69 resultados para Variedades diferenciaveis
Resumo:
Dos de los factores que pueden afectar de forma más clara a los resultados de la aplicación de Riego Deficitario son: la profundidad del suelo y la edad de la plantación. Con cambios en la profundidad del suelo se altera de forma muy clara, el estrés hídrico experimentado por la planta, ya que se cambia el ritmo en la imposición de estrés tanto a la entrada como en la posterior salida de la aplicación del periodo de riego deficitario. Mientras que la edad de la plantación va a tener un efecto muy claro sobre el vigor del árbol (mayor vigor en plantaciones jóvenes que en adultas). No hay que olvidar que el control del vigor vegetativo cuando éste sea excesivo, es una de las ventajas que se consigue con la aplicación de riegos deficitarios. Por otro lado, el sector demanda información sobre que variedad de almendro puede comportarse mejor a la aplicación de riego deficitario controlado. Por todo ello, a lo largo de los diferentes experimentos se han contemplado como técnicas de cultivo importantes, a los siguientes factores: 1) La profundidad del suelo. 2) Edad de la plantación y 3) Respuesta varietal. En consecuencia, el planteamiento final de este proyecto se ha orientado a la ejecución de 4 ensayos que van a permitir abordar cada una de las medidas detalladas en la propuesta. Estos ensayos son: 1) Evaluación productiva de almendros adultos a diferentes estrategias de riego. 2) Evaluación del comportamiento productivo de 4 variedades de almendros jóvenes a diferentes condiciones hídricas. 3) Evaluación de la respuesta productiva de plantaciones comerciales de almendro a diferentes estrategias de riego: Condiciones de suelos profundos. 4) Evaluación de la respuesta productiva de plantaciones comerciales de almendro a diferentes estrategias de riego: Condiciones de suelos superficiales.
Resumo:
Los frutos secos representan un peso notable en la producción final agrícola española, siendo nuestro país el segundo productor mundial de almendra (55.000 tm grano) y el cuarto de avellana (9.000 tm grano). En el caso del avellano, la superficie de España es de unas 25.000 ha (MAPA, 2000), concentrándose el 95 % de la misma en Cataluña y, más concretamente en Tarragona (18.000 ha), donde el avellano es, en diversas comarcas, una importante fuente de ingresos. Durante las últimas décadas, el sector ha estado sometido a fuertes crisis debido al descenso de precios causado, entre otros motivos, por la existencia o no de acuerdos comerciales entre la UE y Turquía sobre este fruto seco, por las oscilaciones del dólar y la competencia creciente de Turquía, que produce casi el 75 % del total mundial y cuyos costes de producción son más reducidos, por disponer de mano de obra más barata y mejores condiciones edafoclimáticas para el cultivo. Un problema adicional de la avellana española en dicho periodo, fue la poca calidad del producto obtenido, motivada por la realización inadecuada de una serie de prácticas de recogida y de postcosecha. La variedad 'Negret' es la base de la producción de avellana española para industria y, junto con la ‘Pauetet’, constituyen el tipo comercial ‘negreta’ que es el que obtiene mejor precio en el mercado nacional. Ello es debido a sus buenas características organolépticas y elevada aptitud al tostado, que constituye el punto de partida de la mayoría de aplicaciones comerciales. Por otra parte, constituye, también, la base de la producción de la Denominación de Origen ‘Avellana de Reus’. Tradicionalmente esta variedad adolece de importantes problemas de tipo agronómico (poco vigor, rebrotante, sensible a clorosis férrica, asfixia del suelo, muy virosada, etc.) y comercial (facilidad de enranciamiento, calibres pequeños, etc.), situación que ha inducido, en la última década, a la introducción de variedades foráneas (‘Tonda Giffoni’ y ‘Tonda Romana’) que en principio no presentan estos problemas. Sin embargo, la sustitución de la variedad autóctona ‘Negret’ por otras nuevas supondría la pérdida de un carácter diferencial para la producción española, que debe evaluarse con sumo cuidado.
Resumo:
El trigo duro es una especie relevante para la agricultura de nuestro país ya que es uno de los cereales más cultivados. En la última campaña el trigo duro ha ocupado una superficie de 907.094 ha, con una producción record de 2,8 M t. El consumo de pasta y sémola se ha estimado en 4,2 kg por habitante y año. Además España exporta grano de trigo duro a la UE y sémola a otros países, principalmente Argelia. En 2003 la producción utilizable fue de 2,1 M t y el volumen de exportaciones ascendió a 1,5 M t. Las condiciones climatológicas prevalentes en las zonas de cultivo de trigo duro en nuestro país son idóneas para la producción de grano de alta calidad y podemos aumentar las exportaciones sobre todo a la UE, pero para ello resulta imprescindible ofertar un producto de alta calidad industrial. Sin embargo el panorama varietal muestra que muchas de las variedades cultivadas actualmente no poseen una alta calidad, son sensibles a enfermedades y además son de origen foráneo, ya que los esfuerzos que se han dedicado hasta ahora a la mejora del trigo duro en nuestro país han sido muy limitados. Por otro lado la importancia del cultivo y la obligatoriedad de usar semilla certificada para percibir las ayudas de la UE ha hecho que aumente la demanda de variedades de alta calidad, resistentes a enfermedades y con buena productividad. Por todo ello en 2001 se solicitó este proyecto cuyo objetivo último era unificar los esfuerzos que se llevaban a cabo en ese momento en el campo de la mejora genética de trigo duro en España mediante la constitución del Programa Nacional de Trigo Duro.
