2 resultados para Conjuntivite hemorrágica

em Consorci de Serveis Universitaris de Catalunya (CSUC), Spain


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Proyecto de investigación realizado a partir de una estancia en la University of California, Davis, Estados Unidos, entre octubre y desembre del 2007. Clostridium perfringens (C. perfringens) tipo C causa enteritis necrotizante en humanos y enterotoxemias en animales domésticos. Esta bacteria produce beta toxina (CPB), alfa toxina (CPA) y perfringolisina (PFO) durante la fase logarítimca de crecimiento. En nuestro estudio se evaluó la relación entre CPB y la virulencia del aislamiento CN3685 de Cl. perfringens tipo C en un modelo caprino con inoculación intraduodenal. De manera similar a la infección natural por C. perfringens tipo C, el cultivo vegetativo del tipo salvaje de CN3685 provocó dolor abdominal, diarrea hemorrágica, enteritis necrotizante, colitis, edema pulmonar, hidropericardio y muerte en 2 cabritos, a las 24 horas postinoculación. Por otro lado, mediante tecnología Targe Tron® se prepararon mutantes isogénicos carentes de toxina CPB, los cuales fueron inoculados siguiendo el modelo anteriormente descrito. Los resultados mostraron que estos mutantes carecían de todo tipo de virulencia, ya que no se observaron signos clínicos durante las primeras 24 h postinoculación ni tampoco lesiones macroscópicas ni histopatológicas. Posteriormente se desarrolló un modelo experimental similar a los anteriores, en los que se había repuesto la capacidad de producción de CPB en los mutantes. Los dos animales inoculados con estos mutantes complementarios presentaron signos clínicos y lesiones similares a las observadas en el caso del tipo salvaje. Estos resultados muestran que la toxina CPB es necesaria y suficiente para inducir la enfermedad causada por CN3685. Esto a su vez, demuestra la importancia de este tipo de toxina en la patogénesis de C. perfringems tìpo C.

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Introducción: el tratamiento de la hemorragia digestiva alta por rotura de varices esofágicas y/o gástricas en pacientes con cirrosis hepática debe estar dirigido al control inicial de la hemorragia sin alterar más una función hepática ya deteriorada , y a la prevención de la recidiva hemorrágica precoz. Métodos endoscópicos, farmacológicos y quirúrgicos forman el conjunto de alternativas terapéuticas. Material y métodos: estudio prospectivo de los resultados obtenidos tras el seguimiento de 90 episodios hemorrágicos de un total de 54 pacientes, 35 hombres y 19 mujeres, con una edad media de 58 años (32-77), sobre los que se aplicó un protocolo terapéutico de la hemorragia aguda secundaria a la hipertensión portal, durante un periodo de 22 meses. La clasificación según Child-Pugh al ingreso fue 57% Child A, 34% Child B y 9% Child C. Resultados: la estancia media hospitalaria fue de 9 días (2-50). De los 90 episodios hemorrágicos, se registraron 15 recidivas hemorrágicas precoces (16,7%). Murieron 12 pacientes (mortalidad del 22,2% por pacientes y del 13,4% por episodios hemorrágicos). Se realizaron 12 intervenciones de urgencias por persistencia de la hemorragia. El 41% de los pacientes reingresaron por recidiva de la hemorragia al menos una vez durante el periodo de seguimiento. Conclusiones: el tratamiento de la hemorragia digestiva alta por varices esófago-gástricas con cirrosis hepática, requiere un conjunto de diferentes tratamientos para obtener la máxima eficacia en el episodio hemorrágico agudo y poder abarcar todas las posibles repercusiones a posteriori; dicho tratamiento debería ser realizado en un centro hospitalario que disponga de material y personal especializado en esta patología. En nuestra experiencia, la cirugía de urgencias, como tratamiento de rescate de la hemorragia persistente o recidivante a corto plazo, sólo tendría lugar en algunos pacientes con una buena función hepática dada su alta morbi/mortalidad