5 resultados para edificio
em Universidad de Alicante
Resumo:
La subsidencia del terreno es un riesgo natural consistente en el hundimiento de la superficie terrestre que genera importantes pérdidas económicas y gran alarma social. La subsidencia del terreno puede deberse a numerosas causas, entre ellas la extracción de agua de un acuífero, que se manifiestan en la superficie del terreno mediante deformaciones verticales que pueden variar desde pocos milímetros hasta varios metros a lo largo de periodos de tiempo que varían desde minutos hasta años. El presente trabajo muestra el caso real de un edificio de sótano, bajo y cinco plantas situado en el casco urbano de Murcia (España), seriamente afectado por asientos diferenciales inducidos por la subsidencia del terreno por descenso del nivel piezométrico. El edificio, construido entre 1983 y 1986, está cimentado por medio de una losa de hormigón armado que apoya sobre un estrato de arcillas limosas de consistencia blanda. Los primeros daños se manifiestan en 1995, coincidiendo con la sequía que aquejó a la vega de Murcia entre 1991 y 1995 y que produjo descensos generalizados del nivel freático del orden de 8 m de media y que en el presente caso alcanzan los 10 m, lo que se traduce en importantes asientos de consolidación que han afectado sensiblemente a la estructura. Con objeto de estabilizar la estructura se realizó un recalce de la cimentación mediante micropilotes. Un posterior seguimiento de la estructura mediante un plan de auscultación, ha puesto de manifiesto la validez del refuerzo proyectado.
Resumo:
La relación dialéctica entre la casa y la ciudad es el tema de este breve discurso, partiendo del modelo clásico, que Alberti formula y describe, y pasando a través de los sucesivos modelos, romántico burgués, moderno y posmoderno, para llegar a definir el sentido, en el entorno actual, de la casa entre medianeras que la limitan jurídica y físicamente. La posibilidad de observar el canon moderno, sin renunciar a una convincente inserción del modelo en la ciudad de ascendencia burguesa, se argumenta por medio de dos ejemplos tomados del mismo arquitecto, Francisco Candel Jiménez, en el ensanche de una ciudad de provincias, Albacete, tratando de demostrar que se puede ser rigurosamente moderno en el lenguaje y, a la vez, obediente a los límites urbanos establecidos. En el primer caso, un edificio de tres plantas para vivienda y estudio de arquitectura en entreplanta, la modestia del entorno no impide que el edificio inscrito en él sea a la vez altamente singular sin sustraerse a las reglas del planeamiento oficial. En el segundo, edificio de viviendas en cinco alturas más ático, y “atendiendo a su carácter urbano y a la actualidad de soluciones técnicas y constructivas”, despliega una amplia ceremonia de cortesía, que, por medio de los recursos propios de una avanzada high-tech, juega con los ritmos de su doble límite, doméstico y urbano, y hace que su modernidad radical eleve la dignidad del vecindario urbano que lo acompaña, sin alzar la voz, pero transmitiendo una lección de arquitectura que hace ciudad.
Resumo:
El único ejemplo claro de Modernidad en la ciudad de Albacete (y así lo registra el Docomomo Ibérico) es el Edificio Legorburo en la calle Mayor, 43 esquina a Marqués de Molíns, un proyecto de comercio y viviendas de 1935 de los arquitectos José Luis García Pellicer y Baldomero Pérez Villena. Paradigma del más depurado racionalismo, rotundo, pero discreto, representa en Albacete, en el cruce de la calle Ancha, nuevo eje burgués, con una calle histórica y mirando hacia el Parque, lo que el Edificio Capitol en la Gran Vía madrileña. Pero, además de su posición y composición, encierra toda una serie de lecciones que nos proponemos desentrañar. Una de ellas es que el proyecto es resultado de un concurso convocado por la propiedad, en 1935, a través del Colegio de Arquitectos de Valencia, lo cual llama poderosamente la atención sobre el procedimiento del encargo y sobre el proceder de los promotores. Otra es la auténtica aventura que su construcción supone, arrancando a finales de 1935, quedando paralizada por la guerra y sobreviviendo a continuación a base de reinventarse hasta 1946 en que se concluye. Los cambios entre proyecto y obra evidencian ese ejercicio, apasionante y dramático, de ir repensando el proyecto una y otra vez para poderlo construir con los materiales y recursos disponibles en cada momento. El Edificio Legorburo es un magnífico exponente de la idea corbuseriana de la arquitectura como juego sabio y soberbio de los volúmenes bajo la luz pues es la plasticidad de sus cuerpos, muy matizados, la que le confiere su fuerza y elegancia casi mendelsohnianas. Estos cuerpos, acusados por sus respectivos planos, son tres: el principal y de mayor vuelo de los pisos, que resuelve la esquina en curva así como las transiciones con ésta y con las medianeras; el del bajo que, ajustándose a la alineación oficial, emerge sobre el principal en la esquina, como un faro que iluminara la ciudad con su linterna; y el de transición entre ambos, de vuelo intermedio, en el entresuelo y sobreático, flancos de la torre y medianeras. Este juego de volúmenes acusa un sinfín de matices resueltos con gran clase, como la transformación del mirador de la esquina en balcón, donde asienta la torre y se derrama luego a los costados, o el descenso hasta el bajo de la torre. El tratamiento de superficies insiste en este concepto escultural: las estrías verticales que simulan un orden gigante de pilastras, las franjas horizontales que delinean y subrayan las curvas, los antepechos de los huecos con cuadrados almohadillados... Todo está exquisitamente cuidado, trabajado y pensado. Las plantas, modélicas, albergan dos viviendas por piso con sus zonas de día recayentes a fachada y sus servicios a medianeras, en cuyo centro se aloja una majestuosa escalera elíptica y un patio que absorbe las irregularidades del trazado. Todas estas razones (funcional, impecablemente resuelta; técnica, ingeniosamente conseguida; formal, espectacularmente consumada y el entendimiento del lugar), tienen especial validez en el contexto actual puesto que son auténticas y genuinas lecciones de arquitectura.
Resumo:
Reflexiones a propósito del Recinto Ferial de Albacete con ocasión del III Centenario de la Confirmación del privilegio de celebración de una feria franca (1710).
Resumo:
Tras observar detenidamente el viario y accesos de uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad como puede ser el edificio escolar del Viaducto, se prevé actuar tanto en él como en su perímetro con el fin de mejorar la accesibilidad y movilidad tanto de los peatones que circulan por el barrio como a los estudiantes que acceden al edificio a diario. Se trata de un edificio del siglo XIX bautizado como la Escuela Industrial de Ingenieros por la Universidad Politécnica de Valencia; actualmente sigue perteneciendo a la Universidad y tras la nueva construcción del campus en Alcoy, se siguen impartiendo numerosos cursos por parte del Ayuntamiento y de la misma Universidad. La zona del Viaducto actualmente se encuentra en mal estado, complicando la accesibilidad para el peatón y restringiendo el paso a las personas con movilidad reducida por su complicada orografía y diseño urbano. Es por ello, que existe una necesidad de mejorar la zona y conseguir una accesibilidad para toda la población fomentando el predominio del peatón y las mejoras que esto conlleva. El proyecto, para justificar estas necesidades, elabora en su extensión un análisis previo de la situación actual y su problemática. Una vez recogidos todos los datos necesarios, mediante un estudio de soluciones, se adopta la solución adecuada para la problemática descrita y se materializa a lo largo del proyecto.