Resumo:
El fitoplasma causante de la enfermedad del decaimiento del peral o Pear decline (PD) había sido descrito en nuestro país, pero se desconocía la incidencia real del patógeno, ya que las sintomatologías observadas se confundían a menudo con otros patógenos o con posibles desordenes fisiológicos. Se propuso realizar un estudio conducente a discernir la presencia del PD de otros agentes afines, así como determinar su incidencia y distribución por variedades y patrones en el área frutícola de Cataluña y Cuenca del Ebro. Así mismo, para un adecuado control de la enfermedad era necesario conocer cuales eran las especies de insectos vectores de la enfermedad en la zona y conocer si existía un único aislado del fitoplasma o por el contrario existía variabilidad genética del mismo. Se desconocía si la distinta expresión de síntomas observada era debida a variabilidad genética del fitoplasma o a una respuesta varietal. En el momento de iniciarse el proyecto únicamente dos especies del género Cacopsylla habían sido identificadas como vectores de la enfermedad C. pyricola y C. pyrisuga, aunque se sospechaba que C. pyri también era probablemente vector de la enfermedad, ya que era la especie más abundante en los países mediterráneos y se habían identificado individuos de esta especie portadores del fitoplasma. Por otro lado, la dificultad de diagnosticar las enfermedades producidas por fitoplasmas era también uno de los principales problemas para su control. La técnica de la PCR aunque era la más sensible, resultaba poco asequible para la aplicación rutinaria en empresas o para la certificación de material vegetal. Los principales problemas eran debidos a la complejidad del proceso de extracción del ADN, especialmente en leñosas y muy especialmente en peral, donde la presencia de inhibidores interfiere a menudo en el desarrollo de la PCR. Por estos motivos se planteó la mejora de las técnicas de detección para este fitoplasma y la puesta a punto de modificaciones que simplificaran la técnica de la PCR y permitieran su utilización de forma más rutinaria. Otro punto importante para la detección precoz de la enfermedad era conocer la distribución y concentración del fitoplasma en los distintos estadios fenológicos del árbol y en los distintos tejidos u órganos, con el fin de determinar el mejor momento para realizar la detección. Otra finalidad de este objetivo era determinar en que épocas del año podía propagarse la enfermedad a través de la multiplicación vegetativa, ya que se creía que el fitoplasma descendía a las raíces durante el invierno y por tanto las yemas tomadas durante este período estaban libres del mismo. También se planteó un estudio para determinar la correlación entre la detección del fitoplasma y la expresión de síntomas, ya que la detección del fitoplasma en plantas asintomáticas es esencial en los procesos de propagación vegetativa y de certificación del material vegetal obtenido.
Resumo:
El melocotonero (Prunus persica (L.) Batsch) es un cultivo de importancia creciente en España, particularmente para producción temprana en las regiones meridionales de la Península. Además tiene una elevado ritmo de sustitución de variedades. Solamente entre los años 1990-96 se comercializaron en el mundo alrededor de 500 nuevos cultivares (Fideghelli et al. 1998). El valor de las nuevas obtenciones es muy elevado, por lo que existe también un gran interés en su protección por parte de los mejoradores, y en el control de su identidad por viveristas o agricultores. La identificación varietal con datos sobre la morfología y fisiología de los frutales se realiza en ensayos de campo que requieren largo tiempo, generalmente años, de observación. Estos procesos son demasiado lentos para aplicaciones como el control de identidad en vivero o para la protección de los derechos de obtentor. Los marcadores moleculares, basados en la variabilidad del ADN, pueden detectarse en cualquier momento del desarrollo de la planta, y en diferentes tejidos, permitiendo establecer en pocos días un perfil único para cada variedad. El melocotonero es una de las especies menos variables del género Prunus (Byrne, 1990). Ello se debe a su sistema de autocompatibilidad que permite la autofecundación, lo que probablemente ha causado una importante erosión de su variabilidad genética especialmente desde el uso de las técnicas modernas de mejora genética. La baja variabilidad de este cultivo significa que los 2 marcadores que deben ser utilizados para su identificación han de buscarse entre los de mayor polimorfismo, ya que el uso de marcadores de buena calidad pero poco polimórficos no permite el objetivo de la caracterización individual de cada genotipo (Messeguer et al., 1986).