-reverting although, when 0.5 ≤ d & 1,, like I(1) processes, they are nonstationary. We show how simple is the implementation of the FDF in these situations, and argue that it has better properties than LM tests. A simple testing strategy entailing only asymptotically normally distributed tests is also proposed. Finally, an empirical application is provided where the FDF test allowing for deterministic components is used to test for long-memory in the per capita GDP of several OECD countries, an issue that has important consequences to discriminate between growth theories, and on which there is some controversy.
Resumo:
In a world where poor countries provide weak protection for intellectual property rights, market integration shifts technical change in favor of rich nations. Through this channel, free trade may amplify international income differences. At the same time, integration with countries where intellectual property rights are weakly protected can slow down the world growth rate. A crucial implication of these results is that protection of intellectual property is most beneficial in open countries. This prediction, which is novel in the literature, finds support in the data on a panel of 53 countries observed in the years 1965-1990.