2 resultados para Valladolid
Resumo:
Ángel Piedras naciô en Nava dei Rey província de Valladolid (Espana), en 1910. Hijo de una família de jomaleros, tambiên él ti"abajó en ei campo hasta los veintiséis afios. Fue detenido y encarcelado en los dias de Ia terrible represión que sucedíó ai alzamíento franquista. Trás 101 dias de condena a muerte, su pena fue conmutada por Ia de cárcel. Salíó indultado en 1944. Ángel Piedras era hermano de mi abuelo, fusílado en Cáceres en enero de 1938. Su testímonio tiene que ver decisivamente con mi ínterés y mi dedicación a Ia historia. Este pequefío ensayo, primera piedra de un trabajo más amplio, es ante todo una prueba de mi admíración y mi agradecimiento hacia él. Guando Ángel Piedras muere en 1997, deja en casa de su hija Petra, persona clave en nuestro trabajo, una caja con materíales muy diversos, entre los que se encontraban vários cuademos, varias listas de represaliados y diversos manuscritos más, principalmente con ripios y poemas memorizados y transcritos por él.
Resumo:
Em Valladolid era publicado, em 1529, o Libro llamado Relox de Príncipes, da autoria de fr. Antonio de Guevara, iniciando-se “[...] la más fantástica carrera y reputación literaria del siglo XVI, tanto dentro como fuera de España [...]” (Márquez Villanueva e Redondo 173). A história do Relox de Príncipes encontra-se intimamente ligada à edição, cerca de um ano antes, em Sevilha, nos prelos de Jacobo Cromberger, sem nome de autor, do Libro Áureo de Marco Aurelio, também da autoria de Guevara. Com efeito, a parte mais importante desta obra impressa em 1528 viria a integrar a publicação “oficial” de 1529, facto que originaria uma persistente confusão entre ambas, até porque aquela que pode considerar-se a versão primitiva, o Libro Áureo, apesar do aparente repúdio do autor, continuaria a ser objecto de sucessivas edições autónomas. Isso mesmo dizia expressamente Antonio de Guevara no prólogo do Relox de Príncipes, sustentando que a impressão do Marco Aurelio fora feita sem seu consentimento. Após referir que, a pedido do imperador, que se encontrava doente na altura, lhe oferecera o manuscrito, incompleto, do Libro Áureo, Guevara afirmava a sua mágoa por, sem poder controlar esse processo, o manuscrito ter sido copiado e recopiado na corte pelas mais diversas mãos, e progressivamente adulterado, publicando-se uma versão na qual ele próprio não se reconhecia.