2 resultados para prostate adenocarcinoma
em Cor-Ciencia - Acuerdo de Bibliotecas Universitarias de Córdoba (ABUC), Argentina
Resumo:
La Enfermedad de Reflujo Gastroesofágico (ERGE) constituye en gastroenterología, junto con el síndrome de intestino irritable y la dispepsia, la patología de más alta prevalencia. El reflujo gastroesofágico (RGE) crónico y severo puede conducir a lesiones de la mucosa del esófago distal, objetivables endoscópicamente, como Erosiones, Estenosis, Ulceras y Metaplasia Columnar. La Metaplasia Columnar (reemplazo del epitelio esofágico por epitelio columnar) puede ser del tipo Cardial (transicional), Gástrico Fúndico o Intestinal. La Metaplasia Intestinal (MI) se denomina Esófago de Barrett, y es una condición precancerosa con alta prevalencia (del 5 al 20%). En nuestra casuística de los últimos años gira siempre alrededor del 20%. La historia natural de la Enfermedad por Reflujo Gastroesofágico es la siguiente: RGE – metaplasia cardial del epitelio esofágico – carditis por reflujo - metaplasia intestinal – displasia – adenocarcinoma. ¿Cómo se podría modificar esta historia natural?. A través de la prevención, la detección precoz y el desarrollo de terapéuticas efectivas. La lesión histológica que aparece precediendo, y/o acompañando al adenocarcinoma (ACa) , es la displasia (D), definida como una alteración citoarquitectural de los tejidos y de las células, muchas veces imprecisa y subjetiva, y que puede ser de bajo (DBG) y de alto grado (DAG). Como acercamiento al diagnóstico temprano del ACa, además de la búsqueda de displasia, es posible detectar alteraciones moleculares o genéticas en los tejidos, mediante técnicas inmunohistoquímicas, utilizando ciertos tipos de Marcadores Tumorales (MT). El objetivo principal de este trabajo es la detección precoz (diagnóstico temprano del cáncer) en el esófago de Barrett en nuestro medio, mediante la utilización de los mencionados MT.
Resumo:
Existiría asociación en el desarrollo de tumores salivales, mamarios y prostáticos que debería alertar en el seguimiento de esos pacientes. Por ello, resulta indispensable la búsqueda de biomarcadores específicos a fin de diagnosticar precozmente un segundo tumor primario o una lesión metastásica.La relación dieta-cáncer es aún controvertida y poco estudiada en humanos. La influencia de ciertos compuestos dietarios sobre la tumorigénesis de diversos órganos lleva a plantear que el estado nutricional de un individuo puede ser un indicador de riesgo de desarrollar dicha enfermedad.Se trabajará con sujetos de ambos sexos que presenten diagnóstico reciente de tumores salivales, mamarios y prostáticos, sin tratamiento previo y proveniente de los hospitales Privado y Córdoba. El grupo control estará constituído por sujetos con características similares a las de los casos, aunque sin diagnóstico de tumores. El número previsto es de 20 casos por cada tipo de tumor -entre benignos y malignos- y 80 controles (relación 1:2, respectivamente) por año de trabajo.Para recolectar los datos se empleará una encuesta de frecuenvia alimentaria cuali-cuantitativa, además de una historia clínica. En muestras de saliva y sangre se analizarán biomarcadores tumorales como CEA, CA 15-3 y PSA y se identificarán y cuantificarán lípidos totales y ácidos grasos. En tejido tumoral se cuantificarán lípidos y marcadores tumorales.